No te conocia capitulo 33

“Dijiste que nunca quisiste verme herida. ¿Cerraste los ojos cuando lloré?”

“Dijiste que nunca quisiste verme herida. ¿Cerraste los ojos cuando lloré?”

CAPITULO 33

Habian pasado cuatro días, antes que Sergio pudiera obtener algo de información para su hermana. Su padre era un viejo mañoso que tenía todo muy bien asegurado tanto en los cajones del escritorio, como en el procesador que se encontraban en su estudio. Así que Sergio prefirió aprender a forzar guardas sin que nadie lo notara y hackear sistemas con programas diseñados para ello, antes de intentar algo más peligroso como romper las chapas o robarse el procesador. En parte él estaba encantado con hacerlo. Se sentía como James Bond resolviendo un caso de vida o muerto, aunque rápidamente se despertó de su fantasía cuando se dio cuenta de que clase de enfermo sexual era su padre y de cuánto daño era capaz

Después de salir de la casa de su padre Sergio no pudo esperar hasta la noche para mostrarle a su hermana lo que había descubierto. Se dio cuenta que el hombre que debía ser su modelo a seguir no era más que un asqueroso violador, un ser primitivo, capaz de caer en lo más bajo de la cadena evolutiva con tal de satisfacer sus deseos más aberrantes y él junto a Sara debían detenerlo. Ese hombre, si se le podía llamar así, era el único que merecía pudrirse en una cárcel. Así que se dirigió inmediatamente al concesionario para hablar con su hermana

-          ¿Porque traes esa cara Sergio? No me digas, seguramente no encontraste nada. Después de tanto esfuerzo - Sara se levantó de su silla para poder hablar más cómodamente con su hermano sentándose en el sillón

-          Ya quisiera que fuera así. Más bien fue al contario. Encontré más de lo que imaginaba, encontré la vida oculta de un monstruo – sentencio – Sara ese tipo es un enfermo tiene videos de niños y niñas en situaciones sexuales, mucho de ellos no superan los ocho añitos. Además, tiene fotos de él junto a diferentes niñas de unos trece años completamente desnudas

-          Muéstrame

-          No creo que tu debas…

-          Muéstrame – Repitió

Sara quería comprobar con sus propios ojos que lo que decía su hermano era cierto, pero tuvo que aguantar sus ganas de vomitar al darse cuenta que cada foto era peor que la anterior. Sintió que toda su vida había sido una mentira, presentía que sus abuelos sabían de la aberración de su padre y aun así lo habían protegido hasta la muerte “Ellos no esperaban nada bueno de ese infeliz por eso pusieron toda la responsabilidad del concesionario en mi” pensó. Estaba tan decepcionada, sentía que sus abuelos también la habian utilizado y por su recuerdo empezó a llorar

-          Por eso no quería que las vieras. Yo tuve que vomitar una vez, antes de seguir con la búsqueda y aún falta lo peor pero no sé si debas verlo

-          Hermano, como diría el abuelo, al mal paso darle prisa – sonrió tristemente, con la imagen de sus dulces abuelos en cabeza. Ellos no fueron malas personas solo habian amado demasiado

Sergio saco un último sobre con fotos, en la que se mostraba a una muy joven Camila posando para la cámara desnuda, con su rostro completamente afligido. En sus ojos se podía ver miedo, prácticamente se veía como esa pequeña niña suplica por ayuda. En ese momento un montón de flash de gestos y miradas de Camila hacia su padre se dispararon en su cerebro. Cada vez que la morena estaba cerca de él, lo observaba con asco y odio “¿cómo fue que no se dio cuenta antes?”

-          Por Dios Sergio, no puedo creer que ese maldito enfermo hubiese guardado algo así – Se levantó intempestivamente tratando de quitar esas imágenes de su cabeza. Después de ver esas fotos considero que Camila no solo merecía arruinarlo, también matarlo

-          Nuestro padre es una basura y no merece nada distinto a la cárcel, y si eso no fuera posible por lo menos su castigo debería ser el olvido, alejarnos de él y olvidarlo como si nunca hubiese existido y dejar a Camila y Nicole en paz. Se lo debes

-          No hermano. Ese infeliz va a apagar por esto, te lo juro – Sara apresuro su paso para llamar por el interfon – Jul, necito que comuniques con Fernanda Ocampo ¿recuerdas? La abogada amiga de Nicole

-          Si señora enseguida la comunico

Sara no se guardó ningún detalle al hablar con Fernanda. Le conto sobre todo lo que su hermano había descubierto, que incluía pruebas que tenían en su poder como, fotos, videos, incluso conversaciones completas que su padre había entablado con otros como él. Su hermano había hecho un trabajo brillante, al copiar el disco duro del procesador de su padre. Por su parte Fernanda no se guardó ningún elogio para con Sergio llamándolo desde héroe hasta ángel y prometiendo que estaría ahí en menos de media hora

-          ¿Y bien qué opinas? - pregunto Sara ansiosamente a Fernanda quien apenas llego solo tuvo tiempo de saludar a Sergio. Ellos ya se conocían por las múltiples parrilladas que organizaba Nicole para celebrar absolutamente cualquier cosa y como era obvio se habían caído bien desde el principio

-          Pues que les puedo decir Chicos… Esto es justo lo que necesitábamos

-          Aja… ¿Y qué esperas para sacar a esa bobalicona de la cárcel? – Expreso impaciente

-           ¡SARA! – reprendió Sergio por el trato que le daba su hermana a Camila

-          Tranquilo – Intervino sonriendo Fernanda – Tienes que entender a tu hermana. Esa chica le quito a Nicole y eso no es fácil de procesar a pesar de lo que ahora sabemos. Debemos darnos por bien servidos de que por lo menos ya no la llame zorra o algo peor ¿o no Sara? – Sara solo levanto los hombres y puso una mueca de indiferencia como respuesta – Mira rubia, esto no es tan fácil. Lo primero que voy hacer es llamar al fiscal del caso, le enviare las pruebas por email y veremos que nos dice. Así que si me permites necesito de tu ordenador y teléfono, porque los minutos a celular son “tan caros” y mi plan de datos es el más económico

-          Tan tacaña como siempre – Repuso Sara. Fernanda solo rio mientras quitaba a la chica de su confortable silla para poder marcarle al fiscal, al tiempo que abría su correo desde el portátil de la rubia y enviaba las pruebas

Los minutos que tuvieron que esperar mientras Fernanda hablaba con el fiscal le sirvieron a Sara para reflexionar un poco más sobre todo lo que le había pasado. No sabía si sentirse afortuna o miserable; Afortunada porque luego de saber de lo que era capaz su padre a ella nunca la toco y miserable por darse cuenta de que a pesar de relacionarse con Camila desde hace varios años en realidad nunca le importo su existencia. Camila fue siempre una competente empleada y ella siempre la trato como eso “solo una empleada” incluso el hecho de que la morena actuara de forma tan fría y distante jamás llamo su atención, por el contrario, era algo que ella usaba para tratarla como una maquina sin emociones. Se preguntaba si hubiera intentado conocerla las cosas serían distintas

-          ¿Qué te dijo? – pregunto Sergio a penas Fernanda colgó la llamada

-          Tengo buenas y malas noticias. Las buenas son que con estas pruebas podemos lograr una fianza para Camila. Las malas, que, para lograrlo, también necesitamos iniciar un proceso de preacuerdo con una confesión de ella y eso tendría que hacerse hoy mismo porque mañana se hace efectivo el traslado a la cárcel central, pero lamentablemente la chica está empeñada en no colaborar, ni siquiera Nicole pudo convencerla

Los tres quedaron en silencio mientras cada uno pensaba en una posible solución, pero fue a Sara la única que se le prendió el bombillo. Si Camila no había escuchado a la persona que más amaba seguramente si le iba a poner atención a una de las personas que más odiaba. Simple psicología inversa creía

-          Llévame hablar con ella

-          La verdad Sara es que no creo que esa sea buena idea ¿Que le puedes decir tu para hacerla cambiar de opinión aparte de insultarla o amenazarla? Vamos, que esa es tu especialidad – Le replico Fernanda preocupada con que el remedio resultara peor que la enfermedad

-          Precisamente eso. Si Camila no quiere entender a las buenas tal vez lo haga a las malas

Sara se desabrocho el cinturón de seguridad apenas vio el letrero de la comisaría. No hubo poder humano que la hiciera desistir de la idea de hablar con Camila. Mientras cruzaba por los estrechos pasillos del edificio se dio cuenta que en realidad no sabía que decir. Era la primera vez que iba tener una conversación personal y en sano juicio con la morena, pero a pesar de todo no podía dejar de sentir rabia contra ella y no era para menos, Camila había jugado con sus sentimientos logrando con ello que perdiera a Nicole

-          Esperaba ver a cualquiera persona menos a ti – Dijeron los labios de la morena reprimiendo cierta frustración por ver frente a ella a Sara y no a Nicole, quien había ido a verla el día anterior para suplicarle que cediera, pero ella nuevamente se había negado de una forma más vehemente. Y por la cara con que se había ido su ojiazul estaba asustada con haberla perdido para siempre

-          Como estas Camila ¿disfrutando de las vacaciones? Te hace falta más sol – Dijo sardónicamente, era imposible para ella no serlo. Sara había descubierto cierto placer cuando molestaba a la morena

-          ¿Qué quieres Sara?

-          Ahora que te veo. Ni siquiera sé lo que siento por ti. Se lo que te hizo mi padre y hasta creo que mereces tu venganza, pero es que, las únicas que hemos pagado por tu rencor somos Nicole y yo, principalmente ella. Es tan lamentable, tienes la oportunidad de escoger una ventana para escapar y tu solo quieres seguir golpeándote contra la misma pared.

-          ¡Yo no necesito de tu lástima! – Sara sonrió satisfecha, al saber que le había dado en donde más le dolía a Camila, su ego – Lo que yo haga o deje de hace con Nicole no es algo que te importe

-          No entiendo ¿Entonces qué es lo que buscas al querer ir a parar a una cárcel? aparte de lastima por supuesto – Sara se levantó del asiento para ponerse tras Camila tomándola de sus hombros - Tantos años fraguando un plan que a la final no resulto y no porque no hayas tenido la oportunidad de destrozar a mi familia, sino porque te enamoraste. Perdiste el camino de tu venganza por amor ¿O no fue así? ¿Dime que por ella no deseaste mandar todo tu odio al diablo? Y Ahora solo anhelas, una celda fría y no volver a verla. Realmente patético ver lo que queda de ti, tanto esfuerzo tirado a la basura. Y me llamabas cobarde a mi

-          ¿A eso viniste, a regodearte con mi derrota?

Sara se sentía realmente agobiada. Por mucho menos que esas palabras, ella ya le habría saltado a la yugular, pero Camila no, ella permanecía en su sitio impasible y etérea

-          No. Me quiero redimir con la única persona que importa y creo que tú también deberías hacerlo - Volvió a sentarse en su silla -  Por primera vez en vida voy a ser algo por alguien a quien debería odiar. Así que intentemos que las cosas sean más fáciles para ambas. Acepta el preacuerdo con la fiscalía o puedo hacer que tu vida en la cárcel sea un verdadero infierno. Tú sabes una celda llena de mujeres queriendo golpearte o amarte todo el día

-          Deja de ver tanta televisión – Rebatió Camila burlonamente

Sara se levantó tan enojada que lanzo la silla fuertemente hacia atrás. Esa mujer le hacía perder la paciencia mucho más rápido que lo lograba cualquier otra persona, pero es que era ridículo. Ella estaba intentando sacarla del fuego y Camila insistía en quedarse a achicharrarse

-          No estoy jugando. Esto ya no se trata de ti o de mí, se trata de Nicole ¿O niégame que esa chica no le ha dado un sentido a tu vida? ¿Dime que no te hizo ver la luz donde solo tenías oscuridad? Eso es lo que ella hizo por mí y te puedo asegurar que estar encerrada en tu propia culpa va hacer peor que estarlo en una cárcel

Fue la primera vez que Sara vio a Camila agachar la cabeza para escapar a su mirada, también fue la primera vez que la vio llorar y la imagen le resulto conmovedora. Parecía que la morena por fin había bajado sus escudos y le mostraba quien era realmente. Una mujer frágil, que estaba completamente enamorada y aterrada de perder al amor de su vida

-          Tu padre destrozo mi vida en pedazos y yo no quiero que Nicole termine enloqueciendo tratando de pegarlos

-          Pues deja que eso lo decida ella porque ni tú, ni yo, somos nadie para darle lecciones – suspiro - Es que no importa cuántas veces le digas que no lo intente, ella seguirá lanzándose de cabeza contra una roca hasta que esta desaparezca con tal de salvarte

A pesar de que la percepción de la rubia hacia Camila había cambiado un poco, está aún no se sentía lo suficientemente benevolente como para no seguir amenazándola. Era muy confuso para ella la ambigüedad de emociones que le generaban esa mujer.

-          Si tú no sales de aquí lo antes posible seguramente Niki se ira muy lejos odiándome con toda su alma, así que yo ya no tendré nada que perder y no me va interesar desquitarme contigo. No te estoy diciendo esto como una especie de broma sino como una advertencia. Ambas estamos andando sobre la misma pendiente y si me haces caer te voy a llevar conmigo

Sara volvió a poner la silla en su lugar y tomo su bolso dispuesta a marcharse

-          Piénsalo porque es la última oportunidad para ambas, para que Nicole me perdone por todo el daño que le hice y para que tú no la pierdas definitivamente. Fernanda se va a quedar todo el día en la comisaria hasta que cambies de opinión, así que trata de no hacerle perder el tiempo – Abrió la puerta de la pequeña oficina -  Y por último no olvides que te odio profundamente

-          Gracias. Yo también – Ambas se sonrieron desdeñosamente a modo de despedida

Sara tenía la esperanza de que lo que le había dicho a Camila fuera suficiente para hacerla reaccionar porque de no ser así, no se lo iba a perdonar nunca. Ella necesitaba ver a Nicole nuevamente feliz de lo contrario estaba segura que el dolor terminaría acabando con las tres. Por ahora solo le quedaba buscar a la ojiazul y ponerle la cara, aunque solo fuera para que se la hiciera añicos, pero ella necesitaba decirle que estaba de su parte como siempre debió ser

Estaba parada frente a la puerta del apartamento de Nicole cuando escucho fuertes ladridos y un gruñido. Al principio pensó que se había equivocado de apartamento, pero cayó en cuenta que era imposible, porque ella misma había vivido allí, he incluso había escogido la hermosa puerta de forja contemporánea color negro que tenía delante, así que se decidió a tocar el timbre de suave tonada que también eligió ella

-          ¿Qué quieres? ¿Vienes a burlarte? ¿O solo a comprobar si estoy mal? Si Sara estoy destruida. Tus ganas ya lárgate – Sin duda Nicole no solo estaba destruida también estaba borracha y atormentada.

-          Yo no… solo quería saber cómo estás y … - Dijo mientras ponía un pie para evitar que la ojiazul le cerrara la puerta en las narices e hizo gala de todo su coraje para entrar, a pesar del evidente enojo de Nicole y los ladridos y gruñidos del Golden que parecía tampoco estaba muy contento con su visita

-          Ya te dije que te largues de aquí

Nicole, no tenía fuerza para pelear, así que después de un inútil empujón, solo la dejo entrar y se devolvió a tropezones a buscar su botella de Coñac, para finalmente caer pesadamente sobre el sofá. Llevaba desde la noche anterior tomando. Estaba enojada con ella misma por ser tan débil y no poder controlar sus emociones, pero su corazón y su mente eran unos traidores. En vez de estar celebrando por haber descubierto al culpable o mejor la culpable, y estar burlándose de Sara por haberla dejado por un infeliz payaso, estaba llorando completamente borracha por ambas

-          Niko. Yo sé que merezco que me traste así, pero solo quiero que me escuches

Nicole desvió la mirada como si le importara un pepino lo que tuviera que decir. Había entendido a las malas que nada bueno podía venir de la rubia. Para cada cosa diabólica o injusta que hacía tenía miles de escusas y ella ya las había escuchado todas. Así que solo la dejo decir lo que quisiera esperando que cuando terminara se fuera inmediatamente

-          Valeria me conto todo sobre Camila y mi padre. Yo al principio no lo quería creer, pero Sergio y mi madre me convencieron para buscar pruebas y las encontré – Suspiro – De hecho, encontré todo un repertorio que demuestra la clase de cerdo que es esa basura y por eso estoy aquí para decirte que estoy de tu parte

Definitivamente eso no se lo esperaba, que Sara actuara por fin con algo de raciocinio, pero ya no servía de nada. Camila también tenía pruebas y no quería usarlas en contra de esa escoria supuestamente porque le asustaba, que antes de que alguna autoridad lo detuviera esa rata le pudiera hacer daño, o al menos esa fue la excusa que le dio el día anterior

-          Pues muy tarde, querida… Ya ni sé que eres tú para mí. La tonta esa decidió darte gusto y no declararse culpable, ni hacer un preacuerdo. Ves, tu siempre ganas, deberías sentirte orgullosa y celebrar sobre la tumba de todos empezando por la mía

-          Por favor Nico no te hagas esto. Yo me merezco lo que tú quieras hacerme, pero tú no mereces tratarte así – Suplico mientras bajaba la botella de coñac que Nicole levantaba hacia sus labios, y ponía sus manos sobre el rostro de la ojiazul – Lo siento, por Dios que lo siento muchísimo – A Sara le saltaron lágrimas de los ojos – Te juro que haré todo lo que este en mis manos por sacarla de la cárcel y que tu vuelvas a sonreír

-          Porque tienes que ser tan pero tan tonta – Dijo mientras quitaba bruscamente las manos de Sara de su rostro - Sino hubieses sido tan idiota ahora estaríamos juntas, tal vez sin dinero, pero juntas y yo no me habría enamorado de esa otra… Idiota.  Yo te habría mantenido, le habría pedido a mi papá trabajo mientras tú te quedabas en la casa con los niños o mejor al revés yo me quedaba aquí cuidando y jugando con Sarita y Nicolás mientras tú te ibas a trabajar con papá… Pero Nicolás no me gusta mejor Santiago…

Nicole ya estaba demasiado borracha, diciendo incoherencia que a Sara le resultaron enternecedoras. Pensaba que si no hubiese sido tan cobarde se habrían ahorrado todo ese infierno y a lo mejor su presente sería a su lado, pero no, ante sus ojos tenía al amor de su vida hecha trizas sin ningún consuelo más que el alcohol. Sara intento abrazarla, pero Nicole de nuevo tuvo una reacción inesperada

-          ¡No me toques!  ¡aléjate de mí! ¡Eres lo peor que me ha pasado en la vida! – Tomo la botella de coñac y la estrello contra una pared haciendo que Emo saliera corriendo hacia otra habitación, ver al animalito correr espantado por ella, hizo que comenzara a llorar. El pobre no tenía la culpa de su rabia, así que se controló y volvió al sofá - Pero ni siquiera puedes verlo, eres tan miope. Todo se derrumba a tu alrededor por tu odio y tú sigues aferrándote a él ¿Porque no puedes detenerte Sara? ¿porque no puedes dejar de pelear? ¿No estas cansada de salir perdiendo siempre?

-          Si, lo estoy, pero sobre todo tremendamente arrepentida – Sara se sentó muy cerca a la ojiazul - Mi abuelo siempre me decía que podíamos perdernos de grandes cosas si no estábamos dispuestos a todo. Y la única vez que puse en práctica su concejo fue cuando te conocí. Fue amor a primera vista y a pesar de los prejuiciosos de mi padre y de los míos propios, te seguí y fue lo mejor que me paso en la vida. Ya debes estar aburrida de oírlo, pero de lo único que me lamentaré siempre, es de no haber luchado por ti, de no haberte elegido a ti por encima de todos

Sara sintió que esas eran las palabras finales para despedirse de su relación amoroso con la ojiazul. Por fin sintió que ese ciclo de su vida había terminado y aunque estaba desolada por perder a Nicole también estaba cansada de pedir perdón. No había más palabras que decir y nada más que pudiera hacer para curar las heridas que ella había causado y eso la entristecía profundamente

-          No llores Sara. Aun te queda otro camino, deberías seguirlo sin pensar ¿La amas cierto? – Sara asintió - No la dejes ir, no vuelvas a cometer el mismo error. Yo creo que con ella vas a encontrar por fin tu lugar en el mundo, donde te vas a sentir segura y feliz – Fue lo último que dijo antes de caer profundamente dormida por la borrachera

-          Te prometo que no lo voy hacer

Sara se acercó a Nicole para obsequiarle un beso en la frente y contemplar en silencio a esa hermosa mariposa que se le había escapado de las manos. Estaba tan absorta en su observación que no noto que alguien más estaba tras ella

-          Quedo noqueada

-          Completamente

-          Qué horror, se ve terrible ¿Cuántas garrafas de coñac se bebió?

Estaba a punto de responder cuando de repente recordó que en el apartamento solo estaban Nicole y ella, así que grito horrorizada al no reconocer al instante al intruso, hasta que giro para poder verlo de frente

-          Valeria vete diablo ¿Por qué me asustas así? – Dijo poniendo su mano en el pecho sintiendo su corazón acelerado

-          ummm… La puerta estaba abierta y la curiosidad me mataba así que entre

Valeria se sentó en el sofá más próximo. Ella estaba allí porque sabía que Nicole se encontraba tan mal como ella, así que considero que era mejor pasar esa mala racha emborrachándose juntas, pero la ojiazul como siempre se le adelanto

-          ¿Y no te sorprendió verme aquí?

-          Pues no, de ti ya nada me sorprende

-          Ya Valeria, no me trates así.  Todo el mundo solo me ha hecho ver lo idiota que he sido, pero tú has sido brutal conmigo – Se sentó a su lado y puso una mano en su pierna en señal de paz

-          Si después de la conversación que tu vimos sobre Camila en tu casa, no te he vuelto a hablar

-          Por eso mismo. Te Extraño muchísimo, no tomas mis llamadas, ni respondes mis mensajes. Necesito que me escuches solo te tengo a ti, bueno y a Sergio, aunque él también estuvo a punto de rendirse

-          No lo culpo. Tener que aguantar a una hermana malcriada no debe ser nada fácil, ahora entiendo a mis propios hermanos – Sara sonrió

-          Lo sé. Tenemos muchas cosas de que hablar, pero este no es lugar adecuado

Y no lo era. Ella iba a abrir nuevamente su corazón a otra mujer sin embargo no podría hacerlo delante de la anterior y mucho menos cuando esta se encontraba en condiciones tan lamentables, en gran parte por su culpa, pero por alguna razón tenía un buen presentimiento de que todo ese sufrimiento iba a terminar pronto para la ojiazul

-          Vamos, ayúdame a llevarla a su recamara para que pueda dormir más cómoda

-          ¿Quieres que cargue a ese bodoque con patas? Me voy a herniar, mira que es grandecita – Sara puso su gesto de advertencia, así que la pelirroja decidió colaborar - Esta bien, tu tómala de la cabeza mientras yo la tomo de las piernas

Valeria se quedó mirando como Sara intentaba torpemente levantar a Nicole por la cabeza. Esa mujer podía ser brillante para muchas cosas, pero era una total inepta para cargar borrachos, tanto que tuvo la mala idea de tomarla por los brazos mientras ella estaba de pie sobre sobre el sofá

-          Cuidado con su…-  Fue muy tarde. La rubia no calculo bien la distancia que había entre la cabeza de Nicole y el borde del sofá e hizo que su cabeza se golpeara contra el – Porque no tratamos de evitar que quede más tonta de lo que ya es

-          Buena idea ¿Crees que le dolió? - Valeria sonrió por la ingenuidad de la rubia al no notar la burla en sus palabras

-          Seguro mañana le duele, hoy esta inconsciente así que puedes golpearla tanto como gustes. Pero mejor cambiamos de posición, yo la tomo de la cabeza y tú de sus piernas

Fue la mejor decisión que pudieron tomar. Lentamente llevaron a la ojiazul hacia su habitación, pero de nuevo torpemente la dejaron sobre la cama, balanceadola de un lado a otro para después lanzarla como un costal de papas, por consejo de Valeria a quien le pareció divertido como siempre reírse de Nicole y ver como Sara ingenuamente solo hacia lo que le pedían pensando que era una buena idea. Era hermoso para ella cuando podía admirar esa faceta un tanto infantil de la rubia

  • Y este debe ser Emo

Dijo la pelirroja agachándose para acariciar al Golden quien estaba acostado en su camita completamente achantado. Le parecía admirable la capacidad que tenían los perros para notar que algo estaba mal, era obvio que el perro extrañaba a su dueña

-          ¿Lo conoces?

-          Es uno de los cachorros de Gaya la Golden que le pertenece a mi madre. Tuvo una camada de cuatro cachorritos. Uno se lo quedo ella, mis hermanos se quedaron con otros dos y el ultimo se lo regalo a Camila. A mí no me quiso dejar ninguno por la trágica muerte que sufrieron mis pececitos dorados cuando olvide darles de comer

-          Dios santo que indolente eres, pero ahora entiendo porque no te ladro. De alguna forma sabe que eres de la familia

-          Francamente no creo que sea por eso

-          ¿Acaso estas insinuando que el perro también me odia? – Valeria solo levanto sus hombros como respuesta –  Eso no es cierto – Sara intento acariciar a Emo y este le gruño – Bueno. Tal vez un poco, pero igual creo que deberíamos llevárnoslo. Nicole no se va poder hacer cargo de él mañana

-          No le vas hacer nada al perrito ¿Cierto?

-          Claro que no tonta si me encanta esta cosita


Gracias por leer PK Y Jonlb. Me alegra les haya gustado el anterior capitulo.

Por favor A los que ya no les guste el relato simplemente dejen de leerlo. Porque escribir es muy difícil y es peor cuando te desmotivan (así quedo escrito y punto) Por esa misma razón voy a tratar de que sean máximo tres o cuatro capítulos más, solo porque respeto a los que quieren leer el final.