No te conocia capitulo 18

El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo

CAPITULO 18

A Valeria no le molestaban las llegadas por sorpresa que a veces le hacía Sara, lo que si estaba empezando a fastidiarle, es que ahora parecía que solo llegaba a su casa cuando la tonta de Nicole le había hecho algo. Empezaba a odiar esa horrible costumbre de llegar de repente para lamentarse por su ex, como si ella fuera un paño de lágrimas y después tirársele encima como si de una muñeca sexual se tratara. La confundía y preocupa lo que estaba pasando en su cabeza. Normalmente que una mujer la utilizara como un objeto meramente erótico, para aplacar sus frustraciones no era un gran problema, por el contrario, le parecía un trato justo en donde ambas disfrutaban del sexo, sin más. Pero con Sara en verdad se sentía usada, como si sus emociones no contaran. Maldita sea la hora que descubrió que tenía sentimientos por ella.

-          Así que tu cucaracha andrógina está saliendo con Camila – Sara noto el tono mosqueado nada usual en la pelirroja, pero se tranquilizó cuando sintió como le acariciaba tiernamente la espalda

-          Eso parece. Estaban muy acarameladas anoche, hasta parecían novias. Es que si hubieras visto su cara…  Maldita sea estoy segura que la va a ser trizas. No entiendo porque Nicole tiene que ser tan inocente. Está cayendo justo en la boca del lobo

-          Deberías dejar de subestimarla tanto – Se volteo para quedar boca arriba sobre la cama, cruzando los brazos tras su cabeza. El tema de Nicole la tenía hasta el cogote. Por ella que el insecto ese cogiera una ametralladora y los matara a todos, menos a Sara. Si seguía soportando oír hablar a la rubia de su ex, es porque adoraba tenerla cerca, aunque fuera en esos términos

-          ¿A qué te refieres? – Al escuchar eso cambio de posición rápidamente para poder ver a el rostro de la pelirroja

-          Pues piénsalo. La única razón por la que Nicole volvió al concesionario es por venganza ¿cierto? – La rubia asintió – Entonces ¿porque en vez de acerté la vida de cuadritos, como cualquier persona decente haría, busca un amorío con Camila?

-          Pues porque seguramente esa zorra la sedujo. Es que tendrías que verla, es preciosa la maldita. Hasta a veces pienso que incluso yo hubiese caído redondita – Si lo hizo con el tonto de Antonio porque no con esa demonia

- (Así que te gusta. Genial, otra de quien preocuparse) - Pensó – Vamos Sara. Tú me dijiste que Nicole siempre había visto a Camila como una hábil oportunista y que muchas veces te dijo que no confiaba en ella. Me perdonaras, pero por muy tonta que fuera, no caería en las garras en una persona en la que no confía y mucho más sabiendo que ese concesionario está lleno de enemigos

Nunca lo habría pensado así, pero era verdad. No existía ninguna razón lógica para que Nicole saliera en plan romántico con Camila. Después de lo que ella misma le había hecho, no le iba abrir el corazón a otra persona tan fácilmente y mucho menos a alguien que no veía con buenos ojos.

-          ¿Entonces?

-          Probablemente está buscando las pruebas que la eximen de culpas, para tirártelas en la cara a ti. Y todas las sendas que ha tomado para encontrarlas la están llevando a ella, por eso se le está acercando tanto

-          Y puede que Camila también quiera utilizarla para desbloquear las cuentas

Sara se volvió a ilusionar, porque sentía que Valeria tenía razón. Si Nicole la odiara tanto como decía, estaría mortificándole la vida todo el día, pero desde que llego, aparte de las fuertes discusiones que habian tenido (propiciadas muchas veces por ella misma) la ojiazul no había hecho nada realmente serio contra ella o el concesionario, ni siquiera había intentado sabotearla en su trabajo exigiéndole imposibles, en nombre de su padre el señor Fonzi. Por el contrario, estaba trabajando hombro a hombro con los demás empleados para salvar la compañía, incluso trabajando algunos sábados.

-          Es muy posible, pero además muy peligroso.

-          ¿Peligroso? – Porque iba a ser peligroso, si, por el contrario, era un escenario muy esperanzador. De cualquier forma, se iban a traccionar mutuamente y ella iba hacer el único camino para Nicole

-          ¿Qué va pasar si Nicole obtiene las pruebas que necesita para inculparla?

-          Pues hare que se pudra en la cárcel con todos sus cómplices

-          ¿Y tú crees que esa mujer siendo tan astuta no ha pensado en la posibilidad de que tu ex la descubra? ¿Qué pasa si ya tiene un plan para ese escenario como deshacerse de Nicole? Porque en cualquiera que sea el caso, Nicole sería un estorbo, y si esa mujer ha sido capaz de maquinar todo esto durante tanto tiempo, seguramente no se va a despedir de tu tonta hermosa con una carta de amor y mucho menos si la mando a la cárcel

De nuevo Valeria la sacaba de sus fantasías egoístas para aterrizarla violentamente al mundo real. Camila en apariencia era una mujer peligrosa, pero nadie tenía claro hasta donde podía llegar.

-          ¿Crees que intente matarla? – Ahora si estaba asustada. Prefería mil veces que Nicole se fuera muy lejos y perder el cocesionario a saberla muerta. Si esa era una posibilidad, ella tenía que encontrar esas pruebas antes que cualquier otro.

-          No lo sé, pero he escuchado de gente que mata por mucho menos – Cambio su posición para ver a la rubia a los ojos – Sara esto ya no me está gustando. Esa mujer Camila puede ser capaz de todo. Ten mucho cuidado con ella

Los días en la empresa eran cada vez más estresantes. Sara estaba muy dispuesta a sacar su empresa adelante a pesar de la posible banca rota, pero después de esa charla que tuvo con Valeria, supo que no todo estaba perdido, así que se llenó de motivaciones para seguir y de alguna forma esa motivación se le contagio a todo su equipo de trabajo, o mejor a casi todos.

Antonio era lo que en el lenguaje común se conoce como un farsante; Un hablador, perezoso, sin sentido común, que se hacía pasar por lo que no era y al final terminaba haciendo más daño que bien en la compañía. Nicole al principio creyó que solo quería sabotear la dura labor que cada una de las personas desarrollaban allí, pero un día estando en la oficina de Camila pudo leer un informe que el soquete había redactado, muy mal, dándose cuenta inmediatamente que no tenía ni idea de cuál era su cargo en esa empresa. Fue evidente que Camila hacia el trabajo por él y lo estaban demostrando en la reunión de concejo de esa mañana.

-          ¿Como es posible Antonio que mandaras un embarque de autos a un cliente inexistente? – Decía Sara mientras veía el pápelo de dicho embarque, cuyo reintegro a los aparcamientos del concesionario había constado varios miles de dólares

-          Ya te lo dije Sara. Alguien más debió llenar mal la planilla de salida – Como siempre él no se inmutaba por sus errores. Sabiendo que siempre lograba salir bien librado de ellos gracias a Camila o la propia Sara. Por lo general uno de sus subalternos terminaba pagando por su ineptitud

-          Ese es tu trabajo, tú eres el encargado de llenar y verificar esas planillas

-           Cálmate Sara, es posible que alguien más confundiera las planillas. Recuerda que hubo varias entregas ese día – Como siempre, la zorrita de Camila defendiendo a ese idiota. Como pudo estar tan ciega. Si Desde que Antonio había entrado al concesionario ella era su más ferviente defensora junto con su padre claro estaba. Esos dos la habian usado completamente, pero por primera vez en su vida en vez de ser; irracional, cínica, egocéntrica y berrinchuda, iba a calmarse y hacerse de la vista gorda. Dejaría que creyeran que se seguían saliéndose con la suya

Sin embargo, Nicole no sabía cómo llamar a la interacción entre esos tres payasos de circo. Era incomprensible como Sara y Camila nunca decían nada de los desastres que dejaba ese tipo a su paso, por el contrario, ambas siempre estaban dispuesta a defenderlo o pasar por alto todas las estupideces que cometía y el tan campante. Pero esta vez no se iba a quedar así.

-          Que bien por ti Antonio. Se nota mucho que las cabezas de esta empresa te tienen en muy alta estima, aunque seas un incompetente. Como siempre alguien más tendrá que pagar por tus estupideces no importa que tan injusto sea. Pero supongo que a ti – Se dirigió con una mirada muy fría a Sara - eso no te importa, a ti parecen darte igual las injusticias

Todos se le quedaron viendo como si fuera una salvadora, con excepción de los tres chiflados que no salían de su asombro. Sobre todo la rubia, que deseaba con desesperación desenmascarar a esos dos y acabar la farsa, pero se sentía atada. O seguía con la patraña o todo se iba al traste, incluyendo lo que posiblemente estuviera haciendo Nicole para demostrar su inocencia, pero sobre todo no quería ponerla en peligro. Ni modos, tendría que hacerla seguir creyendo que respaldaba a Antonio.

-          Mira pedazo de cretina no te metas en esto porque te juro que…

-          ¿Qué inepto? ¿Qué me vas hacer? – Miro a esa basura con todo el desprecio del que era capaz. Ese tipo no era más que un cobarde bien vestido, tanta era su cobardía que no le respondió. Esa situación la estaba aburriendo y contaba los días para destapar todo lo que escondía esa sabandija, aunque eso significara hundir a Camila – Ya que aquí nadie pone orden, ni atención a tus estupideces voy hacerlo yo, con el gran poder que me da el dinero de… MI PAPI – Por primera vez en su vida se sentía orgullosa de depender de su papá para algo, en ese caso para darle su merecido a Antonio -  Así que o te haces cargo económicamente de esa pérdida ¡O TE LARGAS DE AQUÍ!

¿Y porque no echarlo sin más? Porque seguramente las dos encubridoras de ese gusano iban hacer hasta lo imposible por dejarlo en su cargo, sin hablar del padre de Sara. Y eso le podía quitar tiempo valiosos que podía utilizar para simplemente hundirlo en una cárcel. Lo odiaba tanto, es que ni respeto le tenía como a todo buen némesis. Y no era para menos, porque de todos los archienemigos que podían existir en el mundo, a ella le toco el más obtuso. Hasta en eso tenía mala suerte

-          Este no es tu problema bollera de mierda…

Lanzo el vaso con agua que se estaba bebiendo en toda la cara de Antonio. Lo que lo enfureció y fue a buscarla para golpearla, con tan mala suerte que alguna persona le puso una zancadilla que lo hizo caer de bruces contra el suelo

-          ¿Ya encontraste el piso jetón? o ¿tu testículo? - Incluso Camila tuvo que contener la risa por el espectáculo que Antonio estaba ofreciendo. Sin embargo, una vez más tenía que salvarlo, no lo podía dejar como una pieza suelta

-          Basta.  No podemos seguir perdiendo el tiempo – Dijo Sara casi en Shock por todo lo que estaba ocurriendo. Solo había visto una vez a Nicole tan enojada, perdiendo los estribos, precisamente contra él y ella. Tal vez su todavía novio en esa caída no había encontrado su testículo, pero no podía permitir que su ex también le destrozara el que le quedaba, por lo menos no en la sala de juntas

-          ¿Perder el tiempo? por favor Sara. Si esta ridícula discusión con este inepto es lo más cercano a trabajo que este ha hecho alguna vez aquí.  Por qué no nos dices peor es nada ¿cuáles son tus putas funciones en esta empresa?

-          Bueno… Bueno yo… Yo hago muchas cosas, como… - Antonio se levantó lo más rápido posible del piso. Intentando responder elocuentemente a la pregunta, pero no tenía ni idea de cómo contestar

-          El coordina las importaciones y exportaciones del concesionario, además de hacer todos los trámites ante la aduana, también se encarga del inventario de Vehículos y de su distribución a nuestros clientes – Y ahí estaba Camila, como siempre precisa, para salvar de la caída libre a ese idiota. Nicole se quedó viéndola con una cara de “¿me estas jodiendo?” que a la morena horrorizo, aun así, mantuvo muy bien la expresión impasible en su rostro, solo le quedaba inventarle una buena escusa

-          Yo creo que por hoy ha sido suficiente, así que se da por terminada la junta. por favor regresen a sus labores – Por primera vez estaba agradecida por la intervención oportuna de su rival, si eso seguía así, Nicole mataría a Antonio delante de todos y la necesitaba esa noche

Todos los presentes en esa reunión se levantaron de sus asientos dispuestos a salir, la mayoría con un aire de satisfacción porque sentían que esta vez sí se iba hacer justicia contra Antonio. El susodicho fue el único en salir con el rabo entre las piernas, enojado y sobre todo preocupado porque Camila ya le había advertido que con la llegada de Nicole tenía que bajarle cinco rayas a su soberbia y demostrar algo de eficiencia en su trabajo, pero el, una vez más creyó que como prometió de Sara podía seguir haciendo lo que se le viniera en gana, porque tenía su respaldo, pero esa junta le mostro que ya no era así, y muy probablemente ese era el principio del fin de su relación.

-          Nicole ¿te puedes quedar? tengo algo importante que discutir contigo

-          (¿De qué puede querer discutir conmigo? ¿Del porque atacaba a su amorcito? Como si no hubiera razones de sobra) - Pero discernir sus motivos para querer hablarle solo era perder el tiempo y la paciencia. Así que decidió volver a su lugar, mientras los demás salían - ¿Qué quieres? ¿Defender al galifardo idiota ese? Porque te lo digo de una vez Sara, no estoy para tus reclamos injustos – Pregunto ya a la defensiva previendo la protección de ella a ese estorbo y su contraataque

-          ¿Que? No… no sé ni qué es eso. Bueno, sé que Antonio es un idiota, pero lo otro… No se… Seguramente también lo es, pero no, no te quería hablar sobre eso

-          ¿Entonces?

-          Estas preciosas cuando te enojas – Eso si la sorprendió, y logro además que Nicole se relajara un poco bajando sus defensas. Hace mucho tiempo no veía a Sara siendo una persona racional. En vez de reñirle por la pelea con su novio diciéndole hasta de que se iba a morir, le hacia un cumplido

-          Eso ya lo sé ¿me puedo ir? – Solo estaba bromeando. Que la rubia le dijera esas cosas en el fondo le gustaba.

-          Necesito pedirte un favor – Puso la mirada de cachorro con la que siempre manipulaba a la ojiazul, cuando quería que hiciera algo que ella no quería hacer, como ir a cine a ver la película de terror de temporada, que a la rubia fascinaban y por supuesto Nicole odiaba.

-          A Dios – hizo el ademan de pararse sabiendo que la iban a detener. En el fondo tenía mucha curiosidad por el favor que le iba a pedir, pero no estaba dispuesta a ver “la cosa” no iba a soportarlo de nuevo. Se pregunto qué clase de películas le gustarían a Camila

-          Necesito que me acompañes está noche a una boda.

-          ¿Qué? ¿Y yo porque, si ahí tienes a tu… prometido?

-          Niko, es la boda de Paula y Laura. Regresaron de Londres para casarse aquí. No quiero llevar a Antonio, es un idiota con muchos prejuicios hacia los homosexuales y no quiero pasar toda la noche tratando de corregir sus comentarios desagradables con los demás invitados – Sara hablaba con mucha molestia sobre Antonio. A pesar de que para la ojiazul era evidente que ya no soportaba a ese parasito, suponía que seguía con él por exigencia de su padre

-          No me digas ¿Y tú como te defines ahora? ¿cómo una ex bisexual convertida al camino del buen Dios lleno de amor hacia sus hijos, pero homofóbico?

-          No creo que eso tenga importancia en este momento – La rubia bajo la cabeza tomando su bolígrafo, viéndolo como si la repuesta a esa pregunta estuviera en él.

-          La tiene. Yo soy homosexual y no voy a acompañar a ninguna boda a una hetero confundida o “regenerada” – Acentuó las comillas. Si algo odiaba Nicole en la vida eran las personas que se mentían así mismas sobre su preferencia sexual, por un interés particular como el económico o en el peor de los casos por su familia. Como si el amor a los hijos fuera condicional a su propia felicidad “Tú tienes que odiarte como persona para que yo pueda ser feliz” Eso no es amor. Pero lamentablemente ese parecía ser el caso de la rubia.

-          ¿Es decir que me quieres acompañar? Bueno, entonces soy Nikosexual.

-          ¡Sara!

-          Lo sé. Yo no he dejado de ser quien soy, me siguen gustando las chicas y la que más me gusta eres tú – Era sincera con lo que le decía y ella lo siento, incluso su corazón volvió a brincar de emoción por su alago - Paula y Laura te quieren volver a ver. Tal vez crees que se pusieron de mi lado, pero no fue así, ellas no sabían nada, hasta hace poco se enteraron. Así que no lo hagas por mi hazlo por ellas. Mira – Saco un sobre de una de sus carpetas – Me pidieron que te entrega tu invitación

-          Espera un momento ¿y Andrea? – La ojiazul siempre fue muy consciente de lo que Andrea sentía por Sara, porque en una noche de borrachera ella misma se lo confeso y aunque le daba algo de celos cuando se iban de juerga juntas, lo soportaba ya que sabía que la castaña era una excelente persona, incapaz de hacer a otros lo que no quería que le hicieran a ella. Increíblemente en esos momentos no estaba consciente que eran más confiables los demás que su propia novia.

-          Va a ir con su nueva novia. Una policía, ardiente y sensual, con un excelente juego de esposas – Subió y bajo sus cejas con gusto

-          A muy sensual entonces – Ese dejo de celos, alegro mucho a Sara.

-          Jajaja… Celosa. Tranquila, están muy enamoradas y solo tiene ojos la una para la otra.

-          Está bien, iré contigo pero voy a dejarte tres cosas claras; La primera que entiendas que voy por las chicas no por ti, segunda que esto no significa que estemos cerca ni siquiera de ser amigas, es solo una demostración de madures por mi parte y la tercera y más importante o pones en su lugar a tu PRO-ME-TI-DO – Le aclaro con una gesticulación exagerada – Y haces que pague con su salario las dos últimas perdidas que el concesionario tuvo por su culpa o le digo a mi papá que venga y ponga esta situación en orden. Quién sabe y hasta encontramos la forma de ponerlo solo a trapear los pisos

Eso se le hizo una excelente idea a la rubia. De hecho, el señor Sandoval si podía exigir que lo degradaran de cargo, aunque según las normas era ilegal bajarle el sueldo hasta que terminara su contrato, pero ya se estaba haciendo una idea de cómo sacarlo mejor de la empresa

-          Entendido y aprobado mi amor…

-          ¡SARA!

No se había dado cuenta que tenía un conflicto de interés hasta que vio a Camila sentada frente a su escritorio. Seguro esperando una buena explicación de su parte por quedarse a solas con la rubia, pero estaban en igualdad de condiciones, ella también debía explicarle porque esa defensa implacable hacia “Toñito”.

-          Hola – Dijo Nicole dándole un beso en la mejilla para después sentarse en su puesto

-          Hola – Quedo confusa. Pensó que lo primero que iba hacer la ojiazul apenas la viera era increparla sobre Antonio. Pero parecía no tener intenciones ni siquiera de hablar de ello, cuando la vio desarchivando unos documentos seguramente para ordenarlos dentro de la plataforma

-          ¿Y qué tal te fue con Sara? ¿Te regaño por atacar Antonio?

-          ( Que buena actriz es ) – Se dijo -  Yo no ataque a ese inútil solo le dije la verdad. Aunque parece que tú, tampoco notas lo incapaz que es por la forma en que lo defiendes – Tuché, dio en el blanco por la expresión que puso la peli negra.

-          No es que lo defienda. Yo también tengo claro que es un inepto. Es solo que no quería entrar a una nueva discusión interminable entre esos dos. Como dice Sara hay mucho que hacer como para perder el tiempo en discusiones de pareja.

-          Si claro, discusiones de pareja. Pues esas “discusiones de pareja” como las llamas le esta constante miles de dólares a mi papá y entenderás que quiera proteger su inversión, ya que nadie más parece tener la intención de hacerlo– detuvo a Camila con una señal para que no empezara un rifirrafe de malos pretextos. Si ella quería seguir mintiéndole con respecto a Antonio, pues allá ella, total no se debían nada y de cualquier forma lo que tenían iba terminar mal – No voy a discutir contigo sobre ese… ser, eso es darle la importancia que no tiene. Además, porque no estaba hablando sobre eso con Sara. Ella me estaba invitando a un matrimonio y yo acepte ir.

-          Y así no más me lo dices – Eso en verdad la enojo. No estaba acostumbrada a que la gente la tratara con indiferencia incluso para pelear

-          Pues sí. Yo no le veo el problema. Tenemos unas amigas en común que se van a casar. Quiero estar con ellas y compartir el día más feliz de sus vidas, eso es todo – Estaba a la defensiva y Camila lo noto, así que decidió ser prudente y bajar el tono de la conversación porque Nicole enojada era impredecible

-          ¿Y Antonio? – Escuchar el nombre de ese tipo tantas veces ya le estaba fastidiando, aunque su pregunta tuviera sentido

-           Al parecer al Ken no le gusta las bodas gays. Así que Sara no lo quiso llevar para que no la ponga en ridículo – Camila entendía muy bien a lo que se refería la rubia, más de una vez  tuvo que aguantar los comentarios imprudentes de ese “ser” – Supongo que no sabe que su novia se irá esta noche de fiesta y él no está invitado – Sabia que Camila no iba a desperdiciar la oportunidad de contarle Antonio que Sara y ella saldrían, pero no le importaba hacerle sentir a ese gusano solo un poquito de lo que ella sintió por su culpa.

-          Pues bien, supongo que nos veremos la otra semana – Camila se levantó para irse, pero la detuvo

-          No te enojes. Esto es solo una salida social – Mantuvo tanto como pudo su faceta de chica ruda, pero no pudo más cuando vio la expresión triste de Camila “Maldita mujer sí que es buena manipulando” pensaba, pero lo que no sabía es que eso no tenía nada de actuación, a Camila realmente le había dolido su actitud. La abrazo y puso su cabeza sobre su hombro – te prometo que mañana soy toda tuya – Sentía como si estuviera dividida en dos, una parte de ella quería destapar la olla podrida sin importar quien callera y la otra quería proponerle a Camila huir juntas, pero seguro que eso no era lo que ella quería.

-          Está bien. Lamento todo esto, pero es que en verdad no quiero… No importa, confió en ti – le dio un beso lento. Tratando de demostrarle todo lo que sentía y que no le podía decir con palabras, pero justo en ese momento Sara entro a la oficina

Tenía que reprimirse. Por más de lo que estaba viendo la destrozara por dentro, y sintiera unas ganas atroces de romperle la cara ahí mismo a la pequeña zorra no podía hacerlo. Nicole no le debía nada porque sencillamente no eran nada. Ella la había dejado por un imbécil y no contenta con eso le había destrozada la vida, así que ¿qué le podía reclamar? Pero Camila, esa maldita desgraciada más temprano que tarde se las iba pagar todas juntas, romperle la cara era poco para lo que planeaba hacerle junto a Antonio

-          Lamento interrumpir, pero te quería recordad Camila que el lunes tienes que tener listo el informe que le entregaremos al señor Sandoval. Necesito estructurarlo con los informes de los demás departamentos antes de hacer la presentación final – Ella no había entrado a recordarle nada a Camila, ni siquiera sabía que estaba allí, pero esa era una oportunidad de oro, para que Nicole empezará a verla con otros ojos y no la iba a desperdiciar

Nicole quedo pálida. Se separo delicadamente de la morena, sintiendo como si Sara la hubiese descubierto poniéndole los cuernos a pesar de que no era así. Se repetía así misma, una y otra vez que no le debía ninguna explicación a la mujer porque no estaba haciendo nada malo. Ella era libre y la rubia estaba comprometida

-          Si, no te preocupes. Lo tendrás el lunes en la mañana en tu escritorio

Camila también quedo perpleja. Que Sara no hubiese hecho nada por lo que acababa de ver no era un buen presagio. De la nada un sentimiento de acorralamiento le hizo erizar todo el cuerpo. Su mente empezó a considerar la posibilidad de que Nicole y Sara se hubiesen unido para hundirla juntas. El escenario de que ella se convirtiera en la presa no era para nada incoherente. Ahora tenía que ir con más cautela y empezar a destruir sus tontas ilusiones de una vida junto a la ojiazul

-          Bien. Nicole ¿te recojo a las siete en tu apartamento?

-          Si… si…. A las siete está bien

-          Ok. Adiós – La rubia salió tratando con todas sus fuerzas de no azotar la puerta. Ese beso le había producido tanta rabia que su ulcera comenzó a doler. Pero el sentimiento de culpa también estaba presente, porque si ella había sentido tanto dolor solo viéndolas besarse, no quería saber que habría sentido Nicole cuando la vio junto Antonio

-          ¿Puedes creerlo? Pensé que nos iba hacer un escándalo – Tanteo Camila, tratando de buscar en la expresión de Nicole alguna prueba de lo que suponía

-          Si… yo también… A lo mejor ya maduro – La expresión de asombro de la ojiazul no le confirmo sus sospechas o en verdad estaba asombrada o merecía un óscar por actuación

-          Bueno yo también me voy. Dame mi beso de despedida – Le tomo el rostro para darle un beso profundo que solo terminaron cuando sintieron que les faltaba el aire

-          Vete ya, que si sigues así no te voy a dejar salir – Nicole sonrió. Le dio un último beso en la nariz, para después ver a Camila dirigirse a la puerta

-          Por cierto, Camí ¿Que genero de cine es tu favorito?

-          Terror ¿por qué?

-          Por nada ( Diablos ) Nos vemos pronto bizcocha - Le guiño el ojo para después  ver a Camila por fin salir de su oficina


Probablemente muchos lectores no se registran aquí. Así que voy a deja un correo al que me pueden escribir si tienen alguna sugerencia.  M.camila90@yahoo.com

PDT Galifardo es un bueno para nada, oportunista, con cierta tendencia al alcoholismo

Gracias a todos por leer