Noche de sexo salvaje 4

Los próximos relatos pasarán a ser "Todo comenzó con una noche de sexo salvaje" Espero que os guste Alex seguía dormido y abrazado a mí. Yo no tenía sueño así que le quite lentamente el brazo y pensé en darme un baño en la piscina

Los próximos relatos pasarán a ser "Todo comenzó con una noche de sexo salvaje"

Continuación de los relatos de noche de sexo salvaje.

Alex seguía dormido y abrazado a mí. Yo no tenía sueño así que le quite lentamente el brazo y pensé en darme un baño en la piscina. El calor era insoportable y las chicharras no paraban de sonar. Me puse el bañador y cerré la puerta despacio para no despertar a Alex. Bajé las escaleras y me fui directo a la piscina, me tiré de cabeza y al salir me quedé pensando en lo que había pasado estos dos días. Gorka siempre me había gustado, era malote, muy protector con su gente, pero en cuestión amorosa… las novias solía tirárselas y al poco dejarlas. Sabía que con Gorka no habría ninguna posibilidad, así que intenté descartarlo de mi mente. Con Alex todo era diferente, era un sol conmigo, atento, cuidadoso y en la cama era un auténtico hijo de puta, y eso me gustaba. La verdad es que no sabía qué hacer. Alex me había dicho ya te quiero, y eso que solo me conocía de una noche y dos polvos. No suelo confiar en la gente que dice te quiero a la primera de cambio, pero con Alex, creo que empezaba a hacer una excepción. Me quedé flotando en la piscina, como haciéndome el muerto. El tiempo pasaba y yo seguía sin saber qué hacer. No quería seguir dando ilusiones a Alex si no estaba seguro de lo que sentía y la verdad es que a veces me arrepiento de ser tan así cuando estoy cachondo. Salí de la piscina para tomarme algo. Cuando entré en el salón Alex estaba bajando las escaleras.

-Buenas tardes. – Y le sonreí.

-Buenas Dani. – Alex estaba totalmente vestido. Con su polo azul y sus pantalones vaqueros ajustados.  – Me ha llamao mi madre y tengo que ir a casa, que han venido unos tíos míos.

-Tranqui, pásalo bien.

-Luego te llamo. – Me besó y se fue por la puerta. Me toqué los labios y me quedé mirando la puerta. Me fui a la nevera y cogí un refresco de la  nevera. No sabía si llamar a Gorka o que. Siempre le llamaba para contarle mis problemas pero no sé si sería buena idea contarle mis problemas sentimentales, los cuales a él le incumben. Por la noche me llamó Alex y estuvimos hablando unos quince minutos. Cuando colgó me quedé tumbado en la cama y me dormí. Cuando me desperté era la una de la tarde y mis padres iban a llegar en unas horas. Recorrí la casa para ver su estado y la verdad es que estaba bastante bien. Al no hacer ninguna fiesta la verdad es que se mantuvo bastante recogida. A las cuatro de la tarde mis padres y mi hermana pequeña aparecieron por la puerta. Después de los rigurosos besos y preguntas de que tal el fin de semana. Mis padres se pusieron a deshacer las maletas y mi hermana se fue a su habitación. Yo subí a la mía y me puse a escuchar música. La verdad es que no tenía intención de salir. Solo estaban del grupo Gorka y Lorena y Alex, aunque no sé si sería del grupo. Cuando ya estaba inmerso escuchando música un mensaje del móvil me hizo volver a la realidad. Era Alex, que si quedábamos esta noche a eso de las diez al lado de un centro comercial. Le contesté que sí, pensando que luego iríamos de copas o algo. Escogí la ropa para salir. Un polo blanco, unos vaqueros anchos y unas deportivas blancas. Mi madre ya estaba chillando a mi hermana para que deshiciera la maleta. Cuando llamó a mi puerta.

-Dani, ¿vas a cenar en casa?

-No mamá, he quedao en el centro comercial, así que supongo que cenaré por ahí.

-Vale. – Y se fue a la planta de abajo. Yo seguía escuchando música y mirando cosas por internet. Cuando dieron las nueve me fui a duchar y me vestí. Al salir por la puerta de mi habitación vi a mi hermana pintándose.

-¿Qué haces?

-Maquillándome, hoy hay sesión de cine de verano y es gratis. Es en el campo que hay al lado del centro comercial.

-¿Vas sola?

-No, ma y pa vienen también, porque han quedado con los padres de Lucía. – Mi hermana siempre llamaba a mi madre ma y a mi padre pa. Yo pensaba que eran cosas de niña pequeña pero ya tenía catorce años y lo seguía diciendo.

-Pues a lo mejor nos vemos, porque he quedao por allí.

-Supongo. – Y siguió maquillándose en el espejo. Mientras bajaba por la escalera me llego un mensaje de Alex diciéndome el sitio exacto dónde íbamos a quedar. Era en un lateral donde hay un parking que nunca usaba casi nadie. Me despedí de mis padres y me fui.

Llegué un poco antes de las diez y me apoyé en una pared para esperarle. Me puse a mirar el móvil cuando vi algo a mi izquierda que me hizo mirar, pero cuando giré la cabeza algo me golpeó y caí al suelo. El móvil se estrelló contra el suelo y salió disparado unos metros de mí. Notaba un fuerte dolor en el ojo izquierdo y algo caliente que salía del pómulo. Me incorporé un poco y miré donde estaba antes. Dos personas con pasamontañas estaban de pie riéndose.

-Mira, como se levanta la maricona. – Cuando me estaba levantando, noté un mareo y uno de ellos me cogió del cuello y me tiró otra vez al suelo.

-Os vais a cagar hijos de puta. – Siempre que me iba a pelear con alguien Gorka se interponía y siempre recibía él los golpes. Pero sabía que si estuviese aquí les partiríamos la cara los dos. El que me sujetaba del cuello seguía tirado conmigo en el suelo y el otro empezó a caminar hacia mí. Era un bastante más bajo que yo, pero el que me tenía retenido era de mi misma estatura.

-La maricona folla culos se pone agresiva. Tendremos que hacerte callar. – Y me dio una patada en el estómago. Era la primera vez que me pasaba esto y no sabía cómo librarme. Si intentaba moverme el que me tenía cogido el cuello con su brazo apretaba más. El que estaba de pie se agachó. Por el ojo izquierdo no veía nada, pero si por el derecho. Sacó una navaja.

-Mira maricón de mierda, si intentas morderme o cualquier cosa te rajo el cuello, ¿vale? – Yo asentí con la cabeza. Miró alrededor por si había alguien y se bajo la bragueta.

-Tíiio, no me jodas que te lo vas a follar. Que no es una pava.

  • A mi me la suda, dijimos que sí o ¿no?

-Sí, tío, pero no pensaba que llegaríamos a eso. Pensé que era una forma de hablar.

-Pues ya ves que no, así que fóllate su culo que yo me encargo de la boca. – El que me tenía por el cuello me soltó y empecé a gritar.

-Hemos dicho que te calles – y el que estaba delante me soltó un puñetazo en el pómulo izquierdo. – Si vuelves a gritar o cualquier cosa te mato. – Sentía mucho dolor en la parte izquierda. No sé donde se había metido Alex, pero necesitaba ayuda y en ese parking no había ni dios. Mis padres estaban en la otra parte y yo aquí violado y con la cara destrozada. – Ahora bájale los pantalones. – El de atrás me los bajo aunque le costó porque hacía fuerza contra el suelo.

-Que culo tiene tío. Es to redondo, jajajaja. – Me abrió las nalgas y sentí que algo se posaba en ellas.

-Pues venga fóllatelo. Abre la puta boca maricón. – Abrí la boca y me la metió de golpe. Olía bastante mal, a sudor, semen y a meaos. El que estaba detrás era bastante torpe para meterla pero hizo mucha fuerza y entró. Me dolió una barbaridad y empezaban a salirme lágrimas del ojo derecho.

-Tú sigue follándote ese culo bien, que el maricón llora de alegría de tener dos machos con él. Seguro que nunca había tenido unos machos así en la vida. – El otro se reía como si fuera subnormal y seguía dándome embestidas.

-¿La chupa bien?

-Ya ves, si alguna de mis novias la chupase así, la desencajaría la mandíbula a pollazos. – No se la estaba chupando bien, porque no estaba disfrutando. Muchas veces tenía ganas de morderle la polla y arrancársela pero sé que no serviría porque tenía un cuchillo en el lateral del cuello.

-Tío, como siga así me voy a correr en su culo.

-Pues córrete, que a los maricones les gusta recibir leche dentro. – El de atrás se pegó mucho a mí y supuse que se había corrido, pero no sentí la lefa en el culo. La saco de golpe.

-¿Te has puesto condón?

-Claro tío, a ver qué polla se ha metido esté por el culo. – Al decir eso al que se la estaba chupando la sacó de golpe y se levantó. Pude ver que tenía un tatuaje tribal en la pierna izquierda. Se subió los pantalones y pude ver que giraba la cabeza dirección a la entrada del parking.

-Venga tú, vámonos, que viene alguien. Los dos se subieron a un coche y se fueron. Pensaba que antes de irse me atropellarían o cualquier otra cosa, pero solo se fueron. Me dejé caer al suelo y que fuera lo que tuviera que ser. Oía como alguien venía corriendo hacia mí. Pensé que sería Alex, pero cuando ya estaba cerca sabía quién era. Esa colonia es la que se ponía siempre para salir. Era Gorka.

-¡Nano! ¡Nano! – Gorka estaba de rodillas y me había cogido por el cuerpo. Sé que no lo hizo con mala intención pero cuando me cogió noté mucho color. Supuse que tendría roto algo.

– Nano, dime algo joder. Joder. – Gorka sacó su móvil y llamó a una ambulancia. – Tú tranquilo Nano, que ya estoy aquí, ya verás como dentro de ná estamos otra vez viciándonos al pro. – Solo le veía por un ojo, pero tenía cara de preocupación. No sé porque no le dije nada, pero no tenía fuerzas para hablarle. El seguía sujetándome cuando oí otra voz. Era Alex.

-¿Qué ha pasao?

-Yo que sé nano, yo que sé. Recibí tu mensaje de quedar a las once para hablar y cuando he llegado me lo he encontrado así. – No podía ver la cara de Alex.

-¿A las once?

-Si joder, tu puto mensaje. Pa hablar, joder, joder, si hubiese llegao a las once en punto, joder, Dani aguanta, por favor, aguanta. – Era la primera vez que veía a Gorka llorar, nunca le he visto derramar ni una lágrima. Lo que quería decirle es que yo llevaba desde las diez menos algo aquí no a las once y que no me iba a morir. Empecé a oír una sirena. Cuando desperté estaba en una cama de hospital. Giré la cabeza para ver si había alguien. Estaban mis padres, mi hermana, Gorka y Alex.

-Ma, Dani se ha despertado. – Todos se pusieron alrededor de la cama. Por lo menos ya estaban todos sonriendo, menos Alex, que estaba como confundido.

-Gorka, Alex, iros a casa ya. Se ha despertado así que podéis iros a descansar. Cariño, ¿te importa llevarlos?

-No, claro que no. Vamos chicos. – Gorka, Alex y mi padre salieron de la habitación. Mi madre me dijo que iba a decirle al médico que me había despertado. Así que me quede a solas con mi hermana.

-Qué susto Dani. Vimos a Gorka y al otro por donde el cine corriendo. Y Gorka con la camiseta manchada de sangre. Menos mal que me acordaba de quien era porque mi amiga Lucía está loca por él y vio a pa y ma y nos lo dijo. Anda que la ambulancia no dejo subir a nadie si no era familia. Menudo susto tu solo aquí. – Me cogió la mano y me la empezó a acariciar. Yo solo pude sonreírla y poco más. Cuando la puerta se abrió de pronto y mi hermana se sobresaltó. Era Gorka.

-Gorka ¿no te ibas?

-Que va ñaja, me quedo aquí, ya he avisado a mis padres. – La verdad es que me gustaba que Gorka se quedase conmigo en la habitación. Mi madre entro con el médico unos segundos después. Me dijeron que esta noche me quedaba en observación, pero que mañana podría irme a casa. Sonó el móvil de mi madre y empezó a discutir con alguien. Solo escuche, que su hijo estaba en el hospital y que no podía.

-Mamá. – Mi madre dijo a su interlocutor que esperase. – Si tienes que irte por algún juicio o algo vete. Llévate a mi hermana y luego que se quede papá si quieres. – Mi madre empezó a sonreír y me dio un beso en la frente.

-Muchas gracias hijo.

-Usted no se preocupe, que yo me quedo aquí toda la noche. Así que si José Luis está cansado o algo por el viaje dile que se quede en casa.

-Muchas gracias Gorka, pero ahora vendrá y se quedará contigo y con Dani. Mañana por la mañana te llamo sin falta. – Mi madre cogió a mi herma, que me dio un beso y se fueron. Gorka se dejo caer en uno de esos sofás que hay para las visitas.

-Madre mía tu madre. Tenía un juicio de no sé qué multinacional y estaba chillando a to dios por el móvil. – Gorka acerco el sillón hacia la cama, se levantó y me dio un beso en la frente como mi madre. – No vuelvas a pegarme un susto así – y se quedo mirándome el ojo bueno. – La inflamación del ojo han dicho que bajará en unas semanas. No tienes afectado el ojo, lo que pasa que como tienes el pómulo roto no puedes abrir ese ojo. Y no tienes rota ninguna costilla, solo magulladuras – Gorka se acercó a mi oreja – Te juro que voy a coger a esos hijos de puta. – Sabía que era difícil, porque no les vi la cara, ni nada, pero era reconfortante saber que alguien se preocupaba por mí y que no fuera un familiar. Me volví a dormir. Al despertarme por la mañana, Gorka me había preparado ropa limpia que había traído mi padre. Me ayudo a vestirme y a salir de la habitación. La verdad es que me gustaba que estuviese conmigo. Bajamos por el ascensor y al salir del hospital, mi padre estaba esperándonos con el coche en marcha. Me subí y nos fuimos dirección a casa.

Pasaron unas semanas. El ojo ya estaba bien y solo tenía una pequeña cicatriz en el pómulo pero no se veía casi. Las costillas no me dolían ya, así que podía decir que estaba de puta madre. En estas semanas Gorka venía todos los días. Alex me llamo solo un par de veces y poco más. Mi hermana se había ido a pasar el resto del verano a casa de mis tíos, mi madre estaba en el bufete y mi padre llegando a las mil a casa. La única compañía que tenía era la de Gorka, que mi padre le había dado un juego de llaves para que no tuviese que estar llamando siempre.

-Dani, ya estoy aquí. – Gorka siempre llegaba a eso de las nueve de la mañana. Yo para esas horas ya estaba duchado y vestido así que siempre nos poníamos a escuchar música o a jugar a la play mientras bebíamos desayunábamos.

-Estoy en el despacho – Muchas veces me metía en el despacho de mis padres para apagar su ordenador y así que el mío fuese más rápido el internet.

-Baja anda.

-Ya voy. – Apagué el ordenador y me fui abajo. Gorka estaba sin camiseta y con un pantalón corto bastante feo. - ¿Qué haces así?

-Joder nano, que hace mil de calor.

-Pues el pantalón es bastante feo. – Gorka me sonrió y se fue al sofá. Yo le seguí y empezamos a hablar.

-Dani, en estas semanas he estado pensando mucho y después de lo que te paso – notaba como se le estaba secando la boca. Gorka para demostrar las cosas era bastante malo. – me he dado cuenta de que eres una persona muy importante para mí.

-Y tú para mí, lo sabes. Colegas hasta la muerte.

-Ya, lo sé, pero… aquel día de principio de Agosto… - No me podía creer que Gorka volviese a sacar el tema de aquel día. – Se lo que te dije ese día en el desayuno, pero… siento algo por ti. No sé qué coño es, pero es algo más que amistad. No quiero estar lejos de ti, ni quiero que te alejes de mí. Bua nano, me estoy rallando mucho. – Gorka no sabía que decir, la verdad es que yo siempre había sentido atracción por los hombres, pero ahora él estaba en su encrucijada de hetero. Le abracé y noté como él me apretaba también. No quería soltarle y mucho menos ahora. Sabía lo que había pasado con Alex, pero solo me llamo dos veces desde que volví a casa del hospital y nunca se había acercado a verme a casa. Yo tampoco fui a la suya, pero bueno, pienso que era él el que tendría que haber venido. Solté a Gorka de mi abrazo y se me quedó mirando. Tenía el pelo de punta y esa cara de niño malo. Se acercó a mí y me beso. Yo no le correspondí el beso,  se separo y me miro sin entender que pasaba. Le conté lo que había pasado con Alex al día siguiente, el porqué me daba miedo sentir algo por él.

-Joder nano… tienes que estar hecho un lio… ¿te gusta Alex?

-Sí, está bien. Pero lo acabo de conocer y no sé, hay algo que no me termina de convencer.

-¿Le quieres? – Gorka lo soltó de golpe, sabía que no le quería pero que sí me gustaba

-No, claro qué no.

-¿Y a mí? – Otra pregunta de Gorka.

-Gorka, yo no quiero sufrir más por fijarme en heteros o por heteros que sienten un poco de curiosidad y luego si te he visto no me acuerdo.

-Joder, pero yo he dao el paso nano. No voy a dar marcha atrás. – Gorka me estaba pidiendo que lo intentásemos. Nos quedamos mirándonos y le bese, esta vez los dos si nos besamos. Gorka empezó a sobarme el paquete y me separé

-¿Tienes ganas o qué?

-Sí, nano. Desde que vine el primer día en que estabas en casa después del hospital. Me estaba muriendo por estar a solas contigo y reunir el valor de decírtelo, pero no quería agobiarte después de lo que te pasó. – Le volví a besar. Mientras nos besábamos  y empezó a  sobárme la polla y cuando fui a sobarle el paquete, ya tenía la polla fuera.

-Joder Gorka, como estás.

-Hombre, es que llevo sin na muuuucho tiempo nano. – Gorka se desnudó e hice lo mismo. Los dos nos quedamos desnudos. Nos volvimos a besar y empezamos a masturbarnos cada uno la polla del otro. La mano casi no podía abarcar el grosor de ese rabo. Gorka dejó de besarme y se metió mi polla en la boca. Yo notaba como soltaba pre y pensaba que era la primera polla que Gorka se comía. La comía bastante mal, hasta que empezó a coger el ritmo y a no rasparla con los dientes.

-Joder Gorka, joder. – Siguió chupando hasta que le separe de mi falo y le morreé. Se volvió a sentar en el sofá y ahora era yo el que se la comía.

-Dani, la comes de pm., puffff. – Quería la leche de Gorka dentro de mi boca. Yo se la chupaba mientras me masturbaba. Me cogía la cabeza para poner él la velocidad y la verdad es que se le daba muy bien. – Déjame que te la meta.

-Gorka quiero tu lefa en la boca, quiero sentirla recién ordeñada.

-Jajajaja, pues venga ordeña. – Y volví a chuparle la polla, Gorka se retorcía y me saco la polla de la boca. – oye, ¿a qué sabe la lefa?

-¿Nunca la has probado?

-Solo la mía, pero no sé si todas saben igual o que.

-Si quieres probarla… - Me puse de pie dejando mi polla al aire.

-Jajajaja, pero mejor un sesenta y nueve, ¿no?

-Vale – Subimos a mi habitación y nos tumbamos en la cama. Y empezamos a chuparnos las pollas mutuamente. Gorka mientras me la chupaba me metía dedos en el culo. Yo solo le acariciaba el agujero porque no sabía que reacción iba a tener si le metía algún dedo. Eso sería algo que probaría en otro momento. Gorka empezó a gemir más fuerte.

-No te la tragueeeesss y aguántala en la bocaaaa. – Yo asentí y Gorka empezó a correrse. Era impoible no tragarse algo porque entre su pollón y la cantidad de leche no había espacio para mucho. Gorka empezó a chupármela con más fuerza y a cascármela mientras me la chupaba.

-Gogka, me voy a coguer. Me cogo. – Y solté varios trallazos en su boca. Cuando ya no soltaba muchos se levantó y me beso, juntando nuestras lefas en la boca. Notaba como de vez en cuando alguno de los dos nos tragábamos un poco, hasta que al final solo quedaban nuestras lenguas. La polla de Gorka seguía babeando y se la chupé.

-Joder, nano, to vicioso. Si sigues me voy a volver a empalmar, jajaja. – Le solté la polla.

-Pero si ahí no tienes que tener ya na, si no veas cuánto te has corrido.

-Anda que tú. Tú espera unos minutos y ya verás como aún queda algo. – Y comenzó a besarme otra vez. Recordaba cuándo una amiga me dijo que cuando folló con Gorka lo hicieron tres veces seguidas, que era como un semental. Yo siempre pensé que exageraba, pero no, la verdad es que no. Su polla se volvió a levantar. – Joder Dani, ya estoy a cien otra vez. – Me puse a cuatro patas para que me follara el culo. Gorka empezó a lamerlo – Lo tienes to abierto nano, esto va a entrar enseguida. – Dicho y hecho. Me metió la polla muy despacio pero esta vez no hubo ningún dolor. Empezó con un mete saca despacio y luego aumento la velocidad. Estábamos los dos sudando y cuando se apoyaba en mi cadera se resbalaba.

-Pufff, es que me encanta, que prieto está. – Estaba prieto porque yo hacía como que quería cerrar el culo y así darle más placer. Cuando a los quince minutos de estar metiéndomela y entre gemidos, gritos y soplidos empezó a hablar.

-Dani, me voy a correr. – Sacó su polla y noté dos o tres chorros de semen muy líquido por las nalgas. Restregó su polla por el semen y me lo metió. Luego trajo papel y me limpió el culo. Se tumbo bocarriba con los brazos estirados y yo me tumbe apoyando la cabeza en su pecho.

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Algunas cosas de mis relatos son verdaderas y otras son ficción. Espero que os haya gustado, dentro de nada la quinta parte de esta historia de amor y de sexo.