No te cierres al amor 5 Los ángeles de Beau

Beau sigue adelante con su plan de pedir ayuda a Linda y también piensa reclutar a Ariel. Mientras Eric se va a vivir un tiempo con James, un viejo amigo, lejos de Nueva York. Un día decide empezar a olvidar a Peter y mientras su amigo le dice que vaya a declararse, Eric le besa y...

Hola a todos. Me ha costado mucho pero por fin teneís aquí un nuevo capítulo. Me ha costado hilarlo para encontrar el momento de meter una escena húmeda, pero esta vez me la he currado bastante. Os pido que leais el relato hasta el final, dado que me ha llevado mucho tiempo de escribir y corregir. No solo la parte del sexo sino el resto de la historia. Gracias.

Soy consciente de que tengo algunos fallos de continuidad, que  he intentado ir corrigiendo. Como por ejemplo, que Eric y Peter se ven en el apartamento del primero. El primer capítulo no fue revisado. con el resto he intentado ser más coherente. Como no veo una opción para editar relatos, debo corregir sobre la marcha estas cosas aunque provoque incoherencias. Si quiero corregir esto debería borrar el relato y subirlo, o resubirlo y es algo que  no me apetece. Si hay esa opción (gratis) os pido que me digaís donde para poder corregir esos pequeños fallos. Y ahora me dejo de tonterías y os dejo con la historia, disfrutad de unas pajillas con la parte sexual de la historia, como he hecho yo.

Episodio 5. Los ángeles de Beau.

Beau tenía una gran cantidad de dinero en el banco, proveniente de la venta de los derechos de la historia que creó junto a su ex prometida. Acababa de volver a Nueva York y no sabía qué hacer con tanto dinero. Tampoco era una barbaridad. Kimi seguiría ganando con los beneficios. Pero Beau no ganaría más. De momento se quedaría en la casita de Villa Wolfman, aunque el Señor Wolfman le dijo que no hacía falta que se fuera, que incluso podría ponerla a su nombre,  Beau quería mudarse al centro.

Estaba decidido a abrir un negocio. Quizás una cafetería. Al ser el creador de una franquicia que dejó durante casi 10 años en vilo a un país entero como Japón y que luego traspasara fronteras, seguro que cientos de miles de fans estarían dispuestos a ir a tomar café al americano que consiguió dibujar para una gran revista japonesa.

Después de aquel día con Susan,  necesitaba ayuda. Estuvo quedando a menudo con Eric durante varios días para asegurarse de que no tenía ocasión de ver a Susan. Poco a poco recuperaron su viejo ritmo de maratones de películas, videojuegos y salir de fiesta. Beau le contó cómo era ser uno de los pocos escritores de manga no japoneses. Al principio pensaba que no le aceptarían, pero después del éxito que tuvo, hasta los escritores más veteranos querían su consejo. A cambio esos mismos  escritores colaboraron con él y con Kimi, lo cual contribuyó al éxito de su historia.

Al cabo de una semana, una mañana llamó a Linda para quedar a comer. Le dijo que necesitaba su ayuda en un tema muy delicado pero que no podía decirle nada por teléfono. Linda tenía alma de reportera y de detective, y aceptó la oferta, solamente por curiosidad; por saber que se traía Beau entre manos y para ver el nuevo aspecto que tenía. Eric le había contado que ahora era muy fuerte y estaba más guapo.

Cuando Beau salió del ascensor Linda estaba al teléfono. Su mesa estaba junto a las puertas de los despachos de Eric y Ariel. En realidad en el pasado había sido un solo despacho, pero cuando Eric y Ariel tomaron el mando, decidieron que cada uno debía de tener un despacho propio y se reunirían en el despacho de Eric.

Mientras esperaba llegó Ariel. Era una chica de pelo castaño, largo, con trenzas. Aunque vistiera con traje, Beau sabía que en realidad no era para nada así. Ese tipo de ropa no le pegaba para nada. “El trabajo es el trabajo” pensó Beau

Beau: Ariel. Cuanto tiempo

Ariel: Beau.- entonces se puso colorada. Ella había estado enamorada de él cuando ella tenía 15 años.- Cuánto tiempo. Mi hermano me dijo que habías vuelto. Hay que ver qué guapo estas.

Beau: Bueno si. Es lo que tiene la fama. Uno tiene que cuidarse.

Ariel: Es una pena que lo tuyo con Kimi  no funcionase.

Beau: Gracias. Verás, he venido para comer con Linda. Necesito su ayuda. Aunque ahora que lo pienso puede que os necesite a las dos.

Ariel: ¿De  qué se trata?

Beau: Es sobre tu hermano. Y sobre Peter.

Ariel: Ya me contó lo que estuvo a punto de pasar.

Beau: Si, tenía razón. Ya se lo dije pero es otra cosa. Es un tema un poco delicado.

Ariel: Bueno yo iba a comer en ese japonés nuevo del centro. Podemos vernos allí en una hora.

Beau: de acuerdo.

En ese momento Linda colgó el teléfono. Se levantó y le abrazó

Linda: Delgadín, que alegría verte.

Beau: Yo también.

Ariel: Bueno, supongo que os veré luego.

Linda: ¿Se viene con nosotros?

Beau: Si, os necesito a las dos.

Linda: ¿De qué se trata?

Beau: Es un tema muy delicado. Se trata de Eric y Peter. Creo que podríamos juntarlos, pero existe una persona que podría amenazarlo todo. No puedo contaros nada aquí. Es algo muy delicado.

Ariel: Si pretendes unirles, creo que va a ser muy difícil. Eric no quiere intentar nada. Tiene miedo a que Peter le rechace.

Beau: Pero seguro que Peter también siente algo. Se estuvo acostando con tu hermano durante meses, ¿no?.

Linda: ¿Te lo dijo él?.

Beau: Bueno, Eric me contó parte de la historia. Y mi padre decía que Peter iba mucho a verle. Es cuestión de atar cabos.

Linda: La historia es más compleja. Eric quería que Peter trabajase en la empresa de forma fija. Pero Peter no quiere que su amigo le… bueno, digámoslo… enchufe. Le preocupa lo que diría la gente.

Ariel: Y tiene parte de razón. Pero Peter siempre ha hecho un buen trabajo. El director del almacén fue quien quería que se quedara. Era uno de los mejores optimizando espacio y recursos.

Linda. Yo creo que el error lo cometió Eric. Le propuso que se quedara. Tendría que haber sido John quien se lo hubiera dicho. Así Peter no hubiera creído que era un enchufe.

Beau: Si la propuesta de un puesto fijo venía de su jefe, no debería considerarse tráfico e influencias.

Ariel: Yo pienso que Eric no hizo nada malo. Peter se ganó ese puesto con su sudor. John, el director del almacén fue quién nos pidió meterlo en nómina.

Beau: Creo que nos estamos desviando del tema.-Ariel y Linda asintieron.- La cosa es que quiero ir a Barcelona a hablar con Peter. Quiero saber qué es lo que siente por  Eric. Tengo un plan, pero hay una pequeña amenaza. Pero no puedo contaros nada aquí.- dijo Beau muy misterioso.

Linda: Pues lo hablamos en el restaurante. Voy a llamar para reservar. Tratándose de la CEO  de  Woflman Labs, conseguiremos mesa seguro. Y más si decimos que tu también vas.

Beau: Pues os veo luego. Pero necesito un favor. Dejad los móviles en el coche o en la oficina. O coger alguno analógico. O un busca. O no llevéis móvil.

Ariel: Estas muy raro. Me estás empezando a preocupar.

Beau: Lo entenderás todo, Ariel. Si ella busca lo que creo, puede llegar a afectaros a ambas.

Y sin más se marchó. Linda y Ariel se quedaron mirando.

Linda: ¿Quién es ella?


Eric estaba observando el amanecer. Se puso a pensar en lo que había cambiado su vida en los últimos meses. El invierno anterior era un importante presidente de una importante empresa millonaria, filántropo, abiertamente homosexual, que tenía varias ONGs por el mundo y una fundación que ayudaba a los más necesitados.

Estaba soltero y de vez en cuando invitaba a algún chico  a dormir con él y al algo más, esa vida no le llenaba. En el pasado se lo había pasado muy bien, y tras su ruptura hacía unos años con Don, empezó a buscar el amor de nuevo, pero parecía esquivarle.

Al principio iba a irse a Montauk, pero luego decidió irse a un pueblecito costero cerca de New Haven. Llevaba ya una semana días en ese lugar, y había pasado un mes desde la marcha de Peter.

En ese lugar había veraneado muchos años con su familia, y también había ido con su pandilla. Peter, Susan, Linda, Ariel y Beau. El hijo de la alcaldesa, James, había sido muy amigo del grupo cuando iba allí. Ahora se encargaba del archivo municipal. Eric se puso en contacto con él la noche en que se iba a ir a Montauk. En él último momento decidió irse a Coastville.

James y Eric aún seguían en contacto. Y a veces iba a Nueva York fines de semana para unirse al grupo.

James no tendría problemas en acoger a su amigo unos días en sus casa, ya que Eric siempre le ofrecía la habitación de invitados. El verano pasado, una noche que acabaron desnudos bañándose en la playa, Eric y James querían pasar una noche juntos. Hacía mucho que no estaban con nadie y deseaban una noche pasional de sexo salvaje sin compromiso, pero por desgracia no hubo oportunidad. Luego con el tiempo decidieron que era lo mejor.

Eric le contó a su amigo todo lo ocurrido y James le dijo que se quedara todo el tiempo que quisiera. Incluso si necesitaba un trabajo, el se lo conseguiría. Hacía un par de años, Eric había hecho una generosa donación al ayuntamiento para ayudar a reparar los daños de un temporal.

Eric se puso a trabajar en una cafetería, que casualmente también era propiedad de James. Eric se había teñido el pelo de rubio a moreno para que nadie del pueblo le reconociera. Le gustaba la vida que llevaba en aquel sitio, tranquilo, donde apenas pasaba nada. En su trabajo de CEO cada día se enfrentaba a cientos de crisis, reuniones y a veces estaba varios días en la oficina sin pasar por su casa. Por suerte tenía un pequeño dormitorio con baño en la última planta del edificio.

Un día, en las noticias salió algo relacionado con  un incendio en un almacén en Barcelona. A Eric le dio un vuelco al corazón. Estaba trabajando. Cuando lo oyó se le cayó la bandeja al suelo y todos lo miraron. Sin preocuparse por recoger el destrozo cogió el mando de la tele y subió el volumen. Estuvo 5 minutos sin pestañear viendo la noticia y por suerte no había sido en la empresa de Peter.

“Esto  no puede continuar así”-pensó Eric –“necesito pasar página”. Entonces se agachó a recoger el destrozo. Fue entonces cuando otra persona se agachó a ayudarle. Era James.

James: Eric…

Eric: Oye, lo siento. Repondré lo que he roto, no me importa.

James: No pasa nada. Te entiendo- dijo y sus manos se rozaron.

Eric: Es que es muy duro estar todo el día pensando en ello.

James: Peter es un tío estupendo. Pero creo que no debería haber huido. O tu deberías haberle dicho algo.

Eric: No quería que me rechazase.

James: Pero él no ya lo tenías. ¿y si hubiera dicho sí?

Eric: No lo creo. Lo nuestro era solo sexo.

James: No digas esas cosas.- dijo dejando la bandeja sobre la barra.- os comías y la boca a besos. Tu mismo me lo has contado con todo lujo de detalles. Solo te ha faltado mostrarme un vídeo.

Eric: Tengo varios.

James: No me refiero a eso. Deberías haber luchado por él. Haberle dicho tus sentimientos. Si después de tanto tiempo seguías follando algo había. Seguro que el siente lo mismo. Y por eso se fue, porque tenía miedo de que tu pensaras que lo vuestro era solo sexo. Y tenía miedo de perderte. Y tenia miedo de que le volvieran a romper el corazón.

Eric: Mira, mejor lo hablamos esta noche. Ahora tengo trabajo.

James: Como quieras- y le guiñó un ojo. Después se fue.

Al cabo de unas horas, Eric volvió al apartamento que compartía con James, el cuál le estaba esperando con la cena en la mesa.

Eric: Vaya. Menudo despliegue.

James: Quería disculparme por lo que te dije.

Eric se sentó en el sofá.

Eric: No tienes porque. He estado pensando y creo que esto ya no tiene solución. Debo pasar página.

James: Eric, estoy seguro de que Peter te quiere.

Eric: Solo has oído mi versión. No conoces los sentimientos de Eric.- Entonces James se sentó en el sofá, muy cerca de Eric.

James: Conozco a Peter hace muchos años. No tantos como tú. Le he visto enamorarse muchas veces. Tu y yo fuimos de los pocos que vieron venir lo de Brandom pero no fuimos capaces de decir nada, porque no queríamos que se enfadara. Cuando cortaron, me llamó para contármelo, pero yo ese día estaba muy ocupado y no pude cogerle el teléfono.

Eric: Entonces por eso vino a mi casa.

James: En realidad estaba en tu portal. Quería hablar con los dos. Pero yo no estuve disponible, no fui un buen amigo. Tu fuiste un buen amigo. Le regalaste tus calzoncillos favoritos.

Eric: bueno, yo… un momento.-James se mordió el labio y apartó la mirada- lo sabías.

James: El día que os despedisteis vino a verme y me lo contó.

Eric: Pero si se iba esa misma noche. No le dio tiempo.

James: Bueno en realidad se iba a la mañana siguiente. No quería que se volviese a repetir.  Conozco las dos versiones. No me dijo nada y aún así me dijo todo. Debes ir a verle.

Eric: Lo que yo quiero es olvidarme de él. – y se lanzó a besar a James.

Al principio resultó raro, pero enseguida James le abrazó con una mano en su nuca y otra en su espalda. Eric tenía ambas manos en su espalda. A los pocos momentos Eric notaba como se iba excitando y James sentía que lo que estaba haciendo estaba mal. Pero, también lo deseaba hacía tiempo. Entonces se separaron y se quitaron las camisas. Eric le volvió a besar y fue bajando poco a poco.  Primero por el cuello, y por el pecho, masajeando con su lengua los pezones. James tenía un poco de vello en el pecho, a diferencia de Peter. Mientras iba bajando James el masajeaba el cuello con las manos. Eric llegó al pantalón y le desabrochó el botón y le  bajó la cremallera, dejando a la vista un bóxer naranja totalmente abultado.  Fue besando la verga de su amigo poco a poco hasta que la punta de su nabo sobresalió. Entonces James tomó el control, se termino de quitar los pantalones y se echó sobre Eric, el cual llevaba un pantalón de chándal, que James bajó de golpe. Eric llevaba un calzoncillo tipo slip que ya  dejaba ver una polla asomando por un lado. James besó la punta y volvió a ponerse de pie.

Entonces así en calzoncillos, se levantó y cogió a Eric de la mano y le llevó al dormitorio. Donde le empujó contra la cama. Eric cayó de espaldas y se quitó los gayumbos que cayeron al suelo mientras que con las manos le bajó los suyos a James. Cuando eran jóvenes siempre había tenido envidia del pronto desarrollo de James, dado que salieron pelos muy pronto y Eric había permanecido sin pelos hasta los 16, pero con el tiempo acabó superando esos miedos y en tamaño de verga. Eric se puso de rodillas y  empezó a chupar la polla de su amigo, y poco después fue subiendo hasta llegar a la boca, donde le besó un beso con mucha lengua.

James: déjame a mí- susurró en un momento de respiro. Y acudió al cajón, de donde sacó un condón y un bote de lubricante. Eric, que estaba como una moto se lo quitó de las manos y lo abrió, y cuando se dirigió a ponérselo a James, este le retiró las manos- Es para ti.

Eric no se lo podía creer. Se puso el condón muy nervioso y mientras James se tumbaba y se lubricaba el ano, se puso de rodillas delante de su amigo. Este subió las piernas, hasta apoyarlas en los hombros de Eric, el cual pudo meter su verga, con más facilidad de la que pensaba. Y así estuvieron gimiendo y gritando y dándose placer, hasta que Eric no pudo más y estalló, mientras se corría empezó a gritar el nombre de James. Al principio parecía dudar pero luego lo repitió hasta 10 veces.

Cuando su verga empezó a deshincharse, Eric la sacó del culo de  James y después de ir a tirar el condón empezó a manosear el pene de su amigo que estaba jadeando. Este había perdido un poco de fuelle pero no tardó en explotar.

James: Guau. No me esperaba esto. Creo que nuestro sueño ya está cumplido. Y me parece que te he debido impresionar bastante.

Eric: Al principio pensaba en Peter pero luego me he dicho a mi mismo que era mejor olvidarme de él y me relaje.- dijo dirigendose al baño. James le oyó mear desde la cama.

James: O sea que me has usado para olvidar a tu gran amor.

Eric: Bueno, al principio era lo que quería, pero luego me he relajado y dejado llevar. La verdad es que no lo haces mal.

James: No será por la práctica. Pero bueno, si quieres olvidarle, este es un primer paso.

Eric salió de la habitación. Y James entró para mear.

James: Mañana podemos irnos a la ciudad a un local que conozco, seguro que puedo presentarte a más de un chico.- dijo desde el baño mientras Eric se ponía los calzoncillos.

Eric: Igual podríamos salir tu y yo en plan cita.

A James le sorprendió un montó.

James: ¿Me estás pidiendo una cita?

Eric: Es evidente. Quiero superar esto. No prometo que no vuelva a caer en querer a Peter, pero de momento quiero olvidarle

James: Vale, podemos salir juntos. Pero si no funciona, si algún día vuelves a desear a Peter irás a buscarle y a declararte.

Eric: Trato echo.- y se fue por la puerta.

James:  ¿No te quedas a dormir conmigo?

Eric: Aún no hemos tenido nuestra primera cita.

James: Esto es de tercera cita. Quédate aquí a dormir, anda. Mañana te acompaño a correr por la mañana y nos bañamos juntos en el mar. Y así tendrás esa primera cita.

Eric cogió carrerilla y se lanzó a la cama. Así, abrazados se quedaron dormidos.

CONTINUARÁ...