Noche de Lujuria
La relación le importaba y mucho pero la necesidad y su sangre caliente podían mas.
Noche de lujuria
Ella pensaba salir con sus nuevos amigos, la relación le importaba y mucho pero la necesidad y su sangre caliente podían mas.
Para evitar que el la molestara llamándola al celular, controlando o preguntando cuando volvería, evito todo ese tramite y lo deje adrede sobre la mesa principal del living comedor, el no tendría como ubicarla y ella no sentiría culpa al no atenderle el teléfono mientras estaba ocupada en sus cosas.
Sus amigos, que conocía desde la adolescencia la habían invitado a una de esas fiestas que arrancan un viernes y terminan el lunes, donde todo esta permitido, el alcohol y otras yerbas nunca faltaban
Ella vestida de lo mas glamorosa, con un vestido muy escotado blanco, que contrastaba a la perfección con su piel morocha dorada aun mas por el sol del verano, el escote del pecho dejaba al borde del cataclismo a sus hermosos y grandes pechos, su espalda, mostraba a la perfección el tatuaje tribal que le precedía a su cola, los tacos plateados blancos cerraban lo que era una perfecta Diosa morocha. Ella sabía bien que robaría la mirada de todos los hombres y mujeres
Se marcho dándole un seco pico en los labios a su pareja, el con un dejo de tristeza y bronca la dejo marchase sin mas, no podía pensar en salir con amigos ni en levantar el teléfono para encontrarse con alguna mujer de esas que siempre tenia a tiro, su mente estaba perdida en lo que haría esa mujer el fin de semana, solo le dijo que iban a la quinta de un conocido con sus amigos, no dio mas explicaciones ni cuando volvería. Al marcharse ella el tarde se dio cuenta que el celular de ella estaba sobre la mesa, la angustia lo invadió aun mas, ya no tendría forma de contactarse si la extrañaba y con una excusa entupida la llamaría.
La casa o mejor dicho la mansión ubicada a las afueras de la ciudad, era tan imponente como la noche de luna llena que la acompañada, parecía una noche traída de una película, donde el camino de ingreso estaba iluminado por antorchas y la música brotaba suavemente por todas las ventanas. La brisa cálida de verano y los nervios erizaba la morocha piel de la negra.
Entro junto a sus amigos y se deslumbro por la ambientación medieval que acompañaba al lugar, su mirada se perdían en los inmensos candelabros que a penas con luz tenue intentaban iluminar el ambiente.
Ella sabía como divertirse bailar y provocar cosa que al poco tiempo de llegar ya estaba haciendo. Sus amigos subieron acompañado de unas señoritas a las habitaciones de arriba, y ella junto a una copa de champagne que nunca estaba vacía se quedo bailando con varios hombres que la miraban como queriéndola devorar, ellos creían que eran lobos ante un cordero desprotegido, pero ignoraban que clase de mujer tenían enfrente.
El baile sensual de la morocha, complementada con la mirada picara, libidinosa, y su lengua que se deslizaba por sus labios carnosos como buscando una burbuja de champagne que se escapaba de su boca. Ellos eran cada vez más los que la rodeaban y ella buscaba a su victima, al hombre que la saciaría su sed en esa noche o al menos en ese momento. Mientras bebía y se embriagaba miraba a un chico que la observaba desde la barra, sus miradas se cruzaron y como si hablaran con la misma sellaban su destino, ella para calentarlo mas tomaba del cuello a sus compañeros de baile, los acercaba a su rostro y pasaba la lengua salvajemente, pero lentamente por toda la boca de sus admiradores, como si estuviera degustando un gran helado.
El muchacho no le quitaba la mirada y ella mirándolo fijo a los ojos mientras practicaba esa extraña y picante forma de besar, dirigió su vista a la escalera que la conducía a las habitaciones. El entendió lo que ella quería decirle. Y sin despedirse, la Morocha dejo a sus hombres y se fue caminando por la escalera dándoles las espaldas y meneando su hermosa cola, cual felina, dejándolos completamente excitados, algo que se notaba muy bien en la protuberancia de sus pantalones. El muchacho siguió sus pasos interrumpiendo la vista del hermoso escote a sus compañeros de baile.
A medida que ella caminaba por la escalera e ingresaba a un pasillo largo llena de habitaciones dejaba detrás la música y comenzaba a escuchar la música del placer proveniente de las habitaciones ocupadas, El la seguía de cerca, ella ingreso en una habitación vacía dejando la puerta abierta a su invitado que no tardo en ingresar.
Dentro ella lo esperaba mirándolo de frente, el avanzo y deseaba ver esos pechos que se sugirieron toda la noche detrás de ese hermoso vestido. Con solo mover los breteles uno de cada lado el hermoso vestido blanco callo al piso suavemente como una pluma dejando a la vista sus hermosos y grandes pechos, que invitaban a ser besados.
Sin perder tiempo el joven comenzó a besarlos suavemente pasando su lengua muy delicadamente por los pezones turgentes, como sabiendo exactamente que ella acabaría con solo hacer eso, mientras con sus manos apretaba fuertemente la cola del joven acariciándola y dirigiéndose a la entrepierna donde una dureza bien pronunciada marcaba el comienzo de su miembro viril y dejaba notar que el estaba en su punto máximo de excitación. Ella no oculto sus gemidos que poco a poco fueron invadiendo el ambiente, el no se detuvo, y sin saberlo le regalo el primer orgasmo tan deseado de la morocha. Las piernas de ella temblaron de placer y un ,si amor, se escapo junto a un gemido muy relajante, ella tomo la cabeza del muchacho y lo beso clavándole su gran lengua en las profundidades de esa boca que tanto placer le dio, luego lo miro a los ojos y sin perder la mirada se agacho para retribuir su trabajo.
Tomo el cierre del pantalón lo bajo delicadamente, ingreso su pequeña mano y tomo lo que tanto añoraba tener en sus manos o entre sus piernas, lo saco el miembro viril apuntaba rígidamente hacia arriba, y podía notar en su tacto que el liquido pre seminal ya había salido. Sin quitar los ojos del joven saco su hermosa lengua y la paso muy suavemente por la cabeza del miembro erecto, el muchacho no pudo contenerse y sus ojos se pusieron en blanco perdiendo contacto visual con su amada. Ella simplemente aprovecho la oportunidad, abrió completamente su boca y casi sin tocarlo con los labios ingreso por completo ese miembro tan deseado en su boca.
Sus labios acariciaron toda la superficie del pene, sin que sus hermosos dientes lo rocen para nada. El muchacho sentía esa hermosa caricia y quería acabarle en la boca dejarle toda su esperma que se venia acumulando en sus testículos de hace rato. Ella se movía como una gran anaconda deglutiéndose una presa, no se detenía para nada y llegaba hasta los pelos públicos, podía sentir como esa cabeza roja latía dentro de su garganta, y sabia q en cualquier momento derramaría muy dentro su fluido.
Las manos de el acariciaban la hermosa oscura cabellera de la morocha y acompañaban el vaivén del placentero felatio que ella le retribuía a el, podía sentir como la lengua acariciaba la base del tronco, ella sentía la protuberancia de las venas del falo que cada vez se hinchaba mas y mas. Con una mano muy delicadamente acaricio los testículos de su amante como buscando el punto g de su hombre. Al encontrarlo pudo sentir como el pene comenzó a latir fuertemente y sabiendo lo que sucedería retiro su hermosa boca, saco su lengua y dejo que ese mar de semen cayera a la vista de su amante en su húmeda lengua. Un mar de semen oculto a la misma, cuando termino de acabar ella saco bien la lengua para mostrarle a su chico todo lo que le había brindado, para luego ocultarla serrar la boca y tragarse todo su semen.
El la levanto tomo su rostro con una mano, la observo se quedo cerca viendo que algunas gotas de su néctar habían sido disparadas a ese hermoso rostro y sello con un beso de lengua la hermosa mamada que ella le había propinado, Luego metió su mano en el bolsillo del pantalón saco un celular y le dijo al oído.
Mi amor te lo olvidaste en casa, lo traje por si lo necesitabas, te amo.
Se acomodo la ropa y se marcho, dejando a la preciosa morocha sola en la habitación.