No te conocia capitulo 14

Confesiones a una Diosa

CAPITULO 14

Sara despertó ese domingo con una resaca insoportable. Desde la noche del viernes, intento desaparecer del planeta refundiéndose en los mejores clubs de ambiente que conocía, pero ni el trago, ni las mujeres, habian podido hacerla olvidar por los menos por un día el desastre en que se había convertido su vida. Se sumergía constantemente en el mismo pensamiento “¿Porque diablos, había apostado su felicidad con la persona que más amaba en la vida por nada? El concesionario ni siquiera era suyo y Antonio siempre fue más una carga que un apoyo” Ese pensamiento no la dejaba tranquila y ahora también le preocupaba que no solo estaba utilizando las pastillas como somnífero sino también el alcohol.

Valeria su amiga y sobre todo amante ocasional seguía dormida desnuda al otro lado de su cama. La mujer era desquiciantemente hermosa. Una deliciosa pelirroja (tinturada) de ojos verdes más profundos que los suyos, alta con un cuerpo como esculpido por los dioses por algo era modelo, profesión que fusionaba con la de fotograba. A pesar de que Valeria era completamente opuesta a Nicole, era la única capaz de llevarla a la cúspide orgásmica como lo hacía su ex, por eso Sara la adoraba con todo y lo mujeriega que era.

-          ¿Cómo sigues querida? – Pregunto su amante. El malestar que sentía le impidió seguir acostada, así que se puso una bata y se dirigió a la cocina, necesitaba urgentemente tomar un alkaseltser, para ver si así calmaba sus nauseas.

-          No muy bien – Sara tomo asiento frente al mesón, mientras que Valeria se puso tras ella para poder besar su hombro desnudo.

-          Ummm… ¿Y el malestar es por la resaca o por tu amorcito?

-          ¿De qué hablas? – Valeria se sentó frente a la rubia. Por lo general no se quedaba hablar con ninguna de sus amantes después del sexo. Pero Sara era diferente le importaba realmente lo que le pasaba, tal vez porque sentía empatía

-          Por favor Sarita, si no dejabas de decir su nombre en la cama y debo decir que escuchar eso no me hizo mucha gracia “ohh… ohh… si Nico” Como se te curre gritar el nombre de otra, que poco romántica eres

-          Maldita sea ¿En verdad grite su nombre? – Valeria asintió mientras cortaba una manzana – Joder. Pues sí, desde que la volví a tener cerca no puedo dejar de pensar en ella y eso en gran parte es la culpa de mi malestar. Fui una imbécil Creí que era fácil dejar de sentir amor, pero ahora que está cerca y no puedo ni tocarla me siento más enamorada que nunca

-          Pues deberías buscar la forma de alejarla de lo contrario ese sentimiento te va a terminar matando – La pelirroja Sabía muy bien de lo que hablaba. Ella tampoco se alejó en su momento y la indiferencia de su amor casi la mata

-          No la quiero alejar, todo lo contrario, la quiero de nuevo cerca de mi

No se lo podía reprochar. Valeria Sabía lo que se sentía perder por estupidez a la persona que se amaba con todo el corazón, pero su estilo de vida y su forma de ser no habían encajado con una típica relación de dos. Ahora su vida era totalmente distinta, había maduro y era mucho menos egoísta. Estaba abierta a otra oportunidad de una relación estable con un compromiso de fidelidad y lealtad para toda la vida. Sin embargo, a pesar del tiempo se seguía preguntado “dónde estaba, si finalmente consiguió olvidar y seguir adelante, Si tal vez estaba casada o si era feliz” porque ella definitivamente no lo era y esa sensación de estar completa que alguna vez sintió había desparecido junto con ella.

-          Sara, sabes perfectamente que no te va a perdonar. Aunque Nicole sea la persona más noble de este mundo, nunca lo olvidara – No quiso decírselo por no sonar tan cruda como generalmente era, pero lo que realmente pensaba es que solo un estúpido podía perdonar una traición así y la larguirucha esa no era ninguna estúpida.

-          Si lo hará, yo sé que aún está enamorada de mí. Está bien, la envié a prisión, pero ella tiene en parte la culpa de eso porque me mintió sobre su vida – Era lamentable como Sara seguía justificando su traición con su ignorancia

-          Tratar de hacer sentir culpa a Nicole no te redimirá de las tuyas - La pelirroja sabía muy bien que era mucho peor justificarse tratando de culpar a la otra persona. Con eso solo se lograba que la herida fuera más grande - ¿En verdad crees que eso es lo más grave?

-          ¿Acaso no lo es? – Sara estaba extrañada de la actitud de su amante. Siempre creyó que vivía su vida sin remordimientos, que nunca miraba atrás porque no tenía nada de que arrepentirse, pero parecía ser que en la realidad su mundo estaba lejos de ser así

-          No Sara, ya deberías reaccionar.  Te metiste con un imbécil que por lo que me cuentas te manipulo. La traicionaste, la vendiste, y por último simplemente intentaste pretender que había dejado de existir poniéndola en un cuarto oscuro y botando la llave ¿tu perdonarías algo así? – Espero unos segundos a que Sara respondiera, pero la rubia solo bajo la mirada con una profunda tristeza -  Claro que no, se sincera contigo misma y admite que haría falta ser un idiota – No pudo más, era imposible para alguien como Valeria seguir viendo a su “amante amiga” perderse en su mundo sin querer afrontar la realidad

Sara no pudo soportar la verdad, así que dejo sus lágrimas fluir libremente. Todas las personas que la querían se lo habían dicho, pero no de la forma fría en que Valeria lo había hecho. Ella estaba consciente de que esas habían sido sus acciones y que eran imperdonables, sin embargo, Nicole siempre había sido tan noble que aún le quedaba una pequeña esperanza de poderlo corregir. Una sola carta que podía cambiar el juego a su favor y esa era entregarle a su amor en bandeja de plata, la cabeza de Camila y Antonio los verdaderos causantes de su infortunio, pero aun así, eso no la iba a liberar fácilmente del sentimiento de culpa que la carcomía por dentro.

Valeria se acercó a consolarla, lamentaba haber sido tan dura, pero prefería ser sincera y verla llorar a mares ahora, que ver una tragedia protagonizada por su amiga en el futuro. Conocía a Nicole y a pesar de tener una apariencia noble, era una mujer con muchísima seguridad en sí misma. Sabía que cualquier nuevo intento de estar juntas iba a terminar muy mal, porque ninguna iba a poder superar su pasado. Lo único que les quedaba a ambas era tratar de perdonarse mutuamente y tomar caminos por separado o arrastrarse juntas hacia el mismo infierno

-          ¿Qué hago Valeria? Entre más me acerco más me aleja y algunas veces cuando baja su guardia y creo que podemos llegar a algo, su ira vuelve con mucha más fuerza – Empezó a llorar de nuevo, no había dejado de hacerlo desde que la vio en esa cama de hospital

-          Mira hermosa, si yo fuera tú me iría tan lejos como pudiera. Déjalo. El concesionario de tu papá no lo vale. Sal de ese aburrido mundo, busca aventura y otro comienzo. Si quieres… yo te llevo – ¿Que fue eso? Valeria nunca en la vida le había ofrecido a otra mujer diferente a su gran amor ir con ella alguna parte

-          No puedo. En verdad no puedo dejar atrás toda mi vida. He luchado tanto por mantener el concesionario, además Sergio sigue dependiendo en gran parte de mi – Solo eran escusas. Días antes de que Nicole volviese al concesionario ella ya tenía planeado afrontar la quiebra y largarse, pero ahora Niki era su única meta

-          Yo no estaría tan segura de eso. Tu hermano es un chico brillante y a pesar de su invalides, estoy segura de que se puede cuidar solo, si te soy sincera creo que puede hacerlo mucho mejor que tu – No mentía. Para ella, Sergio era un guerrero que demostraba una y otra vez que las limitaciones solo están en la cabeza

-          Eso es Cierto, tal vez sea yo la que tengo miedo de aprender a cuidarme sola. Pero igual la empresa sigue dependiendo de mí.

-          Bueno, pues si tu papá quiere tanto el concesionario que empiece hacerse cargo de él o que lo haga Nicole

-          Jajaja… ¿Nicole? Ella odia el exceso de responsabilidad siempre ha dicho que preferiría ser la del servicio que la presidenta de algo. Una vez tuve que dejarla a cargo por un mes y todos los días me llamaba lloriqueando por todo lo que tenía hacer, Almuerzos, juntas, clientes, cerrar tratos, negociaciones, análisis y demás. No definitivamente eso no es para ella

Recordaba cómo le habían causado gracia esos lloriqueos. Antes de eso siempre discutían por quien trabaja más en el concesionario y la ojiazul argumentaba que los dueños no tenían que trabajar, para eso era que contrataban a “esclavos” como ella. Esa fue la razón por la que decidió darle una lección y ponerla a cargo, aunque hubiese personal más calificado

-          ¿Entonces porque volvió? – Valeria se encamino, a tomar unos cuantos ingredientes para hacer el desayuno

-          Desde que la fui a ver al hospital me dejo muy en claro que lo único que busca es vengarse de mí. Así que probablemente pretende que su padre se quede con el concesionario, para venderlo después al peor postor. Ella es muy consiente que esa es la peor de mis pesadillas – Sara se había quedado hipnotizada por unos instantes apreciando a la habilidad que tenía la hermosa pelirroja para cocinar. A ella casi siempre se le rompía la yema de los huevos, Mientras que a Valeria le quedaban íntegros aun rompiéndolos con una mano.

-          Por Dios cariño, deberías correr tan rápido como puedas, no has escuchado ese refrán “Señor cuídame de las aguas mansas, que de las oscuras y turbulentas me cuido yo"

-          Si, pero… - Ambas escucharon el tono del móvil de Sara resonar una y otra vez, pero la rubia no tenía la más mínima intención de contestar

-          ¿Porque no contestas? de pronto es Sergio – Valeria puso el desayuno, frente a la rubia; huevos fritos con tocino, juego de naranja, te con leche y tostadas acompañadas con mermelada y mantequilla

-          No, él está de gira con los muchachos de la selección y tienen horarios estrictos. Además, ese no es el tono de su número, ese es el tono del de Antonio. Desde ayer no ha dejado de llamar como loco, ya le contesté una vez y le dije que me dejara en paz, parece que no capto el mensaje – Sara no se había dado cuenta del hambre que tenía hasta que probo el delicioso desayuno que le había preparado la pelirroja. Si no fuera porque su reputación de libertina la precedía seria la novia perfecta

-          ¿Y si viene para acá? Yo no quiero tener problemas con esa mole, sabes muy bien lo mal que me cae. Aunque en el fondo me gustaría ver la cara de idiota que pone si llegara a enterarse que le colocas los cuernos con la mujer más magnifica de este lado del planeta

-          Que creído te lo tienes. No te preocupes dudo mucho que venga. El cree que vendí este apartamento cuando empezamos hacer novios formalmente y por si las moscas, cambie las cerraduras – Se tomo unos segundos para meditar -  pero pensándolo bien, creo que en verdad debería venderlo

-          ¿Y Porque lo crees? Te toca la loza – Sara hizo un gesto de molestia mientras recogía los platos del mesón para lavarlos. Recordando como siempre trataba de escapar de Nicole para no hacerlo, pero con Valeria actuaba diferente, creía que si la retaba esta no la iba a perseguir por todo el apartamento como lo hacía la ojiazul, simplemente le arrancaría la cabeza. Es que la mujer tenía un don de mando que ni Mussolini

-          ¿Te acuerdas lo que te conté del día de mi cumpleaños? ¿Cuándo me encontré a Nicole en el Bronce?  Pues lo que no te conté es que ese día la traje aquí y por eso fue por lo que se enojó tanto.

-          Explícamelo todo desde el principio porque no te estoy entendiendo nada – Valeria tomo la cafetera. Sirvió el café recién preparado en dos tazas invitando a Sara con una señal a sentarse frente a ella

-          No tienes idea de la vergüenza y tristeza que me da ahora esta historia.  Veras, Cuando yo comencé a salir con Antonio era muy complicado poder vernos y… intimar. Yo vivía con Nicole y trabajamos en el mismo lugar y no te imaginas lo difícil que era poder escapar de ella, no es tonta y desde un principio sospecho. Por otro lado, Antonio vivía en la casa de un primo suyo que también trabaja en el concesionario, así que no teníamos un lugar fijo y privado donde reunirnos, y como a mí me parecía muy burdo tomar un cuarto de hotel para una noche y ni pensar en una residencia decidí comprar este apartamento. Aquí era el escondite perfecto de Antonio y mío para hacer lo que quisiéramos, hasta el día que Nicole nos siguió.

Sara guardo silencio un instante recordando lo que sucedió ese día. Había tratado de esconder en lo más profundo de su memoria ese suceso y hoy sentía que la estaba demoliendo

-          Nicole empezó a timbrar y como Antonio y yo estamos haciendo el amor decidimos no prestarle atención, hasta que ya empezó a golpear la puerta con todas sus fuerzas. Antonio se puso furioso y decidió ir a ver quién era, solo con el pantalón puesto. Cuando abrió lo único que sintió fue la fuertísima patada que le dio Nicole en la entre pierna tirándolo al suelo del dolor y lo remato con una patada en medio de las costillas que lo dejo inconsciente

-          Parece que sabe dónde golpear – Dijo Valeria asombrada

-          Claro que sabe. Si su papá fue un militar de altísimo rango, que obligo a todos sus hijos a aprender diferentes métodos de autodefensa en caso de “Guerra”. A Nicole le encantan y seguramente los sigue practicando

-          Pues que suerte tuve – Dijo Valeria, recordando como estuvo a punto de ver la peor versión de Nicole por estar coqueteando descaradamente con su novia o sea Sara

-          Jajaja… Si que la tuviste -  tomo un sorbo de su café -  Bueno, pues después de eso se dirigió al cuarto donde yo me estaba vistiendo. Discutimos por varios minutos hasta que ella me llamo “perra” lo que me hizo enfurecer tanto que termine diciéndole cosas que en verdad no sentía pero que sabía le iban a doler, como “que se había convertido en un estorbo” “que ya no la necesitaba en mi vida porque había encontrado a un verdadero hombre que si suplía mis necesidades” “que él en todos los sentidos era mejor que ella, “que me dejara en paz y se largara para siempre de mi vida porque estaba completamente enamorada de Antonio” - Suspiro-  Recuerdo que Nicole no volvió a pronunciar palabra, solo lloraba intensamente, se dio la vuelta y se fue, pero no solo de este apartamento también del que compartíamos. Días después cuando nos volvimos a ver en la oficina solo me dijo que iba a organizar todo en sistemas y que en unos días me entregaría su renuncia

Sara volvió a callar recordando lo mal que se le veía ese día a Nicole. Tenía ojeras profundas y estaba más delgada, se notaba a kilómetros que no estaba durmiendo, ni comiendo. Esa apariencia jovial y alegre que la caracterizaba había desaparecido de un brochazo y todo el mundo lo notaba. Incluso Julieta que estaba en ese momento en su oficina se lo había reprochado, diciéndole que esperaba que quien fuera esa persona valiera la pena porque personas como Nicole pocas. Y sin embargo fue tan estúpida. No le hizo caso a todos los que la apreciaban realmente, ella quería seguir creyendo que su princesa la estaba arruinando.

-          Por Dios Santo Sara, tienes suerte de seguir con vida yo te habría cortado en pedacitos – Ni siquiera ella siendo tan egoísta hubiera tratado a alguien así y mucho menos a la persona que alguna vez amo

-          Eso no fue lo peor. A la semana siguiente Antonio llego con un informe que había hecho su primo, en el que supuestamente se demostraba que Niko tenía fondos millonarios producto del desfalco a las cuentas principales del concesionario y yo estúpidamente me agarre de ese dichoso informe para denunciarla. Solo pensaba en vengarme y humillarla así que hice que la policía la detuviera delante de todo el mundo

-          ¿Y nunca se te cruzo por la mente que esos dos se estuvieran confabulando contra Nicole? Siendo primos no sería raro

-          En ese momento estaba muy triste, enojada, preocupada, pero sobre todo asustada por Ella. No sé cómo explicarlo, pero saber que Niko se podía enfrentar a siete años de cárcel me asustaba, pero otra parte de mi lo deseaba profundamente. Así que no pensaba con claridad hasta ahora

-          ( Muy tarde) – Pensó, pero cambio de tema antes de que la verdad se le saliera e hiciera llorar nuevamente a su amiga - ¿Bueno y Antonio? ¿porque no les has terminado si sabes que te engaña con Camila, es que se llama? – Para Valeria Camila era el nombre más hermoso del mundo, le había sorprendido cuando Sara lo pronuncio la primera vez, siempre le pasaba cuando oía el nombre de su ex

-          Bueno porque quiero cogerlo con las manos en la masa o más bien en la moza para terminar con él sin dramas ni reclamaciones – Sara se levantó para lavar los pocillos de café antes de que la pelirroja se lo advirtiera

-          Ja… Que optimista

-          ¿crees que no los voy a agarrar?

-          No, lo digo por lo de sin dramas. En las rupturas siempre hay dramas y en este caso en particular estoy segura, que va a ser épica

-          Gracias por los buenos deseos – Reclamo la rubia mientras terminaba de lavar los trastes

Antonio no lograba entender que era lo que les pasa a sus mujeres. Desde la llegada de esa miserable de Nicole, su vida casi perfecta se estaba desplomando. Tenía a dos mujeres hermosas que botaban la baba por él y estaba a punto de no tener que volver a trabajar con el dinero que había robado del concesionario junto a Camila y el estúpido de su primo, al cual tenía pensado denunciar como el cómplice de la anormal esa para no tener que compartir su fortuna, pero la muy hija de puta se cruzó de nuevo en su camino. Ya estaba acariciando su viaje a las Bermudas junto a su morena cuando su adorado dinero desapareció por culpa de esa Zorra.

Desde que la conoció siempre fue una piedra en el zapato. En el concesionario la adoraban hasta el punto de que la mayoría no creía que fuera responsable de la estafa y por eso lo veían a él con muy malos ojos, las chicas hermosas solo hablaban maravillas de ella y gracias a la muy imbécil él tenía solo un testículo. Pero lo peor es que cuando creyó haberla destruido volvió como un zombi de entre la tumba con diez veces más poder, tanto que ahora ni su amada Camila, ni la tonta de Sara respondían sus llamadas, se imaginaba que por estar de tras de ella. Así que se dirigió al apartamento de la primera ya que Sara no aparecía por ningún lado.

-          ¿Porque no contestas mis llamadas? – Ni siquiera saludo, solo entro como Pedro por su casa

-          ( porque estaba soñando con Niki entre mis piernas, hasta que una bacteria inútil me despertó ) – pensó la morena observando a Antonio – Lo siento Antonio ayer no pude dormir muy bien y me acabo de despertar.

-          Y no pudiste dormir bien, porque estabas con esa. No me mientas Camila, porque ayer vine hasta acá y el vigilante me lo confirmo – Estaba furioso como se atrevía esa desviada a entrar en su territorio

Camila no tenía pensado mentirle a Antonio sobre su salida con Nicole. Si desde un principio le había dejado las cosas muy claro a ese papanatas, pero sabía que al sujeto le costaba mucho entender razones, así que era mejor llevarlo por las buenas hasta que se pudiera deshacer de él. Lo que siempre le había preocupado de haber escogido a Antonio para ejecutar su plan, era el poco autocontrol que poseía y era aún más peligroso cuando estaba celoso, simplemente no pensaba antes de actuar. Sino lo manejaba correctamente, en cualquier momento podía destapar todo delante de cualquier persona.

-          Si salimos, pero no pasó nada. Te lo prometí Antonio solo la voy a seducir, pero no me voy a acostar con ella, tu sabes que no me gustan las mujeres – Mentía le encantaban, pero él nunca se había dado cuenta de sus aventuras - Y aunque me gustaran, jamás podría traicionarte porque te amo demasiado- ( Que más da, hay que decirle lo que quiere oír) - pensaba .

-          Yo se eso amor, pero es que últimamente eres tan cortante conmigo. Ya ni siquiera compartimos el poco tiempo, como cuando empecé a ser el novio formal de Sara e incluso ella parece querer alejarse todo el tiempo de mi – se sentía como el niño de guardería que nadie quiere porque siempre tiene mocos en su cara y en sus manos

-          Tienes razón, pero hoy te voy a recompensar – Ni modos después de un día estupendo como el de ayer, hoy tenía que sacrificarse afortunadamente solo eran 5 minutos cada hora y máximo eran tres horas, una tortura de 15 minutos, Aunque, todos los hombres egoístas como Antonio siempre se jactaban de sus tres horas, que ilusos no tenían ni idea que era prologar el placer.


Hola.

Parece que cuando se llega al nudo de una historia, también empieza a escasear la imaginación, por eso voy a tratar de ahora en delante de subir cada capítulo cada 15 días.

Gracias a todos por leer y en especial a los que dejan comentarios. Son necesarios para la motivación.