Noche caliente, cibersex y ... (reeditado) Parte I
Primera vivencia de un joven hetero en el mundo del sexo, ciber,... Versión reeditada y más extensa de lo ocurrido, didivida en distintas partes...
Buenas guarretes y viciosillas, este relato que narro a continuación es de mi primera vivencia hetero/homo/bisex 100% real, relato narrado de forma insulsa y con muchísimas faltas ortográficas debido a que la redacte con la tablet… Es por ello, y con el fin de hacer una redacción más precisa y concisa de mi vivencia que me he animado a corregirla, añadiendo algunos detalles que con las prisas y la excitación de publicar el primer relato pasé por alto…
Bien, vamos a ello,…
Y comenzaba así,… tras muchos relatos leídos en esta web y otras web al fin me decido a escribir mi primer relato y experiencia sexual vivida en mi persona, antes que nada y con el fin de ponernos en situación comienzo a describirme;
Me llamo Luis, actualmente tengo 29 años y soy de España, actualmente soy muy corpulento, espaldas anchas, unos brazos fuertes y robustos, un abdomen plano y definido cual tableta de chocolate, y unas piernas sin ser muy grandes bien marcadas a base de sentadillas…. En lo referente al sexo, a día de hoy no me quejo, follo todo lo que me ponen delante, en esta sociedad en la que hoy en día vivimos se aprecia más un guapete que un cerebrito a la hora de ligar y follar.
Cuando esta vivencia me ocurrió apenas tenía apenas 19 años, físicamente era delgado aunque fuerte, definido con complexión atlética, debido a la práctica de distintos deportes y al entreno casi matutino que realizaba en el gimnasio de la ciudad en la que residía por motivos laborales, 186 de altura y unos 70 kilos, rubio de cabello y ojos color azul, en cuanto a mi polla, bendita herencia y genética, heredé la polla de mi padre, gorda y ancha y larga 19 cm…, en esas épocas sin apenas vello púbico y con dos grandes venas que la recorrían de sur a norte.
Era agosto y como todo joven adolescente tenía las hormonas rebotadas y alteradas con esto del verano, las chicas y sus escotes, esas mini faldas de moda ajustadas y cortas, el caso es que estaba cachondo todo el día, por entonces aun no conocía lo que era el sexo, aunque con chicas ya había tenido mis encuentros light, unas pajillas, alguna mamada insulsa, algún dedo y poquito más.
Era viernes y por curro, me tocaba quedarme en esta pequeña y acogedora ciudad el fin de semana, los compañeros de piso se habían marchado tras acabar los exámenes y el curso, dado mi aburrimiento y excitación me pase toda la tarde mirando porno y pelándome cual mono en su árbol, el aburrimiento hizo que por curiosidad entrase en una de esas páginas/anuncio de chats, que podía perder, a lo mucho podía caer una pajilla o pasar el rato, me conecte en una sala de mi ciudad, nada interesante, solamente 4 pelagatos en busca de chochetes, vamos más o menos como yo, hasta que en uno de esos me escribe un tío, …¿?¿?... decidí seguirle el royo y pasar el rato, el tío parecía majo, y era unos años mayor que yo, 26 años decía tener, heterosexual y con novia, se llamaba Aaron, según me comentaba practicaba los mismo deportes que yo y salía a correr a menudo por la ciudad, lo que me llevo congeniar muy bien con él, total estaría todo el mes de Agosto en la ciudad solo y sin conocidos, por lo que no me venía mal conocer nuevas personas y tíos con los que salir de birras…
Los días pasaban y Aaron y yo conversábamos a menudo por el famoso Messenger, hasta el punto que decidimos quedar para salir a hacer deporte, no vivía demasiado lejos y estaba que me espizcaba por salir de la rutina y hacer algo distinto. Quedamos a la tarde en la entrada de un parque, tras las presentaciones oportunas comenzamos el trote, todo genial, decía y era tal cual conversábamos en el chat, joven, guapete, moreno, alto y con mas cuerpo que yo, definido por tanto deporte, gimnasio y sexo, (con el tiempo y confianza me fue comentado que su novia era toda una fiera y muy activa sexualmente), tras una hora y media de trote y carrera decidimos parar por ese día, con lo que procedimos a despedirnos y cada unos a su respectiva casa.
Llegue a casa algo nervoso, inquieto, excitado, unos síntomas jamás vividos en mi y en mi polla, como una bala me metí a la ducha, la necesitaba urgentemente, estaba súper cachondo, no sé si por el calor, por la compañía o porque, pero mientras me pajeaba en la ducha solamente se me venía a la cabeza la imagen de Aaron sudado, esos fuertes brazos y abdomen, robustas piernas y esas mallas que dejaban prever un culo prieto, esa maldita imagen me perturbaba, jamás me fije en ningún tío, y en esta paja no paraba de quitármelo de la mente, me frotaba y estrujaba la polla como jamás lo hice con ninguna otra paja, las venas de la polla parecía que me iban a estallar allí mismo, hasta que llego ese momento, en el que los pies se me encogieron para coger impulso y soltar cuatro fuertes trallazos de lefa dejando la mampara de la ducha cubierta de mi hombría y esperma … mmmm… que gusto y pajazo me había hecho..
Con esa relajación y paz que te deja una buena sacudida de polla, me fui derecho a la cama para descansar y pensar lo sucedido, mis instintos más primarios me decían que lo sucedido no podía ser bueno… ahora quien dijo que fuera malo…
….Continuará….
(Como veréis y los que ya leísteis mi primer relato mal redactado y súper breve, en este añadí muchos detalles saltados y evitados, por la rapidez de escribirlo con la tablet y no revisarlo, este está redactado de forma más explícita y concisa, de gustaros y querer seguir sabiendo mi historia, podéis contactarme en
)