Noche de relax
Uno dice que espera llegar al fin de semana para descansar. Pero sabemos que no es verdad... y así nos encanta!.
El sopor del vapor empieza a hacer su efecto. Sumergido parcialmente en el agua caliente mis músculos comienzan lentamente a relajarse y los sentidos se agudizan. El espacio es una sola nube densa de vapor que me aletarga y adormece mis ojos. Mi respiración se va haciendo cada vez más lenta, los brazos reposan en el borde de la tina... mmmmm. Mi mente es ahora una sola nota blanca, nada la perturba.
Sin embargo, ella a mi lado quiere acción. Siempre me excita el roce de sus pechos en mí. El duro pezón marca líneas en mi costado y en mi pecho. Sus labios están tan cerca de mí y su aliento me roba mis labios. Se deshace su lengua en mi boca, como miel ligera. Me gusta morder un poco sus labios, tan llenos... tan jugosos.
Mis manos toman su cabeza y mis pulgares juegan con sus oídos, mi boca con su cuello, sus pómulos... Su corazón retumba en mí, y el mío parece que quiere explotar. Me detengo entonces y la abrazo fuerte. Mis manos bajan a su espalda, a cada una de sus nalgas. Sus uñas en cambio, se clavan en mi y luego juegan con mi cabello. Me mira a los ojos y entonces me pierdo, me adentro en su mundo y me colmo de ella. Sus dedos vuelven a rozar mis labios. Toca todo mi rostro como queriendo registrarlo en su memoria, cada curva, cada poro. Cerramos los ojos y volvemos a nuestros besos. Sus piernas son como tenazas que me encierran y su cárcel de piel me asfixia. La verga me quema como nunca y se frota con nuestras pieles. El calor del agua ayuda a la circulación de sangre, así que está muy rojo y muy grande. Al acercar sus dos manos trata de arroparlo, y la sonrisa en su rostro me agita... Quiere rozar toda su extensión con los labios inferiores, así que trata de sentarse sobre él y encerrarlo entre sus piernas y mi abdomen. Sus pliegues son una suave caricia, insistente, lenta. A ratos, insiste en mi capullo, que con el calor y el agua está muy pero muy sensible. Cada vez que lo hace debo tragar un poco de saliva!
Mi boca va hacia sus tetas, tan rosadas, tan hinchadas. Rociadas de agua tibia se vuelven el mejor manjar de reyes... juego con cada pezón entre mis dientes y mis labios. Hundo mi barbilla en la suave y tentadora cavidad entre sus pechos y huelo su piel. Todos mis sentidos están alertas y percibo cada temblor de ella y mío. El frotamiento a mi verga se hace más insistente y acelerado. La siento increíblemente excitada y eso también me excita. Aproximo mis dedos a su culito y lo rozo suavemente con el índice y mi dedo medio. Hundo su longitud en el valle de sus dos nalgas y mi otra mano la aprieta disfrutando su firmeza; quiero que me sienta fuerte, posesivo. Justo al besarla rompe su orgasmo en una serie de espasmos que absorbo de manera exquisita entre beso y beso. Se desploma sobre mí sin saber quién es ella ni dónde se encuentra. Sin embargo el calor que libera sobre mí su cuerpo relajándose me hace sentir más extensamente mi propio orgasmo... llevo sus manos a mi pene y busca masturbarme fuertemente. Ahora todos nuestros pensamientos y energía se enfocan al palpitar de mi miembro; me falta el aire, me duele respirar y mi corazón lo tengo ya en la boca!... GRITO!! AGHHHHHHH!!! expulso toda mi energía en una metralla de lechazos que dan a su rostro y pecho, pero solamente me doy cuenta de eso al abrir mis ojos. La fuerza del orgasmo me encegueció a tal punto que creí que toda mi vida se iba en la eyaculación.
Nos sumergimos un poco más en el agua. Busco el jabón y las sales de baño. Agrego un poco a la tina y enciendo el mecanismo de masajes. La siento frente a mí de espaldas y comienzo a recorrerla suave y delicada. Me encanta tenerla así y disfrutar de su espalda. Ver el agua caer en ella y deslizar mis manos lubricadas por el jabón. Cada tanto rozo sus pechos buscando su excitación y alejándome... es un juego que nos excita a ambos. La apoyo entonces sobre mi pecho y sigo con su abdomen. Subo, y ahora sí me dedico exclusivamente a sus pechos. Sus manos toman las mías y me guían. Apoya su cabeza en mi hombro, y relajada disfruta del masaje. Continúo insistentemente y de manera tortuosa hasta que ya la sensibilidad es tan fuerte que comienza a ser un poco dolorosa. Entonces dejo sus pechos voy a sus hombros, cuello y nuca. Tomo un poco más de jabón y voy a su cabello. Me encanta su textura y su olor. Me dedico a darle un masaje relajante más que sensual.
No por eso dejo de excitarme, así que debo moverme un poco para acomodar mejor mi verga. Cada tanto se tambalea y golpea el fondo de la tina; lo cual, para mí también es una forma de estímulo, y me gusta.
Vuelvo a concentrarme en ella y empiezo a lavar con agua los restos de jabón que dejé sobre ella. Me sonríe sin abrir los ojos y la dejo descansar sobre mí un rato más. Rodeo con mis manos su estómago y nos quedamos un rato largo disfrutanto la tranquilidad del momento.
No me doy cuenta del tiempo, pero al moverse ella siento que el agua ha perdido desde hace un rato gran parte de su calor. Así que nos salimos y secamos uno al otro. Este ritual nos vuelve a estimular y vamos corriendo a la cama. Ahora es ella quien quiere dirigir la acción y me hace tumbarme boca abajo. Se sienta sobre mis nalgas y sus manos, húmedas de aceite, comienzan a frotarse en toda mi espalda. Comienza desde abajo y sube por mi columna hasta los hombros. Como si quisiera tallarme, se esmera en las depresiones entre los músculos que forman la espalda y los brazos. Cada tanto sus uñas rozan mis costados y agitan todos mis nervios sensoriales. Quiero girarme y penetrarla ya, pero ella me lo impide y me devuelve a mi posición original. De pronto un instante de inactividad de ambos me incomoda algo y es justamente cuando ella reposa todo su peso sobre mí. Un frote lento pero bastante estimulante de su piel con la mía me hacen percibir que se ha untado ella en aceite para ser masajeada. Su aliento en mi oido me dice cosas sucias y me vuelven a agitar. Sus brazos sobre los míos se atenazan y comienza a moverse y emitir todo su calor. Me libera las manos y comienza a descender lentamente dejando una estela de besos. Justamente al llegar al comienzo de mis nalgas me gira y es golpeada repentinamente por mi verga en el rostro. Ambos nos reímos y ella se apodera de su atacante.
Su lengua torturadora no descansa y aturde todos mis nervios sensitivos, desde al glande hasta los huevos. Sus labios arropan la cabeza y succionan fuertemente hasta hacer un sonido de chasquido al sacarlo de su boca. También le gusta morderme, rozar sus dientes y transmitir poder... o quizás glotonería?. Mis dedos se enredan en sus cabellos húmedos y masajean su nuca, sus finas orejas, sus pómulos rosáceos... -Déjame, por favor y ven acá!... le digo sin mucha convicción y ella solo responde con una mirada lasciva a mis ojos y vuelve con más insistencia hacia su presa. Sus manos se dedican a acariciarme y a rasguñarme.. a veces mi estómago... otras veces mis muslos. Si no, se aferran fuertemente a mis nalgas e imprimen el movimiento de mis caderas a su boca... le encanta sentirse cojida.. bien cojida!
Entonces es en ese momento que la tomo por los hombros y levantándola la hago arrodillarse al piso frente a mí. Yo por mi parte, de pie y un poco flexionado, empiezo a bombear una cópula agresiva a su boca. La tomo de las orejas, o a veces de la barbilla y la cabeza, para así sentir el nivel de la profundidad de la cópula... lo importante es que ambos disfrutemos. Es justo en ese momento que su boca llena de fluidos comienza a gesticular sonidos guturales y sus manos insisten nuevamente en hacerme una fuerte paja... ahora quiere comerse todo, que nada quede fuera. Las fuerzas me flaquean y me tiemblan las rodillas, debo apoyarme en sus hombros para no caer justo en el momento en que siento un ardor tremendo y las bolas se me suben dolorosamente. Siento que el capullo se me inflama de tal manera que necesita sacarlo del fondo de la boca para no asfixiarse..hhhhgggggg... AHHHHHH!!! no puedo detenerme! sólo me aferro a su cabeza y empujo con cada sacudida hacia el fondo. Son tan fuertes los golpes de la eyaculacíón que la pobre necesita liberarse y toser, pero inmediatamente busca cualquier ligero resto que haya podido escapar de sus labios y lo lame. Su cara es de un vicio tremendo y solo puedo verla disfrutar comer y frotarse mi verga caliente e inflamada por todo su rostro, y besarlo... besarlo todo con una pasión y un gusto que de verdad terminan de matarme.
Tanto así, que no aguanto las ganas de llevarla nuevamente a la cama, ensalibarla un poco y penetrarla lenta pero con firmeza hasta chocar mis huevos a su culo. Vuelve a gemir y se toma los pechos totalmente hinchados. Tomo cada una de sus piernas y las acomodo en mis hombros y guío la penetración. Es demasiada la excitación como para sentir que se pueda ablandar mi verga luego de esa espectacular mamada. Estoy algo agotado, así que bajo el ritmo pero lo disfruto completamente. Su gruta totalmente húmeda y caliente me arropa y despierta a mis embates. Siento que aún en su tranquilidad post-orgásmica y satisfecha, justo la zona que me arropa me exprime con una cadencia pulsátil y viva... Ufff!! qué bueno se siente. Me mira y se sonríe. Sus ojos emiten un brillo que me habla y me pide que siga... más fuerte... más rápido. Cierro mis ojos y me concentro entonces sólo en nuestra conexión y me impulso como un émbolo. Intercalo estos movimientos con cierta rotación, y cada tanto, una ligera nalgada.
Entonces con su destreza ella abre las piernas y me atenaza obligando a reposar mi peso sobre ella. Coloco mis brazos atenazados por debajo de su espalda y elevo su trasero a una posición donde puedo impulsarme de tal manera sobre ella que la cama empieza a temblar fuertemente. Se agarra de los barrotes de la cabecera y grita de placer: más!!.. más!! dámelo todo, así!! Mis sentidos vuelven a explotar: el calor en toda mi piel... su olor tan embriagante... el olor a sexo, sus palabras, su mirada perdida, su pecho agitado, el sabor de su sudor cayendo por el cuello y el pecho... perlándose en su frente, la humedad en nuestro acoplamiento... es demasiado.
Me grita y (la percibo también) que se corre de una manera bestial, y es cuando su gruta de manera salvaje y ametrallante me exprime e impulsa todo mi semen hasta el fondo de su ser!. Quiero atravesarla toda y reventarla en dos.. quiero ahogarla en una eyaculación descomunal... arder como leños con todo nuestro frotamiento... Realmente quiero sentirla así eternamente, disfrutar del éxtasis que logramos juntos alcanzar.. retener por siempre esa imagen de felicidad que me regala. Pero caemos juntos extenuados, y sin salirme de ella la giro y dejo que su peso caiga sobre mí. Liberamos todas las sensaciones y dejamos que se evaporen con el calor de la habitación.
Creo que hoy sí vamos a dormir como benditos!!