Noche de carnaval II

De como mi Ama permitió que hiciera realidad una de mis fantasías más oscuras. Ser una CD en público, siempre con el beneplácito de mi Ama

Mi Ama había ido a comprar toda mi indumentaria mientras a mi me arreglaban para la gran noche. Me llevaron a un cuarti en la parte interior y allí empezó todo...

mi Ama me había comprado un disfraz de mujer romana, constaba de una túnica blanca cogida sobre los hombros con dos broches y que llegaba hasta el suelo y una túnica como complemento. Para completar el disfraz había un antifaz de época que me cubría la cara por encima de los labios. Me perfumaron, me  puse crema corporal por el cuerpo y mi Ama me ordenó ponerme a cuatro patas e introdujo un plug que infló hasta casi sentirme llena. Me vistio con un corsé que apretó hasta estilizar completamente mi cintura y pechos teniendo cuidado de que pudiera respirar. Lo ató con un candado por detras. Me colocó un collar ancho en el cuello del que colgaba una placa donde ponía "Sissy", el cual también cerró con candado, medias beig hasta la pantorrilla y unos zapatos blancos con un poco de tacón. Escribio en mi pubis afeitado " propiedad de Ama Sara". Me coloqué la túnica y por fin me pude ver en el espejo... yo misma me puse Cachonda al verme.

Me puso las esposas en las muñecas detrás de la espalda y grilletes en los tobillos. Salimos al taxi que nos estaba esperando, me beso en los labios, me vendó los ojos y el taxi se puso en marcha.

No fuy consciente de el rato que estuvimos de camino y aún hoy no se donde me llevó, cuando el taxi se detuvo, mi Ama me levanto la túnica, liberó mi pequeño clity y noté algo caliente en el, mi Ama , para asegurarse que no iba a obtener ningu tipo de placer me puso una buena capa de crema anestesiante. Volvi a colocar la  mini jaulita y pago el taxi ofreciendome al taxista. Me llenó la boca con su verga y se la chupé hasta que se corrió, me tragué todo su aroma y limpié su aparato como mi Ama me ha enseñado.

Salimos del coche, me liberó de las esposas y de la venda. Me indicó a cual local debía entrar y allí me dejó, prácticamente desnuda, sin documentos y sin dinero.

Empiza la noche