Noche de Table
Noche de Table
La realidad no fue tan fácil darme cuenta de lo que estaba pasando, para mí era solo una salida con los amigos de la oficina por la despedida de mi amigo Roberto y jamás pensé que las cosas acabarían así.
Debido a que Roberto se casaba fuimos todos los compañeros del trabajo a un table, yo no soy fan de ellos, en realidad me parecen hasta un poco aburridos, pero ese día hubo algo especial que os quiero contar.
Llegamos al bar, y aparentemente Roberto era amigo de todos ya, por su asidua asistencia, nosotros entramos detrás de él, quien pidió un mesa cerca al lugar donde bailan, todo parecía estar tranquilo, vinieron y bailaron varias chicas, nosotros actuábamos igual que todos, sin ninguna diferencia, algunas mejores que otras, sin embargo, una de ellas al salir me cautivo, tenía algo que no podía descifrar, aparentemente ella también me veía y me bailaba cachondamente, yo no podía dejar de mirarla, tenía unas tetas y unas nalgas que me parecían deliciosas.
Se movía tan bien, que yo no podía dejar de observarla y evidentemente tenía una erección, me prendía esta bailadora con solo moverlo, no pude evitarlo y pedí un privado con ella, yo sabía que no podía incluso tocarla, pero no podía dejar de mirarla, así compré el privado mientras todos me decían que no lo hiciera que no gastara mi dinero de tal forma, yo no podía controlarme más parecía embrujado.
Así me dirigí al lugar donde se hacen los privados, me indicaron la puerta que tenía que visitar y tal que llego a la puerta 3, toque tímidamente y ella abrió, sonaba una música sensual, bastante fuerte y ella me indicó donde sentarme, la realidad es que no pude esperar tanto, ella comenzó a bailarme muy pegado por cierto y yo comencé a tocarle las nalgas, las tenía tan suave la piel y firmes que no podía detenerme más, comencé a hacerle a un lado la tanga que traía por cierto diminuta y me acerqué con la boca para pasarle la lengua entre sus piernas, mientras ella no dejaba de bailar, ella tampoco hizo nada por alejarme, posteriormente fui quitando su tanga y metiendo mi lengua y mis dedos en su vagina, mojada, suave, caliente, los movía suavemente de arriba abajo, mientras ella seguía moviéndose.
Me pare, la tome de la cintura le quité el sostén y comencé a lamerle los pezones, que tenía erectos y calientes, se los mordía y ella comenzaba a gemir, no pude esperar mucho, la baje la voltee, le dí unas nalgadas y sin más saqué mí pene y se lo metí, diciéndole que era la mejor puta que me había cogido, ella solo gemía sin pronunciar una palabra, se la metía duramente y la empujaba contra la pared, ella solo se quejaba, con las manos le estrujaba los pechos y jalaba sus pezones, que eran hermosos, calidos y suaves.
Ella comenzó a moverse rápidamente y pude notar que se vendría, para lo que saque mi verga, la voltíe se la di a chupar y ella me pedí que se la metiera de nuevo, me la chupo tanto que casi me vengo pero logré parar y metérsela toda mientras la cargaba y la movía de arriba para abajo, ella no pudo más comenzó a gritar y yo comencé a venirme, mientras ella me la apretaba como nunca nadie lo había hecho.
Finalmente terminó, terminé, la baje y ella tomó sus cosas y se fue.
No supe más de ella solo que ha sido la mejor paja que he tenido por un largo tiempo.