No te conocia capitulo 24

“El amor soporta mejor la ausencia o la muerta que la duda o la traición”

No Iba a actualizar tan pronto, pero me dio insomnio y No tuve ganas de revisarlo así que perdón de antemano por los errores

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CAPITULO 24

La tarde que había pasado con Nicole fue espectacular. Había sido como volver a los viejos tiempos cuando eran pareja y la ojiazul llegaba a su oficina un día cualquiera a convencerla a punta de besos para que se tomaran el día. No le tomaba mucho tiempo aceptar y terminar como aquella tarde; almorzando en un buen restaurante, para después ir a jugar a un centro de video juegos, lo que le encantaba a Niko y en la noche ir a ver una película que por lo general escogía quien ganara el volado.

Esa noche Nicole lanzo el volado con tan mala suerte que gano Sara, pero está en un acto de verdadera compasión por la ojiazu escogió ver “La razón de estar contigo” en vez de “annabelle la creación” película que ansiaba presenciar desde su lanzamiento en cartelera. Aunque no fue tan buena idea ver una película en donde un perrito muere una y otra vez para rencontrarse con su primer amo, ya que la ojiazul se la paso llorando toda la película y Sara no pudo consolarla con besos y abrazos como solía hacer, lo que le genero una tristeza tan profunda que la hizo llorar también, afortunadamente su acompañante pensó que era por la película.

-          Fue un gran día, Gracias por la invitación – Sara había llevado a Nicole hasta su casa

-          Yo también lo pase muy bien fue como en los viejos tiempos ¿no te parece?

-          Ya hablamos de eso, yo no…

-          Ya sé. Se que en este momento tu no quieres nada conmigo, pero no me puedes pedir que pierda las esperanzas. Te amo y eso no va a cambiar nunca – Sara estaba muy ilusionada pero también sabía que si quería recuperar a Nicole tenía que demostrarle que estaba cambiando e intentando ser una mejor persona y por eso no iba a presionarla

-          Yo no quiero que te…

-          No digas nada más, no es necesario que me des explicaciones. Tu más que nadie en este planeta tiene derecho a odiarme, pero este día quiero conservarlo intacto en mi memoria ¿Sabes? Voy hacer de cuenta que esta es nuestra primera cita y que apenas nos estamos conociendo

-          Yo no te odio y lo sabes – suspiro pesadamente – va a ser muy difícil olvidar todo lo que paso, pero no puedo negar que tu idea es muy buena. En nuestra relación nos saltamos un paso fundamental y fue conocernos como amigas antes que como amantes, tal vez sino nos hubiéramos saltado ese paso habríamos confiado mas la una en la otra

-          Eso es verdad –  ahora fue el turno de Sara de suspirar antes de continuar – Nunca me voy a cansar de pedirte Perdón. Entonces, podemos intentar ser amigas ¿cierto?

-          Cierto

-          Ok – Se acerco para obsequiarle un beso en los labios a Nicole - Nos vemos mañana en la oficina. Descansa y sueña con los angelitos

-          Tú también descansa – Nicole beso la mejilla de Sara como despedida – Maneja con cuidado y no vemos mañana - Salió del auto y se quedó observando a la rubia partir

Sara estaba triste, pero a la vez demasiado excitada. El solo contacto con Nicole la ponía como una moto así que decidió irse a donde la única persona a parte de la ojiazul que la podía satisfacer. Sabía que estaba completamente mal intentar reconectarse con Niki para después salir como una loca a buscar a Valeria, pero ni ella misma lo entendía. Siempre que sentía que estaba cayéndose a pedazos algo en lo profundo de su ser le decía que Valeria era la única que podía unir las partes y reparar su alma, así como su corazón.

-          Sarita es muy tarde para que estés aquí no te parece

A la rubia ni siquiera le importo que Valeria estuviera en piyama y con cara somnolienta, aunque si se le hizo raro que a las nueve de la noche la hermosa pelirroja estuviera en casa durmiendo en vez de con una de sus habituales conquistas, sin embargo, eso no la detuvo para lanzársele encima con toda la intención de comérsela

-          ¿Porque estas tan caliente? – Pregunto Valeria mientras Sara saboreaba intensamente sus labios

-          Nicole- Dijo Sara sin dejar de besar a la pelirroja

-          Otra vez esa cucaracha andrógina

-          No la llames así – Sara se detuvo en seco indignada por como su amante llamaba a su gran amor

-           Solo te hace sufrir – Valeria estaba aún más indignada. Sara no era precisamente un ángel, pero no soportaba ser testigo de cómo Nicole la despreciaba una y otra vez. Era una maldita indecisa, aceptaba los acercamientos de la rubia para después mandarla al diablo envuelta en lágrimas y eso la estaba enloqueciéndola

-           También me excita – Sara se volvió acercar seductoramente a la pelirroja

-          Sera lo único bueno que hace y hay que aprovecharlo

Valeria levanto a Sara, haciéndola aferrar sus piernas fuertemente a sus caderas. Proporcionándole besos apasionados que deposito por toda su boca, cuello y orejas, llevándola así hasta su cama. Sara provocaba en ella algo muy diferente que sus demás amantes, una mezcla entre pasión animal y ternura. Quería poseerla y al mismo tiempo protegerla con sus brazos

Empezó con besos lentos, mientras desabrochaba los botones de la camisa de la rubia, así como los de su pantalón. Uso ambas manos para explorar su cuerpo con devoción y se detuvo en ese pequeño trozo de carne que desquiciaba a las mujeres si se traba expertamente. Había aprendido a conocerla. Le encantaba que le provocara orgasmos mientras aún tenía la ropa puesta, así que masajeo su clítoris dejándolo duro como una roca para después bajar, trazando un camino imaginario con sus besos por su impresionante torso, hasta capturar el hinchado clítoris con sus labios y sin más preámbulos empezó a chuparlo hasta lograr un sonoro orgasmo.

Una vez Sara se recuperó de ese maravilloso orgasmo, se despojó de todas sus prendas de vestir e hizo los mimos con el piyama de Valeria. Se puso sobre ella para darle el beso más apasionado que pudo como agradecimiento. Se aparto de su boca para recorrer su fino cuello saboreándolo con deleite bajando hasta llegar a sus senos, los cuales succiono uno a uno, mientras permitía a su mano bajar por su vientre hasta llegar a su sexo. Deslizo los dedos por sus pliegues, mientras que con la palma de su mano frotaba su clítoris, esperando el momento justo para penetrarla

-          Hazlo de una puta vez

-          Me encanta el lenguaje sucio que usas en la cama, pero lo que más me gusta es sentir tu humedad entre mis dedos – le dijo al oído

Cuando Valeria se disponía a volver a protestar, Sara le ofrendo un esquicito beso en sus labios poniéndose sobre uno de su muslo para finalmente complacerla y penetrarla acompasadamente, acelerando el ritmo cada vez que Valeria lo exigía hasta verla llegar a un majestuoso orgasmo

-          A que te encanto diablita

-          ¿Te parece que soy una diabla? – Pregunto mientras volvía a ponerse sobre ella para apoderarse de cuello

-          Si que lo eres, una diabla hermosa y sensual, pero sobre todo perversa

-          Hablando de perversión te tengo una sorpresita, no te muevas de donde estas – Valeria se levantó de la cama para ir hacia al baño donde estaba la “Sorpresita” que le tenía preparada a la rubia

-          jajaja… No jodas, Esa cosa es dorada

Sara no podía creer lo que Valeria se había puesto para sorprenderla, un arnés dorado. No es que Sara jamás hubiese usado strapon, de echo Nicole y ella habian adquirido una colección de ellos, pero a pesar de eso, pensaba que ese era un paso importante el que iba a dar con Valeria. Sentía que el uso de esos juguetes era muy personal, por que hacían parte de sus fantasías más íntimas que solo había compartido con la Ojiazul y sin embargo estaba ansiosa porque Valeria lo usara en ella, a cualquier otra mujer jamás se lo hubiera permitido

-          Obvio, digno de una Diosa ¿Quieres sentir las maravillas que hace?

A Valeria le eran indiferentes las burlas de Sara, ella era una mujer extremadamente segura de sí misma. A la rubia le podía causar gracia verla con aquello puesto, pero iba a gritar de placer cuando lo usara con ella y no iba querer que se lo quitara nunca mas

-          Bueno, pero se suave

La peliroja tiro a Sara de sus tobillos poniéndola al borde de la cama, se agacho hasta su sexo para volver a humedecerla y que la penetración no resultara dolorosa. Se levanto y con una mano posiciono el dildo en la entrada de la rubia, mientras que con la otra daba pequeño masaje en su clítoris logrando que la penetración resultara placentera desde el inicio. Empezó a embestirla acompasadamente sin ninguna prisa, mientras que Sara se aferraba extasiada a las sabanas.

Después de varios minutos de entrar y salir Valeria se quedó inmóvil en su interior para poder robarle un beso arrebatador, pero Sara quería más así que la agarro de las nalgas indicándole la velocidad con la que quería ser penetrada. Quería sentirla lo más adentro posible, aunque fuera con ese aparato, así que envolvió sus piernas a sus caderas para que Valeria pudiera llegar más profundo aumentando la velocidad con la que entraba y salía mientras que Sara gemía y gritaba de placer a todo pulmón sin importarle si alguien la oía, haciendo que el propio placer de Valeria aumentara hasta que juntas se retorcieron de placer soltando al mismo tiempo el grito del clímax.

-          ¿En qué piensas? – Le pregunto Valeria a la rubia Mientras le daba besos cariñosos por su espalda y cuello. Ya era de mañana y Sara seguía impresionada del encuentro tan especial que habian tenido la noche anterior. Había quedado en un estado de éxtasis total después del último orgasmo, tanto que ni siquiera noto cuando Valeria la acomodo en su cama arropándola junto a ella. Tampoco supo en qué momento se había quedado profundamente dormía

-          En que contigo puedo dormir bien – Era la verdad. Después de los meses de pesadilla que había pasado sin poder dormir por el remordimiento que sentía por Nicole. Las últimas noches que había pasado junto a Valeria si había podido hacerlo. No sabía si asustarse o agradecerle

-          Las ventajas de hacer el amor por horas y no roncar supongo

-          ¿El amor? – Sara no lo recalco porque la palabra que usara su compañera de cama le molestara, sino más bien porque en el fondo sentía que sus sentimientos hacia ella estaban empezando a cambiar “¿Se estaba enamorando de esta ninfómana pervertida? Oh, mierda…”

-          ¿Yo dije amor? Perdón, de tener sexo salvaje ¿Hoy tienes que ir a trabajar temprano cierto? Yo también y no tengo nada para comer así que pediré un domicilio

Valeria se levantó rápidamente de la cama poniéndose la bata con el pretexto de buscar el teléfono. Fue una excusa tonta la que uso, pero fue la única que se le ocurrió para disimular la barbaridad que se le había soltado frente a Sara. Aunque hacer el amor era la expresión perfecta para definir lo que había pasado la noche anterior, Valeria era consciente de lo peligroso y sobre todo doloroso que era declararle esos sentimientos a alguien que no sentía lo mismo. Sara estaba profundamente enamorada de Nicole y lo que ella sintiera por la rubia estaba de más. Decírselo solo lograría sacar a Sara corriendo de su vida y no volver a verla jamás

-          ¿Quién era esa?

Sara se había quedado veinte minutos más en la cama meditando sobre lo que le estaba ocurriendo con Valeria. Sin duda la pelirroja era una persona muy importante en su vida, pero no podía ser amor lo que sentía, porque ella solo amaba a Nicole y como se lo había dicho a la ojiazul eso no iba a cambiar nunca, sin embargo ver a Valeria conversando tan coquetamente con aquella chica en la entrada de su apartamento no le hizo la más mínima gracia

-          ¿Esa? ¿Te refieres a la chica del domicilio? – Dijo mientras ponía la bandeja del desayuno que la domiciliaria había traído sobre la mesa

-          Si, esa

-          Pues “esa” es la chica del domicilio

-          No parece por el afecto con que la tratas

-          ¿A qué te refieres con afecto? si solo fui amable, no me digas que … ¿Crees que me acuesto con ella?

-          Tú te acuestas con todas – Valeria era tan cínica como Nicole, cuando la descubría coqueteando con otras, pensaba

-          Pues ya no, aunque no sería mala idea volver a lo mismo por la forma en que me tratas

-          ¿A qué te refieres con eso?

-          A nada olvídalo. Voy a poner la mesa para desayunar

Sara quedo pasmada por lo último que le dijo Valeria "¿Estaba dejando de acostarse con otras mujeres solo para estar con ella? Eso no podía ser, ya lo habría notado y en todo caso porque le hacia un reclamo si únicamente eran amantes” No lo podía creer, si se estaba empezando a enamorar de la pelirroja porque ella solo tenía ataques de celos cuando estaba enamorada realmente

-          Perdóname Val, no quise molestarte. Es que no sé qué me pasa. Todo esto con la empresa y Nicole me está poniendo algo neurótica – abrazo a Valeria por la espalda muy tiernamente, no estaba totalmente segura de lo que estaba ocurriéndole, lo único que sabía es que no quería alejarse de ella por lo menos no en esos momentos – Quiero agradecerte por… Lo de ayer ¿qué te parece si salimos a cenar esta noche?

-          Me parece bien pero primero lo primero vamos a desayunar

Sara estaba relaja sentada en su oficina, o mejor dicho estaba excitada recordando las estrellitas que Valeria le había hecho ver la noche anterior con su buen amigo. Solo recordar ese maravilloso cuerpo broceando sobre ella, manejando expertamente aquel juguete la puso a mil. Deseaba con locura que las horas pasaran rápidamente para volver a verla, lazársele encima y devorarla, pero eran tan solo un poco más de las dos de la tarde y ella no sabía cómo manejar su calentura “como le gustaría que Nicole se la quitara” ese pensamiento solo logro encenderla más pero afortunadamente el teléfono sonó.

-          Buenos días ¿Con quién tengo el gusto de hablar? – Al escuchar la voz del otro lado del auricular debido decir mejor el disgusto - ¿Qué quieres padre? – Su padre la había sacado de ese estado idílico como un baldado de agua helada. Pero en el fondo lo agradecida de lo contrario iba tener que sacarse la calentura ella solita, cosa que nunca había hecho en la oficina

Sandoval se la paso treinta minutos en el teléfono reprochándole, lo indigna hija que era para alguien como él, por estar permitiendo que los Fonzi se apropiaran de lo que era suyo. Le reprocho que Nicole hiciera parte de nuevo de la planta de personal del concesionario, ya que para él, no era más que una zorra atrevida por haber vuelto después de haberlos robado y aparte pretender que tenía voz y voto en las decisiones de la compañía.

Le ordeno que encontrara la forma de quitarle poder a esa familia para que regresaran del agujero de donde habian salido, por supuesto con la amenaza de siempre, sacarla de la presidencia del concesionario sino cumplía con sus divinos caprichos

-          Sabes que… Vete al diablo viejo inútil. Si tanto te preocupa que la familia Fonzi se quede con tu concesionario, entonces ven y soluciónalo tú – La volvió amenazar con despedirla por su altanería -  Me importa un bledo que me despidas, hazlo cuando quieras, pero que sepas, que, si me voy de la presidencia, también me voy del país y tu veras lo que haces para sacar esta compañía adelante. Piénsalo “Papito querido” porque te recuerdo que gracias a ti esta empresa estuvo al borde de la quiebra más de una vez, y si estás pensando que el soquete de Antonio es la solución para que tu no tengas que trabajar y seguir emborrachándote con tus mujeres, mejor olvídalo, porque estoy casi segura de que él fuel el que planeo el robo al concesionario. Y hasta nunca que tengo muchas cosas que hacer

Colgó, sintiendo por fin una profunda satisfacción de decirle lo que merecía a su padre. Ya no le importaba las consecuencias de esa acción, porque si algo le habian enseñado Nicole y Valeria es que siempre se podía empezar desde cero sin importar que tan difícil fueran las circunstancias. Y ya teniendo el arranque para enfrentar a sus demonios después de esa discusión con su padre, decidió que era hora de terminar con el peor de sus males, así que volvió a tomar el auricular

-          Antonio necesito que vengas ahora mismo a mi oficina – escucho la escusa patética que siempre ponía – ¡te dije ahora!

cinco minutos después Antonio estaba en su oficina con su típica sonrisa solapada que anticipaba cualquier regaño que la rubia le fuera a dar por su ineptitud

-          Hola ¿Querías hablarme mi amor? - intento acercársele para besarla, pero Sara lo detuvo dándole una señal para que tomara asiento

-          Si, recibí una llamada de mi padre. Parece ser que un sapo arrastrado le dijo que yo estaba siendo manipulada por Nicole y estaba tomando decisiones solo por órdenes expresas de ella. También le dijo que no tenía el manejo del concesionario porque la familia Fonzi se había adueñado por completo de él ¿De casualidad tú no sabes quién es ese imbécil sapo, al que voy aplastar? – Estaba completamente fuera de sí, viendo la cara de sorpresa de Antonio

-          Mi amor, yo lo hice por tu bien. Es que desde que esa mujer volvió a nuestras vidas, tú ya no eres la misma. No estas enfocada en nuestra relación, ni en nuestra boda como es el deber de cualquier mujer, además en la empresa te la pasas tomando decisiones estúpidas inducida por esa anormal. Mira lo mejor que puede hacer es darme la presidencia a mí, veras como yo pongo todo en orden

No entendía como había podido caer tan bajo al meterse con semejante imbécil. Antonio al principio se había mostrado como todo un caballero, que se desvivía por ella y le preocupa lo que le pudiera pasar, por eso sintió atracción por él. Ella estaba atravesando el peor momento en su relación con Nicole y el llego a ella como un salvador, pero ya se le había caído la máscara y ahora lo podía ver cómo era, un perdedor, cerdo, sexista el vivo reflejo de su propio padre

-          Me imagino que con decisiones estúpidas te refieres a haberte quitado el sueldo por cuatro meses

-          Si, en parte, pero también haber permitido la entrada de los Fonzi al concesionario. Esa fue una estupidez muy grande de tu parte – El soquete de Antonio trataba hablar como si tuviera mucha idea de hacer negocio

-          No me digas ¿Y qué hubieses hecho tu para salvar la compañía gran gurú de las finanzas? – se estaba hartando de escucharlo

-          Pues no se amor pedir un crédito… Aunque hay gente en la aduana que nos hubiese podido ayudar, tú sabes, a pagar menos impuestos – Le giño un ojo. Y con eso le había confirmado que él estaba detrás de la estafa

-          Es decir, contrabando – asintió el muy tonto – Mira lo que vengo a saber de ti, no solo eres un vago irresponsable, sino además un delincuente

-          No te voy a permitir que me ofendas Sara, por eso llame a tu padre porque ambos necesitábamos ponerte en tu lugar – Se levanto intentando intimidar a Sara imponiendo su presencia, pero lo único que logro es que ella también se levantara

-          Ahh sí ¿Entonces tú me vas a poner en mi lugar Toñito? ¿Y cuál es mi lugar según tú?

-          Tu lugar es conmigo, siendo fiel y complaciéndome en todo. Así que aléjate de esa maldita zorra

-           ¡VETE A LA MIERDA PEDAZO DE CRETINO, IMBECIL EL UNICO QUE VA A SALIR DE MI VIDA ERES TU! – Estaba furiosa, tanto que su corazón latía a mil por hora

-          ¿Qué… Que … Que? No Sara recuerda que tu papá…

-          Yo no le debo nada a ese viejo asqueroso, estoy harta de él y sobre todo de ti. Así que por si no lo entendiste TERMINAMOS lárgate de esta oficina y agradece que no te boto del concesionario como te mereces – No lo iba botar, por lo menos no ahora, eso era ponerlo en sobre aviso y la única forma en que Antonio iba a salir de esa empresa era esposado con un par de policías escoltándolo hacia la cárcel

-          Tú no me puedes dejar, yo soy todo lo que tienes y me lo debes – Se acerco a ella y la tomo de los brazos fuertemente

-          ¡SUÉLTAME ANTONIO ME HACES DAÑO! – A pesar de sus suplicas Antonio no la dejo por el contrario la tomo con más fuerza, besándola tratando de arrancarle la ropa – ¡SUELTAME MALDITO CERDO!

Antonio solo la soltó cuando sintió un horrible dolor en su entre pierna que lo hizo arrodillar

-          ¿Quieres perder tu otro testículo Toñito? Porque si es así, yo estoy muy dispuesta a complacerte

De nuevo esa horrible mujer le causaba el peor dolor que había sentido en su vida y lo dejaba en una posición de ridículo total. Pero ella no se detuvo allí, le dio un rodillazo tan fuerte en la quijada que se desplomo por completo en el piso para después sentir los puñetazos que desparramaba por su hermoso rostro una y otra vez. Por Dios que alguien le quitara a ese animal de encima o lo iba matar. Pensó

-          ¡Detente Nicole, detente que lo vas a matar!

Gritaba una desesperada Sara. Pero Nicole parecía no oírla hasta que Julieta entro por el alboroto y al ver a Nicole encarnizada golpeando a Antonio solo se le ocurrió echarle una jarra de agua encima lo que la detuvo en seco

-          ¿Estás bien Sara? -Fue lo único que atino a decir Nicole una vez volvió en sí. Nunca había sido tan violenta en su vida, pero después de ver a esa basura tratando de dañar a Sara sintió como si un demonio la poseyera y aunque sabía que no era correcto lo que había hecho se sintió realmente bien poder golpear por fin a ese saco de estiércol como se merecía

-          Si, si estoy bien Nicole – se agacho para ponerse a la altura de rostro ensangrentado de Antonio – Largarte de mi oficina y agradece que no llamo a la policía

-          Perdóname… Perdóname Sara, no sé qué me paso, es solo que enloquecí por el miedo a perderte

-          Vete maldito, no te quiero ver más

Antonio se levantó dispuesto a salir lo antes posible a pesar del horrible dolor que sentía, pero más que dolor sentía miedo porque la había cagado monumentalmente. Acababa de cometer la más grande estupidez de su vida al atacar a Sara. Camila se iba a enfurecer por ese evento y si el papá de la rubia se llegaba a enterar de lo que había intentado hacerle a su hija, seguramente lo mataría. Álvaro Sandoval era un desgraciado, maldito, pero en las multiplex borracheras que habian compartido, siempre hablaba de lo mucho que amaba a sus hijos y de lo orgulloso que estaba de que ellos no se hubiesen convertido en una basura malnacida como lo era él. Era evidente que los quería a pesar de como los trataba y no iba permitir que nadie diferente a él les hiciera daño

-          ¿En verdad estas bien Sara? – Agradecía a cualquier Dios por haber entrado justo a tiempo de que ese infeliz pudiera hacerle daño a su rubia

-          Si, Niko… Ese idiota no me hizo nada, además estaba a punto de noquearlo segundos antes de que entraras, con la patada que me enseñaste

-          ¿Señorita Sandoval hay algo que pueda hacer por usted? – Julieta no estaba segura de lo que había pasado, ella se había ido almorzar y cuando regreso solo escuchó los gritos despavoridos de su jefa. Pero conociendo al imbécil que tenía por novio, algo muy grave le tuvo que haber hecho para que Nicole reaccionara de esa forma

-          No, nada Julieta, no te preocupes. Por favor tú también retírate, y comunícame con el representante de castelmotors en una hora

-          Lo hare señorita y por cierto Nicole discúlpame por el agua, pero no sabía que más hacer

-          No te disculpes Julieta, te agradezco que hayas reaccionado de esa forma, si no me detienes quien sabe que hubiera pasado

-          De cualquier forma, lo lamento y con permiso me retiro – Ambas vieron salir a la asistente con sus cuerpos a un temblando, Sara por el miedo que aun sentía por el ataque de Antonio y Nicole por la adrenalina que aún bombeaba en su sistema después de haber golpeado a ese gusano

-          Que fue lo que paso ¿Por qué ese desgraciado te ataco? ­- Nicole tomo asiento a la par que la rubia

-          Nada en especial. Termine con él y no se lo tomo muy bien como pudiste presenciar -  seguía asustada por la forma en que Antonio la había atacado. Sin duda alguna iba evitarlo todo lo posible, llevar su taser a todas partes y cambiar las cerraduras ese mismo día – Pero eso ya no importa ¿Necesitas algo?

-          ¿Qué demonios te pasa? No tienes que hacerte la dura conmigo. Ese tipo te ataco e intento violarte ¿Qué esperas para llamar a la policía? – estaba contrariada por la pasividad con la que Sara actuaba

-          No lo hare. Antonio solo se salió de control porque termine con él. Muchos en su lugar habrían hecho lo mismo

-          ¿Lo estas defendiendo? Esa basura pudo haber hecho cualquier cosa contigo y a ti te da exactamente igual. Por Dios Sara ese es un enfermo que esperas para sacarlo de aquí a patadas

-          Nicole, te agradezco lo que hiciste por mí, pero este no es tu asunto. Mis problemas con Antonio los arreglos yo y solo yo

No podía creer lo que oía. Solo una mujer enamorada o muy estúpida podía justificar un ataque físico como ese. Sintió que Sara la estaba engañado de nuevo. Seguramente terminar con ese enfermo le había dolió mucho más de lo que su expresión aparentemente fría demostraba, pero era un excelente plan para que Nicole pensara que seguía enamorada de ella y así devolverle su empresa intacta, para luego deshacerse nuevamente de ella y tratar de reconquistar a su “hombre”

-          Como quieras. Aquí te dejo los informes de sistemas que pediste y estos los respaldos – le entrego dos tarjetas de memoria que tenía en uno de los bolsillos de su pantalón y que al parecer no se habian alcanzado a mojar - Jorge está terminando de hacer la cotización de los nuevos equipos y te la entregara mañana a más tardar. Creo que eso es todo. Nos vemos

-          Nicole espera… - No quería que se fuera así, pensando que estaba excusando a la basura de Antonio, pero no le podía decir la verdad, sabiendo por fin de lo que era capaz ese cretino. Ahora más que nunca no estaba dispuesta a ponerla en riesgo. Antonio iba a pagar por eso y por todo lo demás con la cárcel

-          ¿Qué quieres?

-          Nada, solo que tengas un buen día

Esa despedida solo le confirmo el juego. Que idiota fue al creer que Sara podía cambiar. Todo ese espectáculo del que fue participe solo fue una escena montana para hacerle creer que ella había terminado muy mal con Antonio, porque una mujer atacada de esa forma habría llamado inmediatamente a la policía “si la llamo cuando creyó que yo la había robado sin una sola prueba” pensó, pero ya era suficiente no iba a seguir confiando en alguien que no la merecía.


Yo sé que algunos lectores no les gusta que Sara se siga acostando con Valeria, pero desde el inicio así fue como construí la historia y modificarla seria enredarme innecesariamente y muy posiblemente frustrarme para terminar dejándola botada, Como les dije soy muy impaciente. Así que lamento no poder darles el gusto, pero por favor no dejen de leer porque aquí inicia el desenlace de mi historia

Muchas gracias a: Luis Diego, PK2, Magda, Emilia y a todas las personas que me han motivado a continuar si sigo la historia es por ustedes mil gracias. Si me quieren seguir motivando no olviden escribirme a m.camila90@yahoo.com o en los comentarios