Noche de Sexo... Preludio
Con solo pensarlo, la lujuria corre por mis venas Poco a poco comienzo a excitarme, necesito un hombre ¿Quien será mi nueva victima? ¿Dónde voy a encontrarlo? La ventana de mi habitación permanece abierta y permite que ingresen los sonidos de la calle gritos, bocinazos, música, era una noche excelente para buscar una victima la pregunta era ¿Quien? Con solo pensarlo ya me relamía
Con solo pensarlo, la lujuria corre por mis venas Poco a poco comienzo a excitarme, necesito un hombre ¿Quien será mi nueva victima? ¿Dónde voy a encontrarlo?
La ventana de mi habitación permanece abierta y permite que ingresen los sonidos de la calle gritos, bocinazos, música, era una noche excelente para buscar una victima la pregunta era ¿Quien? Con solo pensarlo ya me relamía por supuesto debía ser alto y de buen cuerpo, espalda ancha, buenos brazos y lo más importante un buen bulto.
Fui hasta el armario, lo abrí y miré su contenido, aunque ya había elegido que ponerme. Tome una camisa blanca bien ajustada, una pollera escocesa, mis stilettos y por supuesto un conjunto de lencería muy sexy de encaje y satén, color blanco.
Fui al baño, abría la ducha y mientras me bañaba, pensaba en todas las cosas que pensaba hacerle a mi nueva victima, quería un buen polvo, cuanto más pensaba, más caliente me ponía, tanto que mientras me pasaba el jabón por el cuerpo sentía como mi piel se iba erizando, mis pezones estaban duros, comencé a masajearlos y a pellizcarlos, adoro esa sensación. Cuanto más los tocaba, más caliente me sentía, poco a poco comencé a gemir, mordí mis labios para no gritar, Estaba excitada, podía sentir el ardor entre mis piernas tiré el jabón y con mi mano derecha fui bajando por mi vientre hasta llegar al pubis , abrí mis labrios y lentamente fui tocando el clítoris, poco a poco se iba inflamando, poniéndose cada vez más duro lo apreté con mis uñas, sentí un poco de dolor, pero no me importó, el dolor comenzaba a mezclarse con el deseo, seguí moviendo mis dedos, pero esta vez comencé a introducirlos poco a poco en mi vagina, que ya estaba húmeda, mientras tanto mi otra mano seguía jugando con mis pezones, los pellizcaba, los retorcía, los estiraba y volvía a comenzar una y otra vez no podía parar
Tan caliente estaba que tuve que apoyar mi espalada contra la pared del baño porque mis piernas ya no podían sostenerme, sentía como mi cuerpo temblaba, sabía que estaba a punto del orgasmo y sin embargo quería esperar, me gusta atormentarme, porque se que cuando consigo lo que quiero el placer es mucho más fuerte es como una droga el sexo se vuelve adictivo para mi..
Miré a mi alredor y vi el desodorante no era una verga pero en ese momento venia bien. Lo agarre y comencé a chuparlo como pensaba hacer esa noche con la primer verga que encontrara .mm chupé, lamí y mientras tanto mi otra mano seguía entrando cada vez más rápido, primero fue un dedo, luego dos, luego tres y mi vagina se iba abriendo cada vez más, apretándose y acomodándose a mis formas, a lo que yo le pedía, cuando ya mis dedos no fueron suficientes, deje de chupar el desodorante y lo metí en mi vagina. Mi cuerpo se iba abriendo a ese objeto siiii mmm. Que placer, incrementé el ritmo, apoyada contra la pared, mi cuerpo acompañaba el movimiento de mis manos, el desodorante entraba y salía a un ritmo vertiginoso, quería meterlo cada vez más adentro, quería lastimarme y mientras me cogía a mi misma pensaba en ese macho que esa noche iba a conseguí para coger y fue en ese preciso instante cuando estallé
Dios!! me sentía como una muñeca, fui resbalando hasta dejarme caer en la bañera, el agua de la ducha pegaba sobre mi cabeza y en mi cara se dibujaba una sonrisa esto solo era el preludio
Cuando me recuperé, terminé de bañarme, salí de la ducha y fui caminando hasta mi habitación dejando un rastro de gotas mientras caminaba, me pare frente al espejo, mis labios estaban colorados, mi mirada vidriosa, pese a la ducha mi cuerpo olía a sexo...
Tome la ropa y me vestí.
Volví a mirarme en el espejo para ver el look completo y ahí estaba una linda estudiante con dos colitas, el maquillaje era sutil, rímel negro para agrandar mis ojos, rubor y un toque de labial rojo...
La camisa blanca se adhería a mi piel, mis tetas casi sobresalían del corpiño y la pollera me llegaba justo debajo de las nalgas, las medias blancas y el toque final . Los zapatos de taco alto.
Tome mi bolso, las llaves del auto y salí en busca de mi victima
Esa noche decidí ir a la zona del puerto, tenía ganas de un hombre rudo, de esos que les gusta decir groserías y que se ponen a mil muy rápido.
Di un par de vueltas con mi auto y cuando estaba parada frente al semáforo esperando que cambiara, mire a mi derecha y vi el cartel de una gomería mmm
Creo que encontré a mi victima sonreí.