Noche de graduación
Ella me paró y me dijo que quería tragarse mi polla. Me bajó los pantalones hasta la rodilla y empezó a pasarme la lengua por mi glande, luego fue humedeciendo todo mi pene hasta que, sin aviso alguno, se la tragó toda. El placer que sentía en ese momento era indescriptible...
Esta historia me ocurrió hace 1 año y 3 meses, y ha sido la experiencia sexual más placentera que haya tenido. Ocurrió la noche de despedida de bachillerato. Como todos los años, el colegio donde yo estudiaba organizaba una despedida a los alumnos de último grado; esa noche era super importante para mí y para la mayoría de mis compañeros pues, probablemente, era la última vez que nos veríamos.
Esa noche, la reunión era en un renombrado club de la ciudad. La noche empezó aburrida, primero los actos de siempre, que los himnos, las palabras de los profesores, bla, bla, bla... Como a las 9:30, nos dieron la comida y luego a azotar baldosa (bailar). Esa noche todas la niñas iban bien vestidas y se puede decir que no había ninguna fea. Me llamó la atención un chica de vestido azul; llevaba el cabello cogido en una moña y un escote que te permitía ver lo que quisieras, tenia sostén con "varillitas" que le levantaban esos hermosos senos lo suficiente como para desearlos. Tenía un traserito redondito y bien formado, se notaba que asistía al gimnasio.
Cuando estábamos bailando, la busqué durante algo más de dos horas para bailar con ella, pero por ningún lado la encontré. Estaba frustrado. A unos pasos del club había un sitio donde estaban bebiendo unos tipos (en el club lo más fuerte que nos daban era coca-cola con unas "goticas" de ron), y decidí ir a ver quién estaba. Encontré a un par de amigos que estaban tomadisímos, y me senté en la mesa de ellos a conversar.
Ella también estaba en aquel local. Me quedé mirándola unos segundos, tuve una pequeña erección de sólo imaginar metiéndole mi polla en su culito. Ella me miró a los ojos y le sonreí. Me acerqué a su mesa y me presenté. Ella estaba con dos amigas más (que también estaban muy bien). Charlamos un rato hasta que una de ellas propuso subir al club a bailar algo más "apretadito". Entramos, y las amigas de Eliana se encontraron con unos amigos y se fueron a bailar. Le pregunté si quería bailar y me dijo que no. Nos dirigimos a un balcón que daba a la parte de atrás del club. Habían otras parejas allí. Hablamos un rato y, de pronto, la conversación te tornó hacia el sexo. Sin darnos cuenta estábamos solos en el balcón. Al cabo de un rato yo estaba excitado, mi polla se salía del pantalón y ella se percató. Se acercó hacia mí y me besó en la boca.
- ¿Te gusto? -me preguntó.
- Un resto -le respondí, y antes de acabar de hablar ella ya había llevado su mano a mi bragueta y me masajeaba la polla por encima.
Me acerqué más a ella y con la mano le acaricié los senos. Con la mano le corrí el vestido para dar paso a sus senos cubiertos por un fino sostén negro que corrí hasta llegar a sus hermosos senos, que masajeé unos segundos hasta poner duros sus pezones. Mientras, ella se apoderaba de mi pene y me hacía una paja fenomenal. Bajé mi rostro hasta quedar a la altura de sus senos y comencé a succionar como si fuera un niño. Eliana emitió un pequeño gemido. Pasé mis manos por su espalda, bajé la cremallera de su vestido y acaricié su espalda.
- Tienes las manos muy frías -me dijo.
Seguí bajando hasta su traserito y se lo masajeé. Ella me paró y me dijo que quería tragarse mi polla. Me bajó los pantalones hasta la rodilla y empezó a pasarme la lengua por mi glande, luego fue humedeciendo todo mi pene hasta que, sin aviso alguno, se la tragó toda. El placer que sentía en ese momento era indescriptible y Eliana era toda una profesional en eso. Sentí que me venía y se lo dije, pero a ella no le importó y me vine en su boca. Se tragó toda mi leche.
Luego se paró, yo la tomé por la cintura y la atraje hacia mí. Me arrodillé ante ella, le levanté la falda, que dio paso a un coñito rosadito y mojado. No traía tanga ni nada. La miré a los ojos y me dijo con la mirada que se la lamiera toda, hasta dejársela seca (cosa que, por cierto, veía muy difícil). Acerqué mi lengua a su coñito y enseguida sentí lo saladito, y a la vez dulce, de sus jugos. Metí mi lengua y jugué con su clítoris mientras por el ano le introducía un dedo. Ella emitió unos gemidos que me excitaban cada vez más hasta hacerme poner tiensa la polla de nuevo. Ella llegó al orgasmo y, entre gemidos, me dijo que quería que la penetrara. Le dije que sí, pero que allí no. Nos arreglamos un poco y nos fuimos del balcón. Pedí prestado algo de dinero a unos amigos, lo suficiente para pagar un buen hotel, y nos fuimos. Durante el camino al hotel, en el taxi, no podía dejar de mirarla. Cada segundo que pasaba me parecía más linda. No pude evitarlo y le acaricié la pierna, a lo que ella me correspondió mirándome a los ojos con deseo. Llegamos al hotel, y ya en la habitación, le dije que la quería ver completamnte desnuda. Ella se fue desnudando muy despacio, bailando, como si me estuviera haciendo un show striptease para mí solito.
Yo no podía aguantar más. Sus hermosos senos, su cinturita, sus piernas (tenía las piernas más lindas que jamás haya visto), su coñito... Cuando estaba completamente desnuda, me abalancé sobre ella y nos botamos a la cama. Me miró algo sorprendida y yo a ella con lujuria. Empecé besándole los senos. Con mi lengua jugaba con sus pezones, que estaban paraditos y duros. Fuí bajando hasta su coño, el cual devoré íntegro. Ella gemía incontrolablemente. Le restregué la cabeza de mi pene en la entrada de su vagina. Ella me dijo que era virgen, que se lo introdujera suave. Se lo fui metiendo muy suavemente hasta que la desvirgué. Empecé a embestirla rápidamente y a cada embestida ella emitía un gemido. Eso me ponía a mil. Sentí que me venía y traté de retirar mi pene para eyacular en su vientre, pero ella me dijo que quería sentir mi leche en su vagina. Mi semen salió e inundó toda su vagina. Su cara fue transformándose en una expresión de placer. Acerqué mi boca a sus labios y la besé. Estaba exhausto. Había tenido el orgasmo más rico de toda mi vida con la chica más linda del colegio.