No se bailar 1

El sexo, lo comparo con el agua, la tenemos cerca pero empleamos solo la que nos interesa, unos solo toman la imprescindible para vivir, otros se duchan todos los días y los hay que sumergen en ella siempre que pueden. ¿Qué es lo correcto? Todo, si es lo que nos apetece y nadie nos fuerza a ello...

Allí estaban los dos junto a la piscina, en las tumbonas gozando del sol sobre su piel desnuda, Abel no recordaba que nadie en la familia tuviera reparos en mostrar su cuerpo, era lo más natural en el mundo que había crecido. A Leire le gusta mucho notar sobre su cuerpo, tanto la caricia de los rayos del sol, como las miradas de aquellos que la contemplaban cuando están en playas lejanas a su ciudad, en casa como dice Iñaki, mejor ser discreto.

¿Qué te pasa Abel? te veo pensativo. .-No es nada importante; mañana iré con unos amigos a una discoteca, donde solo ponen música para bailar pegados, y ese tipo de baile no lo he practicado demasiado, pero ya improvisaré sobre la marcha.

De improvisar nada, lo mejor es que conozcas algunas normas para empezar con buen pie y nunca mejor dicho; cuando se sequé un poco la crema que me has puesto en la espalda, entraremos y te enseñaré algunas cosas que serán muy útiles.

A este chico le falta un poco de picardía, no sé si ya se estrenó, pero trataré de sonsacarle y si es necesario también hablaremos sobre eso.

¿Vamos dentro? Ya se absorbió la crema solar.

Entraron en la casa, con las persianas bajadas el salón estaba en penumbra, Leire seleccionó la música de la banda sonora de Ghost.

Tus manos en mis caderas, si la chica pone las suyas en tus hombros y los antebrazos en tu pecho ¡ASÍ! al terminar la pieza, la acompañas al lugar donde estaba antes de comenzar a bailar y no te acercas a ella en una hora. Si la siguiente vez repite la operación, pasa de ella totalmente, es un caso perdido.

Si por el contrario, entrelaza sus dedos tras tu nuca ¡ASÍ! Y te atrae contra su cuerpo ¡ASÍ! déjate hacer, eso quiere decir que está dispuesta a pasarlo bien contigo.

A todo eso, Leire estaba abrazada a Abel, clavándole los endurecidos pezones en el pecho, mientras él notaba, como su excitación iba en aumento, manifestándose en una tremenda erección contra el muslo de Leire.

No sé si se habrá dado cuenta, pero me está poniendo a mil, espero que no se enfade conmigo, pero no lo puedo evitar,   no es lo mismo verla desnuda por casa y que eso me haga fantasear, que tenerla junto a mí en esta situación.

La adolescencia, había sido una época muy dura para Abel, hasta los catorce años aproximadamente vio a su madre y hermana como a iguales; que deambulaban desnudas a su alrededor sin más, desde entonces hasta los dieciocho; momento en que había comenzado a tener sexo con algunas amigas, había tenido que emplear bañador, para que no fueran tan evidentes las erecciones que esas visiones le creaban, con las consiguientes fantasías, que satisfacía con tremendas masturbaciones…

Disculpa, creo que… .-Tranquilo, no hay problema, sigue mis movimientos sin pisarme, eso es primordial para no romper la magia, si la chica apoya la cara en tu pecho ¡ASÍ! Acaricia su cabello con tus labios y la espalda con una mano hasta llegar a su nuca, si lo que hace es apoyar la cabeza en tu hombro ¡ASÍ! Sin hacerle un chupetón, bésale el cuello… Lo esta deseando…

Asíiiiiii… Lo hacessss muy bien cari___ño.

Abel, estaba besando el cuello de Leire con deleite y esta se movió lo suficiente, para que la polla del joven quedara alojada en su entrepierna, que pasó a besar y mordisquearle el lóbulo de la oreja, eso la animó a continuar.

Ahora, es cuando has de improvisar, tienes que observar el comportamiento de tu pareja y adaptarte a sus fantasías, necesidades, o como quieras llamarlas, pero has de parecer siempre seguro de lo que haces, trasmitir esa seguridad, te abrirá muchas puertas y piernas…

Sobre la polla de Abel, caían los jugos que soltaba Leire, y eso lo estaba excitando más si es que era posible.

Joder, joder, esto no sé cómo terminara, pero de seguir así seguro que para nada como había imaginado cuando le he dicho que no sabía bailar, estoy bailando y de qué modo…

Las manos de Abel, se desplazaron hasta las nalgas de su madre, mientras sus labios se unieron en un lascivo beso que fue el principio de un morreo cargado de pasión, nada que ver con lo que había imaginado un rato antes.

Creo que no tendré que preguntarle si ya se estrenó, está claro que su problema solo era el baile… Veré que tal se desenvuelve, y ha donde nos conduce esto…

Abel, alzó a Leire del suelo, empujándola de las nalgas contra su cuerpo y hacia arriba, lentamente se aproximó a un sofá cercano y con cuidado la depositó en él.

No lo pensó y con una mano guío su verga hacia la gruta de su madre, y con la otra se apoyaba en el sofá para no chafarla y además tener movilidad: al principio fue prudente y delicado, entraba un poco y se retiraba la mitad de lo avanzado, así fue progresando hasta llegar al fondo.

Joder, sabía que eran liberales, pero nunca imaginé que hasta este punto. Si no fuera porque no sé cómo va a reaccionar, le diría alguna marranada como puta o pendona, quizás si me la mama después, podre llamarla mamona y algo más, por lo general eso las excita todavía más a casi todas…

Los caderazos se hicieron largos y vigorosos, Leire comenzó a suspirar a cada nuevo empellón y poco tardó en alcanzar un intenso orgasmo que la desmadejó, haciéndola aullar como una loba mientras sacudía la cabeza en todas direcciones, permanecía con los ojos cerrados, para concentrarse en lo único que le importaba en ese momento.

Coño con el nene, me está matando de placer, y esto no ha hecho más que empezar, en cuanto tenga oportunidad, le mostraré parte de lo que le puedo ofrecer, pero por el momento se está comportando…

Sigueeeeee… no… paressss… me… estas… matando ca___bronnn, NO paressssssss…

Leire abrió los ojos, vio con agrado la intensa mirada de Abel, que no dejó de manchar en ningún momento, distinguió en el quicio de la puerta la silueta de Iñaqui; que mostraba una sonrisa de complacencia, al encontrarse las miradas le hizo un guiño y se fue.

Esta mujer es una máquina, ¡Qué forma de follar! Seguro que no ha sido fortuito, parece que me estuviera esperando. Espero que esto sea el principio de algo duradero…

El segundo orgasmo, fue con diferencia más intenso que el primero, Leire comenzó a retorcerse y movía su pelvis de lado a lado, eso hizo que Abel llegara también al que fue su primer orgasmo; las descargas, fueron abundantes y las fue dejando cada vez que llegaba al fondo, terminó con un rugido semejante al de un león y quedó sobre ella exhausto…

¿Qué te ha parecido Abel? .- Me parece, que esa es la forma de tratar a una mujer que se lo gane, igual que te lo has ganado con tu buen hacer. .- ¿Estas segura que ha sido una buena idea? Naturalmente cariño, ¿Acaso piensas que no ha sido bueno para ambos? .-Si claro que sí, pero ha sido algo inesperado…

Ven, quiero que veas que es mucho más lo que puedo ofrecerte…

Leire, se movió hasta quedar en el suelo entre las rodillas de Abel; estaba medio tirado en el sofá y con los pies apoyados en el suelo. En ocasiones, había disfrutado de las atenciones de Laura, una follamiga que la mama de forma endiablada, pero en cuanto notó los primeros lametones, comprendió que se las estaba viendo con una gran experta.

Imagino, que esto nadie te lo harán tan bien como yo, aprendí de la mejor y he practicado lo suficiente para superar a la gran maestra…

Las evoluciones de Leire lo estaban llevando al séptimo cielo, y a pesar del poco tiempo desde la última eyaculación, en unos pocos instantes estaba otra vez en condiciones de afrontar lo que se presentara…

Ahora ¿Cómo he de llamarte? Eso de mamá no me parece apropiado en estos momentos. .-Puta, Ramera, Furcia, Buscona, Mamona, Pelleja, Golfa, Viciosa, Mujerzuela, o cualquier otra cosa que se te ocurra, todo está bien, pero si has de sentirte más cómodo llámame Leire, a nadie le extrañara que lo hagas y a mí me está bien cualquier cosa…

Sorprendido por la respuesta, contempló como engullía nuevamente su polla; que desapareció entre las fauces de esa máquina prodigiosa de sexo, que había resultado ser su madre. Poco después comenzaron las descargas contra el paladar de la mujer, que no dejo escapar ni una pizca de lo que Abel le fue soltando…

Vamos a tomar una ducha, pronto aparecerá tu padre para comer y seguro que no te apetece que nos vea de esta guisa. .- ¿Crees que se disgustaría mucho? No lo creo, él conoce algunas de mis actividades extramaritales, pero estoy segura que te sentirías violento…

Al rato apareció Iñaqui, mientras Abel fue a su habitación a vestirse para comer, se quedó contemplando a Leire.

¡Qué guapa estas y que guarra eres! ¿Lo has pasado bien con el chico? .-Es un jabato, me recuerda a ti cuando eras más joven; por el vigor que tiene y el empeño que pone en cumplir. ¡Os haré un regalo! en la comida, anunciaré que marcho a Madrid un par de días y que regresaré con Eskarne, espero que intuya tu deseo de estar con ella, y me la preparéis entre los dos, hace tiempo que sueño con tenerla…

Que depravado eres, y como me gusta que lo seas Iñaqui. También yo le tengo ganas a la niña, Abel nos ayudara a los dos a tenerla…

Poco después se sentaban a la mesa, Leire con un delantal sobre su desnuda piel como única vestimenta, Iñaqui y Abel vestidos de calle, y los dos pendientes del cuerpo de su amada amante…

Esta tarde marcho a Madrid, Abel, espero que cuides de tu madre, estos días he oído que se han producido algunos robos por la zona, y no estaría tranquilo si pensara que está sola en casa, posiblemente trastoque alguno de tus planes, espero que entiendas, que para mí es importante saber que está protegida, la dejo en tus manos…

Los ojos de Leire centellearon de excitación, y al parecer, el único que lo percibió fue Abel, que no se dio cuenta de la mirada cómplice que Iñaqui le dispensaba a la mujer…

Joder con mi padre, que viaje más oportuno para mí, espero que regrese con Eskarne, tengo ganas de verla y contarle lo que ha pasado con mamá, seguro que alucinará…

Iñaqui ¿Ha llamado la chica? .-Si claro, regresaremos juntos para comenzar las vacaciones, de hecho, este será el último viaje de la temporada, a nuestro regreso, desconectaré el móvil de empresa y se acabó hasta el mes próximo…

Al rato, apareció con una maleta y se despidió, en la puerta lo esperaba un taxi que lo llevo a la estación de tren.

Bueno, las cosas están saliendo a pedir de boca, nunca imagine verme en esta tesitura, ni en las más tórridas fantasías había imaginado algo semejante, pero lo voy a aprovechar, aunque no asista a la discoteca con mis amigos por el momento…

Continuara.

© (

Pobrecain

)