No pude más, le di todo a mi hijo.
Después de que mi hijo me manoseó una vez que compartimos cama, el deseo se incrementó y pasó lo inevitable.
Hace unas semanas vino a visitarme una muy amiga (Gaby) y su hija (Caro), más o menos de la edad de mi hijo. Una de las noches mientras mi hijo (Toño) y Caro fueron al cine, mi amiga y yo nos quedamos en casa tomando vino y chismeando. Las copas pasaron y la botella se convirtió tres botellas de vino, bueno casi nos acabamos las tres jejeje. Cuando llegaron mi hijo y Caro, cerca de la media noche, ya estábamos algo tomadas y pues nos fuimos a acostar. La última parte de la plática había sido sobre sexo y la verdad me había dejado algo inquieta; quería masturbarme, pero como mi hijo le había cedido su habitación a mi hija, pues él y yo compartíamos mi cuarto, de hecho mi cama, así que no podría atenderme yo solita; no tendría privacidad.
Me puse un pantalón delgadito semi transparente –ya saben cómo son las pijamas- un calzoncito pequeño y una playera también delgada. Me acosté en lo que mi hijo se acostaba a dormir; me fui quedando dormida y apenas sentí cuando mi hijo se metió a la cama. No mucho después, sentí cómo su mano rozaba mis nalgas; la verdad no hice mucho caso, cuando uno se duerme, pues se mueve, pero después sentí cómo sus dedos me acariciaban discretamente las nalgas. Además de la sorpresa, sentí excitación, debo confesarlo. Minutos después, sentí cómo me abrazó de cucharita, yo mantuve los ojos cerrados simulando estar profundamente dormida; con su brazo rozaba mis tetas, luego con su mano, su bulto se endurecía en mis nalgas; yo trataba de controlar mi respiración y no gemir, no sé si lo logré. Me moví lo más discretamente posible para sentir mejor su verga; la verdad yo estaba súper hot. Mi hijo me rozaba los pezones con su pulgar, las tetas…mientras su verga cada vez más dura se movía lentamente en el canal de mis nalgas. Luego de estar tocando suavemente mis tetas, mi hijo Toño bajó su mano rozándome el abdomen hasta mi entrepierna, mi corazón estaba a mil, mi conchita también; en serio iba a tocarme, iba a tocarme la conchita? Si lo hacía, se detendría ahí? Qué podría pasar? Éramos mamá e hijo, y sí, era excitante, yo estaba súper hot, pero era mi hijo!! Él me rozó la conchita sobre la pijama, pero no hizo más, bueno no me tocó más, pero poco después, me embarró la verga un poquito más fuerte en mis nalgas y sentí cómo me humedeció un poco las nalgas; se había venido. Cuando acabó fue al baño y después volvió a acostarse; yo me quedé ardiendo, aunque con algo de culpa.
A partir de ese día no pude evitar que mi deseo por mi hijo se detuviera. Lo platiqué con algunos lectores de mis relatos y me animaban a que lo hiciera; una amiga lectora me dijo que ella ocasionalmente lo hacía con su hijo. Después escuché a mi hijo hablar con un amigo suyo sobre esa ocasión y Toño le dijo que se quedó con ganas de meterme mano, de cogerme, de que yo se la mamara; no saben cómo me calentó eso. En ese momento pensé que si se repetía una situación que nos acercara como aquella noche, no podría contenerme. No me atrevería a seducir a mi hijo en un día cualquiera, pero si se daban las condiciones que “justificaran sexo”, lo haría. Hace unos días, se presentaron esas condiciones.
Para pasar la Navidad vinieron varios familiares, como de costumbre, y un primo que vino con su esposa, necesitaba que lo alojara por un par de días y evidentemente los recibí con gusto. La segunda noche nos invitó a cenar a un muy lindo restaurante en agradecimiento. La verdad es que tomamos bastantito; es un primo muy MUY cercano –jejeje- y hacía mucho que no lo veía, así que había muchísimo de qué platicar. Él y su esposa son de carrera larga, así que el alcohol fue mucho. Mi hijo no toma tanto, pero para quedar bien con sus tíos trató de mantener el paso, y no lo hizo mal, se puso happy, pero no se emborrachó. Creo que a mi se me subió más.
De vuelta a la casa mi primo quería seguir tomando, pero yo ya estaba cansada y creo que su esposa tenía ganas de otra cosa, porque vi cómo disimuladamente le decía que “ya quería acostarse”. Como mi hijo le había cedido el cuarto a sus tíos, se acostó conmigo; desde que acepté darles alojamiento, imaginé a mi hijo manoseándome otra vez. Me puse la pijama y mientras mi hijo iba al baño, me acosté; la verdad no me puse pantalón de pijama, sólo unos calzones y una camisetita de tirantes; quería provocarlo! Cuando mi hijo se acostó, no vi que tuviera intención de nada, se acostó de su lado y no se me acercó, pero después de un rato comenzamos a escuchar gemidos –sus tíos estaban cogiendo y parece que mucho no intentaban esconder lo que hacían, se oía el rechinido de la cama, algo de lo que decían y los gemidos- entonces mi hijo de repente me abrazó de cucharita embarrándome su duro bulto en las nalgas, esta vez me apretó hacia él abrazándome. En un momento levantó las sábanas para ver qué traía puesto, se debió haber sorprendido cuando sólo me vio en calzoncitos y playerita. Después de ver cómo a su mamá en ropa interior, se me embarró otra vez, ahora estaba más dura su verga y me la restregaba con más fuerza y menos discreción. Rápido empezó a acariciarme las tetas, parte sobre la playerita y parte debajo, hasta que me bajó los tirantes para tocarme las tetas y los pezones directamente; yo comencé a gemir suavemente y mover mi cadera para sentir más su verga y darle a entender que yo también quería.
Toño – Estoy muy caliente –no sabía si me lo decía o sólo lo decía, pero yo asentí sin abrir los ojos; Toño me pellizcó los pezones, no sé si sabía, pero es mi punto débil cuando estoy fajando, por lo que puse todavía más hot- tú también estás caliente –me dijo, mientras continuaba pellizcando los pezones y embarrando rítmicamente su verga en mis nalgas; una vez más sólo asentí- estás muy rica, eres una golfa, no sólo te gusta enseñar y coquetear...también andas coge y coge –yo gemía cada vez más, llevé mi mano derecha hacia atrás y le agarré la verga sobre sus bóxer, estaba enorme- ya sentiste la que te voy a meter?
Yo – Sí –respondí muy suavemente-.
Toño – Eres una golfa, mamá…ya se las das a Yaha a cada rato –asentí- el cabrón nomás me presume, pero ahora me las vas a dar a mi, mamita –yo se la agarraba y él me pellizcaba los pezones-.
Yo – Sí, Toño…también quiero que me cojas.
Toño – La vez pasada que te manoseé, estabas despierta, verdad? –asentí- Te gustó?
Yo – Sí…mucho…me calentaste.
Toño – Querías que te tocara toda? –asentí- Que te cogiera? –asentí- Dímelo.
Yo – Quería que me cogieras, Toño…estaba muy mojada.
Toño – Sentiste que me vine? –asentí-.
Yo – Me mojaste la pijama –me tomó la mano y la llevó de su verga a mi conchita-.
Toño – Está calientita tu panochita…tócate, mamá.
Yo – Sí…estoy hot, Toño me acaricié un poco con su mano sobre mi mano acariciando mi conchita-.
Toño – Querías agarrármela, mamá? –asentí- Agárramela –llevé mi mano hacia atrás otra vez y ahora la toqué directo, se había bajado los bóxers, estaba muy dura, muy rica, de muy buen tamaño- te gusta? –asentí-.
Yo – Sí –empecé a jalársela-.
Toño – Quiero ver qué tan golfa eres, mamá…quiere que seas tan puta como eres con Yaha o con los otros güeyes que te cogen –me tocó la conchita sobre la panty, estaba empapadísima- ya me cansé de leer tus puterías, ahora quiero probarte, mamita.
Yo – Sí, Toño.
Toño – Además por algo te acostaste en calzones, no? –asentí- Quítatelos, mamá, quiero verte las nalgas sin nada –obedecí y así como estaba me quité los calzoncitos- Mta, no mames, qué ganas de verte así…varias veces te he espiado dormida, pero nunca encuerada…tiene un culazo, mamá –me las acarició y sentía su verga dura tocándome las nalgas; después de unos momentos me tomó de la cintura y me volteó poniéndome boca arriba, él estaba viéndome a los ojos- estás deliciosa, mamá –me bajó tóscamente la playerita dejando ambas tetas al descubierto y bajando lentamente la mirada- qué rico te recortas la panochita…ya me había dicho Yaha que te la recortas y a veces te depilas…a la otra quiero que te depiles para mi…quiero cogerte depiladita, mami.
Yo – Sí, Toñis –empecé a acariciarme- te gusta verme?
Toño – Me encanta…estás riquísima, mamá –entonces empecé a masturbarlo y a masturbarme- ay, no mames –ya que la tenía bien dura y con líquido preseminal, lo monté, me acomodé su verga en la entrada de mi conchita y me senté lentamente en él- ay, cabrón!
Yo – Qué rica la tiene, Toñito –empecé a cabalgarlo-.
Toño - Ay, mamá, estás bien buena…tiene razón Yaha.
Yo – Qué te dice, eh? Agárrame las nalgas, Toñis…fuerte.
Toño – Que encuerada te ves riquisísima…que coges muy rico…
Yo – Qué más te dice? –yo seguía montándolo y él cada vez más caliente-.
Toño – Que eres muy puta para coger…que te gusta que te cojan duro.
Yo – Y qué más?
Toño – Que cuando me dejan en el trabajo después del fut se van a su casa a coger…y que a veces viene cuando yo no estoy…tenía muchas ganas de que me montaras, mamá.
Yo – Ay, qué rico estás, Toñis…te molesta que me coja Yaha? Que ande de puta con él?
Toño – No…me calienta…me calienta imaginarte cogiendo…y verte.
Yo – Me has visto coger, Toño? –asintió-.
Toño – Sí…algunas veces –me recargué en la cabecera, poniéndole mis tetas en la cara- he visto cómo te coge Beto o cómo se la mamas…también la vez pasada con Mike –ya más relajado, me agarró las tetas, me las apretaba y me pellizcaba los pezones-.
Yo – Me encanta que me pellizquen los pezones…me pone súper hot…
Toño – Sí, ya sé…los tienes bien ricos, duritos.
Yo – Entonces te gusta verme, Toñito?
Toño – Mucho…me calienta un chingo verte o escucharte.
Yo – Ah, sí?
Toño – Me la jalo mucho pensando en ti, mamá.
Yo – Puedes verme cuando quieras, Toñis…o cogerme –su verga palpitó-.
Toño – Es bien rico ver cómo te cogen, ma…cómo te dicen de cosas y ver cómo te calientas y te dejas hacer…me encanta que seas tan golfa.
Yo – Chúpame las tetas, Toñis…ay, así, qué rico…mmmmmmmm…tenía muchas ganas de sentirte adentro de mi…de que me tocaras…me dejaste súper caliente aquella vez…
Toño – Yo también me quedé con ganas de metértela, ma…me la jalé, pero quería metértela así de cucharita, se me antoja mucho para sentir tus nalgas.
Yo – Quieres metérmela así, Toño? Quieres que me ponga como aquella vez?
Toño – Sí…quiero metértela así…cada que me meto a tu cuarto para verte dormida se me antoja cogerte así, mamá.
Yo – Eres un calenturiento, Toñis…qué rico…eso lo sacaste de mi…-le desmonté y me acomodé de cucharita, entonces él se puso detrás de mi, acomodó su verga en la entrada de mi conchita- te gusta, Toño?
Toño – Me encanta verte así, ma.
Yo - Métemela, Toño…cógeme… -y la metió de una estocada; sentí delicioso- ay, qué rico…me entró delicioso! Agárrame las tetas, Toño…mmmmmm…así, así.
Toño – Estás bien buena, mamá…quiero cogerte muchas veces.
Yo – Y cómo te calientas, eh? Qué haces?
Toño – Me masturbo con tus calzones sucios…sobre todo cuando vienes de coger…huelen bien rico.
Yo – Mmmmmm…qué rico!
Toño – Leo tus correos…el que tienes para andar de golfa…me calienta lo que te escriben y las fotos que mandas…me la ponen bien dura.
Yo – Ah, sí? Qué bueno que lo disfrutes, Toño…haz lo que quieras.
Toño – Sabes qué quiero hacer, ma?
Yo – Qué, Toñis? –mientras me bombeaba me pellizcaba los pezones-.
Toño – Quiero darte por atrás…Yaha dice que eres muy puta pero que no te dejas por atrás…que haces de todo pero eso no…quiero metértela por atrás…nunca lo he hecho y quiero ver qué se siente.
Yo – Quieres darme por el culo, Toño? –me calentó mucho la idea-.
Toño – Sí…quiero que me apriete rico la verga…Melanie no se deja…quiero que el primer culo que pruebe sea el tuyo, ma –eso me calentó aún más-.
Yo – Sí, Toño, lo que quieras.
Toño – En serio?
Yo – Sí…yo también quiero dártelo…ningún amigo tuyo me cogerá por el culo, sólo tú, Toño…siempre que quieras.
Toño – Qué rico…se te ve muy rico, ma.
Yo – Agarra el frasco que está en el cajón, es lubricante.
Toño – Este?
Yo – Sí, ponte un poco en los dedos y ponme en la entrada de mi ano…-sentí cómo me ponía en aceite- ahora ve abriéndome con tus dedos…mételos poco a poco…luego mete el pulgar y ve abriéndolo, Toño…así, así…ay, qué rico que me llenes mis dos hoyitos…-siguió bombéandome la conchita mientras me abría el culito-.
Toño – Qué rico! Me encanta dedearte el culito, ma…ya te lo puedo meter?
Yo – Espera, méteme los dos pulgares.
Toño – Los dos?
Yo – Sí…sí y abre un poco mi ano –lo hizo y me preparé para recibir su verga- ahora sí, Toñis, métemela poco a poco –me la sacó de la conchita y la puso en mi culo, empezó a meterla lentamente- ay, así, así, Toñis…mmmmm…duele rico…
Toño – Ay, qué rico te entra, ma…se siente delicioso…ahí va otro poco.
Yo – Ay, Toño, qué rico…ahora bombéame lento –así lo hizo- así, así.
Toño – Le voy a decir a Yaha que te cogí y que te la metí en el culo…el te cogió primero, pero tu culo es mío, mamá.
Yo – Sí, mijo, es tuyo…todo es tuyo…ay, hace mucho que no me daba por ahí…lo extrañaba…me gusta que me la metan por ahí.
Toño – Y por qué lo niegas tanto, ma? Deja que te la metan.
Yo – Hay que darse a desear un poquito, mijo…ay, me lo vas a dejar bien abierto, Toño.
Toño – Me gusta mucho cómo se siente, ma…apretadito…
Yo – Ponte lubricante para que resbale más y cógeme más rápido, Toñis.
Toño – Así?
Yo – Ay, mijo, sí, así….ay, no mames, que rico me la metes…ay, Toño, métemela, métemela…ay, soy una puta, soy una puta, Toño…me encanta que me den verga, mijo.
Toño – Me encanta que seas una golfa, ma…te voy a dar verga cuando quieras…me encantan esas tetas y ese culote que tienes…qué rico culo…qué rico culo tienes…me voy a venir, mamá.
Yo – Yo también, mijo…vente, Toño…vente…dame tu lechita…
Toño – Me vengo?
Yo – Sí, Toño, vente…échamelos…échamelos…
Toño – Me salgo, ma?
Yo – No! Vente adentro…échamelos adentro, mijo….vente en mi culo, Toño.
Toño – En serio? –su verga palpitaba en mi culito-.
Yo – Sí, Toñis…échemelos…échamelos adentro…ya…ya…vente!!!!! –en ese momento tuve mi orgasmo y sentí su semen inundar mi culito; me echó chorros y chorros de semen, me encantó sentir esa leche calientita esparcirse y derramarse dentro de mi-.
Toño – Aaaaaaaaahhhhhhhhhh…puta madre, qué rico!!! Ay, no mames, me vine un chingo…mmmmmmmmmm…
Yo – Ay, qué rico, mijo….qué rico te veniste, Toño…-se la apreté un poco con mi culito-.
Toño – Ay, qué rico se siente eso…mmmmmmmm…hazlo otra vez –lo hice-.
Yo – Cosas que uno aprende.
Toño – Ay, qué delicia…con razón les gusta coger contigo, ma…coges delicioso…
Yo – Luego te enseño más cosas…-me la sacó y fue perdiendo la erección- tú también coges rico, Toño...tienes suerte las chavas que te coges.
Toño – Ninguna se compara, ma.
Yo – Años bien vividos –le guiñé un ojo-.
Toño – Así quiero ser yo.
Después de limpiarnos, nos pusimos la ropa otra vez y nos dormimos; esa fue la primera vez que tuve sexo con mi hijo.