No se bailar 3

Tratar de convencer a Eskarne, que podía encontrar en casa algo semejante a lo que había encontrado él, fue la misión que se había impuesto Abel para los siguientes días.

Capitulo anterior. No se bailar 2

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Cuando llegue, cuéntale todo lo sucedido desde que me hablaste del baile hasta el momento de su llegada, seguro que será una charla entretenida, y me consta que seguís siendo tan cómplices como siempre, desde que nacisteis y hasta los tres años, erais tan guapos y con el mismo color de cabello que nadie os distinguía, al comenzar a vestiros diferente ya era más fácil, pero los gemelos es lo que tienen, que incluso pueden compartir opiniones…

No estaría nada mal, tener a mamá y Eskarne como amantes, y todo con el conocimiento de papá.

Abel, estaba cada vez más animado a participar de esa maniobra, que le parecía simple y realizable, solo se trataría de jugar la carta de la sinceridad con su hermana.

La rutina domestica era muy simple, temprano acudían dos mujeres, madre e hija, para hacerse cargo de las tareas principales de la casa, Leire les daba instrucciones y ya no las veía hasta el día siguiente, era primordial que fueran invisibles y lo sabían.

Leire y Abel, pasaron dos jornadas en que lo principal era el sexo, en la piscina, el salón o la habitación, pero fue mucho y bueno, a mediodía del viernes llamó Iñaqui, llegarían esa noche, tarde, pero a tiempo de cenar.

La chica se abrazó a su madre como si hiciera años que no se vieran, aunque habían estado juntas en Semana Santa, la cena discurrió sin grandes novedades, fueron preguntas y respuestas referentes a los estudios de Eskarne. Hasta que con cara seria intervino Iñaqui.

El lunes, viajaré con Gloria, para encontrarme con Rufo Iradier, y que firme los contratos antes de las vacaciones, salió de Madrid hace una semana y se reunió con su familia en Tenerife, no regresaré hasta el martes o miércoles…

Eso, aparentemente desanimo a Leire, pero ambos sabían que no era más que una forma de aprovechar las circunstancias para quitarse de en medio, y que Abel, les sirviera a Eskarne en bandeja de plata. Se retiraron pronto a sus habitaciones, todos estaban cansados aunque por diferentes motivos.

Se mudaron a esa casa, poco después del incidente que les había cambiado la vida. Las habitaciones de los niños estaban al otro extremo de la vivienda, y compartían, lo que primero fue una sala de juegos, después la sala de estudio con dos escritorios y una gran biblioteca, y ahora un enorme vestidor que empleaban ambos hermanos, se accedía desde el pasillo, o directamente desde ambas habitaciones.

Abel, tumbado en la cama totalmente desvelado, vio como la puerta se abría, un rayo de luna, ilumino la esbelta figura de Eskarne, confiriéndole a su desnuda piel un tono verde aceituna, sus ojos brillaban en la oscuridad con luz propia. En voz baja musitó

Peque, déjame sitio que necesito hablar contigo.

Se acostó junto a Abel como tantas otras veces, nunca habían tenido problemas en eso y menos ahora que ambos se contaban sus cuitas y logros, en todos los terrenos incluido el amatorio. Como había nacido cinco minutos antes, les dijeron que ella era la mayor.

Joder con la vieja de los huevos, está cada día más buena y seguro que será relativamente fácil, interesarla en el proyecto que tengo para ella…

Estoy confusa, mis compañeras de piso son dos años mayores que nosotros y han compartido cama desde principio de curso, en todo momento creí que eran pareja, el pasado jueves me lleve una gran sorpresa, el chico de Elena vendría dormir, y al día siguiente marcharían juntos a Cuba. Me pidieron que me hiciera pasar por pareja de Blanca, y que esa noche compartiéramos cama, para que él chico no sospechara la verdad.

Les dejé muy claro que no quería equívocos, lo haría solo por evitarle a Elena una bronca monumental con su chico, también yo, en alguna ocasión había llevado algún follamigo a mi cuarto. Durante la cena, nos dimos algún pico y nos hicimos carantoñas, pero no pasó de ahí, en la habitación, Blanca me aseguró que no intentaría nada conmigo, que podía acostarme como siempre y estar tranquila.

Si claro, tenía que quedarme tranquila mientras esa loba se acostaba a mi lado, espero que no se pase lo más mínimo, o tendremos una buena riña nosotras…

Nos acostamos con un pantaloncito corto, hacía mucha calor y no me podía dormir, al rato, Blanca se dio la vuelta dormida, se abrazó a mi agarrándome una teta que no soltó. Al principio me sentía algo violenta, pero después comenzó a gustarme la situación, cada poco se movía algo, y el roce de sus pezones contra mi espalda, hizo que me mojara como una perra; se despertó de madrugada y musitó una disculpa, se dio la vuelta y metí una mano en mi pantaloncito para hacerme un dedo, me había puesto como una moto.

La verdad, es que ese dedo solo fue el primero, desde esa noche me había hecho unos cuantos recordando lo que había sucedido, y lo que podía haber pasado si no fuera una estrecha, ahora veremos qué me dice el capullo este, espero que me aclare las cosas…

Por eso estoy confusa. ¿Crees que estoy cambiando? .-Naturalmente que estas cambiando, todos sentimos curiosidad respecto a algo. Si claro, ¿Ahora solo me gustaran las chicas? .-No mujer, de eso nada. Dame la mano.

Esta es la mía, veremos cómo reacciona, si se enfada tendré que intentarlo de otro modo, pero dudo mucho que se mosquee conmigo, ahora está muy sensible y lo tengo que aprovechar…

Abel acompañó la mano de su hermana hasta apoyarla sobre su verga, ella se sorprendió al principio.

Shhh… tranquila, déjate ir y olvida quien soy unos instantes… Ahora, acaríciala como la de cualquiera de tus amigos, y solo pon atención a la reacción que obtienes. Si así... Muy bien…

No, si tranquila lo estaba hace un ratito, ahora estoy caliente como una perra y deseando ver donde nos lleva esto, espero que me satisfaga, hace mucho tiempo que tengo fantasías contigo Abel.

Ahora haremos un test, se sincera y responde mentalmente.

Depositó una mano en su cadera, para poder acariciarle el cuerpo desde la nalga hasta la parte externa del pecho, alargó la otra mano, hasta acariciar con el revés los endurecidos pezones.

¿Te gusta mi físico? ¿La forma de tratarte? ¿Cómo te acaricio los pechos? ¿Te gusta acariciarme a mí? .- Solo te puedo responder con un enorme SI… Solo falta un pequeño detalle…

Por tu padre, que no sea pequeño, estoy, que si me acercan una cerilla exploto…

Abel, acerco sus labios a los de Eskarne y depositó un suave beso en ellos, que obtuvo una ardiente respuesta, la batalla de lenguas los llevó al siguiente escalón, ella se encaramó sobre el cuerpo de su hermano presa de una gran desesperación, solo comparable, a la de la madre de ambos en los días pasados a solas con Abel. Se ensartó en la verga que estaba más que dispuesta y comenzó a moverse de forma espasmódica.

Por fin, pensé que no te decidirías, ahora te mostraré, que a pesar de pensar en mujeres, puedo ser muy expeditiva con quien he soñado durante años, ya solo me faltará papá, pero ese no será tan fácil.

Esa violenta cabalgada, le recordó a Abel, alguna de las que había protagonizado Leire, en esos apenas dos días y medio, que habían pasado como amantes…

Eskarne, alcanzo un ruidoso orgasmo que no trató de silenciar. Rendida y satisfecha se abatió sobre el pecho de su hermano y susurró.

¿Te ha gustado? A mi mucho, y ya veo que sigo siendo una buena compañera de juegos, para ti y para quien encuentre en un futuro. Esto ¿Puede llegar a crear problemas entre nosotros? .-No veo porque, ambos somos adultos y conscientes de lo que hacemos, me gustaría contarte algo y estoy seguro que alucinarás…

Desde luego, puede ser que la bisexualidad no le cueste de asumir, y que mamá lo tenga bien para hacerla suya, pero lo que es con hombres cumple holgadamente…

La ayudó a colocarse a su lado, y cuando estuvo acurrucada en él comenzó un conciso y nada detallado resumen de lo sucedido en esas jornadas con Leire… Quedaron en silencio, hasta que Eskarne con voz baja y temblorosa comenzó a decir.

¿Todo eso ha pasado? No imaginaba que fueran capaces de algo así, una cosa es que la desnudez sea algo normal, y otra muy distinta, que vivan la sexualidad de esa forma tan intensa y liberal. .-Bueno, ahora ya sabes lo que he averiguado, algunas cosas prefiero que las conozcas por ti misma, eso lo podemos dejar para el lunes si te parece. Como tú digas, me tendrás que servir de guía en esta singladura…

¿Te quedas a dormir aquí? .- ¿Me dejas quedar? Supongo que los papás mañana se levantarán tarde, y dudo que vengan a despertarnos…

Puedes quedarte, a fin de cuentas, no creo que papá asome por aquí, y si se trata de mamá, dudo mucho que nos recrimine nada, de todos modos estaremos durmiendo.

Este Abel es un diablo pero lo quiero, si no fuéramos hermanos me casaría con él, pero de momento, me conformaré con tenerlo lo más cerca y adentro posible.

Con una sonrisa, Abel se desplazó hasta la entrepierna de su hermana, y después de dejarlo a la vista, se dedicó a soplarle el clítoris, lo acarició con la lengua, al tiempo que introducía un par de dedos en la vagina hasta que comenzó a soltar jugos, alcanzó el punto G y jugó con él, hasta que un segundo orgasmo sacudió el cuerpo de Eskarne, que sucumbió ante los manejos de su hermano.

Continuará.

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Pobrecain

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