No te conocia capitulo 6

Un regalo en esta noche

CAPITULO 6

Para mi volver al Bronce me resultaba fascinante. Desde que salía con Sara había dejado de asistir al sitio, luego que dos años y medio atrás mientras disfrutaba de una velada con la rubia una stripper borracha no quisiera quitarme las manos de encima, arrinconándome contra una pared y diciéndome al oído lo mucho que le fascinaba mi parecido con Erika Linder mientras me daba pequeños besos en la oreja, en las mejillas y en la boca.

-          ¿Con quién? – Como siempre mi amigo se volvía un monigote obsoleto cuando veía mujeres semi desnudas. Así que mi nivel de paciencia tenía que ser máximo mientras le contaba que me paso la última vez que estuve en el lugar.

-          Erika Linder, es una modelo sueca. Yo tampoco sabía quién era hasta que la busqué en internet.

Después de mucho insistirme decidí por fin Salir con Fabián a unos de los mejores clubs de la ciudad. Aunque aún seguía maquinando todo tipo de planes para vengarme de Sara, incluso había tenido la ridícula idea de quitarle al tonto hermoso del novio, pero no, definitivamente no había forma de caer tan bajo. Por el momento volver a entrar a su empresa era el primer paso, seguro que eso la iba a desencajar.

-          Déjame ver- Fabián saco su iPhone y empezó a buscar a la susodicha - vaya pues sí que te pareces solo que ella en más delgada y mucho más linda – Decía esa última parte con una mirada y acento socarrón

-          Sí, es muy linda – En verdad que desde el primer momento que vi a dicha modelo me enamoré, aunque yo solo veía el parecido con ella en el color y la forma de los ojos.

-          Aunque es demasiado andrógina para mi gusto, no sé, parece un tomboy– Fabián tomo un trago de su cerveza mientras hacia esa afirmación. Esa noche ambos decidimos que sería lo único que tomaríamos por lo mal que nos caían las mezclas, sobre todo a él.

-          Si es andrógina por eso sus inicios como modelo fueron para ropa masculina. Eso es precisamente su encanto, pero tú que vas a saber, si no tienen un par senos gigantes no existen para ti

-          Ja, mira quien habla

-          Eso ha sido solo coincidencia

Lo dije mirando hacia otro lado como quitándole importancia, pero el chico tenía razón. Desafortunadamente o más bien afortunadamente la mayoría de mis novias habian sido siempre de generosos atributos y no era porque yo sintiera algún tipo de atracción por ellos, como dije solo era coincidencia.

-          Bueno querida pues aquí venimos precisamente a eso a ver los encantos proporcionados por la naturaleza a estas hermosas mujeres

Fabián estaba esperando con ansias que iniciara el show central. El ultimo que había visto consistía en 5 hermosas mujeres vestidas con sugerentes disfraces de policías que se iban desnudando entre ellas a medida que avanzaba el espectáculo a la vez que pasaban entre el público recibiendo generosas propinas.

Lo que más me gustaba de ese club en particular era que los clientes no se podían sobrepasar con las chicas ya que quien lo intentara era expulsado inmediatamente del lugar sin importar si era un hombre o una mujer. No es que a mí me hubiesen sacado a patadas, pero si presencie una vez como sacaban a una mujer borracha cuando esta le apretó los senos a una de las chicas de forma agresiva. Francamente hay que ser muy estúpida para tratar a otra mujer así. Si no la hubiesen sacado yo misma me hubiese ofrecido a darle una golpiza.

-          Bueno pues como te decía. Nunca había visto a Sara tan enojada. Yo intentaba infructuosamente quitarme a esa chica de encima…

Continúe con mi historia tratando de calmar las ansias de Fabián, ya que cuando el chico no se podía concentrar terminaba embriagándose rápidamente haciendo espectáculos bochornosos hasta que lo terminaban sacando conmigo detrás. Otra razón por la que no me era del todo grato salir de parranda con él.

-          Jajaja infructuosamente, ya te creí

-          Bueno pues no te voy a negar que lo estaba disfrutando un poco al principio, pero cuando escuche a Sara gritar “aléjate de mi mujer” en verdad que intente quitármela de encima, pero estaba muy nerviosa y borracha así que entre más luchaba ella se pegaba más a mí, entonces Sara llego, la tomo del cabello y la estampo contra el suelo.

-          Uyy que rico, pelea de gatas

-          ¿Porque tienen los hombres que ser tan idiotas a veces? En fin. Sara estaba tan enojada que pensé que la mataría, así que la abrace, pero ella me empujo contra la pared, no sabía de donde había sacado tanta fuerza. Caí mal, me golpee la cabeza contra un escalón y quede inconsciente.

-          Guau ¿enserio?

-          Si Fabián. El golpe que me di fue tan fuerte que me abrí la cabeza, esta cicatriz lo demuestra – Le señale a Fabián justo el lugar al lado izquierdo de mi frente donde me había quedado esa espantosa línea - Desperté en hospital con un terrible dolor de cabeza, mi camiseta machada de sangre en la parte del frente y Sara llorando como si me hubiese muerto. Fue tan horrible ese día que tuve que prometerle que no volvería a este lugar y lo cumplí hasta hoy

-          Pues sí que Sara tiene carácter, pero ya olvídate de ella y quien sabe tal vez te encuentres con la stripper y esta vez puedan terminar lo que ella comenzó

-          JA JA…

Lance esa última carcajada sarcástica pensando que en definitiva Fabián tenía razón, no con lo de la stripper pero si con lo de olvidarme de Sara y disfrutar de la noche. Así que comencé tomando mi licor favorito, Coñac, recordando a la vez como Sara se burlaba de mi diciéndome que ese era un trago para viejitos y yo respondiéndole que lo que le daba era envidia de no tener un gusto tan exquisito como el mío. Tomando siempre esos cocteles de vodka con saborizante que tanto le encantaban y que en realidad a mí también me encantaba que le encantaran porque cuando se emborrachaba se excitaba exageradamente.

Ya con varias, muchas, demasiadas copas bebidas y un Fabián desparecido decidí irme a casa a las tres y media de la mañana.  Aunque algunas mujeres (y hombres) se me habían acercado para invitarme una copa yo no había aceptado, realmente no tenía ganas de liar con nadie porque a pesar de haberlo intentado con mucha fuerza no había podido dejar de pensar en ella y para mi mala suerte al final de la noche termine invocándola.

-          ¿Ya te vas?

-          ( Por dios no debí tomar tanto ahora la escucho )- Pensé mientras volteaba a mirar para saber que rostro tenía mi alucinación - No puedo creer tan mala suerte, no sé qué es peor que me golpeen hasta la inconciencia o tener que volver a verte

No era mi intención que saliera en verso, pero en verdad que no era mi día. Por fin salía a la calle a despejar la mente de todo lo que tenía que ver son Sara y no solo no puede dejar de pensar en la rubia para completar la noche la tenía justo en frente.

-          Descuida, pensamos igual – La cara de Sara estaba un poco descompuesta, mejor dicho, se notaba que estaba tomada y esta mujer al igual que Fabián era bastante impredecible en ese estado. Podía ser la criatura más tierna del mundo o atacar como un perro rabioso y en los términos en que estábamos si me detenía a enfrentarla no iba a terminar bien

-          Genial preciosa que disfrutes la noche – Empecé a caminar a paso rápido esperando encontrar un taxi que me llevara muy lejos de ese demonio. A pesar de todo había pasado un buen momento dentro del bronce y no me apetecía enfrascarme nuevamente en una discusión interminable con aquella rubia

-          Espera – no vi en que momento me había alcanzado hasta ponerse delante de mi o en verdad era un demonio o yo estaba muy borracha – No voy a cuestionarte como hiciste para salir de la cárcel, pero si quiero que me respondas algo.

-          Mira Sara hoy ha sido un día muy largo y no quiero ponerme a pelear en medio de la calle, hace mucho frio y yo ya me quiero ir. Si quieres saber cómo Salí de la cárcel simplemente alguien pago la fianza ¿contenta?

-          ¿Tu amante? o mejor ¿tu cómplice?

No iba a caer en la trampa así que simplemente tome a Sara de los brazos apartándola de mi camino, no para huir de la discusión sino para evitar que Sara me viera llorar. Lo que dijo me dolió en el fondo del alma, pero no le iba a dar el gusto de verme mal, ese ya se lo había dado en el hospital. Decidí que de ahora en adelante yo iba a tomar el control de la situación y eso incluía mis emociones, así que tan solo me controlé y seguí adelante, pero la ojiverde una vez más se puso delante de mi cortándome el paso. Esta iba hacer una larga noche.

-          Lo siento, no debí decir eso. Tu sabes que cuando estoy ebria yo solo… Lo siento, pero La pregunta que realmente te quería hacer es ¿Recuerdas que día es hoy?

-          Por supuesto que sí ¡El día de las brujas! – Dije tratando de reír en vez de llorar

-          ¿Lo dices enserio? –  Puso una cara de decepción tan tierna, como esa vez que le regale una gran caja sin nada adentro, además de miles de tiras de papel que ella intento desmenuzar una a una para ver si encontraba, aunque fuera una pequeña joya, pero no fue así. Si fui mala pero después me reivindique regalándole un cachorrito de labrador que adopte.

-          Si Sara. Desde hace unos meses no has hecho otra cosa que portarte como una bruja conmigo y siendo tu cumpleaños pues cae de perlas

-          Recordaste mi cumpleaños ¿después de todo? – Sara había dicho eso ultimo entre dientes, creyendo que no la escucharía, así que hice como si hubiese sido así - Pues bien, ya que me respondiste, ahora quiero pedirte un deseo

-          ¿Qué dijiste? ¿tu estas loca? En verdad no sé qué es lo tuyo ¿cinismo o solo eres una hija de… - Sara no me dejo terminar con la pregunta, como siempre pretendiendo que nada malo tenía que ver con ella

-          Cuando estábamos juntas siempre me regalabas un deseo en mi cumpleaños y hoy es mi cumpleaños y quiero pedirte un deseo – Lo dicho completamente impredecible. Cuando estaba esperando, golpes gritos y demás ella sale con esto.

-          Ya, déjame de adivinar. Que te devuelva la plata del robo o que habrá los archivos, pues no Sara no puedo cumplirte tus tan anhelados deseos el primero porque yo no me robe nada y el segundo porque me pondría en peligro

-          No quiero nada de eso, solo quiero que me regales esta noche.


Lamento si es corto. Pero vean el lado amable estoy tratando de publicar una vez a la semana. Otras autoras se demoran un motón y lo terminan dejando a la mitad. Yo intentare con todas mis fuerzas no hacerles ese daño 😝 😝 😝

Gracias a todos por leer