No te Enamores de Mi

¡Hola a todos! Bueno este es el primer relato que escribo, espero que no me vaya tan mal y les agrade; después de años leyendo historias excelentes, buenas y malas, en esta página, me he decido por fin publicar un escrito. No le voy a pedir que comenten y valoren, porque en los años que llevo leyendo relatos escasa vez hice eso, solo agradecerles que hicieron clic en mi relato y se tomaron el tiempo de leerlo. Estoy emocionada y nerviosa. Espero que les guste tanto como yo me he divertido escribiéndolo. Todo lo que están por leer es creación de mí desquiciada mente, no soy escritora pero intento hacer lo mejor que puedo y creo que la historia esta bien. Bueno no los entretengo más.

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Renata

Julio 2014

- Su llamada será desviada al buzón de mensajes al finalizar el tono …

Escuchaba nuevamente la voz del operador. Era la sexta vez que intentaba comunicarme con Camila, definitivamente no se para que tiene un dispositivo móvil si no puede ser capaz de contestar una simple llamada. Necesitaba urgentemente saber si iba a haber clase de Matemáticas esa tarde, había habido disturbios y según estaba restringido el paso a la Universidad, y la única persona que tenía el número del profesor de matemática era Camila.

Sentada en la entrada de mi casa jugando con mi perro Homero (en honor a Homero Simpson), realice el séptimo intento, dicen que la séptima es la vencida así que espero que mi suerte no me falle esta vez. Escuchando el repique del teléfono imaginaba las mil formas de como una persona puede morir, pensaba cual sería la más idónea para aplicarla con Camila.

• Hola Ren, como estas?

• Aleluya!! Porque no contestas ese teléfono, me he pasado media hora intentado comunicarme contigo

• Perdón, es que estaba con Juan y se me olvido el teléfono en su carro, estábamos almorzando en su casa. ¿Qué pasa, porque tanto problema?

• “¿Qué pasa, porque tanto problema?”, estás loca te he llamado siete veces para saber si por fin el profesor Martínez va a cancelar o no la clase de hoy, porque desafortunadamente tu eres la única con su número telefónico y yo no puedo darme el lujo de faltar cuando ya se acercan las fechas de los parciales.

• Ren, deja el drama quieres… Martínez cancelo la clase y tienes toda la tarde libre, así que mejor relájate, todavía quedan dos semanas para estudiar, tan mal no estamos tenemos 24 puntos de 30, y todavía nos falta el final.

• Lo se Cami, pero no quiero dejar todo para última hora y que nos quede esa materia nuevamente no me lo puedo permitir, además mi mama me mataría.

• Si tienes razón, no quiero verte morir joven jajaja

• Ríe ahora pero cuando venga por mí, me asegurare que estés a mi lado para que sea un dos por uno. Mejor lo dejamos hasta acá, no voy a pelar contigo.

• Porque me amas demasiado para discutir. Tú eres mi media naranja de la carrera.

• Jajaja Camila siempre con tus locuras. Voy a avisarles a los chicos que no hay clases para que no vayan a la clase.

• Está bien, bueno hablamos más tarde mi amorcito. Adiós

• Adiós Hormiga Atómica

Siempre Camila sacándome una sonrisa, la amaba ella tenía razón. La había conocido hace 9 meses, apenas cuando comenzaba la universidad. Recuerdo el día que nos conocimos era la segunda semana del semestre, una chica se acercó a preguntarme que clases habían dado en las primeras clases del semestre ya que para ella era su primer día de clases y estaba demasiado perdida y necesitaba ayuda porque su abuelo la había inscrito en Ingeniería y ni idea tenia de que trataba el tema que estaban dando en la clase. Yo muy gentilmente le cedi todos mis apuntes y comente algunos trabajos que nos habían asignado. Ella era de estura baja y delgada, su cabello de color castaño oscuro con mechas rubias, ojos oscuros y una actitud muy alegre. Así empezó nuestra amistad y bueno después de 9 meses, todavía la soporto. Mi “Hormiga Atómica”, esa era ella y para ella yo era su “Amorcito”.

Bueno ya conocen a Cami, pero a mí no. Hola me llamo Renata Montero, Ren para los amigos, tengo 17 años casi 18. Como describirme, soy tranquila, afable, estudiosa, amistosa, temperamental y romántica empedernida; ósea un angelito jaja soy físicamente soy alta, mido 1,71 mts, delgada y en buena forma ya que he practicado deportes toda mi vida y me gusta estar muy activa, ojos azules celestes heredados de mi abuelo paterno, cabello de color castaño oscuro o muy oscuro mejor dicho. Bonita, si, quizás no me importa demasiado lo físico; por supuesto me encanta siempre estar arreglada y decente, pero con mi estilo personal.

Mis padres separados desde hace 4 años, Martin Montero y Carla González, los pilares de mi vida, los mejores padres que pude tener, aunque a veces me retaran los amaba. Soy la menor de tres hermanos, mi hermano mayor Martin Ignacio o “Nacho”, tiene 21 años, guapo y mujeriego, esa es la descripción perfecta, mi mejor amigo, confidente y cómplice de travesuras. Por otra parte esta Emilia, la “bipolar” de la familia, loca como una cabra jaja tiene 18 años, aunque no aguanto su repentino cambio de humor y terminamos peleando por su histeria, es mi hermana y la amo. Somos una familia muy unida. Tenemos una muy buena posición económica gracias a los negocios de mi padre, el cual es un hacendado muy conocido en la ciudad donde nacimos y nos criamos, posee una hacienda enorme con caballos, ganado, agricultura, etc. A lo largo de los años hizo excelentes negocios y próspero increíblemente, por supuesto con mucho sacrificio y humildad, como siempre oí decir “ Al que obra bien, le va bien ”, ese era mi papa, mi héroe.

Recuerdo cuando les dije a mis padres que me gustaban las mujeres, eso había sido aproximadamente 2 años, yo tenía 15 años me había enamorado de una chica 4 años mayor que yo, si de Patricia, Patty o Pato, nos habíamos conocido por mi hermana y bueno la situación se dio, la quise muchísimo pero esa es otra historia. Yo siempre supe que me sentía atraída por las mujeres, cuando estaba en el colegio veía con otros ojos a mis compañeras, ni les digo de las profesoras jaja aunque tuve algunos novios nunca me sentí atraída por el sexo opuesto.

Mi mama estaba hecha furia, ella no podía aceptar que yo fuera Lesbiana, realmente en ese momento no lo tomo muy bien que digamos. En cambio mi papa me apoyo en todo momento al igual que mis hermanos, me sentía bien al tener su apoyo pero me dolía que mi madre no me aceptara. La discusión que tuvimos fue muy fuerte, por primera vez me enfrente a mi mama.

• No puede ser, Renata, tú nunca te comportaste así, tenías novios y eras normal. Quien te metió esta idea en la cabeza. Fue Patricia verdad, esa niñita te convenció de esto, ya sabía yo que cuando entro en tu vida no iba a ser nada bueno.

• Mama primero que nada yo sigo siendo normal, porque me gusten las mujeres no tiene nada que ver. Ella no tiene la culpa de nada. No es una idea ni un capricho adolescente es lo que me pasa, lo que siento.

• Claro que es un capricho, vamos a ir a un psicólogo para ver qué es lo que te pasa.

• Desde hace tiempo sé que soy así, no te lo había dicho antes por miedo pero veo que no lo aceptas ni siquiera me quieres escuchar. Me duele que no me aceptes como soy. Si quieres que vaya a un psicólogo iré, no tengo problema pero que cambie lo que siento y lo que realmente me hace sentir bien, jamás.

Después de ese día mi mama se empecino en llevarme a todos los psicólogos que encontró, y todos le decían lo mismo, que ese era mi elección y que por más que ella intentara cambiarlo no lo lograría. Hicimos terapia durante 11 meses, fue muy agobiante tener que asistir a tantas citas médicas, lo único que yo quería era que me entendiera y apoyara. Por la actitud tan autoritaria que había adoptado mi madre y todo lo que me había hecho pasar en ese tiempo se creó un resentimiento hacia ella, no podía decir que la odiaba eso jamás y nunca pasaría, pero dolía su rechazo y sus acciones. Paso el tiempo desistió de su idea, aunque todavía no lo acepta abiertamente, vamos progresando muchísimo en nuestra relación.

Bueno esta es quien soy…

Mejor pasemos la página de presentación y recuerdos “no muy agradables”, retomando el inicio de nuestra historia. Le escribí a mis compañeros y me pase el resto de la tarde haciendo deberes de la universidad, esperando que llegara mi hermana para salir a hacer las compras de la semana. Actualmente vivía con Emilia en una casa que nuestros padres adquirieron para que viviéramos cómodamente cuando ingresáramos en la educación superior. Originalmente, los tres hijos iríamos a la universidad pero Nacho nunca quiso estudiar y se dedicó de lleno a la hacienda. Ahora a mí me tocaba aguantar sus humores cambiantes; siempre dicen que de algo malo sale algo bueno, convivir diariamente con ella me había llevado a desarrollar la virtud de la tolerancia jaja. Cuando Emi llego, se ducho y cambio, salimos a comprar la comida.

Mi vida últimamente se había convertido en una rutina un poco aburrida, me agradaba la sensación de tener todo bajo control siendo tan joven, pero sentía como si me faltara algo. No lo sé… quizás el destino preparo una aventura para mí y solo tengo que esperar que llegara el momento para descubrirla.