No resulta fácil que te pongan los cuernos

Después de hacer cornudo a mi novio, consentido eso sí, me toca el turno a mí. No me está resultando fácil.

Hola, soy Lara, aunque me llamo Clara y hay quien me llama Laura.

En el puente de noviembre experimenté, junto a mi novio Bruno, un mundo de sensaciones hasta entonces desconocido para nosotros. Abrimos nuestra relación, siempre de mutuo acuerdo. Fue como una explosión sexual. Lo que narraré seguidamente es, un poco, la continuación de los dos anteriores relatos publicado. Es el fruto de los ánimos que me dieron muchos lectores que los leyeron. Ya sé que después de acabar el segundo relato pensé y, casi que me prometí, que no volvería a escribir más, pero la verdad es que me pudo el morbo. Un lector comentó a un texto de un compañero algo así como que en el sexo había siempre una parte de fantasía, algo que suscribo. Sin embargo, la realidad no resultan siempre como una desea, o como una planea. Ya veréis porqué.

Después de la experiencia con Lorenzo el cabrero, nos planteamos como objetivo, mi pareja y yo, verle a él en la cama con otra mujer. Pensaba que era lo justo, después de haber disfrutado yo con otro hombre. Estuvimos barajando diversas hipótesis, unas más arriesgadas y otras menos:. La del club de intercambios, Internet, conocidos. Apostamos por la que parece ser la más difícil: la gente conocida. Laura, la novia de Alberto, nuestro amigo paisano de Lorenzo era una opción pues sabíamos que ella se lo montaba con el cabrero, pero a Bruno no le iba.

B-¡No me calienta, Lara!, la veo muy sosa. Me imagino yo dándole caña y ella en la postura del croissant. ¡No me pone nada! ¡Ni me empalmo!

La segunda opción era mi compañera Alicia, que está bastante buenorra, aunque empieza a ser ya un poco pureta.

B- Tu colega me pone muy cerdo, Larita. Tiene unos melones inmensos. ¡Qué rico ha de ser que te haga una paja con esas tetas y regarla de semen! Uff. Se me pone dura de pensarlo. ¿te gustaría verme en la cama con ella?

Y-¡Eres un puerco, Bruno!. Me parece bien.

Plan B, por si fallaba Alicia: no había plan B.

Algunas candidatas, pero difícilmente asequibles: la cajera de la gasolinera donde Bruno suele repostar, una choni con rastas y bien dotada de pechos también, que Bruno siempre dice que le gustaría verla en bragas, que debe ser más guarrona que yo misma; (uff), una milf tetona también como no, que obsesión tiene los tíos con los pechos, vecina de nuestra escalera y finalmente la novia de su hermano, una chica bastante bonita que no está nada mal: buen culo, buenas tetas y unos labios supervoluminosos que debe dar gusto besar, pero que Bruno, por convicciones, no quería ni plantearse, aunque hiciera muchas bromas con ella.

Y-Eso sería rozar el incesto, indecente, jajaja.

B-¡Que dices loca!, si no es de mi sangre. Sólo sería ponerle los cuernos al imbécil de mi hermano, jajaja.

Mi relación sexual con Bruno era totalmente satisfactoria y poco a poco iba rompiendo la barrera de su negativa a probar cosas. En lo que a mis cuernos se refiere, parecía que las cosas se ponían de cara. Mi compañera y amiga Alicia, la treintañera con buen cuerpo y dotada de un buen par de melones que se la ponía bien dura a mi novio. Alicia es una tía bastante cachonda, marchosa, desenfadada y sin pelos en la lengua. Tiene un arte innato para convencer a los clientes. Es muy zalamera. Su marido Juan Luis tampoco está nada mal, bastante cachondo y picarón también. Se conserva bastante bien y aunque es un poco más gordito que Bruno, siento curiosidad por verle la verga, ya que, según Alicia, la tiene larga y gorda. Después de algunas conversaciones subiditas de tono entre ambas, le gustó la idea de ir juntas de puente las dos parejas y nos pusimos de acuerdo en subir a la montaña. Se lo comenté a Bruno y me dio su aprobación. Alicia habló con su marido, sin entrar a fondo en el tema, y al final Juanlu, aceptó.

Llamé por teléfono a Lorenzo para concretar la estancia.

Lz- Laurita, zagala, ¿Cómo estás? Qué chochito más rico tienes, gachí, (a la quinta palabra ya estaba hablando de sexo el guarro). No hay noche que no me acuerde de ti, de lo bien que sabe tu coñito y de lo cochina que eres. Menudas pajas que me hago con eso que me regalaste, (no lo dije en el relato anterior, pero Lorenzo se quedó con las braguitas que llevaba puestas el último día que follamos juntos; no confundir con el tanga que Lorenzo me llenó de lefa que acabó siendo lavado a mano, con agua bien caliente y mucho jabón por mi menda)

Y-Anda Lorenzo, no seas mentiroso. Yo no te regalé nada, me lo robaste. Con la de churris que te cepillas tú, que las vuelves locas a todas ¿te vas a acordar de mí?

Lz. Pues claro que me acuerdo, y de ese novio tuyo mariquita, ¡Como te reventó el culo! Me jodió la follada el jodio. Con lo bien que nos lo estábamos pasando tú y yo.

Y-Bueno Lorenzo, que yo te llamo porque nos gustaría subir a pasar el puente de diciembre con una pareja de amigos a tu cabaña. ¿Cómo lo ves?

Lz- Y dices que venís con otra pareja. ¿Y está buenorra la moza? ¿Es cochina como tú? ¿Su novio traga como el tuyo o no?

Y- Lo siento Lorenzo, la piba tiene unos melones que no te los acabas ni en tres veranos, pero me parece que el marido no está todavía en la onda, y como te vea a ti, seguro, se la lleva corriendo.

Lz-Jajaja, además de guarrona eres una cachonda Laurita. Todos los tíos dicen lo mismo, pero cuando ven lo perras que se ponen sus hembras cuando me las follo, todos acaban dándome las gracias y trayéndomelas para que las acabe preñando. ¿Te acuerdas de cómo tu novio acabó comiéndose toda mi lefa directamente de tu conchita? Por cierto, zagala, ¿Cuándo vas a venir que te dé un repasito? Tengo que gozarte ese culo sí o sí… Ufff

Y- Bueno Lorenzo, deja ya de flipar y vamos a lo que vamos, como tú dices. ¿Podemos o no podemos subir a la cabaña en el puente?

Lz- Ay, zagala, que mal me sabe tener que decirte esto, pero no puede ser. Ya lo tengo comprometido con otra parejita, que, si quieres que te diga la verdad, ella no es ni la mitad de putita, ni está la mitad de rica que tú Laurita. Como mucho me la podré trincar un par de veces y nada de mamadas, ni correrme en el coño, ni de darle por el culo. ¡Que eso son guarrerías que sólo sirven para pillar enfermedades contagiosas! dice la estrecha. Aunque tu culo tampoco lo he catado ¿eh, guarrilla?

Y- Bueno Lorenzo, ¿qué se le va a hacer? Otra vez será. Ya hablaremos

Después de colgarle a Lorenzo y de explicarle a Alicia y a Juan Luis que no tendríamos la cabaña, me asaltaron un montón de dudas sobre la higiene del cabrero. El tío era un putero y se tiraba a todo lo que se le ponía a tiro. Ingenua de mí, había dejado que me follara a pelo y podía haber agarrado cualquier mierda contagiosa. Me rallé tanto, que acabé diciéndoselo a Bruno. Mi novio, tratando de tranquilizarme, me pidió hora en el centro médico para hacerme una revisión ginecológica. Me puse tan furiosa con él, que acabé golpeándole nuevamente, por considerarlo culpable de hacerme coger todas las enfermedades de transmisión sexual, habidas y por haber. Esta vez, él ya estaba en guardia y sujetándome las manos, acabó dominándome, morreándome, sacándome la ropa, bragas incluidas, y follándome en el sofá para demostrarme lo machote que es. ¡Pobre Bruno! ¡que paciencia tiene! y ¡Como me gusta que me folle a lo bestia! pero es un cabrón y se aprovecha porque es más fuerte que yo.

Pasaban los días y la cosa se fue enfriando con Alicia y Juan Luis, hasta congelarse. Según me explicó mi compañera, cuando le contó a su maridito las intenciones reales, agarró un repentino ataque de pre-cuernos, porque no se le puede decir cuernos a lo que sólo se ha pensado. Ni siquiera la posibilidad de gozar de una chica más joven que su mujer le ponía. Dijo que yo era una guarra y Bruno un cabestro. ¡Qué simpático! Cuando pasó el puente de diciembre, un día quedamos a tomar un café Alicia y yo.

A-Mira Lara. A decir verdad, no sé lo que me pasa. Estoy hecha un lío. A mí me apetecía hacerlo con vosotros. Bruno está muy bien y tú, también.

Y-Ali, no te comas tanto la cabeza. Has de hacer las cosas que te apetezcan, siempre que los dos estéis de acuerdo. No pasa nada, si no quieres probar con otro, incluso por consideración a él.

A-No es eso chica. Claro que quiero complacer a Juanlu, pero hay también quiero experimentar cosas nuevas, ya sabes...

Y-Hombre. Ante todo, sinceridad. Si Bruno se fuera a la cama con otra tía, a mí me gustaría que me lo contara. Luego ya decidiría yo.

A-¿Y si en vez de con una tía, se fuera con un tío?

Y-Pues creo que sería lo mismo. Es otra relación, qué importa el sexo de la otra persona.

A-¡Vaya nena!, que abierta de mente eres.

Y-De otras cosas también, jajaja. (le dije para hacerla reír, porque estaba muy seria).

A-Lara, me gustaría acostarme contigo. No me gustan las tías, nunca he sentido nada por ninguna, pero tú me das mucho morbo. Me gusta estar junto a ti, hablar contigo. Me siento bien y me excito sólo con mirarte. Sueño con llevarte a la cama, disfrutar con tu culo y comerte la rajita.

La verdad es que lo último que me esperaba era que una mujer me pidiera tener sexo con ella. Era algo que no había contemplado nunca. Me quedé pasmada. Viendo que yo no reaccionaba Ali continuó.

A-Perdóname Lara. Olvida lo que he dicho, por favor. ¡La he cagado!

Y-No, no, no, Ali. Me halaga mucho lo que me has dicho y que te hayas fijado en mí. Yo tampoco he tenido relaciones con mujeres. Un par de picos con las colegas del instituto, pero nada más. A veces, viendo porno, me he excitado observando como dos chicas se comen entre ellas, o se masturban juntas y he pensado, ¡cómo me gustaría estar con ellas! Pero luego, nunca llegaba a plantearme de hacerlo con una chica. Lo que está claro es que lesbiana no soy, porque los tíos me van.

A-Olvídate Lara, por favor. Estoy muy avergonzada.

Y- No seas tonta Ali. No has hecho nada malo. Me has sorprendido, sólo. No estoy ofendida ni disgustada.

A-¿No estás enfadada conmigo?

Y- ¡Anda tonta!, Dame un abrazo.

Además del abrazo, Alicia me dio un beso. Noté como sus labios calientes se pegaban a los míos y como su lengua, buscaba introducirse en mi boca, buscando la mía. La dejé y fue un beso muy bonito, pero no hubo nada más.

Por la forma en que me besó, supe que sería cuestión de tiempo que acabara en la cama con ella. No me disgustó la idea. Esa noche, cuando estábamos en la cama se lo conté todo a Bruno.

Y-Nene, me parece que te quedas sin catar las tetorras de Alicia.

B-¡Joder que mala suerte! ¿Se ha echado atrás su marido? Le da miedo ver como goza su mujer follando con otro tío.

Y-No. Juan Luis no tiene nada que ver con esto. Bueno sí, pero no. Resulta que ella lo que quiere es probar con una tía.

B-¿Qué? Nos ha jodido, con las tetas tan ricas que tiene y ahora quiere montárselo con otra piba. ¿será lesbiana?

Y- No, mariconcete, no es lesbiana y no quiere montárselo con otra hembra. Quiere montárselo con tu hembra. Conmigo. No me lo podía creer cuando me lo ha dicho. Me he quedado muda.

B- ¡A ver! ¡a ver!, repíteme eso. ¿Qué quiere rollo contigo?

Y-Pues sí, oye. Tampoco estoy tan mal, ¿no? Es más, te voy a decir que nunca me había fijado en ella, pero ahora que sé que va detrás de mí, me da mucho morbo. ¡Me lo montaría con ella!

B- ¡Joder Lara! Te estás pasando de rosca ya. Menuda golfa te estás volviendo. Te juro que me das miedo, porque no sé cómo va a acabar esto. Vale que te compraras juguetitos, vale que accediera a que estuvieras con otro, pero ¡esto ahora es demasiado! Además, esa piba era para mí, aunque, te diga lo que te diga, harás lo que te salga del coño. Fóllatela si quieres, pero que sepas que me has jodido el polvo con la tetona.

Y- ¡Pero que majo es mi chico! ¡me da permiso para liarme con una hembra! pero nunca se sabe y ya que hablas de lo que sale del coño, dame una buena comida a ver si me corro bien, que todo este asunto me tiene muy caliente y tengo la raja empapadísima.

B-Cuanta razón tenía el pobre Lorenzo, que novia más cochina que me ha salido. Si no fuera porque me es imposible pasar de tu chochito, mojadito y rico, te lo iba a comer tu amiga, la bi.

Y-¡Calla ya niñato y chúpame!

Bruno me comió el coño, yo a él la pija y acabamos follando como casi cada noche, eso sí, mientras me lo estaba haciendo, le susurraba las cosas que le haría a mi compañera en la cama. Él dirá lo que quiera, pero se excitaba con las situaciones que me inventaba,

Pasaban los días y las cosas no iban como yo quería. Alicia no se decidía, ni a hacer el trío, ni a hacerlo sola conmigo. Si que la noté más provocadora. Cambió su estilo de vestir. De tejanos y jerséis, paso a vestidos, ceñidos, marcando formas, con escotes pronunciados para enseñar lo bien dotada que estaba la tía; botas altas con un buen tacón. Incluso cambió de tendencias en la ropa interior. Aquellos sujetadores de algodón y aquellas bragas que yo le decía que eran de colegiala, dieron paso a insinuantes conjuntos de lencería, con seda, encaje, minibraguitas y tangas realmente deliciosos, que yo siempre le decía que le sentaban muy bien. Recuerdo que el día del sorteo de la lotería de navidad, la tía llevaba un conjunto de encaje, color crudo, semitransparente, que no dejaba nada a la imaginación: un tanga brasileño que enseñaba todos los cachetes de un culo redondo y duro por detrás, aunque con un poquito de celulitis propia de la edad, y con una telita finísima que transparentaba una delgadita hilera de vello púbico perfectamente rasurado. Ahora era yo quien babeaba cuando la veía y no os voy a engañar, en aquellos días más de un dedo me tuve que hacer, pensando en ella, de cómo me tenía. Por ejemplo, una tarde, cuando ya había comenzado a escribir mi primer relato, me sentía tan cachonda al recordar lo sucedido con el cabrero, que ver a Alicia en bragas me provoco tal calentura que tuve que meterme en un lavabo del trabajo y acariciarme la vulva y el clítoris hasta que me meé de gusto.

Pasó la Navidad y la acogida de mi primer texto me animó a escribir la parte final de la historia del cabrero. Aquellos días, el sexo con Bruno fue muy rico, fantaseando con tías con las que se lo quería montar y tíos que me montaban a mí. También con mi compañera.

Yo creo que Alicia juega conmigo. Quiere rollo, pero no quiere dar el primer paso. Ha tomado por costumbre, cuando nos vemos en el trabajo, saludarnos dándonos un beso. Pues bien, cuando no hay "moros en la costa”, que es una expresión que siempre dice mi abuela para explicar que nadie nos ve, ella siempre aprovecha para besarme en los labios y comerme la boca. Yo la dejo. Me gusta esa manera suya de provocarme. Me calienta. El día de los Santos Inocentes, cuando entró en el vestuario yo ya estaba en bragas. No sé si venía excitada o qué, pero, además de besarme con lengua, se aventuró a ir un paso más allá. Metió su mano dentro de mis braguitas y me frotó toda la rajita, buscando mis labios vaginales y mi clítoris.

A- ¡Qué rica estás Larita! ¡No veas cómo me pones! Tengo el chumino empapado por tu culpa.

Y- ¡Hostia Alicia! No hagas eso, que me mojo yo también.

A-Ya lo veo guarrilla. Te gusta que te toquen ahí abajo, eh putita.

Y- Me gusta cuando me lo haces tú, pero no sigas Ali, aquí no, por favor.

Mordí su labio en el justo momento en que uno de sus dedos se introducía en mi conejo y me derretí entre sus brazos. Si no me agarra fuerte, me desplomo allí mismo del placer que sentí. Pero entonces escuchamos ruidos de compañeras que entraban en el vestuario y nos separamos bruscamente. La muy zorra se llevó el dedo sucio de mis jugos a la boca y lo chupó en plan obsceno. Estuve toda la tarde muy cachonda, alteradísima y empanada. Cuando faltaban pocos minutos para acabar la jornada, Alicia vino a verme a mi mesa y me entretuvo hablando de tonterías. Ahora sé que estaba haciendo tiempo para que el vestuario se vaciara. Fuimos a cambiarnos juntas. Se sacó el uniforme y las bragas, quedándose en pelotas delante de mí.

A-¿Te gusto Lara? ¿Te parezco una mujer sexy?

Y-Ali, por favor. No me hagas esto. Claro que me gustas y estás muy rica. Me encanta cuando me besas y cuando me metes mano. Me muero de ganas de comerte las tetas, pero te aviso que aquí no voy a hacer nada. No sé dónde escuché una vez un dicho que dice: dónde tengas la olla, no metas la polla. Tú ya me entiendes.

A-Lo entiendo cariño, Ya que no nos vamos a ver en estas fiestas, dame al menos tus braguitas. Quiero hacer como tu amigo el cabrero. Olerte y soñar contigo.

Y-¡No puede estar pasándome esto a mí! ¿por qué todo el mundo quiere mis bragas? Y luego la cochina soy yo. Aquí las tienes, Ali, pero, déjame ir.

A-.¡Que cochina eres Larita! Tiene razón tu amigo Lorenzo., tu tanga está empapada. Se ve que has estado cachonda toda la tarde. Gracias, cariño. Toma las mías, amor, no vayas con el chocho al aire.

Y-Gracias Ali, pero tía, tú no te quedas atrás de guarra. Esto está empapado.

A-Hace muchos días que siempre estoy así y es por ti. Feliz año, Lara.

Nos morreamos a modo de despedida y aproveché para tocarle los pechos. Alicia se sonrió, mordiéndose los labios. Cuando llegué a casa le dije a Bruno que quería ducharme antes de la cena. Me encerré en el lavabo y al sacarme las bragas de Alicia, hice una nueva guarrería: las olí y pasé la lengua por toda la zona húmeda, para acabar abierta de piernas en el wc, acariciándome ahí abajo, hasta que tuve un orgasmo maravilloso.

Después de cenar, mientras veía un capítulo de la última serie a la que nos habíamos enganchado Bruno y yo, recibí un mensaje de Alicia:

A-“No había tenido un orgasmo tan rico desde hacía años, te lo aseguro. Que rica que debes estar, niña, cómo te deseo” + “Una foto, con un primer plano de los labios del coño de Alicia, con mi tanga puesta, toda húmeda de los restos de su corrida y tres o cuatro emojis de labios rojos besando”

Escondí el teléfono, porque me dio tanta vergüenza que no quería que lo viera mi novio. Acabó el capítulo, y le dije a Bruno que estaba muy cansada. Cuando en la cama quiso hacerme el amor, le pedí por favor que no lo hiciera. No me apetecía físicamente, pero además me sentía muy sucia. Pensaba que en esta ocasión si le estaba poniendo los cuernos a mi novio.

Tenía un par de días de vacaciones, con lo que ya no volvía a ver a Alicia hasta el año siguiente. Intentaba esquivar sus mensajes porque normalmente me escribía cosas normales, pero también alguna que otra guarrería, subidita de tono. Yo ya estaba preparando el relato de la segunda parte de nuestra experiencia con el cabrero, emocionada por algunos comentarios y caliente por otros y tenía mucha ilusión por la celebración del fin de año. Estaba muy cansada, porque escribir me agota, pero ahí estaba, intentando que el texto quedara lo más bien posible. Aún tuve ganas de irme de compras a buscar un bonito vestido negro, ajustado y con escote de infarto. Quería que la nochevieja, los colegas de mi novio y sus chicas, me vieran bien sexy. También compré un cacharrito para disfrutarlo con mi novio esa noche.

Cuando llegó Bruno del curro, ya le vi mala cara. No podríamos celebrar la Nochevieja con los colegas. No porque ninguno hubiera resultado positivo en ninguna prueba de la enfermedad que nos asola. Teníamos que celebrar la nochevieja con los padres de Bruno, mis suegros, y sus hijos, mis cuñados, en la casa del pueblo. Maldije a mis suegros, a mis cuñados y a Bruno, que volvió a convertirse en mi saco de boxeo. Ya lo sé, soy un poco temperamental y siempre acabo pagándola con él, pero es que me dio mucha rabia. Yo con todas mis ilusiones hechas y él me había jodido el invento. Era el penúltimo día del año y castigué a mi novio con abstinencia sexual esa noche, aunque ya sabéis que los enfados no me duran mucho, pues él sabe cómo camelarme.

Llegó el día 31, y después de hacernos más de cien kilómetros en coche, llegamos a la casa del pueblo. Fuimos los últimos en llegar. Ya estaban allí los padres de Bruno, sus dos hermanos y sus respectivas parejas. Os cuento. Bruno es el pequeño de la casa. No es porque sea mi novio, pero es el que tiene la cabeza mejor amueblada. Su hermano mayor, tres años más, es Toni. Es un imbécil, creído y cabraloca. Es el causante de la situación de estrés que vivió toda la familia después del verano. Su pareja se llama Andrea. Algo ya he hablado de ella. Es una niña muy mona, de mi edad. Tiene buen cuerpo y viste bastante provocativa. No es mala tía, pero la pobre ha topado con un sieso. Yolanda es la hermana mediana, un año mayor que Bruno, aunque en realidad son casi dos, pues ella nació en enero de un año y mi novio en octubre del siguiente. Es bastante guapa. Alta, delgadita en extremo para mi gusto y con esa manía de llevar el pelo muy corto como un chico. Tiene una complicidad total con Bruno. A veces, hasta parecen pareja, Nunca se le había conocido relación alguna, pero hace como un año apareció con este chico con el que sale. Se llama Raimundo, él dice que es en honor de Raimundo Amador, pero le llamamos Rai. Es bastante especial, un poco cani vistiendo con esos chándales y zapatillas deportivas. En fin, pero es buen tío. Le prefiero mil veces antes que a Toni.

Me puse mi vestido nuevo. Tenía que estrenarlo y disfrutarlo. Me quedaba como un guante y quería lucirlo. Quizás no soy tan guapa como Andrea, ni tan alta como Yoli, pero me sentía muy sexy y con él iba la primera sorpresita que le tenía preparada a Bruno. Cuando me vio se quedó babeando y no se le ocurrió otra cosa que darme un buen morreo y sobarme el culo

Durante los preparativos de la cena, se me acopló Andrea. Ya he dicho que es maja, pero suele tener una conversación bastante limitada. Ese día estaba un poco más locuaz, quizás porque llevaba un par de tragos. Ella también llevaba un vestido muy bonito, aunque eso no es novedad, ya que viste siempre muy extremada. Me sorprendió mucho la conversación porque no me esperaba que Andrea fuera tan directa y desinhibida. Era la primera vez que hablábamos de mujer a mujer, sin tapujos.

An-Lara, ¿Cómo os va a Bruno y a ti, viviendo juntos?

Y- Bastante bien Andrea. Hay sus cosillas, no te voy a engañar, pero vale la pena.

An-Como me gustaría que Toni se pareciera un poco a su hermano.

Y- Bueno chica, cada uno es como es, ¿por qué lo dices?

An-Bueno, se os ve muy bien, vivís juntos, tendréis planes y seguro que tenéis una vida sexual intensa, al menos más intensa que la mía, aunque para eso tampoco hay que esforzarse mucho.

Y- No te creas chica, que hemos pasado una rachita, pero ahora no me puedo quejar

An-Como todos, pero parece que vosotros ya lo habéis superado. Dime Lara, ¿Es bueno Bruno en la cama?

Y-¡Bueno no, Andrea! ¡Muy bueno!, diría yo, pero claro, que voy a decir, soy su novia, jaja.

An-Que envidia me das nena. ¿cada cuanto lo hacéis?, si se puede saber, claro

Y- Pues normalmente a diario, pero hay días que un par de veces o tres.

An- Vaya Lara. ¡Está hecho un toro tu chico!

Y- Mira lo que te digo Andrea, (le dije bajito y al oído), hay días que me duele el coño de tanto mete y saca. Me deja muerta.

An-¿Lo hacéis con condón o a pelo?

Y- A pelo niña. Yo tomo mis precauciones porque me gusta sentirla bien dura y caliente dentro de mí y cuando se corre dentro y me suelta todo el semen calentito, me meo de gusto.

An- Joder Lara. Me caliento sólo de escucharte. Me ha tocado el lelo de la casa, por lo que veo. ¿te hace sexo oral?

Y-Claro, es un experto. Lo borda. Me come toda: tetas, culo, coño.

An- Buff Lara, no sigas. Me he puesto mala. Te lo digo así a las claras, creo que me voy a ligar a tu novio esta noche. Necesito un buen polvo con urgencia. ¿No te importa verdad?, jajaja.

Y- Jajaja. Pareces desesperada Andrea. ¡Pruébalo! Igual te llevas alguna sorpresa.

An- ¡Que mala eres Lara! Te gusta hacerme sufrir, jajaja

Ahí quedó la charla. Cenamos en bastante buena harmonía, teniendo en cuenta todo lo que habíamos pasado ese año. Andrea estaba achispada y Rai, también estuvo muy divertido haciendo bromitas con su novia y Bruno también con su adorada hermana. Rai también me lanzaba puyitas a mí. Andrea y Bruno se reían. En general, hicieron que me sintiera muy bien, mejor de lo que esperaba. Lo único malo, era el simplón y mala pata de Toni: aburrido, malintencionado y siempre a la defensiva. Era, como bien había dicho Andrea, la antítesis de mi novio. Antes de las campanadas, Elvira, mi suegra, nos pidió que bajáramos a la bodega a buscar bebida. Se ofrecieron Rai y Andrea. Yo me quedé con Bruno y Yolanda, pero como veía que tardaban, me acerqué a ver qué pasaba. Bajé las escaleras y cuando llegué abajo, me los encontré en situación un poco sospechosa. ¡Que fuerte!. Mis cuñados haciendo cositas. Vale que Andrea me había dicho que estaba desesperada, pero de Rai no  me lo esperaba. Me coloqué el disfraz de Lara Putita, decidí echarle morro y provocarlos un poquito.

Y-Chicos que os van a dar las uvas aquí abajo

R-Sí, sí, Lara, ya subimos, hemos tenido un accidente.

An-Anda Lara, échame una mano que se me ha atascado la cremallera del vestido.

Y-Vaya Andrea, nena, que braguitas más sexys llevas, si fuera un tío te metía mano aquí mismo,  se te ve todo el culito. Qué blanquito lo tienes, a ver si este verano vamos un poquito a la playa.

An- Nena, será que el tuyo está muy moreno, o es que vas a playas nudistas, guarrilla

Y-Pues mira tú que no me lo había planteado. El verano que viene, le pido a Bruno que me lleve a una

R- Pues yo me apunto, aunque no se si convencería a Yoli.

Y-Si lo que quieres es verme el culo Rai, me lo dices y punto

R- ¡Estás muy loca, Larita! ¿O muy borracha?

Y- No he bebido casi nada, cariño. ¿Quieres que te lo enseñe o no? (se lo dije arremangándome el bajo del vestido hasta enseñarle un poco los glúteos)

R- EL culo y otra cosa, quiero que me enseñes.

An- ¡Pero que cerdos son los tíos!

Y-¿Por qué dices eso, Andrea? Sólo quiere ver me el coño. A mi también me gustaría verle el rabo a Rai.

R- Jajaja, que loca, ¿Ya sabe Bruno que tiene una novia tan …?

Y-¿Puta? Jajaja.

R- Mira Larita, si te la enseño… me has de hacer algún trabajito.

Y- Jajaja, Manual, oral, ¿cómo lo quieres? ¿cómo te gusta más?

An- ¡Os dejo! que os estáis lanzando. Sois muy guarretes los dos.

Entonces se escuchó el grito de Toni, reclamándonos porque iban a dar las uvas. Subimos y nos unimos a la familia, como si nada hubiera pasado. Cada uno acaramelado con su pareja, celebrando el año nuevo. Después de las uvas, jugamos a juegos de mesa y bailamos un rato. Las tres chicas nos marcamos un “tuerking” que dejó a los tíos con la boca abierta y Andrea y yo bailamos la canción del “No me acuerdo”de Natti Natasha y Thalia, en una actuación muy sensual que dejó a mis suegros escandalizados, jajaja.

Casi a las 4 de la mañana, nos retiramos todos, cada uno a su habitación. Las habitaciones de la planta superior las ocupábamos las tres parejas, mientras que los padres de Bruno dormirían en el cuarto de la planta baja. Menos mal que hay calefacción porque la casa es fría de narices. La habitación principal tiene baño propio, pero esa la ocupaban Toni y Andrea. Yoli, Rai, Bruno y yo compartimos el otro baño. Fue otro rato de risas, haciendo bromas mi cuñada y yo con los culitos de nuestros chicos, ya que iban los dos en calzoncillos.

Yl- Hostia hermanito, no me había fijado nunca en el culito tan rico que tienes, zasca. (que manía de zurrar tiene esa familia)

B-Ehhh, no abuses de tu hermano pequeño. Mira que le digo a Lara que te ataque.

Y-¡Serás cerdo! ¡Con lo que te gusta que te metan mano!

B- Lara, joder, que es mi hermana. Va a pensar que soy un pervertido.

Yl-Anda guarrete, que sé yo que lo eres, no ves que casi te he criado yo. Sólo me faltó darte de mamar.

B- Venga, venga. ¡Cuántas veces te he tenido que sacar yo las castañas del fuego!

R- Anda Bruno, no sigas por ahí, que nos veo durmiendo con el perro.

Yl- Eso, juntitos como dos buenos mariconcetes.

Y- ¡Ni hablar! ¡Desfilando cada oveja a su corral! Que la noche no ha hecho más que empezar y yo estoy que ardo, jajaja.

Nos reímos todos, porque sabíamos lo que venía a continuación. Yoli me guiñó el ojo, en plan pícaro y yo le saqué la lengua en plan guarro, momento que aprovechó Bruno, tomándome la delantera, despelotándose y metiéndose desnudo el primero en la cama. Yo cerré la puerta y me saqué el vestido, que era la única prenda que llevaba, delante de un sorprendido Bruno: acerté con la sorpresa.

B-Lara, tía. ¡que zorrona estás hecha! ¿No me digas que has ido toda la noche sin bragas? En casa de mis padres, tía...

Y-¿Es que no te gusta lo que ves?

B-Anda, ven aquí zorrita, que se te va a congelar el chumino.

Y-Eso es lo que tú te crees. Lo tengo hirviendo.

B-Así me gusta mi niña, siempre caliente y dispuesta a un buen polvo.

Y-La culpa la tienen tus cuñaditos, guapo

B-¡Joder Lara!, no te pases de puta, que son mis hermanos y estábamos de guasa.

Y-Si lo digo porque los que se han pasado han sido ellos. Cuando bajé a la bodega me los encontré en actitud sospechosa y a Andrea con la cremallera del vestido abajo y enseñando todo el culo, que, por cierto, lo tiene bien bonito, y blanquito. Te gustaría, jajaja.

B-Dios Lara, no me jodas. Por el idiota de Toni me importa un rábano, porque la verdad es que no me importaría pegarle un buen polvo a Andrea, que está bastante rica, pero Yoli es sagrada para mí.

Y-No seas tonto Bruno. Tu hermana es mayorcita y tiene sus rollos con su novio como los tienes tú conmigo. Por cierto, que el tío no se corta un pelo. Y tu cuñadita, está bien caliente esta noche. Bueno, me parece a mí que la pobre de Andrea pasa bastante hambre, pues tu hermano no la tiene muy bien atendida. Ya antes de comer me ha hecho un interrogatorio sobre nuestra vida sexual, pidiendo detalles sobre tu polla, si me comes, en fin. Yo creo que está loca porque te la folles.

B-Lara, que son mis hermanos joder.

Y-¡Bruno!. ¡Despierta bebé! Deja de comportarte como un machito prehistórico. Te advierto que la tia, tiene un culo de infarto y unos pezones que te volverían loco.

B-No sé Lara.

Y-Anda cabrón, (cambiándole de tema y poniéndole la voz más melosa que supe), no me digas que no te pone tu cuñadita. Imagínatela a cuatro patitas en la cama, con las tetorras colgando y enseñándote toda la rajita empapada.

B-¿Para darle polla de la buena?

Y-Mejor aún, rogándote que le petes el culo: Bruno, Bruno, ¿te gusta mi ojete?, estrenamelo, ¡reviéntame como se lo haces a la zorra de Lara!  (le dije, imitando la voz de Andrea)

B-Dios, Lara. No me digas esas cosas que me vuelvo loco. ¿Me dejarías que se lo petara?

Y-¡Ese es mi chico!, ¡Siempre pensando con la polla! Toda enterita para ti. No tiene las tetas de Ali, pero está bastante rica.

B- Larita, Larita, que ya te veo venir. ¿Tú quieras probarla también? Como aún no te has revolcado con tu amiguita Alicia, tienes ganas de hembra.

Y- ¡Qué listo eres tío! ¡Como se nota que vas a la universidad! jajaja. ¿Te cuento un secreto? Creo que nunca le han comido el coño. Así que ya sabes: si se te pone a tiro...

B- ¿Te das cuenta de lo zorra y lo bruja que te has vuelto? No dejas de sorprenderme. Tenemos que hablar seriamente de esto.

Y-Deja de hablar y acaríciame la raja, que estoy que me muero de ganas de un buen polvo.

B-Yo preferiría comerte el coño antes, que lo has de tener muy rico, aunque se haya pasado toda la noche al aire. Y tú meneando el culo delante de mis padres con ese vestidito y sin bragas

Y-¡Anda cabrón! que siempre acabas saliéndote con la tuya, chúpame el coño hasta que no quede ni una gota de flujo, y cuando me corra te comes toda la meada. Y ni se te ocurra pajearte mientras me comes. Esta noche me follas como a una diosa o como a una puta, mejor.

Bruno se acomodó entre mis piernas, se agarró la pija, meneándosela desafiante, y acto seguido se amorró a mis bajos con la lengua bien fuera, moviéndola de tal forma que supiera lo que me iba a hacer, diciéndome lo rico que tenía el coño, mientras yo me sobaba las tetitas, pellizcándome los pezones y buscando provocarme aún más placer. No tardé en correrme en la boca de Bruno, quien, obediente como siempre, no desperdició ni una gota de mis jugos. Pese al orgasmo, yo seguía muy excitada. Me puse a cuatro patas sobre la cama, enseñándole todo el culo a Bruno, como sé que le excita.

B-¿Por dónde quieres cariño? ¿te follo o te peto? Elige

Y-No sé, ¿tú que quieres?

B- ¡Dame ese culazo putón!

Y-Ni hablar cerdo, que me lo destrozas. Fóllame, clávamela bien dentro del coño y mátame de gusto

B-¿Es esto lo que quieres? ¿quieres mi rabo dentro de tu cuca?, (me golpeaba con la verga en la cara mientras me lo decía)

Y-Síiii, métela ya toda, maricón, o te dejo aquí plantado y me voy con el garrulo de tu cuñado, que seguro que la tiene más grande que tú.

B-Eres una zorra Lara. Aún te pondré mirando pa'Cuenca y te petaré

Y-Ni se te ocurra cabrón, deja mi culo. Fóllame duro, haz que me corra como una perra

Me penetró poquito a poco el cabrón, para hacerme sufrir. Luego empezó a culearme a lo bestia.

B-Toma polla zorra, zasca; te voy a reventar guarra, zasca; te vas a mear de gusta puta, zasca

¡Que manía tiene este chico de azotarme mientras me folla! Si queréis que os diga la verdad, le dejo hacer porque sé que a él le pone, pero a mí no me gusta nada

B-Nena me corro, te voy a llenar el coñó de lechita calentita

Y-Aguanta un poco cabrón, que quiero correrme yo también.

B-Me viene Lara, no aguanto más, toma toda la leche en el coño, Joder nena, que caliente me pones

Y-¡Sigue cerdo!, que siempre me haces lo mismo, no me dejes a medias. Bombéame rápido que me corro ya, dale fuerte, clávamela hasta el fondo, uff, me meo de gusto, que zorra soy.

B-Larita, Larita. ¡Que guarrona eres! ¡Cómo te quiero cariño! ¡Eres mi diosa del sexo!

Y-Bruno, que tonto te pones después de un polvo. Esto no ha acabado aún, ahora quiero usar tu culito un rato. (y le enseñé el segundo regalito que me había traído escondidito en mi bolso, una braguita con un dildo rosita, monísimo que había comprado para darle gustito a mi chico)

B-Alto ahí loca. No voy a dejar que me des por el culo en casa de mis padres. ¿Y si nos pilla alguien? Ni hablar.

Y- Deja de hacerte el santito y ven aquí que le haga el boca a boca a mi amiguita, ya sabes… (Bruno se había levantado de la cama y estaba poniéndose el pantalón del pijama, pero tenía el pene flácido).

B.-Un momento cariño. He bebido más de lo habitual esta noche y se me queda la lengua pastosa. Tengo sed. Voy a la cocina a ver si encuentro algún zumo o algún refresco. ¿Quieres que te traiga algo?

Y- ¡Un buen empalme, niñato!

B- Lara tía, descansa un poquito ¿no?

Y- Tráeme un poco de agua, please.

Bruno salió de la habitación a pecho descubierto. Al fin y al cabo, estaba en su casa.

Todo lo que sucedió, a partir de entonces fue como surrealista: gritos, ruido de puertas, lloros. Lo que tardé en coger mi chándal y vestirme un poco, abrí la puerta de la habitación y me encontré a Andrea desnuda, solo con el tanga, abrazada como un koala a la espalda de Bruno, que hacía como de parapeto, con dos vasos de agua en la mano, entre la chica y su novio, Yolanda con una bata y Rai envuelto en la sábana, Toni “bailando” con Bruno, intentando agarrar a Andrea, mi suegra , mi suegro. Un espectáculo.

Cuando se aclaró todo ya eran pasadas las ocho de la mañana y después de un chocolate calentito que nos preparó Elvira, salimos las tres chicas a pasear el perro. Yo iba echándole una ojeada a la publicación de la segunda parte de mi relato y Yoli, haciéndole bromas a Andrea quejándose de habernos jodido la sesión de sexo de año nuevo. En un momento que Yoli se quedó atrás con el chucho, Andrea me preguntó.

An- ¿Os volvéis a casa esta trade, Lara?

Y- Si Andrea, Tengo guardia el domingo.

An- Ya lo he hablado con Toni. Si os parece bien, me vuelvo con vosotros.

Y-Claro, no hay problema.

An- Por cierto nena, ¡que culazo tiene tu chico!

Y- ¿Se lo has tocado bien?

An- Sí nena, y no fue la único. Uff, que dura la tenía.

Y- Serás zorra, cómo te has aprovechado de él.

An-Acuérdate que me diste permiso.

Nos echamos a reír. La comida fue bastante bien, un poco enganchada al móvil. Por la tarde nos volvimos Bruno, Andrea y yo a casa. Invitamos a cenar en casa a Andrea, pero eso será motivo de otro relato, porque, posiblemente sí, volveré a escribir.

Por si a alguien le interesa, aunque supone un salto temporal, este fin de semana, Juan Luis tiene prevista una salida con sus amigotes. Intentaré quedar para salir con Alicia. Mi intención es que también venga Bruno, aunque él no lo sabe.

Gracias de nuevo, por dedicarme vuestro tiempo. Agradezco los comentarios.

Besos húmedos