No tengo tiempo para olvidar

Huía del dolor y pretendía usar como antídoto, el germen que fue la causa de éste… qué locura

No encuentro un momento pa´ olvidar   (Miguel Bosé)

Boca a boca

y olvidando respirar

nuestras lenguas juntas

se ahogaban

Yo en tu cama

tenía ganas de morir

y moría

Noche a noche

en todo aquello de callar

nos unía el tiempo

de un pacto

Yo a tus ojos

tenía ganas de volver

y a a ellos regresaba...

Mas allá de ti

si, mucho mas allá

queda aún mucho por vivir

que es todo y más

Fué tanto amor fué tanto amor

fué tanto tanto tanto amor

que no encuentro un momento pa olvidar

no tengo ganas de olvidar

Cuerpo a cuerpo

no había un minuto que perder

ni en la tregua intensa

de un beso

No bastaba

con la vida que te di

y una a una... todas

Mas allá de ti

aún queda por saber

hasta dónde no llegué

y si hay algo más

Fué tanto amor fué tanto amor

fué tanto tanto tanto amor

que no encuentro un momento pa olvidar

y es que no tengo ganas de olvidar

... No doy con el tiempo pa olvidar

no tengo tiempo pa olvidar

me pierdo en el tiempo pa olvidar

y es que no hay ganas de olvidar

Ahora, el tiempo  parece un tornado,  vuela  y  en su paso quiere llevar hasta el centro  el recuerdo,  la memoria y  la huella  que se grabó en mi alma  por cada instante que  compartimos.

El trato fue respetado, pero ahora que lo pienso, resultó ser una mala negociación,  en principio el pacto era  perfecto,   vivir lo que viniera sin que ello implicara  la intención de  construir  un camino en común,  simplemente  acercar dos  caminos  sin limites, pero sin  cruces

El  trato era perfecto,  el corazón saldría airoso porque cerró la puerta, nadie entraría a molestar,  él ya no trabajaría mas para el amor,  se declaraba en huelga permanente, y se iría a buscar mejores ocupaciones

También la clandestinidad era el arma perfecta,  nadie tendría acceso al  espacio que  compartiríamos,  nadie podría opinar y tampoco nadie podría acercarse para destruirnos o para  intervenir con nuestro gran arreglo.

Ahora,  debo confesar, que negocie el trato de esa manera por miedo, por cobardía y por no tener que admitir ante nadie que podía equivocarme de nuevo...

Al menos,  si  fallaba  el dolor era solo mío,  al menos, si fallaba  la frustración solo era para mi, la decisión estaba tomada, nunca más nadie podría saber que sufría por amor,  las lagrimas serían solo mías, los recuerdos serían solo míos y nadie podría sentir lástima o pena por mi dolor

Así negocié  y así cumplí mi parte del trato,  porque  aunque con el tiempo  me di cuenta de que  había hecho  un pésimo acuerdo,   soy fiel a mi palabra y  cumplo con mis compromisos

Ojalá hubiera podido  alegar como  se hace en temas legales, que  no estaba en pleno uso de mis facultades ni de mi voluntad, a lo mejor así  renegociaría en otros términos

Tus razones para aceptar el pacto, creo, según lo que percibí son  parecidas,  decidiste no querer ni dejarte querer, así que  las condiciones que acordamos  eran óptimas

Ahora  no pretendo inmiscuirme en tus  deseos y  sentimientos, éstas líneas solo  serán  la expresión de lo que yo  siento y pienso

Haciendo un balance gané  felicidad, gané autoestima, gané inspiración,  gané experiencia y gané confianza; el trato no era del todo malo, sin embargo,  creo que  deje pasar muchas cosas por respetarlo.

Dejé pasar ilusión, dejé pasar locura y aunque el corazón al principio estuvo de acuerdo, luego cambió de parecer pero  ni modos  trato es trato

Bueno,  en honor a las razones que  me llevaron a negociar,  creo que la cobardía  no es buena consejera,  a fin de cuentas,  bien dice

*William Shakespeare

:*

“ Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera  muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez”.

Mi excusa para la cobardía, era que no creía poder rehacer el alma y el corazón si se volvían a romper, mucho me había costado sanar  heridas del pasado…  ahora tenía inmensas cicatrices, que amenazaban abrir de nuevo la herida si  me descuidaba y bajaba la guardia.

Que tonta fui…, pensar que podría  manejar cariño y deseo sin que el corazón se diera cuenta,  en qué estaba pensando???,  tal vez,  hay quienes  tienen tan admirable facultad,  pero en mi caso,  carezco de tal  habilidad  y supongo que  por eso, siempre correré riesgos cada vez que me acerque a cualquier persona con intenciones que vayan mas allá de la camaradería y la fraternidad;  mejor dicho, mi talón de Aquiles y mi mayor debilidad es  el corazón y esto siempre lo he tenido muy claro.

Ante mi tuve alguien especial,  y me  comporte con la mayor cobardía de la que he sido capaz,  por miedo a perder…,  a fin  de cuentas…, a éstas alturas, lo que no quise perder,  lo perdí y por partida doble, pues, por miedo deje pasar una gran oportunidad. A lo mejor, no habría logrado nada,  pero al menos, tendría  el consuelo de haber luchado sin miedo; ni siquiera,  pude averiguar que habría pasado de haberlo intentado.

A la postre, hoy siento lo mismo que habría sentido si no hubiera conseguido mi cometido, así que a fin de cuentas,  no logré protegerme de la tristeza  y la frustración, tal como lo había pensado cuando  hice aquel trato.

Creo incluso, que escribir sobre mis sentimientos ahora, no resulta una experiencia catártica, pues,  todavía  me persigue la  culpa por lo que no hice, por lo que no dije y sobre todo por lo que me negué sentir.

Lo peor que podría haber pasado  sería  una petición de respetar el trato  y nada mas…, vaya que la cobardía hace que  perdamos la noción de las proporciones y  vaya que no aprendí  de mis errores, que  lo  único que se necesita para  levantarse es caer; pero si nunca te caes no puedes levantarte y pasas por la vida como si nada hubiera sucedido

Huía del dolor y  pretendía  usar como antídoto,  el  germen que fue la causa de éste… que  locura

Abiertamente,  en ejercicio del trato entregué  cariño, deseo  confianza y respeto, a escondidas  me reservaba  reconocer lo que sentía  y sobre todo, me negué a  preguntar si  al menos yo había llegado a tocar un poco tus sentimientos y no solo tus deseos;  supongo que pasaré a  tu  historia como  alguien mas y no como alguien especial, cuando en realidad  mi deseo mas profundo era ser importante, tocar tu alma y no solo  elevar  tu líbido.

Ahora que te veo a la distancia, no dejo de reconocer todos las cualidades que me hicieron acercarme, mas bien, siento pena de no haber intentado  llegar mas al fondo  y haber asumido la vía fácil del silencio cobarde, conociéndote, creo que  no me habrías mentido  pasara lo que pasara y  para mi esto era mas que suficiente, porque  debo reconocer con el mayor orgullo que al margen de nuestro extraño acuerdo,  ahora tengo un buen amigo, el único que me ha puesto un dedo encima y con quien he compartido  a nivel íntimo,  lástima no haber aprovechado mucho mas la confianza que me brindaste.

Ahora en sueños evoco tu presencia, evoco  cada caricia, cada beso, cada palabra sincera  y extraño ya no  tenerte cerca,  ahora me pregunto:  ¿cómo puede ser posible que sin tener idea te hayas adueñado de mis deseos y de mis anhelos?.

Aunque el trato no comprendía derechos de dueño,  te quedaste con mis besos, con las mejores noches, con los mejores abrazos, con las mejores caricias y con la ausencia que vive  mi piel desde que te alejaste sin despedirte.

A mi me quedó  el corazón recordándome que te dejé  pasar  y alejar, sin haberte preguntado al menos si querías quedarte un tiempo más a mi lado.

Bueno,  ya no puedo echar el tiempo para atrás, simplemente  recojo de lo que sembr酠 sigo  hacia el futuro, quiero aprender de mis errores  y  levantarme cuantas veces sea necesario.

Sin embargo no tengo tiempo para olvidar… No quiero olvidar, ni tengo tiempo para olvidar