No soy tan puta, sólo soy caliente (11)

Conclusión de mi último día de trabajo en la tienda de celulares...

César se fue y me había dejado prácticamente tirada en su oficina, estaba sudada y jadeante, parecía que me había atropellado un camión, mi cabello estaba hecho un desastre, la faldita del uniforme de edecán la tenía enrollada en la cintura arrugada, mi cara parecía un jitomate de lo colorada que estaba y todavía me chorreaba un poco de semen de mi conchita. Me sentía agotada pero muy excitada.

Me levanté para arreglarme un poco, tomé unos pañuelos del escritorio para limpiarme mi rajita y en cuanto terminé me fui al baño para ponerme mi ropa, pero como apenas podía caminar de lo temblorosas que sentía las piernas, así que preferí sentarme un momento a descansar.

Estaba recapacitando en todo lo que había pasado cuando de repente escuché que tocaban en el mostrador. Me causó mucha extrañeza ya que Joaquín había cerrado con llave y no podía entrar nadie, pero me imaginé que al salir César había dejado la puerta abierta al público. Me asomé para ver quien era y vi a un señor con cara de enfadado que esperaba a que lo atendieran, yo no sabía que hacer, por un lado no podía salir vestida con el uniforme de edecán ya que podría pensar cualquier cosa de mi, tampoco podía ir al baño a cambiarme porque me vería al pasar y tampoco podía ignorarlo porque estando ahí adentro podría robar algo o molestarse y romper algo si no lo atendían.

No tuve más remedio que salir así vestida, le pedí que esperara un momento y me arreglé lo más que pude el cabello y la ropa, me puse un poco de maquillaje y me pinte los labios, me acomodé la minifaldita bajándomela para que no se viera tan corta, metí nuevamente mis tetas por dentro de la blusita y salí a atenderlo. En cuanto salí de la oficina se quedó atónito viéndome, me recorrió de los pies a la cabeza sin saber en que fijarse más, si en mis piernas por lo cortito de la falda o en mi busto por lo generoso del escote. Me quedé de pie esperando que me dijera que se le ofrecía pero estaba mudo de la impresión sin dejar de verme un instante, me le acerqué más preguntándole que quería y por fin reaccionó "….qui….quisiera… una… tarjeta de….de…teléfono…." para mi mala suerte las tarjetas estaban guardadas en el cajón de más abajo del mostrador, así que tuve que agacharme enseñándole todavía más de mis tetas, aunque ya no faltara mucho por ver. Le mostré una tarjeta y el muy maldito me pidió que le enseñara otra de más valor, buscando con eso un pretexto para poder verme las tetas nuevamente, me volví a agachar enseñando otra vez mis senos que amenazaban con salirse de la blusita. Tomó una y la pagó, pero sus planes ya iban más allá de comprar su tarjeta.

Me dijo con cara de lujuria "señorita…..me puede mostrar por favor ese teléfono de ahí abajo?...el que está en el anaquel de atrás……." inmediatamente supe que sus intenciones eran que me agachara para poder verme el culo, aunque no necesitaba que me inclinara mucho para poder mostrarse totalmente. Me puse de perfil a él y con mis piernas juntas fui bajando poco a poco para evitar que se saliera con la suya.. Le enseñé el teléfono que quería y haciéndolo a un lado me dijo: "por favor……mejor muéstreme el que está en la parte de arriba del mostrador…." Ahora si estaba perdida, no habría forma de alcanzar ese aparato sin subirme a la pequeña escalerilla portátil que tenía a un lado y como tenía que subir hasta el último escalón, iba a quedar justo a la altura de sus ojos mostrándole todas mis piernas desnudas y sólo le restaría agacharse un poco para verme las nalgas sin ningún problema.

No tuve más opción y dándole la espalda coloqué la escalera y empecé a subir lentamente para evitar que con el movimiento se me fuera a subir la minifaldita, aunque de todos modos me iba a ver todo en cuanto llegara al último escalón. Llegué a la parte alta de la escalera y para mi mala suerte no alcanzaba el aparato que me había pedido, por lo que tuve que pararme sobre la punta de mis pies y estirarme lo más que pude para alcanzarlo, haciendo que se me subiera la falda poco más arriba de la mitad de mi culo, enseñando mi tanguita encajada entre mis nalgas, intenté taparme con mi mano izquierda pero estuve a punto de caerme, por lo que no tuve más opción que detenerme y dejar que se deleitara viéndome casi desnuda Alcancé a oir que decía "…..mamacita …..hija de la chingada……….que buena…." Me bajé lo más rápido que pude y le mostré el aparato que había pedido "……mmmm……no señorita…..como que no me llama mucho la atención….páseme otro de los de arriba…….por favor…." Su mirada me estaba incomodando, necesitaba detenerlo o podría perder el control de las cosas, pero no encontraba la manera, mientras tenía que seguir sus indicaciones. Volví a subirme a la escalera, nuevamente tuve que estirarme para tomar un teléfono pero me dijo "espere!.......mmmmmm……déjeme pensar cual…….usted cuál me recomienda?....." me volteé sorprendida para ponerme frente a él y decirle molesta "no sabe cual quiere???...quiere que yo le recomiende alguno??...." se estaba saliendo con la suya, me tenía ahí de pie en la parte alta de la escalera, con mi minifalda que me cubría casi nada mientras él me devoraba con la mirada, intenté taparme un poco con mis manos pero en realidad resultaba insuficiente.

No me contestaba nada, estaba viéndome con ganas de lanzarse sobre mi, desnudándome con su mirada y agarrándose la verga por encima del pantalón, "a ver….muéstreme el azul y….." me tuve que dar media vuelta para tomar los que me indicara y nuevamente se guardó silencio, ahora se quedó viendo mis piernas y mi culo con detenimiento "…cuál más……..recomiéndeme alguno preciosa……" me volteé para presionarlo con la mirada pero ni siquiera estaba viendo a los teléfonos, sus ojos estaban perdidos sobre mi piernas y mis nalgas.

En eso, entró Joaquín a la tienda y se dio cuenta de lo que estaba pasando, se detuvo sorprendido por como me veía vestida, pero reaccionó rápido y poniéndose frente a mi para taparme un poco le preguntó al señor que se le ofrecía, éste le contestó que era yo quien lo estaba atendiendo y no él, a lo que yo le dije "pero mi novio también puede atenderlo……" me recargué sobre sus hombros y agachándome le di un beso en una mejilla. El cliente tartamudeó un momento y se fue casi corriendo de la tienda.

Joaquín me volteó a ver quedándose mudo, me recorría de arriba abajo con mirada de lobo hambriento y su verga empezó a formar un paquete tremendo en su entrepierna. Le sonreía agradecida por haber espantado al cliente "mil gracias…..espero no te haya molestado que te haya llamado mi novio……." intenté bajarme de la escalera y de inmediato me extendió sus manos ayudándome, le estiré mis brazos para que me tomara de las manos pero el me agarró de la cintura y me cargó para bajarme. Me abrazó y me llevó hasta quedar nuestros cuerpos pegados, me di cuenta que otra vez la situación se me salía de control, sentía como tallaba su dura verga en mis muslos y como bajaba sus manos para aferrarse de mis nalgas. Su mirada la dirigió a mi escote mientras sus manos recorrían todo mi culo sin ningún impedimento debido a lo corto de la faldita, recorrió todo el contorno de mi tanga hasta meter un dedo entre mis nalgas siguiendo el camino que marcaba. Yo solté un gemido al sentir su dedo y le dije "Joaquín, tenemos una plática pendiente……por favor detente…..esto no está bien……".

Sin quitar su mirada de mi tetas me dijo "te ves riquísima……..estás hermosa…….déjame verte bien,…,," y soltándome de sus brazos se hizo hacia atrás para contemplarme otra vez. Su verga parecía que iba a romper el pantalón de lo parada que se veía, Joaquín se la agarraba y se la sobaba como si se la fuera a arrancar. Me tomó de los hombros y girándome hizo que me diera una vuelta para que verme bien, yo me dejé hacer por él sin decir nada y sin importarme que al girar se levantara mi faldita y le dije "no creas que esta ropa es mía….César me pidió que me la pusiera para ver si lo compraba para unas edecanes…..yo no quería…" parecía no hacer caso, se dirigió a la puerta y la cerró con llave otra vez. Volvió a donde estaba yo y me dijo: "quieres que platiquemos…… ok …..ven..…vamos a platicar…"

Me tomó del brazo y entramos a la oficina, una vez adentro se puso frente a mí y me abrazó poniendo sus manos en mis nalgas, me empezó a besar el cuello mientras me apretaba el culo haciendo que me pegara más a él. Yo me movía tratando de zafarme pero me era imposible, me tenía aprisionada con sus brazos. Me besaba las tetas por encima de la blusa y no soltaba mis nalgas ni un instante hasta que tomó mi mano y la dirigió a su verga haciendo que se la sobara por encima del pantalón. Empecé a mover mi mano acariciándosela y el resoplaba sobre mis tetas logrando que me excitara más "…espera Joaquín……esto no está bien….nosotros……no….debemos……." pero sabía lo que iba a pasar y me resigné a que hiciera conmigo lo que quisiera. Me besaba todo el cuello mientras con una mano sacaba mis tetas de la blusa para acariciarlas por todo su entorno, las sobaba y pellizcaba a su entero placer mientras con la otra recorría mi culo aferrándose a él fuertemente. Yo tenía mis ojos cerrados, mi respiración se agitaba cada vez más y mi panochita empezaba a soltar líquidos mojando mi tanguita. Con una mano le abrazaba del cuello pegándolo más a mis tetas y con la otra le acariciaba su verga sintiéndola dura y palpitante.

Me quitó la blusa dejándome vestida sólo con la faldita y mis tacones, se separó de mi y con sus manos se sacó la verga mostrándomela totalmente parada, llena de venas y goteando un poco de líquido, se la acariciaba de arriba abajo intercambiando miradas hacia su tranca y hacia mí, no recordaba el descomunal tamaño que tenía y fijé mi mirada en ella con una mezcla de miedo, excitación y deseo "…te gusta……. verdad? ......que esperas…….cométela……es toda tuya…." me dijo sin soltarla ni un momento. No dije nada y me hinqué poniéndola frente a mis ojos, la tomé con una mano y apenas podía cerrarla para empuñarla, estaba impresionada por semejante tamaño y dureza. "que esperas……mámela como la otra vez…….es tuya…….trágatela…". Como si yo fuera un robot obedecí sin pensar, cerré mis ojos y empecé a darle besos desde la punta a la base mientras la recorría con mis manos. Comencé a lamerle la punta haciendo un poco de fuerza en el agujero que se abría y cerraba cada vez que le acercaba mi cara. Terminé por meterla toda en mi boca apretándola con mis labios y haciéndole caricias con mi lengua "as텅te encanta, verdad?......sigue………." Me tomó del cabello haciendo que me la tragara completa, la movía como si me estuviera cogiendo por mi boca mientras yo me acariciaba mi chochito con mis manos y me liberaba de mi tanguita que a estas alturas estaba totalmente empapada.

Me la sacó de la boca e hizo que me acostara sobre la alfombra, se terminó de quitar su pantalón y me abrió las piernas, se me quedó viendo frotándose su tranca "….estás buenísima …..vas a ser mía……vas a sentir mi verga en tus entrañas…………". Empecé a sentir como su cabeza intentaba abrirse paso en mi panochita con algunos problemas, era demasiado grande pero afortunadamente yo estaba muy lubricada y finalmente pudo entrar. Di un grito de excitación al sentirla adentro, solo era la cabeza y me estaba volviendo loca de placer. Continuó lentamente metiéndomela toda, haciéndome sentir cada pedazo que se incrustaba en mis entrañas provocando que estuviera en un grito continuo durante todo este tiempo "..ooooooohhhhh……Joaquín… detente….por…. favor……..es muy grandeeeee…….", mis ojos se pusieron en blanco y mis brazos se aferraron a su espalda jalándolo hacía mí para sentir más placer.

"Todavía falta un poco……amor…..espera……….ahora si…..ya estaaaa………..ya entró todaaa…….aaaaaahhhh….que rica estás…….."

Su verga ya había entrado completa en mi, sentía un ardor impresionante en todo mi cuerpo, no llegué a pensar que pudiera entrarme toda, me llenaba toda mi cavidad haciendo imposible que me moviera, llegué a un increíble orgasmo tan solo al sentirla toda adentro "nooooo……Joaquín……espera…….siiiiii……….aaaaaaahhhhh" había perdido noción de mi cuerpo y sólo sentía las convulsiones que me hacían gritar y gemir al mismo tiempo. Lentamente empezó a moverse en círculos y decirme cosas "eres….. una ………… caliente……….me fascinas…….. estás…. riquisima…..", sentía como su verga se salía un poco para de nueva cuenta incrustarse dentro de mi una y otra vez. Yo me sentía en el paraíso, no podía creer lo que estaba sintiendo, mi cuerpo ya no me respondía y se había convertido en una máquina que sólo me hacía sentir un orgasmo tras otro.

Se salió de mi y me hizo girar para ponerme en cuatro, mi cuerpo ya no tenía fuerzas y apenas pude levantar el culo para recibir otra acometida más de su tranca. Esta vez entró con más facilidad y el siguiente orgasmo casi fue instantáneo, dejó que mi cuerpo se acostumbrara otra vez a su verga para empezar a follarme más rápido y fuerte esta vez. Afortunadamente había cerrado la puerta de la tienda, de lo contrario mis gemidos se hubieran escuchado hasta afuera. Me sujetaba de la minifalda, que tenía enrollada en mi cintura aunque no lo necesitara, ya que me era casi imposible zafarme de esa hermosa verga que me taladraba.

Se recargó sobre mi para ahora aferrarse de mis tetas que colgaban moviéndose al ritmo que me cogía, pellizcaba mis pezones y me besaba mi espalda sudorosa y con una mano me jalaba suavemente del cabello anunciándome que no le faltaba mucho para terminar "aquí voy……..toma mis mecos………voy a acabar adentro de ti…….. siii…….. aaaaahhhhh…..toma ……me encantas….." y empezó a venirse dentro de mi rajita, sentía su verga palpitar y aventar chorros de semen caliente que parecían no tener fin, me quedé quieta recibiendo toda su descarga que ya empezaba a chorrear por fuera de mi.

Después de que terminó de vaciarse dentro de mí nos quedamos en esa posición un buen rato más, no se si porque no queríamos o porque no podíamos despegarnos, me seguía besando el cuello y acariciando mis tetas y yo tuve un orgasmo más ya que, aunque su tranca se había puesto un poco flácida, aún así era de un tamaño considerable. Finalmente se levantó y me sacó su pene chorreando tanto de su semen como de mis fluidos, por lo que sin que me dijera nada me dediqué a limpiarlo con mi boca hasta recoger la última gota que hubiera en él.

Nos quedamos acostados en la alfombra, yo estaba boca abajo intentando recuperar la respiración y Joaquín estaba a mi lado besándome el cuello y sobándome las nalgas "no puedo creerlo….estás riquísima………te ves como una puta……eres una puta…..me acabas de sacar todo……." Yo sólo lo escuchaba mientras me intentaba recuperar.

Me puse de pie y sin decir nada me fui al baño a cambiarme, me temblaba todo el cuerpo y chorreaba semen por el camino. Me vi en el espejo y me tuve lástima, me sentía una auténtica puta, una ramera que estaba destinada a complacer a los hombres, el día anterior había cogido con un señor gordo horroroso y con su empleado y hoy había estado con dos hombres que me habían hecho sentir deseada y me les había entregado a su entero placer, además traía puesta una ropa de verdadera golfa que me hacía lucir mi cuerpo pareciendo un objeto de placer y lo peor de todo era que me sentía excitada todavía, mi rajita palpitaba de lo caliente que estaba y me gustaba como me veía vestida con esa ropa, despertando deseos en los hombres.

Me quité el uniforme de edecán y empecé a vestirme, no me puse mi tanguita, decidí dejársela a Joaquín de recuerdo de esta increíble sesión de sexo, tampoco me puse el sujetador, quería seguirme sintiendo por la calle una puta deseada, tomé mi bolso y me fui, Joaquín estaba dormido sobre la alfombra con la verga media flácida.

Este era mi último día de trabajo en esta tienda.