Noche de Reyes

En estas fechas tan señaladas, mi prima tuvo un regalito antes de tiempo...

Antes de empezar quiero aclarar que estos relatos son ficticios , pero si en algún momento se hacen realidad seréis los primeros en saberlo. Muchas gracias por los comentarios y el apoyo!!

Noche de Reyes

5 de Enero, la típica noche de Reyes en mi casa, todo el mundo en la cama tempranito. Esa noche además estaba en casa mi prima porque sus padres estaban de vacaciones para intentar arreglar su maltrecho matrimonio. Mi prima, para que os hagáis una idea, tiene unos 18 años, pelo negro, ojos verdes, unas tetas bastante grandes para su edad, un cuerpo estilizado y un culo tremendo...

Bueno, la cuestión es que en mi casa no hay muchas camas así que durante esos días en que mi prima se quedó en casa, caballerosamente le cedí mi habitación. Esa noche llegué de trabajar y estaba todo el mundo en sus cuartos, así que entré en el baño a darme una ducha antes de acostarme en el incomodísimo sofá del salón. Salí de la ducha con la toalla liada en la cintura, de pronto escuché un ruido en el salón, como un crujido; me acerqué lentamente y abrí la puerta en silencio. Nada me podría haber preparado para lo que vi.

En el sofá estaba mi prima, sentada con las piernas abiertas, sin ropa de cintura para abajo y masturbándose de una manera frenética. La puerta del salón da a un lateral del sofá, por lo que ella no me veía. No pude apartar la mirada de su cara de placer, fui bajando la vista hacia su coñito, depilado totalmente y allí estaban sus manos acariciando velozmente su clítoris, entrando y saliendo empapados de sus fluidos. Obviamente tras un par de minutos viendo ese maravilloso espectáculo me empalmé, como estaba agarrado a la puerta no pude sujetar la toalla, que cayó de mi cintura dejándome totalmente desnudo y llamando la atención de mi onanista prima.

-Pri...Primo, ¿cuánto llevas ahí?- Me preguntó cubriéndose con un cojín y ruborizándose, al parecer no se había dado cuenta de mi desnudez.

-El suficiente- le contesté mientras intentaba agacharme para coger la toalla sin que se me viera nada....Pero no fue posible.

-Ya veo, y no te ha disgustado el espectáculo ¿no?- Me dijo apartando el cojín de entre sus piernas.

En vista de que aquello tomaba un cariz interesante decidí acercarme a ella.

-¿Tú que crees?- Le pregunté enseñándole la polla dura.

-Mmmm creo que sí, ¿por qué no te vienes y me ayudas a terminar?

Dicho y hecho, me acerqué al sofá y me senté a su lado, puse mi mano sobre su muslo y la fui deslizando hasta llegar a su coño, caliente y húmedo. Un gemido de mi primita me hizo saber que lo hacía bien, así que empecé a acariciarle los labios exteriores y la parte interna de los muslos, mientras le besaba el cuello. Giró la cabeza buscando mi boca y la encontró, nos fundimos en un beso profundo al tiempo que introducía un dedo en su abertura, provocándole un gritito de placer, que se ahogó en mi boca. Mi mano derecha se acercó a sus pechos, necesitaba verlos, tocarlos, lamerlos.... Y mi prima captó la indirecta pues se quitó rauda la camiseta que le cubría y dejó a la vista unas preciosas tetas, redondas, grandes, con los pezones tiesos y duros y unas aureolas pequeñas. Cogí una de sus tetas con mi mano y mi boca abandonó la suya para dejar un camino de saliva hacia sus pechos, lamí sus pezones mientras mis dedos entraban en su coño y su boca lamía mi cuello, empalmándome aún más. Saqué la mano de su entrepierna y busqué la suya, la agarré y la lleve a mi polla; la agarró con fuerza y empezó a pajearme con decisión.

-Prima, ¿cuándo has aprendido a hacer ésto?- Le pregunté entre jadeos.

-Uuuuf...- Gimió- a veces te miro cuando lo haces aquí, antes de dormirte.

-¿Me espías? Mmmmm sigue, sigue.

-Sí, desde que llegué. La primera vez fue sin querer, pero me puso muy cachonda y esa noche tuve que masturbarme yo también en tu cama.

-Ah ah ah... ¿Y en qué piensas?

-En ti primo, me pone mucho esa polla que tieneeeees.

-¿Sí? ¿Y que me harías?

No me contestó, se puso a cuatro patas y se lanzó a por mi polla, empezó a chupármela poco a poco, primero la cabeza, con pequeños lametones y mordisquitos que me volvían loco. Luego fue pasando la lengua por todo el tronco hasta llegar a los huevos, que se metió enteros en la boca.

-Mmmmmm ¡prima! No pares por dios...

Se sacó mis pelotas de la boca y se metió mi polla de 21 centímetros entera, provocándome un escalofrío que me recorrió entero. Intenté controlarme pero un chorro de semen se me escapó y se fue directo a la garganta de mi prima, que no se lo esperaba y casi se atraganta, pero le sujeté la cabeza, obligándola a tragárselo.

-¡Sí, sí, sííííííííi!

-¡Primo por favor! Casi me ahogo...- Protestó, secándose las lágrimas.

-Lo siento, no pude evitarlo, pero te daré algo a cambio.- Me arrodillé ante ella, le abrí las piernas y ante su mirada confusa empecé a lamerle el coño.

Estaba muy mojada, su sabor salado me encantó desde que la primera gota de flujo tocó mi lengua, hundí mi cabeza en su coño y le comí con avidez la raja.

-¡Aaaah! ¿Qué me haces? Me ennnnnnnncanta, no pares por favor.

Le hice caso y me esmeré en su clítoris, besándolo, lamiéndolo...mientras que le metía un par de dedos en el coño.

-¡Oh! ¡Oh! Me...me corro- gimió.

Saqué mis dedos de ella y le metí la lengua, esperando para beberme todo lo que me diera, y no me decepcionó.

-Uf...Me has dejado nueva.- Me dijo.

-Cariño, ésto aún no ha terminado, yo no me he corrido...

-¿Quieres que te la chupe otra vez? Pero avísame antes de correrte, al menos para estar preparada, que no me lo esperaba.

-No, vamos a hacer algo mejor aún...

Me levanté del suelo y la levanté a ella también, una vez de pie le di un beso en la boca mientras mis manos agarraban su culo y mi polla rozaba su coño. Me agaché un poco y la cogí en el aire, mi polla buscó su coño y se la metí poco a poco.

-Pri....primo, ¿qué haces? No...no lo hagas, no tienes condón y además nunca lo he hecho...

-No te preocupes, ya verás como te gusta, tendré cuidado.

Mi polla entraba lentamente, notando cada vez más el calor que despedía su coño. Mi prima no podía parar de gemir, noté algo húmedo en el hombro...era una mezcla de su saliva y sus lágrimas que caía en mi.

Después de un rato de pie tuve que sentarme, sin sacarle la polla a mi querida prima. Una vez sentados mi prima pareció relajarse, puso ambas rodillas a los lados y poco a poco, temerosamente, empezó a moverse encima mía.

-Sí, así, muy bien prima, no pares.- Le dije mientras se animaba y me empezaba a follar con más fuerza- ¿Ves como te gusta?

-Ssssssi, me encanta, cómeme las tetas vamos...

Dicho y hecho, sumergí mi cara en sus prominentes pechos y me perdí mientras me follaba. Estaba a punto de correrme, pero necesitaba follarme el culo perfecto de mi primita...

-Espera, espera, vamos a cambiar.

-Sí primo, lo que tu quieras.

Se levantó de encima mía, la puse a cuatro patas, apoyando su cabeza en el reposabrazos del sofá.

-Ahora relájate, puede que te duela al principio.

-Sssi...-Me contestó timidamente.

Puse ambas manos en sus nalgas, separándolas y le chupé el ojete, humedeciéndolo. Acto seguido, sustituí mi lengua por mi polla, metí un poco la punta de la cabeza, arrancando un grito de mi prima .

-Tranquila, relájate.

-Me...me duele mucho.- Susurró entre lágrimas.

-¿Quieres que lo dejemos?- Le pregunté apiadándome de ella.

-Sí por favor.

-Está bien, pero no me puedes dejar así...

Mi prima, entre sollozos aun, se dio la vuelta y empezó a chuparme la polla.

-No, no quiero que me la chupes, quiero que te toques mientras te miro.

-¿De verdad?

-Sí, sólo eso...de momento.

Mi prima se sentó en el sofá, me guiñó un ojo y se chupó dos dedos que deslizó hacia el coño que sigue soltando fluidos. Se acarició el clítoris lentamente, aumentando la velocidad poco a poco, gimiendo cada vez más. Mientras tanto yo estaba de pie delante de ella, haciéndome una paja a la altura de su cara.

-Así, sigue, métete los dedos.

Me tendió los dedos, que chupé con suavidad. Después de meterse los dedos, noté que me iba a correr, me agaché un poco, acercándome a ella.

-Me...me corro prima.

-Yo...yo también.

Seguí pajeándome hasta que no pude más y me corrí sobre mi prima, bañándola en leche desde la barbilla hasta su coño, que seguía siendo penetrado por los dedos de mi prima. Al notar la leche caliente chorreando en su cuerpo y regando sus labios inferiores y su clítoris se corrió ella también.

Casi desfallecido, me apoyé a ambos lados de ella y le comí la boca.

-Prima, ésto ha sido increíble.

-Lo sé...Quiero repetirlo.

-Esta noche no, pero vamos a dormir y mañana veremos si los Reyes Magos te traen algo....

Esa noche la pasamos juntos, desnudos en mi cama y al amanecer ambos tuvimos un buen regalo...

Espero que os haya gustado!