No te conocia capitulo 9
Una contra todos
CAPITULO 9
Las negociaciones con Sara habian resultado como Nicole lo había planeado, Molestas, complicadas y obstinadas tal cual como es la rubia, pero sabía que al final iba aceptar. No tenía otro camino, era eso o la segura quiebra además de un poderoso enemigo. Por su parte Nico se quedo en la oficina firmando su nuevo contrato en el área de personal. Camila insistió en “ayudarla” a reinstalarse en la empresa, obvio la ojiazul sabía que su repentino interés hacia ella estaba motivado por una razón muy diferente al compañerismo.
- Pues bien, Nicole esta es tu nueva oficina – Camila abrió la puerta mostrándole un pequeño espacio de trabajo. No era tan grande como el que tenía cuando era la cabeza del equipo de sistemas, pero por lo menos contaba con lo necesario; un escritorio más o menos amplio, Un par de cómodas sillas y lo mas importantes un gran ventanal que le permitía ver toda la ciudad. Nicole Suponía que su anterior oficina se la habían entregado a Jorge el nuevo jefe de sistemas
- Linda muy linda – La alta mujer entro detallando cada cosa, sentándose finalmente en la silla de oficina que hacía juego con su nuevo escritorio y girando de un lado a otro con ella
- Ya te mandé a traer un nuevo Ordenador. Tu entenderás que teniendo en cuenta las actuales circunstancias no podemos devolverte tu oficina anterior, pero personalmente hare todo que esté a nuestro alcance para que estés cómoda en esta. Si hay algo que te moleste comunícamelo por favor.
- Gracias, por tu amabilidad, lo tendré muy en cuenta
Esta era una nueva faceta de la gerente de ventas que Nicole no conocía. Camila había llegado al concesionario casi al mismo tiempo que ella, hace un poco más de tres años por recomendación o más bien por exigencia del padre de Sara. Pero nunca, ninguna de las dos había demostrado tener interés por la otra, de echo Camila no parecía tener algún interés por nadie. Su relación con los demás miembros del cocesionario parecía acatar apenas las normas de cortesía básicas; saludar correctamente a cualquier hora del día y pedir las cosas con respeto, no tenía problemas con nadie y nadie se metía con ella o eso creía Nicole hasta ahora
- Bien te dejare sola – Camila dio la vuelta dirigiéndose hacia la salida, pero giro de nuevo a ver a la ojiazul cuando escucho su despedida
- Si, deberías ir a explicarle al cachorro que se portó mal y que no se meta conmigo – Nicole detuvo la silla en seco para poder ver fríamente a los ojos de la gerente, con ambos codos sobre la mesa y su mentón descansando sobre sus manos juntas
- ¿Disculpa? – La morena estaba sorprendida pero como siempre mantenía su habitual actitud altiva
- Oh… lo siento Camila ¿dije eso en voz alta? – Se acomodó en una posición más relaja, con su espalda hacia atrás, una pierna encima de la otra y sus manos con los dedos juntos descansando sobre su regazo - ¿Sabes? hago eso muy a menudo, divago y digo tonterías. Lo que sucede es que viniendo para acá vi un cachorrito que estaba siendo regañado por su dueño y puso la misma cara, como la que tenía Antonio cuando volteo a verte después de ser echado casi que a patadas por Sara de su oficina, pero no me prestes atención – Nicole siempre había tenido sospechas de que esos dos se traían algo, pero había estado más preocupada por arregla su relación con Sara que por ponerles cuidado.
- Si… Claro… Yo… creo solo percibiste mal. Te dejo. Disfruta tu oficina y ya sabes estoy para lo que me necesites – La morena salió rápidamente, Tratando de escapar de esa mirada inquisidora además temía un posible interrogatorio por parte de la ojiazul.
Ese pequeño escarnio que Nicole le había hecho en su nueva oficina, había dejado a Camila muy preocupada. Si ella que prácticamente no la conocía y mucho menos sabia de la relación que tenía con Antonio, había notado la actitud cómplice que ambos mantenían, lo más seguro es que Sara también lo hubiese hecho. Ese idiota cada día era más patético, pero ella tenía la culpa por haber tomado el camino que creyó era más fácil, con un hombre extremadamente atractivo seduciendo a la rubia. Pensaba que, si simplemente hubiese ido ella misma tras Sara, probablemente hubiese sido mucho más difícil ocultar sus intenciones, pero por lo menos no tendría que tratar con semejante inepto, aparte que Sara podía ser de todo, prepotente, altanera, descontrolada, maniática, histérica, pero era muy inteligente y extremadamente atractiva.
Camila intento relajarse sobre su silla de escritorio mientras pensaba cómo solucionar sus dos principales problemas. Sara y Nicole debían ser contenidas antes que descubrieran todo y sus planes se fueran a la basura.
- Hola amor
- ( Hablando del rey de roma y el muy idiota que se asoma ) - pensó - No me llames amor dentro de la oficina ¿Qué carajos haces aquí?
- Bueno es que vi que salieron de la “reunión” que tenían con la zorra esa y el dueño de Azeisa. Fui a la oficina de Sara muy furioso para que me explicara porque me había tratado así delante de los demás, pero solo conseguí que me lanzara un pocillo hacia la cabeza que logre esquivar con dificulta, después empezó a gritarme no sé qué cosas, así que vengo a que tú me des una explicación – Antonio tomo asiento frente a su amante esperando ansiosamente las explicaciones que decía merecer, aunque para cualquiera fuera una obviedad todo lo que había sucedido esa mañana.
- Antonio el primer apellido de Nicole es Fonzi y Fonzi no es un apellido muy común en este país
- Bueno si ¿y? –
La cara de seriedad de Antonio podía hacerle creer a cualquier persona que entendía perfectamente la situación que le explicaban, pero Camila sabía a ciencia cierta lo mucho que le costaba al pobre hombre comprender aun los hechos más simples. Cualquiera creería que para ser un buen mentiroso habría que tener un poco de sentido común, pero absurdamente en el caso de Antonio no era así. Si el había conseguido un trabajo en el concesionario fue gracias a ella y si había ascendido a gerente de compras y abastecimiento es porque básicamente ella hacia su trabajo junto al asistente personal de Antonio.
- ¿En verdad, en serio tengo que aclarártelo? - A Camila empezó a darle una migraña que sabía no se iba ir fácilmente. Hasta un niño de ocho años hubiese entendido lo que pasaba, pero este platelminto no tenía cerebro como para procesar esa clase de información. Tomo aire lentamente por la nariz y comenzó a explicar – Luis Fernando Fonzi, es el dueño de Azeisa empresa que a su vez es la clienta más importante de S&S Sandoval, Aparte el señor Fonzi es el padre de Nicole FONZI – Camila acentuó el apellido para ver si finalmente Antonio comprendía - Es decir, la mujer que tu insultaste delante de él hombre que puede destruirnos tan solo con chasquear los dedos es su hija ¿Te ha quedado claro? ¿Ahora si entiendes porque Sara esta tan enojada contigo y también yo?
- Por Dios Camila, eso no puede ser, ese hombre y su horrible hija nos van hundir, vamos a ir a parar a la cárcel – Ver a Antonio tener un ataque de pánico a Camila le produjo más asco de lo normal, no le bastaba con ser un bruto inútil, aparte de todo era un tremendo cobarde
- Lárgate de aquí si no quieres otra taza dirigiéndose directamente a tu cabeza
- Pero…
- ¡LARGO DE AQUÍ! - Antonio no tuvo más opción que salir de la oficina de su gran amor. En verdad se sentía como un perro regañado. Hoy ya lo habían sacado tres veces de una oficina con el rabo entre las piernas. Pero él no tenía la culpa, la culpa era de esas desquiciadas mujeres que nunca sabían lo que debían hacer. Si fueran más asertivas y le pidieran concejos de lo que era conveniente, como todas las mujeres debían hacer con sus hombres en vez de meter las de caminar, seguro él hubiese solucionado el problema de una forma rápida, efectiva y entre hombres. Tal vez hablando con el señor Fonzi en un ambiente varonil como un burdel o un club de striptease, hubiese logrado que pusiera en su lugar a su tonta hija para que dejara en paz a sus mujeres y por supuesto a él o más bien eso es lo que quería creer el muy imbécil.
Sara se sentía cansada, estresada, deprimida, pero huir de sus problemas no iba con ella (bueno excepto en contadas excepciones) así que se acercó a la nueva oficina de Nicole traspasando la puerta como un huracán y sentándose frete a ella.
- Explícamelo todo desde el principio por favor – Expreso rápidamente mientras Nicole estaba viendo la ciudad por el ventanal de su oficina. La alta mujer Volteo su silla hasta ponerse frente a esos maravillosos ojos verdes.
- Pues bien. En un principio Dios hizo el cielo y la tierra, más tarde le dio por experimentar creando al hombre, cuando se dio cuenta que había cometido un error garrafal, dijo “bueno echando a perder se aprende” entonces volvió a intentarlo y… - En verdad se notaba como Sara luchaba por no perder la paciencia mientras la otra se divertía bromeando con ella.
- Nicole, por favor estoy haciendo todo lo posible por no perder el control así que te suplico que me digas claramente que es lo que está pasando
- No me explico cómo alguien tan inteligente puede tener tan poco sentido común. Yo te hice una amenaza que pienso cumplir y este solo es el primer paso
- Pero yo pensé que lo que había pasado la otra noche era una especie de tregua – Para Nicole era imposible entender como la rubia era incapaz de sentir empatía por otros.
- Me traicionaste con el soquete más grandes de este planeta, luego y seguro gracias a él me enviaste a la cárcel sin tener una sola prueba de nada y por último aprovechas que estoy borracha para llevarme al apartamento donde me rompiste el corazón de la forma más cruel posible sin que te importara un cuerno, ahora respóndeme ¿Quién con tres dedos de frente haría una tregua contigo?
- Eso no es justo Nicole, está bien, si me metí con un idiota, pero tú me traicionaste primero
- Y sigues con ese cuento – Lo dijo más para ella que para la rubia. Algunos meses antes de terminar con Nicole a la mujer se le había metido en la cabeza que la ojiazul la engañaba con Paola la ex secretaria de Antonio – ¿No te has detenido a pensar que es muy sospecho que alguien te haya llegado con el cuento que yo me estaba acostando justo con la secretaria de tu amante? Por favor Sara, admite que eso era lo que querías creer para no sentirte culpable mientras me traicionabas con él. Es más, te puedo apostar un millón de dólares que fue el quien te vino con el chisme que Paola y yo éramos amantes y también fue el quien te instigo a que me denunciaras por la estafa y me enviaras a la cárcel
- Sí, te envié a la cárcel, pero fue porque todo apuntaba hacia ti. Manejabas los sistemas, sabias hacia donde llegaba e iba el dinero y de la nada descubro que tienes cuentas multimillonaria
- aja… ¿Y nunca se te ocurrió por ejemplo? ¡PREGUNTARME DIRECTAMENTE! – el silencio de Sara otorgaba – Me lo imagine, no tienes excusa
- Si tú me hubieras dicho ¡DESDE UN PUTO PRINCIPIO! que tu papá es el dueño de media ciudad, yo no habría cometido semejante estupidez
- Bueno, es un inicio que admitas lo estúpida que eres ¿pero entonces cuál es el pretexto para llevarme a tu queridísimo apartamento de soltera y sin compromisos?
- Pues pensé que te sentirías más cómoda allí, hubiese sido peor que te llevara a casa y tal vez Antonio se apareciera. Además, tú no tienes apartamento…
- ¡¡¡PORQUE TU ME LO QUITASTE ASI COMO TODO LO MIO!!!
- Yo no te lo quite tus bienes solo están congelados, además es cuestión de tiempo para que te los devuelvan y tal vez nosotras podríamos… – Decía Sara muy tranquilamente. Era imposible para cualquier persona mantenerse controlada con ese nivel de cinismo. Sara no solo buscaba pretexto para todo el daño que había hecho además pretendía que ese daño sonara como algo que no tenían la más minina importancia
- Lárgate a la una,
- Pero, pero … espera déjame…
- Lárgate a las dos
- ¿Porque eres tan poco paciente? yo estoy tratando de explicarte
Nicole No soporta más, se fue directo hacia Sara para levantarla de la silla, la puso en su hombro y la saco de su oficina cerrándole la puerta en la cara
- Bueno si quieres hablamos después – dijo Sara en un tono suave hablándole a la puerta de la oficina de Nicole para después dirigirse cabizbaja a su propia oficina.
Aunque sonara extraño la rubia extrañaba mucho esas reacciones de su ex. Con Antonio las peleas eran muy diferente, discutían a grito entero haciendo que todo el mundo en el lugar se enterara de sus problemas, después ella se hartaba y lo dejaba solo, se dejaban de hablar incluso por tres días hasta que él llegaba con algún tonto detalle pidiéndole perdón y ella lo aceptaba de nuevo más por conveniencia que por amor. Pero con Niko todo era muy diferente. Recordaba una vez en una cafetería, la camarera se había acercado atenderlas o más bien a atender exclusivamente a Nicole según la rubia y esta no paraba de sonreírle a su vez. Sara empezó enojarse y cuando la camarera partió por su pedido comenzaron a discutir por la supuesta escena de flirteo que la rubia había tenido que soportar, pero como siempre la ojiazul no les daba mayor importancia a sus celos enfermizos. Simplemente le aclaro de forma indiferente que solo estaba siendo amable con la camarera al igual que ella fue amable con ambas, logrando con ello que se enojara a un más y cuando iba a empezar gritarle Nicole le metió un pequeño pedazo de chocolate en la boca que había sobre la mesa como cortesía para después besarla tan apasionadamente que a la camarera y a todos los allí presentes tuvo que quedarles perfectamente claro que le pertenecía solo a ella. Sin duda Nicole fue lo mejor de su vida, por eso la quería devuelta y esta vez para siempre.
- Maldita loca, egoístas, mal nacida… – Nicole estaba histérica, golpeando el espaldar de la silla con uno de sus puños mientras pensaba como Sara en pocos minutos podía sacarla de sus casillas, justo en ese momento de violenta reflexión otra persona más entro
- Lamento entrar así, pero estaba tocando y nadie respondió – Jorge se quedó sorprendido viendo como Nicole aparentemente intentaba matar su silla a golpes – Traigo tu nuevo computador
- Si, si déjalo aquí – Nicole se detuvo en seco, sentándose sobre la misma silla con la intentaba desquitar sus frustraciones. Observo como Jorge se movía hasta su escritorio para dejar un MacBook pro en él. En su opinión el nuevo jefe de sistemas no era un mal tipo solo estaba en el bando equivocado
- Nicole yo quería advertirte algo, Antonio me exigió ponerte un programa expía – No era nada que la mujer no hubiese previsto
- Me lo imagine Jorge, igual no me importa yo acepte esa condición
- Bueno si, pero quería advertírtelo porque no es justo lo que hicieron contigo y … Yo … Lo siento. Me voy, cualquier cosa que necesites solo búscame.
Jorge salió a paso lento de su oficina, dejándola con más preguntas que respuestas ¿Qué era lo que sentía? Pero algo era seguro, él sabía todo lo que había pasado y aunque fuese a golpes le iba sacar esa información.
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Siento Mucho no haber puesto correctamente el titulo en la anterior entrega pero es que olvido que esta pagina no actualiza como las otras.
GRACIAS A TODOS POR LEER