Noche de ronda 7 (final)
El fin de la noche llega sorprendiendo a carolina (leer el 6 y el 7 seguidos)
Caminamos por un pasillo casi a oscuras, atravesando distintas habitaciones donde se adivinaban cuerpos entrelazados en distintas posiciones, yo iba de la mano de el y detrás nuestro toni llevaba a Paula y a Maria, por fin llegamos a una puerta de madera basta, la empujo y entro dentro de una habitación, en el interior una gran cama redonda presidía la estancia, en las paredes laterales grandes ventanales permitían que los mirones pudieran mirar desde fuera lo que ocurría dentro, al fondo de la sala una cruz de san martín clavada en la pared servia de punto salvaje en la decoración, a su lado un potro y al otro unas cadenas, en una pequeña mesita había de todo lo necesario para jugar a tu juego preferido, gato, látigo, pinzas, esposas, fustas, etc. etc.. entramos dentro y Carlos índico que se pusieran cómodos, luego cogiendome de la mano me acerco hasta el centro de la habitación y quitándome la ropa me dejo desnuda ante todos.
Después de haber girado a mi alrededor observándome con atención, me dijo que le diera las manos, al hacerlo unos grilletes aprisionaron mis muñecas y segundos después mis brazos eran suspendidos por encima de la cabeza, luego vi como se inclinaba y ataba mis tobillos a unas cadenas que habían en los laterales que al girar una polea hizo que mis piernas lentamente fueran abriéndose hasta que quede totalmente expuesta, note como mi coño goteaba ahora que estaba libre de sus muslos protectores, acercándose a mi oído me pregunto si estaba preparada para obedecerle en todo, le dije que si sin dudarlo, aun así me dijo que por si acaso debía asegurarse, lo oí coger algo de la mesa, cuando lo volví a sentir pegado a mi espalda mire al frente de mi, ellos se habían desnudado y podía ver con claridad la enorme polla de toni presidir el cuadro, tanto Maria como Paula se estaban besando apasionadamente mientras toni metía una mano en el coño de cada una, la visión de las dos mujeres desnudas tocándose me excito, desee estar entre ellas y sentir sus cuerpos calidos en mi piel, de repente un latigazo azoto mi culo arrancándome un gemido de placer y dolor, ellos se detuvieron y se dispusieron a contemplar la escena como si de un cine se tratara, tras ese azote, otro golpeo mi trasero, y así sucesivamente note como el cuero fue marcando mi piel, poco a poco fue girando hasta encontrarse delante mió, paso su mano por mi coño y la saco empapada, la olio y la llevo a mi boca, la lamí como si fuera un gato, al terminar se separo un poco y volvió a azotarme, esta vez el cuero ataco mis pechos haciendo que mis pezones se endurecieran con el contacto, de golpe me vinieron a la mente todas las sesiones vividas con mi anterior amo y ese recuerdo hizo que aun me excitara mas, lo volví a oír remover la mesa y al regresar ante mi acaricio mis pechos suavemente, tocando mis pezones, dándoles ligeros tirones, cuando termino yo jadeaba de placer y desesperación, abriendo una mano me enseño las pinzas que llevaba y que meticulosamente fue haciendo que mordieran mis pezones, entonces volvió a poner en marcha el vibrador haciendo que todo mi cuerpo se arqueara como si le estuvieran dando unas descargas de trescientos voltios, notaba acelerarse el pulso a la vez que mi sangre corría como loca por mis venas, acercándose a mi oído oí que me decía que no debía correrme sin su permiso sino quería que volviera a azotarme mas fuerte esta vez, le dije que no lo haría, pero el aparato me estaba matando, notaba como todos los pelos de mi cuerpo se erizaban haciendo que hasta el aire que me rozaba me excitara, bajo un poco la intensidad hasta volverme a mantener en el clímax pero sin darme mas, mis muslos vibraban por la excitación y mi agitación era tal que mi estomago se hundía y salía en busca de aire, dejándome así se acerco hasta donde estaban las dos mujeres y sin moverse hizo que estas lo desnudaran, cuando estuvo desnudo ellas se agacharon y entre las dos lamieron su sexo, envolviéndolo entre sus lenguas, chupando una sus huevos al tiempo que la otra lo introducía en su boca succionándolo ruidosamente para luego cambiar los papeles y entre las dos recorrer su glande con sus bocas mientras sus manos sobaban sus testículos, así estuvieron hasta que por fin se corrió en sus bocas, llenándolas de su leche espesa y caliente, aún no había terminado de correrse cuando toni agarro a su mujer por la cintura haciendo que se pusiera de rodillas ensartándola de un golpe provocándole un grito de placer, puede comprobar como sus tetas se movían al ritmo de las sacudidas al tiempo que su boca abierta de placer buscaba ese aire que esa enorme polla le robaba, mientras tanto Paula había dejado limpia de todo rastro la polla de su marido. Este volvió donde yo estaba volviéndome loca, cogio la fusta y deslizo su punta a penas rozándome la piel, pero era tal mi locura que sentía cada roce como si me lo hiciera directamente en el clítoris, mis pezones me dolían por la acumulación de la sangre bloqueada por las pinzas, ya no podía mas y sacando fuerzas de flaqueza le pedí por favor que me dejara correr.
Al fondo Maria se corría como una perra llenando con sus gritos toda la habitación.
El me miro detenidamente y me enseño el mando del vibrador, lentamente fue dándole mas intensidad lo que hizo que mi cuerpo se acelerara brutalmente pero en el instante que iba a correrme volvía a bajar la intensidad dejándome en ese punto, esa tierra de nadie, ese estado de excitación eterna que me estaba matando, de repente lo apago.
Como si me hubieran abandonado las fuerzas caí sobre mis muñecas, me faltaba el aire y me costaba respirar, me sentía floja, húmeda, temblorosa, pero al mismo tiempo excitada como una zorra salida.
Me desato y llevándome hasta el potro me coloco sobre el, ato mis manos y los pies a las patas del aparato dejando expuesto mi coño y mi culo al tiempo que mis tetas con las pinzas colgaban por delante, de esta manera paso las manos por los labios de mi coño que estaban terriblemente hinchados, los notaba mas grandes, y mas pesados, sus dedos exploraron mi sexo introduciéndose dentro de mi lo que me produjo un gemido de placer enorme, los estuvo moviendo. Entrando y saliendo durante un rato, sabia que me estaba matando pero no tenia prisa, cuando se canso acaricio mi culo y tras darle un beso a cada nalga un azote cayo en ellas, primero en una, luego en la otra y así una tras otra recibieron su castigo, cuando paro se acerco a mi oído y me pregunto que era yo, a lo que conteste...una puta, una guarra, una zorra salida, eso le complació porque volvió a poner en marcha el vibrador, pero acompañado esta vez por mas azotes en todo mi culo y coño, oía el silbido de la fusta en el aire hasta golpear mi piel, cada golpe repercutía en mi clítoris haciendo que este me diera una descarga que recorría mi espalda explotando en mi cerebro, deseaba correrme y no me veía con fuerzas de aguantar mucho pero el me lo recordó dándome un salvaje azote que hizo que mis ojos se abrieran de golpe, giro el potro y tocando una palanca este se abrió estirándome encima boca abajo, sacando unos cerrojos hizo que mis piernas atadas se separan dejándome abierta, entonces deje de oírle, solo notaba el ligero zumbido de el vibrador castigando mi clítoris.
Note algo rozarme el pie, intente girar la cabeza pero no podía moverme, ese roce fue haciéndose mas intenso, unas manos me tocaban deslizándose por mi piel, eran unas manos suaves, llegaron hasta mi sexo y note como lo rozaban para pasar luego a acariciarme el culo, la espalda, los hombros, para volver a bajar por el mismo sitio que habían subido, hasta que note la boca cerrarse sobre mis labios en ese momento el vibrador se paro, pero la lengua no, siguió recorriendo por entero mi coño, embadurnándolo de saliva, sin detenerse en ningún sitio en concreto, a esa sensación se unió otra que empezó por mi boca, recorriendo mis labios deslizándose por mi pecho hasta llegar a mis pezones doloridos, lentamente me saco una pinza y el retorno de la sangre a su lugar hizo que gritara pero en seguida una boca comenzó a chupar mi pezón con pasión atenuando el dolor que paso a placer, placer por sentir una lengua en mi coño y otra en mi pezón mientras que otra mano recorría mi espalda, el segundo pezón corrió el mismo destino que el primero pero otra boca fue a calmar el dolor de miles de alfileres clavándose en el, era una boca mas áspera pero igual de caliente, me dio la sensación que estaban bebiendo de mi, que se llenaban de mi ser, me hacían sentir miles de sensaciones en mi piel erizada por el maldito vibrador y lo único que deseaba era que no pararan, que no me dejaran ahí sola, que me llevaran a donde quisieran, entones la note, algo duro, grande, redondo, enseguida supe que era la polla de toni que enfilaba el camino de mi coño, enseguida su punta entro en mi para después notar como su enorme polla separaba mis carnes introduciéndose hasta lo mas hondo de mi ser, tenia la sensación que me iba a partir en dos, cuando note sus huevos duros golpear mi clítoris supe que estaba ensartada, me sentía llena como nunca me había sentido, casi me costaba respirar y mas cuando otra polla se abrió paso en mi boca, toni empezó a entrar y salir de mi cuerpo, primero despacio luego mas deprisa a cada envite pensaba que me partía, pero cuando salía me notaba vacía para volver al momento a sentirme llena así cada vez mas rápido, mas fuerte, mas intenso, no podía mover la cabeza por lo que la polla de Carlos me follaba sin oposición entrando hasta mi garganta ocasionándome momentos de ahogo, solo podía mantener la boca abierta para que entrara sin que mis dientes la dañaran y cerrarla cuando la tenia dentro a todo esto mis pezones, mi espalda, mi culo eran sobados por las dos mujeres llevándome entre todos a un estado de levitación profunda, ya no sentía las ataduras, ni el potro solo a ellos usando mi cuerpo, haciéndome suya.
En ese momento toni empezó a cabalgarme rápido y fuerte cada vez mas salvaje y profundo, se había convertido en un martillo pilón de esos que utilizan para abrir el asfalto en las obras y yo era suya, mi coño era suyo, notaba como de nuevo el cubo se iba llenando rápidamente al ritmo de sus envites, lo notaba aferrado a mi cadera sacando toda su polla para volver a hundirse con fuerza de un solo golpe dentro de mi arrancándome placeres difíciles de explicar al tiempo que mi boca era violada sin oposición por la otra polla en juego y mis pezones castigados por las bocas de las mujeres, fue entonces cuando el vibrador volvió a entrar en juego haciéndome abrir los ojos de manera bestial, las sensaciones eran interminables, sentía como mi vida se iba a cada penetración salvaje de la enorme polla de toni al tiempo que mi clítoris me producía descargas por todo el cuerpo aumentadas por las lenguas que castigan mis pezones, no podía mas me estaba muriendo y solo deseaba una cosa y lo oí, entre brumas pero lo oí, lejano pero lo oí,...córrete, solo oí...córrete y lo hice solté todos los frenos, abrí mi alma, mi cuerpo y me corrí, como una gran catarata que saliera de lo mas hondo de mi cuerpo me corrí, sentía como la polla de toni intentaba impedir esa cascada pero era demasiado fuerte, mi mente se nublo mi cuerpo se tenso y cada poro de mi cuerpo hizo fuerza, de repente al tiempo que Carlos descargaba en mi boca yo me corría como una puta perra salida de mierda, un orgasmo que llegaba desde lo mas adentro de mi, que entregaba toda mi pasión y furia haciendo que mi cuerpo se vaciara por completo convertida en agua, notaba como por mi coño manaba el torrente mas impresionante de mi vida saliendo al exterior, pero toni seguía follándome sin parar cada vez mas rápido lo que hacia que ese torrente no se parara sino que continuara en una serie inacabable de orgasmos múltiples que parecían no tener fin, la curva del placer había subido hasta el clímax, de ahí al orgasmo pero en vez de bajar seguía ahí, en la zona del éxtasis, dándome uno tras otro hasta que de repente note como su polla crecía mas, era increíble pero así la notaba se hacia mas ancha, mas grande y entonces exploto llenándome, el fuerte chorro impacto contra la pared del útero haciéndome volver loca ya que subí un grado mas arriba en la escala, otro cubo inmenso se derramaba y volvió otra cascada terminando de arrasar todo mi cuerpo, sentía correrme por todos los poros, por los pezones, por la espalda y mi grito de agonía se oyó resonar por toda la habitación.
Cuando salio de mi me sentí morir, casi no podía respirar y gruesos lagrimones caían al suelo, no podía evitarlo, estaba llorando de felicidad, nunca en mi vida me había corrido así, nunca había sentido tanto, cuando me desataron y me colocaron en la cama aun seguía teniendo espasmos de placer, pero no tenia fuerzas para nada, me sentía vacía, seca, hueca, quede tumbada en la suave cama de lado, mientras delante mió las dos parejas se unían entre si como salvajes, pude ver como Paula lamía el pollon de toni que pronto volvió a estar de nuevo tieso como un palo y encaramándose a el se lo metía en lo mas profundo de su coño al mismo tiempo que el culo de Maria era atravesado por la fuerza de Carlos, la escena llenaba mis ojos y mi mente quería intervenir, ser parte de ella pero mi cuerpo no me respondía, solo podía mirar, observar como follaban como locos, cuando abrí los ojos estaban tumbados a mi lado hablando tranquilamente, me incorpore e intente ponerme de pie pero no sentía las piernas, y eso sin ir al Vietnam, así es que me quede sentada, Maria se me acerco y me acaricio el pelo suavemente y luego me rozo los labios a lo que yo le respondí con la misma pasión, me abrace a ella y apoye mi cabeza en sus pechos suaves, alargue la mano y la pase por el sexo dormido de toni que me la acaricio.
Luego nos vestimos sin prisa y salimos de esa habitación, antes de salir eche un ultimo vistazo al potro donde había tenido la experiencia religiosa mas maravillosa de mi vida y salí de ahí.
Era casi de día y toni se ofreció llevarnos a desayunar a lo que todos nos apuntamos, nos montamos en un coche y nos fuimos aun bar que el sabia, donde dimos buena cuenta de el desayuno de ahí a mi casa donde entre todavía medio mareada y terriblemente cansada, una vez sola me desnude y me tumbe en las sabanas tapándome la cabeza, los olores de ellos vinieron totalmente identificables a mi olfato y deslizando una mano entre mis piernas les regale un suave y calido orgasmo en su honor.