No te conocia capitulo 17

¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?

CAPITULO 17

Nicole despertó asustada, al no reconocer la habitación en donde se encontraba, pero en segundos los recuerdos de la noche de placer que paso junto a Camila vinieron a su mente. Su cuerpo a pesar del cansancio aun rememoraba la excitación que sus besos provocaban al sentirlos sobre él. Se odiaba a si misma por ser tan débil y haber sucumbido a su deseo. Ahora Camila estaba más cerca de poder destruir de nuevo su corazón, como si no hubiera sido suficiente con que Sara lo hiciera trizas

La busco en la habitación, pero no estaba, así que se detuvo un momento para apreciar la alcoba donde dormía su ahora amante. Era muy amplia, en ella confluían perfectamente varias cosas de un delicado gusto; Un armario con molduras rusticas, una cama de hierro forjado y una mesita de noche, junto a un par de sillas de madera que combinaban muy bien. Lo único que parecía no encajar en ese ambiente era el sillón de cuero negro aparentemente costoso que estaba frente al amplio ventanal, el cual no le gustó nada, como si de cierta forma recalcara la arrogancia de la morena. Pero lo que más le sorprendió fue la frase que adornaba una de las paredes

Lo que importa verdaderamente en la vida

no son los objetivos que nos marcamos,

sino los caminos que seguimos para lograrlo”Peter Bamm

Se preguntaba si la vida de Camila era tan difícil que necesitaba de frases que le recordaran constantemente cómo seguir “¿Que es lo que pasa con ella?” Esa mujer era un completo enigma imposible de descifrar. Sentía que entre más cerca de ella estaba, más lejos se encontraba de conocerla “¿Quién era? ¿Qué quería? ¿Y hasta donde podía llegar para conseguirlo?” Salió de sus cavilaciones cuando sintió ruidos que al parecer provenían de la cocina. Se puso algo de ropa y fue a indagar el paradero de la morena cuando de repente sintió sobre ella, dos patas peludas, saltarinas empujándola.

-          Ahhh… bicho no, no… en la cara no – Le decía al golden que había saltado sobre ella buscando lamer su cara desesperadamente

-          Emo deja a nuestra invitada en paz

-          ¿Emo?

-          Sí, Se llama Emo porque es emocho como su mamá – Camila estaba en la cocina preparando café. Se veía preciosa con su bata de seda color violeta que definía muy bien sus curvas, pero por alguna razón inexplicable, a Nicole le hubiese gustado más verla con el pijama de algodón, con la imagen de Snoopy que había visto en su armario.

-          Jajaja… jamás me hubiese imaginado que tenías tanto sentido del humor como para ponerle a tu perro un nombre tan… Original, por no decir ridículo

-          No es ridículo, es tierno – Puso un morrito enternecedor

-          Claro que es tierno… Ridículamente tierno… jajaja ¿pero porque no lo vi anoche? – Cuando “Emo” se tranquilizo pudo acariciarlo un poco, se sentó en el sofá y él ni corto ni perezoso subió también poniendo su hocico sobre sus piernas para que lo siguiera consintiendo.

-          Le gustas mucho

-          Bueno, aparentemente Emo además de ser hermoso como su mamá, parece que también tiene sus esquicitos gustos – Abrazo al can, le encantaban los perros a pesar de que hace algún tiempo no adoptaba a ninguno.

Camila estaba sorprendida, al ver a Emo siendo tan cariñoso con una completa desconocida. Por lo general le gustaba la gente, pero no tanto como para acurrucarse en sus piernas. Recordó cuando Antonio lo vio por primera vez y el perrito intento saludarlo, el muy imbécil lo empujo tan duro que el pobre desde ese día se escondía detrás de cualquier mueble cada vez que lo veía.  Con esa muestra de ternura, la ojiazul le reafirmaba que para conocer el corazón de una persona solo había que ver cómo trataba a un animal. Para ella las personas más interesantes mostraban compasión y cariño por ellos.

Ahora más que nunca sentía la necesidad de buscar otra forma de lograr sus objetivos sin tener que lastimarla. Una persona tan gentil y noble como ella no merecía que le hicieran daño. Por eso se había levantado tan temprano de la cama esa mañana. Cuando vio a Nicole durmiendo plácidamente a su lado, sintió muchísima repulsión consigo misma. Estaba consiente que era completamente indigna para alguien como ella y sin embargo no podía simplemente apartarse, pedirle que se fuera y no volviera nunca. La quería tanto que dolía, pero todo eso tenía que terminar tarde o temprano.

-          Estaba en un campamento para perros y esta mañana lo trajeron a casa ¿Te gustan los animales?

-          Me encantan. Hace unos años Sara y yo adoptamos uno. Un labrador blanco al que llamamos Max.

-          ¿Y lo tiene Sara?

-          No, el perrito murió. Un día que estábamos haciendo ejercicio en el parque, Max se distrajo, se pasó la calle y un coche lo atropello. A ella le dolió tanto que no volvimos a adoptar de nuevo.

-          Así que a Sara también le gustan – Noto el tono de molestia de Camila, pero no le dio importancia y siguió hablando sobre ella, tenía un interés morboso en saber que tanto le molestaba

-          Le gustan tanto, que a pesar de que no movía un dedo para ayudar en las labores domésticas, se levantaba temprano solo para hacerle sopitas al perro. Incluso muchas veces salíamos temprano de la oficina a la hora de almuerzo para llevarlo a comer con nosotras ¿puedes creerlo? No, si es que era un consentido, a veces creía que lo quería más a él, que a mí.

Camila se acercó ofreciéndole una taza de café y dándole un pequeño beso en los labios de buenos Días. Se sentó junto a la ojiazul, sin pronunciar palabra, se veía muy tranquila disfrutando de su café. Era tan extraña, como si tuviera personalidades multiplex que según la ocasión usaba; En la oficina actúa como una profesional solo dedicada a su trabajo, en las reuniones de negoción era una mujer inteligente, y seductora, que utilizaba su encanto para convencer o manipular a los clientes, incluso se veía peligrosa. Sin embargo, cuando salía con ella era todo lo contrario; una mujer espontanea que sonreía, se divertía y disfrutaba de todas las tonterías que hacían juntas, o eso aparentaba y ni hablar en su apartamento.

No salía de su asombro por la vida doméstica que le mostraba la morena. No sabía ni siquiera si todo lo que veía era cierto o solo un escenario maquiavélico que había creado junto a Antonio para engañarla. Desde la primera vez que la vio, la creyó una mujer soberbia, que vivía de forma ostentosa; Tal vez en un apartamento en lado más exclusivo de la ciudad, decorado con un gusto exquisitamente costoso y con personal doméstico las 24 horas, todo pagado por “papi y mami” o algún pretendiente rico por supuesto. Pero su apartamento era todo lo contrario, un estilo más bien vintage muy acogedor, Incluso tenía un perro que hacía juego con él. Noto las pinturas que adornaban la sala, eran retratos femeninos hechos en óleo con diferentes colores muy vivos. Sin duda era más el estilo de una artista que el de una niña rica. Lo único que tenía claro es que todo en Camila era una contradicción

-          ¿Te pasa algo? – La morena, decidió cortar con el silencio, cuando noto que la ojiazul estaba demasiado pensativa. Por lo general era muy parlanchina y una de las primeras cosas que había deducido de ella, es que solo permanecía callada cuando estaba asustada o preocupada, obviamente ese silencio repentino la inquieto

-          Jamás me imagine que fueras así

-          ¿Que? ¿Y yo que hice? – Se asusto creyendo que había descubierto algo en su habitación. Pero no recordaba a ver dejado algo a la vista que la pudiera delatar

-          Lo siento, me exprese mal. Lo que quise decir, es que nunca me imaginé que fueras una persona tan… como decirlo… ¿normal? - Fue el mejor adjetivo que se le ocurrió para definir lo que veía, aunque la morena estaba muy lejos de ser “normal”

-          Bueno me han dicho cosas peores – Le volvió el alma al cuerpo cuando Nicole se lo aclaro. No quería que su luna de miel con ella acabara tan pronto

-          No, sigo sin hacerme entender. Yo siempre te imagine como una mujer extremadamente sofistica, con gusto por decirlo así… demasiado costosos.

-          A ya, una pretenciosa esnobista – Era la primera persona en decírselo en la cara, otras simplemente se lo daban a entender. Sobre todo algunos clientes del concesionario con sus detalles costos e invitaciones lujosas. Pero no le molesto para nada que se lo dijera, al contrario, apreciaba mucho su sinceridad, era una cualidad difícil de encontrar en su mundo

-          Pues si… algo así. No te enojes conmigo es solo que estoy gratamente sorprendida de que estuviera tan equivocada. Tienes una apartamento hermoso y acogedor, y una mascota muy dulce. Todo en conjunto me encanta – Ella también estaba encantada con lo que le decía Nicole. La mayoría de las personas que habian entrado a su apartamento ni siquiera notaban la decoración que a ella le había tomado tanto tiempo crear, detalle a detalle, para que fuera placentero a la vista, sobre todo los retratos que ella misma pinto

-          ¿Y eso me incluye a mí? – dijo frotando su mejilla contra la de la ojiazul

-          Tu eres lo más hermoso de todo – Camila se dejó caer hacia adelante para besarla lenta y profundamente. Nicole intento abrazarla, pero Emo no lo permitió, entrometiéndose entre ambas ladrando solo para que le prestaran atención

-          Ummm… Creo que este fisgón, no nos va a dejar continuar. Que te parece si los invito a desayunar afuera

-          Parece que tenemos un plan, me iré a bañar.

-          ¿Me invitas?

Ya estando en la ducha no resistieron las ganas que se tenían la una a la otra. Y más viendo el amplio y cómodo baño que ostentaba la morena; Con bañera, tocador, espejos en la pared y un armario. Otro espacio acogedor que invitaba hacer maravillas en él.

-          No te atrevas a moverte, si lo haces me detengo - Camila había tomado la iniciativa, aferrando las muñecas de Nicole para ponerlas contra la fría baldosa mientras besaba apasionadamente los dulces labios de su presa. Por supuesto la ojiazul no rechisto su orden, solo se quedó en esa posición como se lo exigían, mientras se retorcía de placer

Si hubiese existido algo de que agarrase seguramente lo habría desprendió ya que Camila descendía por su cuerpo tan despacio que se le antojo una tortura. La mano de la Morena empezó a masajear la carne blanda de sus nalgas, mientras con su boca besaba sus pechos, trazando un mapa por toda su piel hasta llegar a su centro. Beso su interior lentamente, dándole el debido tratamiento a cada pliegue. Tomo su clítoris succionándolo con una extrema calma, la cual a Nicole desespero

-          Vamos… No me tortures más, por favor

-          Shhh… silencio que me desconcentro y te dejo a medias – Espero la réplica de Nicole la cual nunca llego. Le encantaba tenerla completamente a su merced. Continúo intercalando besos y chupones en su rajita, hasta que ellas misma se impaciento. Se levantó abruptamente volteando con rudeza a la ojiazul para poder tomarla desde atrás. Deslizo los dedos dentro de ella lo que provocó que Nicole automáticamente se empujara contra ellos siguiendo el ritmo de las embestidas que le proporcionaba la morena

-          Dime ¿Quieres que vaya rápido o lento?

-          Rápido más rápido – La Maldijo por dentro. Como se atrevía a detenerse cuando estaba a punto de acabar

-          Hazlo tú misma – Dijo en un sensual tono mientras empezaba a saborear el lóbulo de su oreja. Nicole no podía creerlo, nunca había tenido una amante tan desinhibida en su primera vez con ella. Sin duda Camila era una Diosa del sexo. No pudo reprimir el pensamiento de que era así como conseguía gran parte de las cosas. Sin embargo, su excitación era tanta que hizo lo que la morena pedía. Empezó a empujarse rápidamente contra la mano que estaba dentro de ella, hasta soltar un alarido

-          Eso fue brutal – se besaron – Pero yo también tengo trucos – Levanto a Camila poniendo sus piernas en su cadera, apoyándola sobre la pared para lograr más equilibrio. Con una de sus manos la mantuvo levantada en esa posición mientras con la otra empezó a masturbarla con caricias suaves y continuas sin penetrarla. Camila quedo impresionada con la fuerza que demostraba tener la ojiazul – Por Dios estas muy húmeda – No pudo responder estaba demasiado entregada a sus caricias – ¿Que pasa Cami? ¿Te has perdido? – Jugo con ella mientras saboreaba sus labios con la lengua. Metió uno de sus dedos en el interior de su sexo. Lo movimientos de la morena empezaban a ser más espasmódicos, así que se animó a meter el segundo, mientras que aceleraba el movimiento, cuando Camila estaba al borde del orgasmo introdujo el tercero y se detuvo - Sabes lo que tienes que hacer ¿no? – Utilizo su misma técnica haciéndola enloquecer, empezó a bajar y subir a su propio ritmo hasta alcanzar un sonoro orgasmo

Se tomaron unos segundos para recuperarse, mientras se besaban más pausadamente con el agua cayendo sobre ellas - Concuerdo contigo esto fue genial – Camila le dio un último beso mientras salía elegantemente de la ducha, para ponerse de nuevo su bata de seda, dejando a Nicole sola y muy confundida. En un momento era muy dulce y tierna con ella y de repente cambiaba a una persona fría e indiferente como si trata desesperadamente de alejarse de sus emociones.

-          ¿Qué quieres hacer hoy? – Finalmente fueron a desayunar a un café cerca de la casa de la morena en el cual permitían mascotas

-          Pues veras, tengo una cita a la una, con Fabián el amigo con el que estoy viviendo para ver un apartamento. El parece estar un poco harto de no poder andar desnudo por su casa, así que me hizo varias citas

-          Ummm… Entonces ya tienes planes – Lo dijo con aflicción. A pesar, que después de la ducha trato en vano de no ponerle mucho cuidado a Nicole, fue imposible, ella seguía robando toda su atención con su magnética forma de ser

-          ¿Quieres venir conmigo? Después de deshacernos de Fabián podemos hacer lo que quieras – Se lo dijo con un pequeño tono de súplica. A pesar de estar casi segura de que todo lo que estaba ocurriendo con Camila solo era una treta para sacarle información o del camino, amaba estar cerca de ella. Felicidad, era la palabra más adecuada para precisar lo que estaba sintiendo

-          No se Nico, no quiero interferir en tus planes

-          No lo haces. Incluso podemos llevar a Emo y pasear un rato – Al parecer el Can supo que estaban hablando de él, porque al escuchar su nombre y la palabra pasear se levantó y comenzó a saltar y ladrar como si le encantara la idea

-          Creo que Emo acaba de responder por los dos

Fabián ya estaba esperando frente a la puerta de la primera casa que verían esa tarde. Se impresiono cuando vio a su amiga caminar al lado de una hermosa mujer. Ella era como se la había recetado el medico así que no perdió oportunidad en coquetearle apenas se la presentaron, aunque ya sabía de ante mano que no era precisamente un querubín. Pero pronto se dio cuenta que a su amiga no le estaba haciendo ninguna gracia esos acercamientos, la conocía tan bien y la quería tanto que término con su tonto coqueteo, además porque la hermosa morena capoteaba perfectamente sus movimientos. Si no estaba enamorada ya de su amiga por lo menos la respetaba y eso le dio muy buena espina a pesar de saber que era una mujer peligrosa. Así que decidió rendirse y solo bromear con ella como si fueran buenos amigos

-          Bueno Niki ya hemos visto cinco apartamentos y estoy cansadito decide ¿Cuál fue el que más te gusto? – Fabian estaba en el asiento de atrás del coche, jugando con Emo

-          No lo sé Fabian. Es que tu apartamento es tan delicioso y confortable que no quiero despedirme de el – Buscaba sacarlo de quicio. Si su amigo quería lanzarla de su hogar no se lo iba hacer tan fácil

-          Yo sé que mi apartamento es un santuario de emociones y que mi compañía es como un soplo de vida. Pero ya lo hemos hablado. Necesitamos nuestra independencia porque así no vamos a querer más. Así que preciso que te largues – A Camila le hizo mucha gracia la forma en que se trataban esos dos. Un amor genuino, como de hermanos

-          ¿Quieres tu vida promiscua e indecente de vuelta, sin importarte en lo más mínimo la angustia por separación de tu mejor amiga?

-          Si, acertaste. Cami, tu que eres la única mujer inteligente que hay aquí, le podrías explicar a esa desquiciada de al lado, los beneficios de un apartamento propio

-          Pues bueno, yo no sé mucho de convivir con otras personas, pero supongo que el espacio propio es importante. Bueno para hacer…

-          Cochinadas – interrumpió Nicole con una mueca divertida

-          no, no… Claro que no – dijo con una pequeña sonrisa recordando lo que habian echo esa mañana – Por ejemplo, para escuchar la música que tú quieras, al volumen que quieras, caminar como tú quieras por la casa y traer a quien quieras. Y francamente a mí me gustó mucho el cuarto apartamento que vimos, en verdad es hermoso

-          Ok. Entonces ese apartamento será mi nuevo hogar, así que resuélvelo ya que es tu deseo – dijo viéndolo directo a los ojos - y dicho esto… bájate del auto ingrato

-          ¿Que? pero pensé que me iban acerca por lo menos. Tu sabes que mi coche está en el taller

-          Claro que si te vamos a llevar…. – Dijo Camila un poco sorprendida

-          Bájate a la una, bájate a las dos… - Fabian supo al instante cuando Nicole lo miro con esa cara de súplica que ponía cada vez que deseaba algo, que debía dejarlas a solas

-          Ya, ya me bajo, desquiciada, pero que sepas que esta me la pagas. Nos vemos Pronto Cami – Se despidió con un sonoro beso en la mejilla – Nos vemos pronto peludito – Se despidió del can revolviéndole el pelaje – Nos vemos pronto pedazo de boñiga - Alcanzo a salir del auto y coger el primer taxi que paso antes que Nicole lo atrapara

Después de discutir un poco, por la forma brusca en que Nicole había prácticamente botado del auto a su amigo. Finalmente llegaron a un parque para perros. A penas abrieron la puerta del coche, Emo salió como un aerolito a jugar con los demás o mejor a robarles sus juguetes. Mas de una vez ambas tuvieron que correr tras el para evitar que perdiera o enterrara los objetos que hurtaba sigilosamente. Estaban exhaustas, solo lograron sentarse en un banco de madera cuando el perro se cansó de correr como loco

-          Fabián es un muy buen tipo. Me alegro mucho conocerlo – Dijo mientras veía jugar a los demás perros. Ya era de noche y estaba haciendo algo de frio, ansiaba estrechar a la ojiazul para calentarse, pero no creía que fuera apropiado apegarse más a ella, si al final todo iba a terminar roto

-          Y lo es, aunque también es entrometido y descarado ya lo comprobaste – Estaba un poco incomoda, porque Camila una vez más estaba siendo fría y lejana

-          Si, y algo coqueto, pero no como esos tontos desagradables, que les encanta aparentar lo que no son

-          Perdónalo si te molesto un poco, pero estoy segura de que en otras circunstancias no se habría comportado así- Nicole se refería a que Fabián sabia las intenciones que tenía con Camila. El asumía que su único interés en ella era saber porque buscaba acabar con el concesionario de los Sandoval. Y aunque en un principio ese era su objetivo, su camino se había desviado un poco, o más bien mucho.  Ahora también quería conocerla, saber quién era y sobre todo descifrar que era lo que le producía tan tristeza.

-          No entiendo.

-          Bueno. Lo que pasa es que Fabián no sabe nada de nosotras de lo que… bueno, el solo cree que somos compañeras de trabajo y nada más. Por eso fue tan imprudente

-          ¿y porque no se lo aclaras?

La ojiazul no sabía cómo responder a esa pregunta sin que sonara brusco – ( Entonces ¿Que somos Camila? ¿Un gato detrás de un ratón? O ¿una serpiente acechando a una rana?) – Era lo único que se ocurría para definir lo que tenían y le hubiese encantado decírselo, pero seguramente la morena le habría estampado los dedos en la cara antes de terminar. Así que utilizo su tono más conciliador y le respondió.

-          Supongo que es porque no puedo definir qué es lo que tenemos y hasta donde tu estas dispuesta a llegar con todo esto – La miro a los ojos, quería saber que expresión ponía, pero la morena parecía estar de nuevo en modo “me importas un bledo”

-          Voy hacer clara contigo Nico. La verdad es que en estos momentos no me interesa tener algo serio con nadie. Mi vida es un poco complicada ahora y aún tengo cosas por arreglar. Creo que lo mejor es que vayamos despacio y veamos que sucede

Estaba más que preparada para escuchar esa respuesta, y aun así no dejaba de dolerle. No esperaba que Camila se le declarara, le jurara amor eterno y le propusiera fugarse juntas sin mirar atrás ¿O tal vez si lo esperaba? Porque tenía que ser tan puñeteramente ilusa. Hasta cuando iba a entender que las personas como ella no cambiaban, por nada, ni por nadie.

-           Ok, amantes será

-          Yo no dije eso – De nuevo la mal entendía, o tal vez no lo hacía. En todo caso Camila no quería hacerla sentir como un objeto. Ella era todo lo que hubiese deseado tener en la vida, pero no podía decírselo para después tener que traicionarla. No quería que la odiara, pero tampoco merecía que la amara.

-          No hace falta decirlo para saber que esa es justo la palabra que buscas para definirnos. No te preocupes, estoy de acuerdo con eso, mi vida también es complicada y también tengo asuntos que arreglar

-          ¿Te refieres a Sara? – Le molestaba que la rubia siguiera siento lo más importante de su vida. Estaba segura de que esa odiosa mujer algún día iba a lograr que Nicole volviera con ella y sin embargo su corazón le rogaba que la detuviera, que no le permitiera seguir avanzo hacia el perdón de la ojiazul. Sin embargo, no podía hacer nada, porque ella era peor que Sara en todos los aspectos. Al menos la rubia iba a poder arreglar todo el daño que le había hecho a Nicole y ese pensamiento la desgarraba

- (me refiero a todos) -  pensó – Si, principalmente me refiero a Sara

Después de esa conversación estresante, decidieron por su bien cambiar el tema y hablar de cosas menos trascendentales. De nuevo Camila volvió a su faceta des complicada y divertida que a Nicole le gustaba tanto. Parecían una pareja de recién casadas jugando con la mascota mientras llegaban sus propios hijos.  Estando así, esa ilusión no parecía muy lejana a lo que era en realidad.

El día termino. Camila llevo a casa a Nicole despidiéndose con un beso suave y tierno muy diferente a los que se habian dado en la ducha. Trato de prolongarlo tanto como pudo. No quería que se fuera, podía ser tan fácil como decirle que se volviera a quedar con ella esa noche y resto de las noches, pero ella ya había hecho su apuesta, en la que le esperaba un camino largo y doloroso por recorrer, y esos momentos eran los más fáciles de anhelar.


Esta página está teniendo complicaciones. Hay una lectora que me pregunto si tengo más relatos y la respuesta es no. Si estoy empezando otro, pero no lo voy a publicar hasta que no termine este. Por dos razones; la primera siempre me gusta terminar lo que empiezo antes de empezar algo nuevo y la segunda porque escribir es realmente difícil. Muchas veces uno se plantea dejarlo tirado y más cuando lees escritoras increíbles de fanfic como, Lj Maas (en general todas las historias de Xena la conquistadora son tremendas) sombra 1234 o Kitsune_alys.  Fantásticas y debo admitir que cuando me he quedado corta me he tenido que inspiran con sus historias, así que si notan algún parecido es pura coincidencia.