¡No molestes a los vecinos!

El secreto está en la leche: un poco para ti y un poco para mi

Hace un par de semanas que me he instalado con mi novia en nuestro primer apartamento de alquiler. En varias ocasiones he coincidido con los vecinos de la puerta contigua. Son una pareja corriente de mediana edad con dos niños y un bebe.

El debe trabajar de mecánico, pues casi siempre va con el mono de trabajo, y ella es una mujer de lo mas normal, centrada en criar a sus hijos. La verdad es que no es mi tipo, pues aunque tiene una cara bonita, su cuerpo no corresponde a mi ideal de belleza.

Nada tiene que ver con mi pareja que es alta y delgada, con un culo bien prieto y unas tetas medianas que no necesitan sujetador para mantenerse bien tiesas y levantadas. Mi vecina por el contrario es mas bien bajita y regordeta, con una tetas gordas que seguro todavía dan de mamar al bebe que lleva en el carito.

Si no fuera por que cuando entra o sale toda la familia hacen mucho ruido en la escalera no me habría fijado en ellos. Sin duda ellos tienen su vida plácidamente organizada y mi pareja y yo estamos empezando a disfrutar de nuestra completa intimidad en nuestro nuevo apartamento.

Follamos muy a menudo y en estos días que llevamos en el nuevo apartamento hemos experimentado en todas las estancias y con las diversas posturas que conocemos. Estoy muy contento pues estamos juntos, enamorados y disfrutando de un sexo excelente. Mi novia esta bien buena y me da todos los gustos.

Hoy he coincidido con mi vecina en el rellano, ella volvía de dejar a los dos hijos mayores en el cole en la sesión de tarde. Estaba tratando de sacar la rueda del cochecito enganchada en un saliente del ascensor, y me he acercado a ayudarla pues el bebe corría peligro de caer con los tirones que estaba dando.

Muy en su línea, mi vecina llevaba unos leggins ajustados que todavía la hacen mas culona, y una camiseta que parece que se va a reventar por no poder contener sus enormes tetazas repletas de lechecita. La verdad es que cuando la veo me alegro de tener una pareja como la mia, y no como ella.

Después de liberar la rueda, mi vecina me da las gracias y se encamina hacia la puerta de su casa. Yo estoy frente a la puerta de mi apartamento con las llaves en la mano dispuesto a entrar. Antes de entrar en su casa, se vuelve y

  • “Por favor, ¿podríais poner “la música” un poco mas floja?, es que se oye mucho, …y venden un aceite…3 en 1 que se pone en los muebles que chirrían”, me dice con mucha sorna mientras pone una cara de condescendencia que me irrita bastante.

Me ha sorprendido y me cuesta reaccionar. Parece que nuestros vecinos tienen mejor oído que nosotros y también menos paciencia.

  • “perdona si os molestamos, a mi novia le gusta oir la música bien fuerte. Yo ya se lo digo que la baje pero no me hace caso”, respondo apresuradamente.

  • “No seas tonto…que todos hemos sido jóvenes…y tu ya sabes a que me refiero”. “ya me gustaría a mi tener vuestra edad y ganas de pasarlo bien…en vez de tener que cuidar de un marido y tres niños”, dice con tono muy convincente.

  • “no… bueno..yo… no se…perdona si os molestamos”, digo balbuceando sorprendido por la contundencia de sus afirmaciones.

  • “Oye, ¿tu no sabrás como se pone la contraseña en Netflix?, yo no tengo ni idea y mi marido es un negado para estas cosas. Se ha desprogramado y no se ve, y hoy quería ver el reportaje de cine que hacen”

  • “No se… nosotros no tenemos…pero creo que se como se hace”, “si quieres lo miro a ver si sale”, le digo quizás con la esperanza que si se lo arreglo nos perdone las molestias causadas.

Cinco minutos mas tarde estoy en su salón frente al TV con el mando en la mano tratando de sintonizar de nuevo los canales. Estoy tan absorto en la tarea que no me he dado cuenta que mi vecina se ha sentado comodamente en la butaca, se ha quitado la camiseta y se ha bajado una de las copas del soten para dejar la teta libre para que el bebe se coja al pezon y saca su raciòn de leche.

Cuando me doy cuenta, casi me atraganto por la sorpresa. No esperaba una situación asi y nunca había visto una teta tan gorda tan cerca, con una aureola grande y oscura, con un pezón rezumando lechecita.

  • “Es que no habías visto nunca una mujer amamantando a su bebe? Vaya con el yogurin este que me ha tocado por vecino.”, Luego te dare a ti tambien tu ración...jejeje… para merendar…jejeje”, dice riéndose de mi.

  • “ no es broma… si me arreglas la tele para que pueda ver mi programa de dejo que juegues un rato con mis tetas”, “¿Que te parece la propuesta?¿hace?”

  • “No, no… yo te lo arreglo sin nada a cambio”, le digo como un jilipollas

  • “¿Acaso no te gustan?¿eso es que no las has probado?, me dice mientras se levanta con el bebe dormido entre sus brazos completamente satisfecho por la buena ración de leche que ha recibido.

Debe tener las tetas repletas de leche pues con solo una ha sido suficiente para saciar al bebe en esta toma. Siento la insana curiosidad sobre como debe ser chupar esos pezones recogiendo en la boca la leche.

Tras dejar el bebe bien dormidito en su cuna, mi vecina vuelve al salón con expresión guerrera, con ganas de darme una experiencia que recuerde toda mi vida. No se como he pasado de no importarme nada mi vecina, de no gustarme nada, de no atraerme sexualmente a tenerme empalmado como un burro, expectante… deseoso que me de su leche.

Se lleva ambas manos a la espalda para poder deshacer le cierre del sujetador, encoge los hombros para poder quitárselo con facilidad y luego me regala la vista con el espectáculo de sus tetas. Están mucho mas firmes de lo que yo mepodía imaginar, parecen dos cantaros de miel que están esperando a ser exprimidos para sacar su precioso contenido.

Despues de juguetear un rato con ellas, de bambolearlas delante de mis narices, de apretarlas, de subirlas y bajarlas se acerca a mi con intención de darme mi racion. Se acerca hasta dejarlas a un palmo de mi cara, y se aprieta el pecho de la base hacia el pezon, luego se pellizca suavemente hasta que salen una gotitas. Repite la acción y esta vez sale un chorrito en forma de hilo blanco que termina sobre mi cara.

Lo repite varias veces, haciendo que en cada ocasión salga mas leche que termina sobre mi cara, en los labios en la boca. Me relamo y saboreo la leche. Ufff, que sensación. Quien me iba a decir a mi que mi vecina tetona me iba a poner asi con solo echarme la leche sobre la cara.

Ella sonríe maliciosamente sabiendo que ésta en teoría inocente maniobra me está volviendo loco. Primero con una teta y luego con la otra me riega la cara con gran satisfacción.

Yo quiero acercar la boca a sus pezones para poder mamar como si yo fuera su bebe, pero ella lo que hace es agitar los hombros para que sus tetas golpen durante con mis mejillas. Ya no puedo aguantar más, le cojo los pechos entre mis manos, los aprieto y los acerco hasta mi boca para poder chupetear los pesos alternativamente.

Durante unos minutos le chupo, le lamo, le succiono los pechos como si fuera le única comida para un hombre hambriento.

  • “Ahora que estas saciado con mi leche… te toca devolvérmela”, me dice mientras se arrodila entre mis piernas, me deshace el cinto, la braguta y mete la mano en búsqueda de mi polla.

La encuentra gorda y dura, la saca y baja el pellejo que ya estaba a medio camino. Uhmmm que gustito me da cuando pone sus labios haciendo una O alrededor de mi capullo. Se pone a hacerme una mamada como no la había soñado. Sabe chupar suave, con fuerza, engulléndola hasta que la punta tropieza con su paladar, o haciendo deslizar sus dientes a lo largo de mi polla.

Es algo que no haya aprendido un rato antes, es algo que sabe hacer desde hace tiempo y lo ha practicado… y mucho. Es una boca “mamadora” donde las hayan, es una devora pollas, y seguro que me saca hasta la ultima gota de leche que pueda haber en mis bolas.

Cuando creo que no puedo aguantar mas, deja de chupármela para ponerla entre sus tetas. Se las sujeta con las manos haciendo que mi polla quede aprisionada entre la suave piel de su pecho. Deja caer la baba de su boca sobre mi capullo y a continuación se pueve arriba y abajo frotando mi polla entre sus tetas. Uy, Uy…que paja tan rica.

  • “ Me voy a correr… me corro… ohhhhh..que gusto me das….si… asi…ohhhhh”

Deja sus tetas para cogerme la polla con ambas manos, le da unos nuevos meneos, me aprieta el capullo, los huevos y provoca una explosión de leche que recoge con sus labios. Yo siento que me vaciado completamente, aunque no dejo de temblar y de estremecerme en medio de un orgasmo memorable.

Quién me iba a decir que mi vecina bajita y regordeta iba a conseguir que tuviese una de las mejores corridas de mi vida. Yo nunca lo habría imaginado pues siempre asociaba el placer del sexo con un cuerpo excelente.

Cuando ya creía que todo había terminado y me disponía a recoger “el armamento ya gastado”, me sorprende de nuevo con una aproximación lenta de su boca hasta que se mete el capullo envolviéndolo con la lengua.

Me lo sorbe con fuerza, siento como si me lo fueran a arrancar de cuajo. Es una sensación extraña, me causa cierto dolor e incertidumbre, pero al mismo tiempo me gusta sentir la succión. Luego lo rodea con la lengua dando vueltas y lamiéndolo. La saca de su boca y veo que se me ha vuelto a poner dura.

Con la punta de la lengua juega con los pequeños labios de la abertura que hay en el extremo del capullo ,ientras me agarra de las pelotas dándome un masaje intenso. Cualquiera diría que me las está amasando para sacarme hasta la ultima gota que pueda quedar en su interior.

Ha conseguido ponérmela dura otra vez a pesar que la corrida anterior parecía ser insuperable. Después de darme unos meneos de sube y baja muy intensos, se aboca sobre mi y la engulle totalmente. No se donde la pone pero mi polla desaparece totalmente dentro de su boca y no la tengo pequeña. Debe tener un secreto especial para poder ponerla en su garganta sin tener arcadas.

Despacio inicia un movimiento de cabeza arriba y abajo dándome un intenso y mojado masaje. Poco a poco va incrementando el ritmo hasta que se convierte en un movimiento casi compulsivo. Le pongo la mano en la nuca para impedir que termine la chupada antes de que me vuelva a correr.

Ella me da tirones y apretones en los huevos y parece que este ordeñando las ubres de una cabra. Si queda algún resto de leche, la está acumulando y se está preparando para sacarla.

No dejo de retorcerme de gusto, de gemir, de jugar con su cabello hasta que se produce la segunda explosión.

“Siiiiii… que mamada…. si… sigue… me corro, me corroooo”, le grito mientras mis huevos se pegan a la base de la verga ye impulsan hacia arriba otra corrida que es recogida por las tetas de mi vecina. Ufff, ha sido una corrida impensable…

Con la expresión de satisfacción en su cara por la tarea bien hecha, se retira, pasa los dedos por sus tetas, recoge la leche y se los chupa.

  • “Espero que esta noche nos dejéis dormir tranquilos. Supongo que por hoy ya has tenido bastante, no?”, me dice con una cierta sorna y guiñándome un ojo para mostrar su complicidad.

Ahora lo entiendo todo.

Deverano