No pude impedirlo

Fui a aquella discoteca con mi chico y no esperaba que la noche acabara así.

Hay una discoteca de afamado nombre

, perteneciente a una gran y antigua cadena de ella, cuyo nombre empieza por P, cuyo nombre prefiero callarme (aunque sabéis perfectamente a cual me refiero), el caso es que me ha venido a la mente una historia que viví en una de ellas o mejor dicho en su exterior. Recuerdo que era verano, hace unos años, por entonces yo andaba con un "novio/amigo" del que creía sentía algo especial por mi (pensamiento que luego comprobé no era acertado), el caso es que como digo, esa noche fuimos a aquella pequeña localidad costera y tras cenar nos fuimos a la discoteca en cuestión. Yo estuve bailando como una loca, fundamentalmente sola pues él estaba a lo suyo con el cubata y con sus colegas, yo por aquellos años más o menos bebía pero de forma muy discreta, pero el caso es que esa noche tome un par de copas de más. No le di más importancia pues estaba acompañada por él y sabía que en su caso estaría pendiente de mi, en definitiva que me cuidaría. Para que os hagáis una idea, "mi chico" de aquel momento era un morenazo, de cuerpo perfecto "by gym", pero he de reconocer que como macho no es de lo mejor que me he topado, pues además de tenerla muy, muy pequeña, duraba muy poquito, cosa que en principio creía no era importante (luego supe que si ello va unido a que era un cretino, si tiene su trascendencia). Yo al igual que ahora era observada por los hombres, puesto que además de tener buenas curvas y esta "cara de niña", según todos me dicen, iba vestida con un vestido de verano oscuro muy ceñidito y corto, sin tirantes, por lo cual debía de estar atenta a que no se bajara gracias al peso de mi pecho, recuerdo que llevaba sandalias anudadas a la pierna, así como una tanguita y un sujetador también sin tirantes con el cual dejaba a la vista mis hombros y espalda, pelo suelto y maquillaje "fashion total". Lo cierto es que iba muy sexy y deseable, hecho que me reafirmaron los múltiples mirones que se quedaban alrededor mío mientras bailaba. Ni que decir tiene que yo estaba loquita por "mi chico", pero él a su rollo y pasando bastante de mi. Fueron pasando las horas hasta que siendo ya muy tarde, cosa así de las cuatro y media o cinco de la mañana, yo estaba que apenas me tenía en pie, por eso estaba sentada en un taburete alto junto a mi chico, que me tenía agarrada con la cintura, ya no podía beber más, me sentía como mareada, vagamente consciente. Más o menos recuerdo que en esa parte final de la velada, estábamos los dos así como un amigo de él, un tipo al que no tenía precisamente mucho aprecio, puesto que mi chico cada dos por tres se lo traía cuando salíamos, pese a que era un muermo, recuerdo que era un chico más jovencito, muy delgado, con gafas, sumamente callado y para mi gusto un poco guarrete pues su aroma ritual indicaba que no era muy asiduo a la ducha de su casa. Ante todo esto mi novio me decía que "ES QUE ESTA SOLO, QUE QUIERES QUE HAGA DEJARLE TIRADO", y claro nos lo "comíamos" nosotros, pese a que tan solo fuera a beber y a estar callado, aunque eso sí, sin dejar de quitarme ojo al culo o al escote, pues bien notaba su mirada clavada en mi pese a que cuando lo pillaba haciéndolo él bajara la mirada o girara la cara a otro lado. Así estábamos cuando le dije a mi chico que nos fuéramos, que yo me encontraba mal, muy mareada, incluso con ganas de vomitar, sintiendo las típicas arcadas de quien ha bebido de más y también mezclando. Sin no mucho esfuerzo y casi en volandas, mi chico me llevo fuera del local, tan solo recordando yo como se clavaban en mi, mejor dicho en mi escote, decenas de miradas de tíos salidos. Finalmente llegamos a una de las calles que hay frente al local y tras abrirme la puerta me dejó sentada en el asiento del copiloto, con las piernas fuera del coche y la cabeza apoyada en el reposa-cabezas, yo tenía los ojos cerrados, notaba que me mareaba y los oía hablar como en sueños, como si estuviera mi cuerpo pero yo ausente. En esas estaba cuando dejé de escuchar sus voces, casi estaba dormida, cuando susurro una voz en mi oído, era la de mi novio, la cual decía que toda la noche lo había puesto loquito y que ahora tenía ganas de relajarse, me decía que solo sería un momentito. Note que su fuerte mano me agarraba suave pero a la vez con fuerza por el cuello y como empujaba mi cabeza hacia si, por tener los ojos cerrados ni me di cuenta que mis labios chocaban contra su polla, torpemente trate de resistir un momento mientras notaba el olor a haber orina, era su olor, empujó un poquito más y ya no tuve resistencia, consiguió introducirla toda y comenzó a bombear mis labios, como si fuera un coño, sin hacer yo movimiento, todo lo hacía él, yo sentí una arcada y tuve que retirarme a la fuerza consiguiendo sacármela de la boca, seguía sentada con los ojos entreabiertos mirando al suelo, muy mareada, hasta que nuevamente se cerraron y volví a colocar mi testa sobre el reposa-cabezas, en ese momento solo hubiera querido dormir. Nuevamente note su mano y sin fuerzas para resistir le dije como balbuceando que por favor acabara pronto "que no podía con mi alma", solo escuche decir que no me preocupara que se "iría rápido". La mano tiraba de mi cuello y de forma muy violenta, sin que pudiera reaccionar, empujó hacia si nuevamente, introduciendo de golpe la polla, rápido noté que olía fatal, a meada, pero más intensa y además sentía que aunque igual de fina era más larga que la de mi chico, en principio eche la culpa a mi estado, pero luego entendí que no estaba en lo cierto, entreabriendo los ojos observé que lo que tenía en la boca era la polla del amigo, me dio mucho asco, contemplé a mi novio que estaba meando de espaldas a mi a unos cuatro metros, trate nuevamente de zafarme empujando hacia atrás pero él fue más rápido y con las dos manos me agarró la cabeza, parecía frenético, totalmente ido, pues con violentos movimientos atrás y delante de mi cabeza me estaba bombeando la boca, ahora si que como si me estuviera follando los labios, yo apenas tenía fuerzas para defenderme, se me escapaban las lágrimas pues aquella polla me llegaba hasta el fondo de la boca, tal y como si no le importara nada mi voluntad. No sé cuanto duro, para mi una eternidad pero creo que realmente fue poco tiempo pues de pronto él se quedó paralizado y en silencio, notando yo en mi garganta varios chorros de su leche, sentí un asco total, no podía aguantar y tan solo sacar él su polla, yo violentamente empecé a vomitar, acabando en el suelo arrodillada. Pasado unos momentos interminables, sentí que mi chico me agarraba y tumbaba en el asiento de atrás, marchándonos a casa. Quedé dormida o inconsciente, pero durante un momento me sentí a medio despertar pudiendo escuchar como mientras mi chico conducía, su amigo hablaba del asunto, lo comentaban como una aventura, pareciendo encantados, sin aparentemente importarles mi estado, diciendo que se me pasaría. Mi chico dejo a su amigo en su casa y luego me llevo a la mía, pero a modo de despedida, recuerdo que se subió a la parte de atrás y tumbándose sobre mi me subió la falda y se frotó con mis nalgas, recuerdo que me hablaba y jadeaba sobre el cuello y hombros, decía que era suya, que era su puta y cosas así, sin que pudiera aguantar pues empezó a correrse sobre mi, yendo a parar su leche a mi culo, al vestido y a la tanga, quedando toda pringosa. Una vez guardo la polla me cogió en brazos y me llevó hasta casa. Como pude llegué a mi dormitorio sin que mis padres se enteraran, quedándome dormida, notando toda pegajosa mis nalgas y ropa. Doy por echo que muchos no me creeréis pero esto sucedió hace…, no demasiados años. Ahora tenéis que saber que cuando acabe de escribiros pienso tocarme, pues por el morbo de describir lo sucedido y del tiempo que ya ha pasado, me resulta excitante, pese a lo que sufrí esa noche no se lo deseo a nadie. Sé que no tardaré en llegar al climas, vuestra zorra casada esta muy excitada…, besos mil.