No soy tan puta, sólo soy caliente (17)

Sigue mi aventura con los profesores en mi intento de ser promotora del hotel en que trabajaba y esta vez me lucen como su puta en un evento...

Durante toda la semana estuve nerviosa esperando el sábado, después de haberme dejado coger por dos de los líderes del sindicato, para ese día me podía esperar algo peor……o mejor.

El día anterior fui a la estética, me pinté unos rayitos en el cabello ya que la verdad quería verme muy guapa para ver si de esa forma lograba garantizar para el hotel los contratos de eventos del sindicato de maestros. A lo mejor está mal que lo diga pero mi nueva imagen me había traído muy buenos resultados durante ese día lo cual me dio tranquilidad para mi cita del sábado siguiente.

Me levanté muy temprano para arreglarme, aunque recordé que ellos me iban a dar mi uniforme, por lo que sólo me puse una playerita rosa de manga corta y una falda de mezclilla. Recordé que les había llamado mucho la atención el vestidito que me había puesto y recordando lo que había pasado el día que los visité y que estuvimos en la universidad, me imaginé que el uniforme que me daría sería una minifalda super cortita, así que me puse una tanguita blanca que de los costados sube un poco más arriba de la cadera, casi hasta la cintura quedando en forma de triángulo como si fuera bikini (la mayoría de las que uso sólo llegan a mi cadera por los costados), de atrás es un hilo delgado que se mete por completo entre mis nalgas a excepción de un triangulito que es donde se une con los hilos de los costados; me puse un sujetador de media copa sin encaje pensando que me dieran una blusa que fuera muy pegada, lo malo era que mis pezones se me marcaban mucho. Como era un encuentro informal no me puse medias, sólo tomé unos tacones blancos y me esperé a que pasaran a recogerme.

A las diez en punto pasó por mi un joven de unos 30 años, se veía que era de origen humilde y traía una camioneta con las siglas de la universidad. Me costó un poco de trabajo subirme a la camioneta, por lo que la minifalda se me subió hasta casi mostrar mi tanguita, me la acomodé de inmediato y nos dirigimos al auditorio. Para bajarme de la camioneta fue la misma situación, pero ahora no me importó nada y dejé que la minifalda se me subiera hasta casi la cintura, enseñándole mi rajita cubierta por el delicado encaje de mi tanguita.

En el auditorio había mucha gente, no se cuantos equipos serían pero estaban muchos señores que intuí eran maestros y algunos se hacían acompañar de sus familias. En cuanto me vio, se acercó el profesor con el que no había cogido la semana pasada cuanto los había visitado, traía una mochila en la mano y al estar frente a mi me abrazó por la cintura dándome un beso en la boca, aunque como no lo esperaba no abrí mis labios.

"…te ves exquisita…..y ya me dijeron lo caliente que eres…..ven para que te cambies, ya casi empiezan las finales y debes estar lista……."

Me tomó del brazo y nos dirigimos a los baños, me entregó la mochila y me esperó afuera. Me metí de prisa para cambiarme (Sergio me había puesto nerviosa), el traje no era la minifalda que había imaginado, era un pantalón color azul cielo y un top blanco, las dos me quedaban super pegados, pero fue hasta que me vi en el espejo que me di cuenta de cómo me veía. En cuanto salí del privado unas señoras que estaban en el baño se me quedaron viendo con cara de asombro, su mirada era de sorpresa y molestia por como me veía y al verme en el espejo las comprendí. El pantalón se me adhería como una segunda piel, delineaba mi cintura y mi cadera como nunca lo había visto con otra prenda, se me metía por completo entre mis nalgas haciendo notar mi tanguita completamente por el frente, incluso el encaje también se veía claramente, lo malo era que el corte del pantalón era a la cadera y se alcanzaba a notar los hilos de mi tanguita por los costados y un poco por detrás.

El top era de manga corta, también me quedaba exageradamente ajustado pareciera como si me lo hubieran pintado encima de mi cuerpo, la redondez de mis tetas se marcaba de una manera exagerada haciendo que lucieran más grandes aún de lo que ya son, mis pezones parecían que iban a salirse rompiendo la blusa y se me marcaban por completo, incluso la aureola que los rodea se notaba a distancia. Me alarmé un poco por la forma en que me veía pero también me excitó el pensar que los hombres me devorarían con su mirada en cuanto me vieran vestida así.

Salí del baño mostrándome un poco tímida, Sergio me estaba esperando y en cuanto me vio su mirada la clavó en mis tetas, o mejor dicho, en mis pezones que eran muy notorios y no sólo por lo rígidos que se me habían puesto, sino por la forma en que se me transparentaban. Se dirigió hacia mí indicándome que me diera una vuelta, muy obediente me la di para dejarlo disfrutar un poco y en cuanto me tuvo al alcance me abrazó por la cintura y puso sus manos sobre mis nalgas

"..te ves riquísima……que tetas tan exquisitas tienes……..y ve nada más que nalgotas……no te quitaste la tanguita, verdad?........se ve que te encanta lucirte…..luces espectacular….le vas a encantar al delegado…"

Me llevó abrazada por la cintura hasta el centro del estadio, ahí estaban varios señores platicando en espera de iniciar la clausura de su torneo, en cuanto me vieron su mirada recorrió mi cuerpo de arriba abajo, yo caminaba muy derechita mostrando mi cuerpo como nunca antes (al menos como nunca hasta ese momento, ya que lo que iba a pasar por la noche sería peor) pero tenía mis brazos cruzados tapando mis tetas. Cuando llegamos con ellos me presentaron al delegado (que al parecer era su jefe y se llamaba Pedro), sus ojos los sentí pegados sobre mi

"…vaya!...así que ella es la "madrina" que consiguieron para el evento…..fiiiiuuuuu!!!!!.... se quedaron cortos con lo que me dijeron, eh!......pero a ver primor, abre tus brazos para verte completa………"

Pedro tendría unos 40 años, estaba un poco pasado de peso, tenía el cabello canoso y bigote espeso, vestía de jeans, botas vaqueras y camisa abierta casi hasta su gran estómago, cuando me acerqué a él, me impresionó que tan temprano oliera a alcohol. Yo me sentía excitadísima, siempre me ha gustado provocar a los hombres vistiendo atrevida, pero en esta ocasión la ropa que traía me hacía ver como nunca lo había siquiera pensado, esto era demasiado y además estaba rodeada de hombres, me sentía como una puta que hubieran contratado para deleitarse, vestida así me sentía como si mi único fin fuera prestarme a los antojos de los hombres y satisfacerlos entregándome a ellos, sentía que mi desnudo y predestinado a calentar a los hombres. Por un momento me sentí mal conmigo misma, pero todo esto me estaba gustando, aunque no sabía si podría controlarlo.

En cuanto bajé los brazos y mostré mis tetas que se trasparentaban a través del delgado top, escuché algunos silbidos de los señores que estaban a mi alrededor y comentarios

"..no mames!…..ve eso!!....que tetotas….y checa los pezones, parece que no trae nada….hija de la chingada!.......y se ve que le encanta que la vean…..es una puta!....esta buenísima……ve nomás la tanguita que trae….se le marca toda……..esta hija de la chingada es una puta que viene a calentarnos…."

Me quedé callada y sin moverme, no podía hacer nada, estaba a su merced y eso me excitaba, me ponía a mil ver lo que había provocado en ellos.

Sergio le dijo algo en secreto al delegado y él sólo sonrió con malicia volteándome a ver. El delegado puso en orden a todos y a una indicación suya todos se alinearon de frente a la tribuna para empezar la ceremonia de clausura, tomándome del brazo me jaló a su lado en lo que iniciaba los honores ala bandera. Después un señor dijo unas palabras y le pidió a "don Pedro" que pasara al micrófono, así que con su brazo me rodeó la cintura y caminamos al frente muy juntitos, como si él fuera mi novio o algo así.

En todo el auditorio se escucharon expresiones y algunos silbidos dirigidos a mi, Pedro me abrazó más fuerte pegándome a él y yo empecé a caminar un poco más sexy, toda esta situación ya me casi me tenía fuera de control. Nos paramos de frente a la tribuna dando la espalda a los señores que al parecer eran los de más alta jerarquía y de pronto su mano empezó a bajar por mi cadera hasta tocar ligeramente mi culo, yo me sorprendí un poco pero no me moví, dejó su mano encima y sólo me apretaba un poco mis nalgas. De pronto la empezó a mover recorriendo todo mi trasero siguiendo el contorno de tanguita y como se me salía por encima de pantalón, me la agarró jalándola suavemente hacia arriba, para que se notara aún más. Intenté quitarme haciéndome un poco a un lado pero nuevamente me jaló hacia él, ya era inútil resistirme y tampoco era buena idea armar un escándalo.

Yo estaba muerta de pena pero también me encontraba muy excitada, nunca como hoy sentía que estaba calentando a cuanto hombre me viera, mi traje me hacía ver espectacular y mi cuerpo lucía al máximo, la verdad es que no faltaba mucho para estar desnuda, la delgada tela del pantalón delineaba mi figura y transparentaba mi tanguita, además de que se me alcanzaba a salir un poco haciendo ver lo chiquita que era y ni hablar del top que traía puesto, mis tetas se marcaban por completo y mis pezones se notaban con facilidad sin necesidad de estar cerca.

Cuando don Pedro terminó su discurso nos subimos por los escalones de las gradas para ver el partido final, al subir por en medio de la gente sentía las miradas sobre mis tetas que se bamboleaban con cada paso que daba. En los primeros escalones don Pedro llevaba su mano sobre mis nalgas, me las tocaba y acariciaba haciendo que mi temperatura subiera cada vez más, pero al darse cuenta que todos al verme pasar volteaban su cabeza para verme el culo, la quitó de ahí dejando que contemplaran mi cuerpo a su gusto, ya que al subir las escaleras mi trasero se mostraba aún más generoso de lo que ya de por si se veía.

Llegamos hasta la parte alta de las gradas y nos sentamos en medio para ver el partido, venían con nosotros 5 señores que no me despegaban su mirada. Me senté tímidamente sin recargarme mientras don Pedro se sentaba a mi lado rodeándome por la cintura con su brazo izquierdo, se me pegó lo más que pudo y puso su otra mano sobre mi rodilla derecha fingiendo que veía el partido, se le alcanzaba a notar una tremenda erección y él traba de acomodarse su verga sin importarle que lo viera.

Conforme avanzaba el partido me decía cosas al oído que me hacían estremecer, con su mano izquierda ya me estaba tocando mis tetas y la otra ya la tenía a medio muslo acariciándomelo sin descansar un instante. De pronto me empezó a besar tímidamente mi oreja y el cuello mientras sus dos manos se posesionaron de mis senos, los apretaba y estrujaba con cariño sintiendo mis pezones que se endurecieron desde el primer contacto. Cerré mis ojos y empecé a disfrutar de todo esto, estaba encantada sintiendo como mis tetas se movían prensadas por sus manos y yo también me volteé para empezara besarlo, me fundí con él en un beso largo y apasionado, seguía tocándome mi cuerpo y al sentir que su mano empezaba a abrirse paso por entre mis piernas reaccioné y abrí mis ojos recordando que estábamos rodeados de gente que no perdía detalle de mi. Él me continuó besando mientras yo recorría con la mirada a todos los que nos rodeaban, veía sus ojos sobre nosotros sin perder detalle de lo que estábamos haciendo, yo seguía con mis labios pegados a los de don Pedro mientras sentía su lengua recorrer cada rincón de mi boca, él tenía sus ojos cerrados y yo tenía cara de sorprendida viendo a todos los que nos rodeaban aunque no dejaba de mover mi boca en cada embate de besos que recibía.

Intenté separarme haciendo mi cabeza a un lado pero Pedro sólo cambió el lugar en que me besaba poniendo su boca en mi cuello, estaba como poseído, me lamía mis mejillas bajando hasta mi cuello, una de sus manos no soltaba mis tetas y la otra la tenía sobre mi rajita sobándomela con fuerza, haciendo que el pantalón se me metiera un poco en mi conchita.

"…por favor don Pedro…espera……nos están viendo…… ooohhhhh!!........ detente…….mejor vámonos a otro lado……que van a decir de m텅..aaaah!.........que rico!!......más despacio por favor….."

Se me quedó viendo con una sonrisa de maldad, aunque ya no me besaba sus manos seguían moviéndose por todo mi cuerpo, sin decir nada se puso de pie quedando de frente a mí, me espanté al pensar que iba a querer que ahí mismo, frente a todos, se fuera a sacar su verga y quisiera que se la mamara sin importar que nos vieran; pero no fue así, me tomó de los brazos y nos fuimos caminando por en medio de todos los que estaban en la tribuna, él venía atrás de mí con su cuerpo pegado al mío, sentía su verga en medio de mis nalgas y por lo del delgado del pantalón alcanzaba a apreciar que era de muy buen tamaño, sus manos las pasó por debajo de mis brazos y me tomó de mis tetas, las movía como si las sopesara agitándolas de arriba abajo.

Así nos fuimos caminando hasta bajar las gradas del estadio, no me importó que todo el mundo viera que me traía agarrada de las tetas, incluso por momentos nos deteníamos para que Pedro tomara su verga por encima del pantalón y me la acomodara en medio del culo, yo ya había perdido conciencia de mi y me entregaba a su antojo, incluso alcancé a escuchar comentarios de algunos hombres y mujeres que nos veían.

"….ve nomás….esa vieja es una puta……no le importa que todo el mundo la vea….mira cómo anda vestida…….y se ve que le encanta que la vean…..pinche golfa…..está buenísima…….."

Pedro se puso delante de mí y nos encaminamos al mismo salón en dónde había cogido con el otro maestro que se llamaba Matías unos cuantos días antes. Entramos y me fui a sentar a un sillón, seguía muy sacada de onda por todo lo que estaba pasando, Pedro se sentó a mi lado pero no hizo nada, sólo me veía.

"…sabes que estás buenísima?.....y que así vestida provocas que a cuanto hombre te vea se le pare la verga?....mira nomás que tetotas se te ven….no mames!...."

Mientras me decía esto otra vez sus manos se posesionaron de mis tetas, bajé la cabeza para ver como sus manos jugaban con mis senos, las recorrían por todo lo largo, me las apretaba y pellizcaba mis pezones haciendo que se levantarán aún más, parecía como si quisiera exprimirlas y logrando que mi temperatura subiera a mil.

Lo volteé a ver con mi mirada casi perdida, el tenía una cara como de depravado sexual, se notaba que estaba extasiado, yo habría un poco mis boca jadeando sutilmente al sentir como sus manos se movían con maestría en mis senos. De pronto ya no pude más y con la mirada fija en sus ojos saqué mi lengua y la pasé por mis labios mostrándole que necesitaba que me cogiera, que me moría por sentir su verga en mi interior y que era completamente suya.

Me levanté sin dejar de verlo y estando frente a él comencé a levantarme el top para dejar mis tetas libres, en cuanto me lo quité, mis senos rebotaron en mi cuerpo quedando libres para él, me los empecé a acariciar rozándolos, delineando la aureola de mi pezón como invitándolo a que me los mamara como niño hambriento. Pedro estaba sorprendido de verme desnudándome sin que me lo hubiera pedido, se puso de pie y se puso frente a mí, empezó a tocar mis tetas nuevamente sopesándolas y yo me le entregué completa, lo abracé rodeándolo por el cuello y ahora fui yo quien lo empezó a besar, abrí mis labios para recibir su lengua que empezó a girar y hurgar dentro de mi boca, nuestra saliva se mezclaba mientras sentía sus manos ahora encima de mi culo, me apretaba las nalgas con fuerza haciendo que me parara sobre las puntas de mis pies al mismo tiempo en que sentía su dura verga tocarme por encima de mi rajita.

No pude soportar mucho tiempo y empecé a desabrocharle la camisa, con una mano abría sus botones uno por uno y la otra la dirigí hacia su verga, se la apretaba y acariciaba por encima de su pantalón provocando en mí algunos gemidos, se sentía de muy buen tamaño y eso me encantaba, Pedro con una mano empujaba mi cabeza hacia abajo para que me apurara a llegar a su pene. Cuando terminé de desabrochar su camisa continué con su pantalón, traía una hebilla muy grande en su cinturón y sin darme cuenta también la besé, así que mejor me separé un poco para abrir su pantalón; empecé a besar y tocar su verga por encima de sus calzoncillos, era enorme pero no pude estar segura hasta que la liberé por completo y la tuve entre mis manos.

Me puse de rodillas frente aquel palo que se erguía enorme ante mí, parecía que iba a adorarlo y realmente lo merecía, era de muy buen tamaño, considerablemente más grande que el de mi novio y de los últimos que había visto. Lo empecé a besar con delicadeza recorriéndolo de arriba abajo, con mi lengua lo recorrí por todo su gran tamaño y le lamí sus huevos, lo tomé con mis manos y lo apreté contra mis mejillas con una gran devoción, pareciera que estuviera enamorada de esa verga y la verdad es que poco faltaba para que así fuera.

Me la metí en la boca y empecé a cumplir con mi tarea de la mejor manera, mi cabeza la movía lentamente saboreando y disfrutando cada centímetro de carne que tenía entre mis labios, me lo embutía por completo sintiendo sus vellos en mi cara y con mi lengua jugaba con él.

"….qué bárbara!!....que puta tan exquisita eres….es la mejor mamada de verga que me han dado….te encanta, verdad?.......cométela completa puta!...es tuya…se ve que te fascina mamar vergas…….aaaaaaahhh!!!!......"

No me importaba lo que me dijera, me sentía feliz y era verdad todo lo que me decía.

Se escuchó un ruido pero de momento no me importó mucho, seguí disfrutando mi tarea sintiéndome realizada con ese pene en mi boca moviendo mi cabeza sin necesidad de que Pedro me la tocara. Con una mano me quité el cabello que tenía sobre mi cara y al abrir los ojos me di cuenta que estaban tres señores frente a nosotros viéndonos, estaban parados a nomás de 3 metros de distancia y veían perfectamente como le estaba mamando la verga a don Pedro. Desconozco cuanto tiempo llevaban ahí pero no serían más de 3 ó 4 minutos, tiempo más que suficiente para darse cuenta que nadie me obligaba a hacer lo que estaba haciendo y que, sobretodo, lo disfrutaba como una loca.

No supe que hacer, estaba muy sorprendida pero no me saqué de la boca la verga que estaba disfrutando, los veía con cara de sorpresa pero eso no era motivo para que dejara de hacer mi quehacer. Don Pedro también se dio cuenta y los regañó

"…ora cabrones!!!.....sáquense de aquí!.....me van a espantar a la puta…..no sean mirones, no chinguen!!!.....que chingaos quieren!!!......"

Yo únicamente me saqué su pene de mi boca pero seguí dándole lengüetazos en la punta, mientras con una mano lo sujetaba masturbándolo y con la otra intentaba taparme mis tetas.

"…disculpe don Pedro……es que queríamos ver…..ya va a empezar el partido final y…pus queríamos ver si nos iba a acompañar……..pero creo que no….disculpe….usted también señorita Ginella……."

"…ya lárguense!!!….luego los alcanzó……cabrones mirones…….."

Los pobres se retiraron pero no podían dejar de verme, se notaba que también ellos se habían sorprendido. Yo sólo les sonreía y antes de que se salieran volví a meterme a la boca esa hermosa tranca y moviendo mi cabeza con rapidez, reanudé mi labor con dedicación, no me importó que los señores me siguieran viendo mientras salían, me sentía excitadísima y quería que también ellos disfrutaran viéndome ahí, hincada en el suelo mamando la verga a ese señor que apenas acababa de conocer.

Reanudé mi trabajo con mayor rapidez, con mis manos empecé a acariciar el abdomen de Pedro y sin darme cuenta de mi boca empezaron a salir gemidos cada vez más fuertes. De pronto don Pedro me tomó de los hombros para que me levantara, me dio la vuelta para quedar de espalda a él y sentí como bajaba sus manos hasta llegar a mi culo, pensé que me iba a meter un dedo en mi rajita y me incliné un poco para que se le hiciera más fácil, pero lo que empezó a hacer fue a bajarme el entallado pantalón, poco a poco lo deslizó hasta llevarlo al suelo, yo levanté mi pies y me lo terminé de quitar. Me quedé sólo con mi tanguita puesta y mis tacones, don Pedro se terminó de quitar su ropa y me llevó al sillón que estaba frente a nosotros. Sin que él me pidiera nada me puse de rodillas sobre el asiento y me quedé quieta esperando que me cogiera, quería que su verga me penetrara hasta mis entrañas, quería que me hiciera suya, quería darle todo el placer que el buscaba y que yo deseaba igual que él.

Con una mano me quité el cabello de encima de mi cara y lo volteé a ver, abrí mi boca y nuevamente pasé mi lengua por mis labios esperando que me penetrara con su hermosa verga.

"te gusta que te cojan de perrito……eh?...eres una perra…..eres una puta caliente……aquí tengo lo que deseas…..tómala……"

Me empezó a coger con lentitud, poco a poco me introducía su tranca y yo con mis manos me abría mis nalgas para recibir más y más de ese hermoso pedazo de carne. Cuando la tuve toda adentro, empecé a moverme en círculos para disfrutarla totalmente, era enorme y me hacía delirar de locura, mi boca no dejaba de emitir gemidos y escuchaba que Pedro tenía la respiración cortada diciéndome cosas que casi no entendía.

"no mames!!!!...estás buenísima!!...te gusta mi verga…eh??....puta…te gusta???.....te encanta verdad?...........eres increíble…..no mames….."

Yo sólo sentía su verga entrar y salir de mi arrancándome gritos de placer.

Sin que nos diéramos cuenta, nuevamente volvieron a entrar al salón otros tres señores, levanté la mirada y los vi frente a mi sobándose sus penes que apuntaban hacia mi, no se los habían sacado de sus pantalones pero se veía que estaban muy calientes de vernos cogiendo, estaban parados a unos dos metros de mi y esta vez Pedro no les había dicho nada. No me importó nada, ya había perdido toda decencia y me valió que me vieran tirada a cuatro patas siendo cogida por su jefe, me quité el cabello de la cara y los cerré mis ojos disfrutando la verga que tenía en mis entrañas taladrándome.

"…ya estuvo cabrones……lárguense……no sean pinches morbosos…..órale! ….sáquense de aquí!......"

No tuvieron más opción que irse pero no dejaban de verme, sus ojos se clavaron en mis tetas que bamboleaban con cada arremetida que Pedro me daba.

"aaahh……ya me vengo!........ven….quiero llenarte la cara de mecos…..levántate!...."

Don Pedro me sacó su verga y ahora el se sentó en el sillón, yo me pude de rodillas y me metí su garrote en la boca, con mi mano lo empecé a masturbar mientras con mis labios le daba besos y lamidas en la punta esperando que su semen no me fuera a manchar mucho.

Cuando llegó al clímax, empezó a aventar borbotones de mecos que fueron a caer en mi cara, afortunadamente por la posición en que estaba casi todo su semen lo pude recibir en mi boca y mi cara sin que manchara mi cabello. Seguí dando lamidas a esa verga que expulsaba leche mientras Pedro aullaba de placer, mi mano seguía moviéndose de arriba abajo y mi lengua seguía recibiendo ese delicioso néctar. Cuando sentí que ya no salía mecos de su verga, me la volví a meter en la boca para limpiarla y dejársela brillosa hasta que se puso flácida nuevamente.

Lo volteé a ver con mi cara llena de su semen, con mi lengua intenté limpiarme la cara pero no fue suficiente, tuve que recoger el que tenía alrededor de mi boca con la mano y limpiármela con la lengua, Pedro se veía cansado pero extasiado a la vez.

"eres una puta…..me dejaste seco por completo…..sígueme acariciando la verga…pero ahora con tus tetas…..así cariño……..as텅.aaaaahh!!"

Seguimos un momento así, yo me sentía feliz con su verga entre mis tetas y el me acariciaba el cabello y me decía cosas; me puse de pie y empecé a vestirme, me sentía muy excitada todavía por todo lo que había sucedido y Pedro no quitaba la vista de mi cuerpo.

Salimos caminando juntos, yo intenté abrazarlo pero él se hizo a un lado tratándome con un poco de indeferencia. El partido de la final del torneo aún no acababa pero varios compañeros de él se acercaron a nosotros, era increíble la forma en que me veían y no podía culparlos, me imagino que no es común que vean el espectáculo que dimos Pedro y yo, sentía sus miradas en cada rincón de mi cuerpo y esto me seguía excitando, me sentía más deseada que nunca antes en mi vida y me encantaba ser el centro de sus deseos.

Pedro se separó de mi lado y se dirigió con uno de los profesores que estaban ahí, le dijo algo al oído y movía su cabeza afirmando no se que cosa, luego fue con el chofer que me había recogido y también le dijo algo. Mientras yo estaba siendo rodeada por unos cinco maestros que cada vez se me acercaban más, les sonreía y trataba de ser amable con ellos pero me preguntaba si me iban a hacer algo, empecé a sentir como un par de manos me abrazaban y otra más me acariciaba el brazo, me asusté un poco porque temí que entre todos me llevaran al salón en donde había estado con Pedro y fueran a querer cogerme entre todos. De pronto sentí que una mano me jalaba, era don Pedro que me intentaba zafar de la bola de lobos hambrientos que me tenían rodeada, como pude pasé entre ellos sintiendo algunas manos que me acariciaban mis nalgas y una más que me pellizcó en una teta.

"…..mira Ginellita…….el muchacho que te pasó por ti te va a llevar otra vez para que te bañes…..y de nuevo va a pasar por ti a las 5 de la tarde para llevarte a una estética para que te peinen y te arreglen más hermosa de lo que ya estás…..me vas a acompañar al baile que de premiación de este pinche torneo…….no te preocupes por la ropa….yo te la voy a mandar a la estética para que llegues al salón de la fiesta ya arreglada……ya verás que vas a lucir como reina….."

Yo no sabía que hacer, sólo movía mi cabeza diciendo que si mientras ponía cara de sorpresa con lo que estaba pasando, no podía negarme, no sabía porqué pero no podía negarme.

Llegó el chofer que había pasado por mi y nos fuimos caminando hacia la camioneta en que llegamos, me olvidé de cambiarme de ropa y no volví a ver la minifalda que traía en un principio, me di cuenta de esto hasta que salimos del auditorio y unos jardineros me vieron vestida como iba y me empezaron a decir piropos muy atrevidos, pero eso ya no importaba, lo que me preocupaba era lo que pasaría esa noche en el baile.