Noche de carnaval

De como cumplí una de mis más oscuras fantasías. Transformarme en una verdadera CD.

Hola:

Tengo 42 años, soy un chico normal, pero en mi siempre ha habido algo en mi interior que me empuja a experimentar. Y este relato contará una de mis fantasías más oscuras.

Mi ama quiere que mi sumisión sea completa y para ello me deja hacer realidad mi fantasía. La mañana de carnaval me desperté temprano para hacer la faena de casa y preparar el desayuno de mi Ama. Se lo llevé a la habitación y empecé por lamerle sus pies, fui subiendo por sus preciosas piernas que sólo puedo tocar con la lengua y poco a poco empezó a separarlas para facilitar la llegada a su precios tesoro.

Me acarició el pelo y se tomó el café mientras yo le procuraba un buen orgasmo. Se levantó para ir a la ducha y yo la seguí a cuatro patas y la esperé así hasta que hubo acabado. Después de ayudarla a secarse y vestirse me dijo que lo hiciera yo. Poniendo gran énfasis en que mi vagina estuviera bien limpia. Cuando acabé, me presenté ante ella para inspección. Me mando ir a por un barreño con agua y jabón y la esponja, de su cuello descolgó el collar donde guarda la llave de mi pequeña prisión, me ato las manos a la espalda y los amarro a mis tobillos. Me quito la jaula y lavo mi clitoris con cuidado. Me lo masajeó hasta que le dije que iba a llegar. En ese momento paró, me puso llelo y volvió a enjaularlo. La jaula es de un tamaño muy pequeño, tengo prohibido correrme, hace más de un año que vivo en castidad. Y cuando me ha permitido llegar ( 2 veces en este tiempo ) ha sido siempre follandome con un arnés . Me ordenó vestirme, pantalón anch de lino y una camiseta ceñida. Esa mañana me llevo a una esteticista amiga suya. Me hizo pasar a la habitación, me or desnudarme y allí estaba yo, con mi pene enjaulado tumbado en la camilla con los brazos y piernas atados en forma de X perfect. Me depiló todo el cuerpo, me hizo las cejas y con cera quitó la poca barba que ya me sale. A continuación me desató y así desnudó cómo estaba me llevó a la zona de peluquería, me puso un blusón me tiñeron el pelo, manicura y pedicura.

Una vez lista, me vi en el espejo y no me reconocí. Mi Ama durante el tiempo que había estado en manos de la esteticist, ella aprovechó para hacer unas compras. Al verme se le abrieron los ojos.