Noche de fiesta en familia
Una fiesta de bodas que continúo en casa de mi tío
Todo pasó una noche calurosa de Diciembre durante la fiesta de bodas de mi primo Dario. Soy Cecilia, tengo 30 años y una familia muy linda y unida. Para la fiesta habia conseguido un vestido largo, muy ajustado y escotado negro y unos zapatos de taco dorados. Mi cabello rubio lucìa hermoso con el vestido oscuro. Las miradas estuvieron sobre mi durante la cena y todo el baile. Ninguno de los hombres jòvenes se animaban a sacarme a bailar a pesar de haberme clavado los ojos durante toda la noche. Terminé bailando con mi tio Manuel y luego con el tio Beto, ambos estaban demasiado pasados de copas y no disimulaban que me miraban las tetas con ganas.Las copas de vino, de champaña estaban haciendo su efecto y me sentìa mareada... mi papá le pidiò a Manuel que me llevara a su casa que estaba a pocas cuadras para que me repusiese y descansara un poco. Mi otro tìo se ofreció a llevarnos con el auto. Mi tio Manuel se fue al asiento trasero conmigo, yo apoyé mi cabeza sobre su pierna para soportar el mareo. Cerré mis ojos, escuchando la charla de mis tios. Sentia la respiracion fuerte de Manuel y su mano que apoyaba como al descuido sobre mi escote, deslizando como por descuido la yema de sus dedos sobre la tela hasta alcanzar mi pezon. Con el contacto se pusieron erguidos los dos. Al notarlo, debajo de mi cabeza descubrí que la verga de tìo Manu se habìa hinchado. El dedicidiò meter sus dedos debajo de la tela y tomar contacto directo con el pezon que empezo a pellizcar suave y con disimulo mientras hablaba con Beto.
- Llegamos, estacioná acà - le dijo a Beto. Me bajaron del auto y me llevaron entre los dos hasta la casa.
Cuando entramos Manuel (dueño de la casa) le pidió a Beto que prepare unas tazas de café bien cargado, mientras èl me llvaría a la habitaciòn de arriba para recostarme. En el trayecto de la escalera, sus manos me aferraron por la cintura e intentó pasarla por mis nalgas... yo lo miré sorprendida y seguimos camino a la habitaciòn sin hablar.
Me sentó en la cama, se arrodillo frente mio y me sacò los tacos, acaricianome la pierna y me ayudó a recostarme. Apagó la luz y se sentò en la cama a mi lado... observando mi cuerpo de arriba hacia abajo. Yo no podía mantener los ojos abiertos, asì que decidi relajarme y entregarme al sueño... cuando de pronto senti las manos de Manuel sacàndome el vestido... le dice: "que hacés tìo?... dejaaaa... " , me respondiò que estarìa más còmoda sin el vestido ajustado, me tapo con una sabana y se quedó mirandome en la oscuridad. Unos minutos despuès sentì sus manos frotando mi cuerpo sobre las sabanas, centràndose en los pezones, que de inmediato se endurecieron... dediciò bajar su mano y frotar mi pubis sobre la tela que epezaba a humedecerse, mojando tambièn la sàbana. Saliò un gemido ronco de su garganta, me destapó y en pocos segundos estaba sin ropas arriba mio. Abrì mis ojos sin poder creerlo... "que estas haciendo!!!??? - le dije en un susurro... "lo que tenemos ganas de hacer los dos, mi nena", me dijo al oido. Manuel es un tipo interesante de 50 años, casado con mi tío Betty desde hace 30 años ya. Nos besamos, besó mis tetas, lamiendo los pezones y mordisqueandolos con desesperaciòn y entre respiraciones cortadas y jadeos de los dos. "Estas caliente mi beba!!!", y bajó su mano hasta llegar a mi vagina humeda. Al notarlo decidiò bajar a lamer la humedad. Fue increible sentir su lengua, suave y despacio sobre mi clitoris mientras 2 dedos penetraban mi concha, entrando y saliendo al compás de las lamidas. Enseguida nos pusimos en posiciòn para un 69... Despuès de varias veces de llamarnos para el café, Beto decidiò subir... se encontrò con la escena... sobrina y tio en pleno sexo oral entre medio de gemidos. Lo miramos sorprendidos, pero èl se quedó con la boca abierta en el umbral de la puerta tocandose... se desnudó, se sentò en un sillon y comenzó a masturbarse mirandonos. Le guiñé un ojo y se acercó, poniendo su verga cerca de mi boca. Comencé a chuparsela, mientras Manu seguì en mi concha. Beto jadeaba con los ojos en blanco y me decía "gracias" como autómata. Manuel se incorporó y me dijo: "necesito cogerte beba", me puso en 4 patas y comenzó a penetrarme con un gruñido, mientras yo seguia poniendo y sacando la verga de Beto en mi boca. Manuel aceleraba sus embestidas mientras se aferraba a mis tetas. Los dos hombres de 50 años estaban extasiados. Manuel seguìa màs ràpido y, cuando menos lo pensamos... un chorro de esperma caliente salió eyectado hacia dentro de mi vagina, inundàndola. En ese preciso momento, recibía la leche espeja de Beto dentro de mi boca. Y asì estaba... chorreando leche de mi tío Manuel de mi concha y escupiendo los restos de leche de mi tìo Beto que no habìa podido tragar.
Los celulares de mis tìos sonaban... sus esposas los llamaban... ellos terminaban de coger con su sobrina preferida, estaban listos para una ducha, un cafè y volver a la fiesta.
Nuestra fiesta privada fue la mejor... llegamos al salón para seguir bailando y tomando para acabar la noche de oro que habiamos tenido.
Ya les contarè como siguio todo