Noche de hotel (03)

Noche de hotel (03)...

Nunca, que yo recuerde, me dolió la cabeza tanto como me estaba doliendo en aquel momento. Era algo insoportable... estaba como en una especie de alucinación pues no me acordaba de nada más, solo de que me dolia la cabeza. Miré a mi alrededor y casi me parecía un lugar idóneo para mí, teniendo en cuenta mi estado, pero pensandolo mejor y saliendo un poco de mi paranoia mental, empecé a despejarme del todo y a ver exactamente lo que tenía a mi alrededor. Estaba metido en la Bañera. Estaba desnudo y me sangraba la frente. Me toqué en la herida. '¡Ay!'. Joder, me dolía mucho. ¿Que demonios estaba pasando...?. Lo ultimo que recuerdo es que abrí la puerta. A partir de ahí... no recuerdo nada más. Intenté levantarme como pude de la Bañera y me puse el Albornoz que se puso Ella horas antes. Cuando me dispuse a salir del Baño tuve un mal presentimiento. Como si algo no encajara. Al fín me armé de valor y salí del Baño. Me quedé atónito mirando el paisaje de la habitación. Estaba completamente vacía, no quedaba nada. Ni Televisión, ni Cama, ni Mesitas de Noche, ni Cortinas, ni Teléfono. '¡Dios mio...!' Pronuncié yo ante tal horror. Ni siquiera estaban mis maletas. Nada. La Habitación se encontraba completa- mente vacia. Me miré a mi mismo y me dije: '¡No tengo ropa, solo este Albornoz...!' No sé que estaba pasando pero... algo no iba bien. Tarde o temprano debía salir de la Habitación, por lo menos para decir lo que había pasado. Aunque... pensaba en como decirlo y llegaba a la conclusión de que nadie me creeria. ¿Como decir a los de Recepción de que la Habitación al completo había volado...? No me creerian pero... para mí es muy importante ir siempre con la Verdad por delante, así que sin pensarmelo más... me dispuse a Salir de mi Habitación y dirigirme a Recepción. Ojala pudiera llamarles por telefono, pues me dá corte pasearme por los pasillos del Hotel con un simple Albornoz... pero tampoco había teléfono. Pensé en que habría sido victima de un robo... pero... ¿Que ladrón se llevaría la habitación al completo...? No lo entiendo. Al fín salí de la Habitación. Mis ojos se encendieron de nuevo. Parte del pasillo estaba levantado, no tenía moqueta, ni rodapies, ni nada de nada. ¿Que COJONES estaba pasando allí...? ¿Había pasado un Tornado o qué...?. El que estuviera mi Habitación así era una cosa... pero estaba comprobando de que los pasillos del hotel estaban por el estilo. Las puertas de las demás Habitaciones se encontraban abiertas así que pensé... ¿Que más me puede pasar...?. Sin más me dirijí hacia una de ellas y aunque estaba abierta... llamé primero. '¡¿Hola... hay alguien...?!'. Al mismo tiempo que preguntaba... empujaba la puerta. '¡Dios mio...!'. Estaba idéntica a la mia... la única diferencia era que en el Baño tampoco tenían Bañera y yo sí. Salí corriendo de donde me encontraba y entré sin llamar en otra de ellas. Estaba igual... a esta la faltaba la puerta corredera que separaba la Habitación del Balcón. Me estaba poniendo nervioso. No encontraba a nadie y aquello me estaba empezando a asustar. Vagando por los pasillos, ya cansado después de entrar en varias Habitaciones sin encontrar a nadie, entré en otra Habitación. Tambien estaba vacia pero... un momento! Tenía Cama... y algo sobresalía de ella. Me acerqué silenciosamente y levanté un poco la Sabana. '¡Dios Mio... no me lo puedo creer...!'. Una chica de unos 20-22 Años, Morena y con un camisoncito blanco transparente durmia plácidamente en la cama. En esto que la chica se despertó. '¡Ahhhhhhhh....!!!' Su enorme Grito me hizo retrocer y al tropezarme yo mismo con mis pasos... caí al suelo. '¡¿Quien Demonios eres tú...?! ¡¿Que haces en mi Habitación...?!'. Me preguntó ella mientras se cubría con la Sabana su cuerpo tan solo ocultado parcialmente por su camisón. '¡Yo... mmmm... Verás... puedo explicartelo todo...!'. Intenté expresarme al mismo tiempo que me levantaba del suelo. '¡¿Que haces con ese Albornoz puesto...?! ¡Dios mios... ¿Me ibas a violar...?! ¡¿Que clase de hombre es usted... un Maniaco Sexual... un Depravado, un Degenerado...?!'. Me atacó a preguntas. '¡No, nada de eso de Verdad... yo soy... su vecino... bueno no, esto es un Hotel... soy otro inquilino del Hotel... me llamo Eduardo... Eduardo Sainz... encantado. Yo verás...!'. Intenté como pude presentarme, pero me sentía muy Violento al haber entrado de esa manera en su Habitación. '¡Me importa un Rabano quien seas...! ¡¿Como has entrado en mi Habitación...?!'. Me interrumpió Ella. '¡Bueno verás... es una larga historia... y es algo complicada... ni siquiera yo la entiendo...!'. No sabía como explicarla mi situación. '¡Espere, no se mueva de ahí...!'. Me dijo ella al mismo tiempo que buscaba algo proximo a ella... pero que al parecer no encontraba. Al fín me preguntó violentamente: '¡¿Donde está mi ropa...?! ¡¿Donde ha escondido mi ropa...?!. Se me hizo un nudo en la Garganta. Parecía que ella estaba en la misma situación que yo... pero como iba yo a explicarselo... No me creeria. '¡Bueno verás... a mí tambien me han quitado la ropa, miré... tan solo me han dejado este Albornoz.!'. Hice intención de sentarme en una orilla de su Cama y con un gesto de mi mano intenté tranquilizarla. '¡Mire, estoy metido en un lio, bueno... creo que lo estamos los dos... no la voy a hacer nada... estaba asustado y por eso entré de esa forma en su Habitación y bueno... me alegro haber encontrado a alguien. Creí que me había quedado solo en este Hotel...!'.

Continué, durante casi una hora, comentandola todo lo que me había ocurrido en las ultimas horas en aquel (ahora estraño) Hotel y ella tambien hizo lo propio comentandome lo sucedido durante sus ultimas horas. Su caso era parecido al mio... su novio la había dejado y ella decidió evadirse de los problemas marchandose a este pueblo, donde la recomendaron este Hotel. A mí tambien me lo recomendaron pero... ¿Porqué...?. Después de tranquilizarnos, los dos, decidimos salir de su Habitación e investigar por nuestra cuenta... por si quedaba alguien más en la misma situación que nosotros. Y por aquellos pasillos de aquel Hotel Vagamos los dos, ella en Camisón y yo en Albornoz. No caí antes en la cuenta pero... Ella iba como si no llevara nada... pues aquel camisón era de lo más transparente y se la pronunciaba todo. Además era una Mujer bastante bonita, con unos Labios la mar de Carnosos, unos Senos perfectos, y una cintura de lo más atráctiva, por no hablar de sus piernas, que aunque ella era bajita como yo, eran deliciosas y que culo. En fín que me ví en el deber de preguntarla que si queria que nos cambiaramos de ropa. '¡¿No te importa... de verdad...?!'. Me preguntó tímidamente. '¡No en serio... venga...!'. La hice meterse en una de las Habitaciones vacias y con la puerta medioabierta nos intercambiamos la 'Vestimenta...'. Aunque ahora era yo el que 'iba en pelotas', lo importante es que ella iba, dentro de lo que cabe, abrigada. Seguimos buscando y nada. Estaba todo desierto. Algo curioso, en el lugar de los Ascensores... estaba el hueco... como si tambien los hubiesen quitado. '¡¿Y si hemos viajado al pasado...?!'. Preguntó ella. '¡¿Queee...?!'. Pregunté yo como si quisiera que me lo repitiera. '¡Sii... ¿y si nos metimos los dos en un agujero negro y nos ha llevado al pasado...?!'. Volvió a decir ella. '¡No me jodas...!'. Expeté yo. '¡Miralo por el lado bueno... no tendremos que pagar nuestra estancia en esta mierda de Hotel...!'. Siguió ella. Yo la miré y ambos nos reimos nerviosamente. '¡Oye... ¿Sabes...? aun no me has dicho tu nombre...?!'. Ella me miró y como intentando hacer nuestra presentación otra vez me dijo: '¡Perdoname, ¿empezamos de nuevo...?!'. Yo la dije que vale... y empezó...: '¡¿Me llamo Sandra y tu...??!'. Yo me heché a reir... y durante un rato estuvimos así... riendonos de la situación. '¡¿Que vamos a hacer...?!'. Dije al fin mirando hacia donde estaba Ella. '¡Vamos a seguir buscando... tengo hambre...!'. Me contestó ella levantandome del suelo con una de sus manos. Buscamos y buscamos por todo el Hotel y nada, ni rastro. Supuse que aunque Sandra tuviera hambre y encontraramos la cocina... no habría comida, ni muebles, ni comedor, ni nada. Efectivamente, llegamos a donde horas antes estaba el Restaurante del Hotel, y no había nada. Lo mismo, el Restaurante estaba completamente desvalijado. Intentamos llegar a la cocina y lo que yo había pensado. Nada. En aquel Hotel de Mierda... no había nadie más que nosotros dos. '¡Oye...!'. Me paró ella con la mirada. '¡¿Tu has visto la Salida del Hotel...?!'. Me preguntó como si se la hubiese ocurrido algo. '¡¿Que quieres decir...?!'. La pregunté. '¡Ven...!'. Me dijo cojiendome el brazo y hechando a correr. Llegamos a la recepción. '¡¿Ves... nadie...?!'. Me dijo. Luego me invitó a darme la vuelta y mirar hacia el exterior. '¡¿Y la puerta de Salida donde está...?!'. Me dijo ella expectante. Tenía razón... La puerta de Entrada al Hotel, la que yo usé para entrar junto con mi Novia horas antes, no estaba. '¡No está...!'. Exclamé yo atónito. '¡¿Ves...?!'. Me dijo ella nerviosa... y añadió: '¡Eduardo... aquí está pasando algo muy raro, Cuate... aquí hay tomate, ya lo verás... sino al tiempo...!'. La miré con preocupación. Tal vez tenga razón. '¡El tejado... Vayamos al tejado...!'. Dijimos los dos a la vez. Nada. Allí estabamos en la puerta que llevaba al tejado... estaba cerrada... bastante bien cerrada. '¡Los balcones...!'. Fuimos por cada Habitación intentando salir a los balcones... Nada. Aunque parezca increible... ninguna habitación tenía salida a los Balcones. No tenían ni puertas correderas. Fuera como fuere... si se trataba de que nosotros no nos movieramos de aquel Hotel... lo estaban consiguiendo. '¡Un momento...!'. La dije sujetandola pues se iba de nuevo a mirar en otra Habitación. '¡Cuando todo esto pasó... yo me quedé encerrado en el Baño... y de mi Habitación es lo unico que ha quedado intacto, bueno, tambien el Albornoz y yo. Y tu... estabas en el dormitorio... así que...!'. Nos miramos y nos fuimos corriendo a su Dormitorio. Entré yo primero por si alguien que no conociamos... estaba repartiendo Galletas como la que me dieron a mí en la frente. No había nadie. Le dije a Ella que pasara... cojimos entre los dos las cortinas y... . . . . '¡Sandra, tienes un Balcón Precioso...!'. Abrimos las correderas y salimos a la Terraza. Era como estar en el cielo. El Cielo era de un Azul tirando a Verdoso que cubría practicamente todo el Balcón. Era lo más bonito que yo había visto nunca y creo que ella tambien... pues yo la miraba y la veia con la mirada enganchada en aquel Cielo. Hasta que miré hacia abajo. ¡Dios mio...! Yo no podía apartar la mirada de lo que abajo nos esperaba. Con mi brazo y sin mirar nada más que hacia abajo... intenté llegar hasta donde se encontraba Sandra y con un gesto la hice mirar hacía abajo. . . . .

Sandra unió su mirada conmigo en el aire hasta que... '¡Sandra... mira...!' La dije indicandola donde debía mirar. . . . . .

Sandra, después de mirar se volvió hacia mí y con una mirada que jamás he visto en una Mujer... me dijo: . . . . '¡Tengo miedo...!'.

Después se abrazó a mí.

Continuará...