No me importa que sea mayor que yo - III

Capítulo III: Un adiós puede ser más un principio que un final.

Abrí los ojos, la luz del sol empezaba a colarse entre las cortinas de mi habitación, escuché la voz de mi madre, pero no estaba segura de si era un sueño o estaba despierta. Pasaron segundos que me parecieron horas mientras despertaba completamente, me cubrí la cara con la manta, no quería levantarme, sentía que necesitaba más horas de sueño, mi madre entró a la habitación con una bandeja en la mano.

-Nana, despierta, se te hará tarde ya son las siete, aquí esta el desayuno, levántate-Era la mejor madre del planeta, cada mañana era la misma rutina, llevarme el desayuno a la cama para que me despertara de buen humor.

-Morning mom, bendición- Le respondí sin quitarme la manta de la cara, tenía frío y la luz me molestaba. Mamá dejo la bandeja a mi lado y salió a despertar a mis hermanos, vivía con mis padres y mis hermanos menores, John era el que me seguía, tenía 15, era alto y guapo, idéntico a mi padre, y Etta era la menor, mi princesa, la luz de mis ojos desde el momento en que nació, tenía 12. Desayuné y me metí a la ducha, coloqué algo de música, empezar el día escuchando a Laura Pausini se había vuelto un hábito, abrí la llave del agua caliente al máximo y solo un poco la del agua fría, quería sentir el agua hirviendo penetrar los poros de mi piel, era tan relajante, la mejor forma de despejar mi mente para enfrentar un nuevo día. Salí de la ducha luego de media hora, me vestí sobre la marcha, unos jeans azul claro ajustados, una t-shirt nike blanca, sin mangas y bien ceñida, unos tenis Adidas y mis habituales pendientes de plata en forma de estrella, tomé una chaqueta de cuero de mi armario, me la lance encima y salí.

Habían pasado unos meses desde la noche de la cena navideña, Nana intentaba cumplir su promesa, ya no compartíamos tanto, no iba tanto al Cyber y no me escribía. Por mi parte tampoco le escribía, intentaba actuar natural cuando la veía, pero era tortuoso. Se había vuelto una tortura trabajar ahí y no verla, era vivir en estado de ansiedad permanente, cada vez que se abría la puerta miraba con la esperanza de que fuera ella, cada vez que veía la Explorer o el neon llegar, la buscaba con la mirada. Esto se había vuelto una batalla conmigo misma, me sentía afligida, aunque me costara reconocerlo, esa mujer me gustaba mucho, sin embargo para mi era impensable salir con una mujer “casada”, mis principios no me lo permitirían, además me quedaba poco tiempo en ese lugar, Edo y yo ya estábamos acondicionando el local para nuestro proyecto, restaba algo de papeleo por terminar, pero la cuenta atrás había empezado. Ese día transcurrió tranquilo, mucho trabajo como siempre, pero nada agobiante para mi suerte, ya que me sentía afligida. Veía a Mer y Adriana ocupadas en preparativos para una fiesta, sabía de lo que se trataba, el cumpleaños numero 36 de Nana era al día siguiente. Meredith iba frecuentemente a hacerme compañía durante los ratos que estaba libre en su trabajo, era agradable, nos habíamos vuelto amigas, muchas veces trató de hablarme de Nana, de interceder por ella, nunca se lo permití, siempre le dije que no había nada por qué interceder, que Nana no me había hecho nada, que solo éramos amigas, lo poco que llegó a comentarme es que Nana y Yadira tenían una relación de 6 años, pero que no estaban pasando por un buen momento. Era casi la hora de irme cuando Nana apareció en la recepción, yo estaba en la oficina contigua organizando pedidos mientras Toni se encargaba de los clientes, no me di cuenta de cuando ella llegó, le dijo a Toni que ella seguiría a partir de ahí, que podía irse, se sentó en una PC y empezó a navegar, yo tenia la puerta de la oficina abierta, pero estaba sentada de espaldas a ella, empecé a sentirme observada e instintivamente volteé hacia la recepción, y allí estaba, sentada en la computadora sonriéndome, su sonrisa era cálida y su mirada era tierna, en ese momento sentí que solo tenía ojos para mi, me miraba como si fuera el centro del mundo.

-Hola, disculpa no te sentí llegar, necesitas la oficina?- Traté mantenerme indiferente, pero esos intentos siempre fallaban con ella, me seguía sonriendo, hubiera deseado tomarla en mis brazos en ese momento.

-Hola mi vida, no te preocupes, sigue en lo tuyo, solo vine a revisar el correo.

-Le pasó algo a tu laptop? O a la computadora de tu oficina? Si quieres te las reviso- Me pareció raro que teniendo tantas computadoras viniera a revisar el correo acá.

-No, no les pasó nada… no me hagas admitir directamente que es una excusa, hace días que no compartimos, vamos a escuchar musiquita un rato, te parece?- Colocó mi playlist de Laura, ambas sentíamos el mismo amor infinito por su música, de nuevo me sentía nerviosa, y ahora mas afligida, no entendía por qué tenía que tratarme de esa manera si estaba prácticamente casada. Por otro lado, yo tampoco podía tratarla con indiferencia, por más que lo intentaba.

-Claro, sabes que amo a Laura- En ese momento me levanté para subirle volumen a la música, no tengo excusa, normalmente soy torpe, pero cuando ella esta cerca soy cien veces peor, no calculé el escalón que había entre la puerta de la oficina y la recepción, perdí el equilibrio y caí aparatosamente como imbécil, para rematar mi vergüenza, al caer tropecé una silla del mostrador y esta terminó dándome un hostiazo en la cabeza. Me levante muy cabreada conmigo misma, porque me sentía estúpida y porque me dolía la frente.

-Ven déjame ver, no te pasó nada? Que golpe te diste, esa silla es endemoniadamente pesada mi amor- Tomó mi rostro entre sus manos, examinaba el golpe de la frente, no tenía nada, la única herida se la había llevado mi orgullo, sin embargo ella acariciaba suavemente mi rostro. Trataba de no mirarla a los ojos, si lo hacía no me aguantaría las ganas de besarla y poco me importaría que estuviéramos en la recepción del Cyber.

-Nani te estaba buscando, mi mama nos esta esperando para cenar- Se me heló la sangre cuando escuché la ronca voz de Yadira detrás de Nana. Esa mujer era imponente, o tal vez a mi me lo parecía por lo que representaba.

-Ya voy, busca la camioneta tú Yadi, voy a colocarle hielo a Nana en la cabeza, se dio un golpe feo con la silla- Le dio las llaves y subió al apartamento a buscar una compresa. Yadira no se movió del lugar, me temía lo peor, una escena, reclamos o algo por el estilo. No soy una persona cobarde, todo lo contrario, soy de las que confrontan a la primera provocación, de las que siempre hablan fuerte, de las que tienen la razón, no por tenerla, sino porque mi cerebro funciona bastante mas lógicamente que la mayoría, tengo un carácter de temer, pero también soy muy justa, por ese motivo, si esta mujer me reclamaba algo, no sería capaz de enfrentarla, me sentía culpable de mis sentimientos.

-Ven siéntate- Me sorprendió, no esperaba esa reacción -Déjame ver… mira tienes suerte, no te cortó la silla, sería feísimo que con una cara tan linda te quedara una cicatriz por algo tan tonto, con el hielo no se te inflamará- Me sonrió y salió del Cyber, su expresión inspiraba seguridad y cinismo. Ella sabía, pero me quiso demostrar que no se sentía amenazada, “ que situación más incomoda ” pensé                                                                                                                           .

No esperé a que Nana bajara con el hielo, me fui a casa. No iba a permitir mas escenas incomodas como esa, si bien era cierto que me había impactado esa mujer y que me gustaba muchísimo, también lo era que nunca he tenido problema para encontrar pareja, sin querer sonar pesada, era bastante solicitada, tanto por hombres como por mujeres, y si estaba sola era por elección propia. Llegué a casa, cené con mi familia, salí al jardín y me acosté en la hamaca a escuchar música. Era una noche hermosa, cubierta de estrellas y con una luna llena maravillosa, casi roja y enorme, brillante… como su mirada. Estuve hablando con Filia un rato hasta que se despidió diciendo que tenia que ver una serie que empezaba a las 12, le colgué y miré la hora, 11:58pm… “Sal al balcón y observa la hermosa luna llena que nos acompaña hoy, esta hermosa, como tus ojos, es mi regalo para ti, feliz cumpleaños jefa, espero sean muchos mas”, le envié el sms a las 12:02am, un minuto después sonó mi móvil, era ella llamándome. No le atendí, me fui a la cama y me dormí pronto.

A la mañana siguiente me fui al trabajo temprano, desayuné un pastel de queso en la panadería que estaba cerca de Online, mientras desayunaba Nana entró al lugar a pedir un café.

-Buenos días, preciosa.

-Buenos días jefa, feliz cumpleaños- La abracé y le dí un beso en la mejilla.

-Gracias mi amor, anoche quise llamarte para darte las gracias, te dormiste muy rápido.

-No me dormí, preferí no atenderte, supuse que no estabas sola y habría más gente felicitándote.

-Si, así fue, igualmente me hubiera gustado escuchar tu voz, casi fuiste la primera en felicitarme.

-Imaginé que no lo sería, cuando mucho… la segunda- No se por qué dije eso, fue incomodo, ella entendió perfectamente el doble sentido de la frase, sin embargo lo ignoró.

-Mira, sino tienes planes esta noche, me gustaría que vinieras a una reunión que Adri me organizo por mi cumpleaños.

-Y Yadira!- la interrumpí.

-Cómo?

-Una reunión que Adriana y Yadira organizaron por tu cumpleaños- No estaba dispuesta a seguir este jueguito de tirar y encoger. Su expresión cambió, entendió mi postura, bajó la mirada un momento, le dio un sorbo a su café y volvió a mirarme.

-Si, la reunión que Yadi y Adri organizaron, me gustaría que compartieras conmigo esta noche.

-A que hora y donde?- Iría, no seguiría sintiéndome intimidada y nerviosa por ella.

-A las 8pm esta bien, nos encontramos acá en la oficina yo las llevo, será en la rosaleda- En ese momento recordé que habían estado hablando de una mudanza a la casa de la rosaleda, Meredith también dijo algo, al parecer Nana y Yadira habían estado construyendo una casa en esa urbanización para dejar el apartamento en el que vivían con Toni y Adriana… “Pfff! Para tener seis años de relación van lento, debieron mudarse hace años, tan mal no estarán si van a mudarse solas”.

-Perfecto, a las 8:00 estaré acá. Que tengas un lindo día Nana- Debió ser la primera vez que la llamé Nana… siempre le había dicho jefa de cariño.

Pasó lento el día, a pesar de que estuve atiborrada de trabajo, me esforcé en no pensar en ella, y para mi fortuna, tuve mayor éxito en esa tarea que otros días. Terminé temprano y me fui a casa, me duché y me vestí para matar. Se suponía que era una reunión informal, pero quería verme elegante, fui a mi armario y prepare la combinación perfecta, pantalón de noche de satén, dorado y holgado, un top blanco sin mangas y con un escote generoso, pendientes de plata con lágrimas, un maquillaje fuerte, sandalias doradas, siempre de tacón bajo puesto que mis tobillos después de tantas lesiones en mi adolescencia, no soportaban los tacones altos, y por si la noche era fría lleve una chaqueta púrpura, mismo color que use de sombra, cabello suelto y ondulado, y estaba lista para irme.

Cuando llegue a Online estaban Toni y Mer con las otras chicas del  centro de apuestas, Meredith me sonrió con complicidad al verme, me dijo que nos iríamos juntas a la rosaleda ya que Nana no podría venir a recogernos, “ Raro sería que la hubieran dejado venir ” pensé, subí a la Explorer luego de saludar a Toni y a las chicas. Llegamos a la rosaleda pronto, al parecer la fiesta tenía rato de haber empezado, estaba animada. Entramos, salude a las personas que conocía, por educación obviamente, porque en el fondo me molestaba estar rodeada de tanta gente, Nana no se veía por ningún lado, Yadira sin embargo estaba sentada con su madre y sus hermanos, y una sobrina que había visto varias veces pero a la que no conocía, era joven, aun cursaba bachillerato. Me senté junto a Mer, para mi mala suerte fue justo en frente de Yadira, quien me miraba con una sonrisa ganadora. Toni nos ofreció bebidas, Mer le pidió una cerveza y yo un whisky, estuvimos un rato hablando sobre trivialidades, siempre evitando el tema de conversación al que Mer se moría por saltar, y que yo esquivaba como si fueran disparos mortales. Conocí a la sobrina de Yadira, María Emilia, parecía tener amistad con Meredith, cosa que no era de extrañar porque Mer era muy agradable y sociable. María Emilia tenía 16, era morena, delgada, un poco mas alta que yo, diría que alrededor de 1,70, tenía el cabello negro y por debajo de los hombros, de seguro crespo pero lo llevaba alisado, tenia una sonrisa linda, de esas que llaman la atención por los hoyuelos en las mejillas, lo que estropeaba el conjunto era su nariz, realmente fea, de las de garfio, era una chica muy alegre y divertida, pero también audaz, de cada cinco comentarios que hacía, había por lo menos un sarcasmo o una ironía. Tenía cerca de una hora de haber llegado, cunado Nana entró en escena, se veía radiante, hermosa y feliz. Llevaba un largo vestido negro, strapless y ceñido, que hacia resaltar su generoso busto. Saludo a todos los presentes, uno a uno, cuando llegó a mi sitio me levante para abrazarla, poco me importo que estuviera frente a Yadira, yo no había hecho nada malo y su actitud había logrado cabrearme, la abracé fuerte y le regalé mi mejor sonrisa, de las que se lanzan solo con un objetivo: Matar!! Volvió a abrazarme y me dijo al oído “gracias por venir, significa mucho para mi”, me sonrió como sino hubiera nadie mas en el lugar, sus ojos tenían un brillo especial, abrazó a Mer, quien también le dijo algo a Nana al oído que la hizo sonrojarse y continuó con su recorrido. El resto de la noche me esquivó, de vez en cuando nuestras miradas se encontraban, solo por unos segundos, como si fueran fugitivas, como si ese encuentro pudiera ocasionar una tragedia, pero con la intensidad que infunde esa sensación de peligro. No diré que me aburrí, o que la pasé mal, la verdad es que la compañía de Mer era agradable, y entre ella y Maria Emilia me mataban de risa, sin embargo desde que acepté acudir a la fiesta, no tenía intención alguna de quedarme toda la noche, solo quería demostrarle a Nana que no me afectaba compartir con ella y con su “esposa”, que no me importaba. Cerca de las 12pm le marqué a un taxi para que me llevara a casa, Nana estaba sentada junto a Yadira, frente a Mer y a mi, me levanté y me acerque a ellas, le di un abrazo a Nana y le volví a desear un feliz cumpleaños, que aunque ya estaba por terminar el día, sabía que la fiesta sería hasta el amanecer y que probablemente el día siguiente me tocaría trabajar sola. Le di un beso en la mejilla a Yadira y me despedí agradeciéndole por la velada y felicitándola porque se veía hermosa, todo esto con la sonrisa mas prepotente que pude parir, pero se veía natural, era una de las facetas que venían de fábrica conmigo. Les di la espalda y camine hacia la puerta de la casa, calculando que mi taxi debía estar por llegar. No me di cuenta de que Nana me siguió. Cuando me disponía a abrir la puerta vi como una mano se me adelantaba, volteé y me encontré con Nana.

-Deja que te acompañé mientras llega el taxi, además, tenía que despedirme bien.

-Ya debe estar por llegar, gracias por la invitación, la verdad es que la pasé muy bien.

-En serio? Por qué te vas tan temprano entonces?

-Porque intuyo que mas de uno seguirá hasta mañana contigo acá, y me tocará trabajar sola jajajaa.

-Tal vez, tú siempre tan responsable, me hubiera gustado que te quedaras más rato, muchas gracias a ti por venir preciosa, aunque no lo creas porque se que no compartí mucho contigo, pero el saber que estabas aquí, el poder verte de vez en cuando, me lleno la noche de alegría- Estábamos hablando inocentemente, si ya se, sus palabras no parecían las mas inocentes a veces, pero eran solo eso, palabras que no le hacen daño a nadie, salvo tal vez, a nosotras mismas.

-No tienes nada que agradecer, eres mi jefa y mi amiga, como faltaría?

-Y esta es una fiesta clandestina? O me puedo unir? Porque adentro el resto de las personas que vinieron a compartir contigo te están esperando Nana- No supe en qué momento apareció Yadira, pero sus palabras iban envenenadas, era la primera vez que la veía perder la compostura y abandonar la representación de mujer segura e imperturbable. Me gustaría negar que me haya causado satisfacción, pero sería hipócrita, me causó muchísima satisfacción, del tipo “eso te pasa por listilla, que la próxima te va peor”, pero también lo encontré supremamente incomodo, las escenas no iban conmigo, por fortuna en ese momento llegó mi taxi así que me despedí una vez mas y me subí al carro.

-No te preocupes Yadira, ya te la devuelvo, toda tuya, gracias de nuevo, todo estuvo muy agradable, por cierto me encanta como te queda esa gargantilla que traes, divina! Buenas noches Nana, que la pasen bien.

Pasó un mes luego del cumpleaños de Nana, estábamos pasando mediados de abril cuando decidí que era el momento de ponerle fin al juego del gato y el ratón que habíamos mantenido por seis meses. Me había quedado trabajando para ella más del tiempo previsto por Edo y por mi, solo porque me costaba mucho trabajo tomar la decisión de irme, me agobiaba pensar en no verla más, y esa indecisión mía me estaba trayendo un montón de problemas, problemas con Edward porque no le dedicaba la suficiente atención nuestro asunto, problemas conmigo misma porque tenía que trabajar el doble para cubrir ambas responsabilidades y me sentía agotada, y porque lo mas agotador de todo era pretender que no sentía nada por ella cada día, cuando no había un segundo en que no estuviera en mi cabeza. Ese día al llegar en la mañana a Online, le envié un sms pidiéndole que por favor se acercara a la recepción, que necesitaba hablar con ella. Pensé que no la vería hasta la tarde, era martes y por lo general, los martes eran los dias del “Banks Tour” para Nana, sin embargo alrededor de las 9am vi la Explorer aparcarse frente a la entrada de Online y a Nana bajarse de ella, caminando hacia el Cyber.

-Buenos días preciosa, como amaneciste?-Me saludo con un abrazo cálido y un beso en la mejilla.

-Buenos días Nana, bien, no esperaba verte tan temprano-Estaba nerviosa, había tomado la decisión de renunciar pero pensé que tendría el resto del día para reunir el coraje de decírselo.

-Si, estaba en el banco pero recibí tu mensaje y vine inmediatamente, cuéntame, que tienes que decirme, pasó algo?

-Jajaja! Vaya, no esperaba tanta atención de tu parte jefa, i’m flattered… Súper!

-Qué significa eso?-Me divertía su cara de circunstancias cada vez que decía algo en inglés, era graciosa, pero también era lindo, se veía inocente, cosa que no es común en una mujer de su edad.

-Jajaja! Significa que estoy “súper halagada”.

-Ah!!! Je je, bueno mi vida, ya sabes que siempre estoy muy pendiente de ti, y cuéntame que me tienes en ascuas, qué pasó?

-Bueno, lo que tenía que decirte es que… ya los preparativos para la apertura de P3 Virtual van adelantados, y necesito mas tiempo para dedicarle a eso- Sí, “P3 Virtual” quien haya visto “Charmed” sabrá de que va xD.

-Mmm-Su expresión era seria, desapareció el brillo de su mirada que hasta hacía unos segundos parecía resplandecer-Entiendo, supongo que esto no significa que necesitas un horario mas flexible, sino que llegó la hora de irte, cierto?

-Si, así es. Sorry-No se por qué lo dije, no tenía nada por qué disculparme, pero por algún motivo me sentía apenada.

-Esta bien, ya sabíamos desde el principio que este día llegaría, lo que no imaginé en ese momento es que te iba a extrañar tanto y me iba a resultar tan difícil dejarte ir-Por un segundo cuando dijo eso, parecía estar experimentando dolor físico, sin embargo cambió muy rápido de actitud, se tornó un tanto fría, supongo que lo hizo por autoprotección-Quiero decir, eres la mejor empleada que he tenido, por mucho, contigo al frente del Cyber pareciera que no es necesario que mis hermanos o yo andemos por acá, será muy difícil reemplazarte, y no creo que tu reemplazo cubra tu lugar. Podrías darme un par de semanas para encontrar a alguien y que la entrenes?

-No te preocupes, no me moveré de acá hasta que el asunto de mi reemplazo este solucionado.

-Está bien, bueno, voy a hacer unas llamadas para ir agilizando eso. Nos vemos más tarde, buen día- Y salió de Online sin más. No pensé que le afectaría así.

Luego de esa conversación imaginé que no la vería el resto del día, sin embargo regresó como a los 20 minutos, se sentó a mi lado en la recepción en una de las computadoras y empezó a chatear conmigo por msn, era realmente gracioso ya que estábamos la una junto a la otra. Pasamos casi todo el día escuchando Laura Pausini, hablando por msn y compartiendo el trabajo, se le veía diferente, estaba nerviosa, y no supe reconocer si estaba afligida o emocionada. No se movió de mi lado en todo el día, a la hora de almorzar no me dejó marcharme, me pidió que almorzara con ella y le dijo a Toni que no había necesidad de que cubriera la hora de almuerzo, que nos quedaríamos allí y que por favor le comprara dos “Big Tasty” en McDonalds. Me parecía tan extraño, no es que no hubiéramos almorzado o cenado juntas nunca, pero literalmente no se movió de mi lado en todo el día. Al llegar la tarde, Toni se instaló con nosotras en la recepción y eso pareció cortarla, me escribió al msn y me dijó “Ya vengo” y se marchó de la recepción y entro a la sala de juegos, se sentó en una máquina y se conectó desde allí. Era simplemente divertido ver a una mujer madura como ella comportarse como una adolescente. Como ya el trabajo que quedaba era flojo, me concentré en la conversación con ella.

-No puedo creer que realmente te marchas, te voy a extrañar muchisimo.

-Yo también, pero siempre podemos hablar-No puedo describir lo que sentía en ese momento. Sabía que ya tenía que irme, Edward me esperaba, sin embargo no quería hacerlo, algo me decía que esta conversación era importante.

-No se como decirlo, pero significas mucho para mi, te has convertido en alguien muy especial, no solo en la mejor empleada que he tenido.

-Tú también eres especial para mi, no solo como jefa-En ese momento apareció Edo, no podía extenderlo más por tiempo, tenía que irme-Ya debo irme, te veré mañana, que descanses Nana, te mando un súper abrazo- Me desconecté y salí con Edo. En ese momento no puedo explicar lo que sentí, era como si pudiera sentirla, como si supiera que estaba pensando en mi, como si supiera que ella estaba sintiendo la misma ansiedad, los mismos nervios, como si, sin decirnos nada, nos hubiéramos dicho todo.

Eran las 6pm cuando salí de online con Edo, llegamos a su casa y empezó a hablarme sobre el diseño del interior de P3, estaba desesperada y se me notaba, no me concentraba, no quería estar ahí, quería volver a online, necesitaba verla.

-Si me prestaras atención en vez de estar pensando en mujeres, sería bueno-Era normal ese tipo de comentarios suyos, era un pesado cada vez que intuía que había una mujer en mi vida, sin embargo esta noche no estaba de humor para soportarlo, no tenía ningún autocontrol, toda mi atención estaba volcada a no colapsar por la ansiedad asesina que sentía.

-Si dejaras de intentar acaparar mi atención siempre que no estoy trabajando, así realmente no sea necesario, tal vez te prestaría atención mas eficientemente.

-Ah claro, porque ahora P3 no es suficientemente importante para merecer tu atención, esa mujer debe coger muy bien- Esa fue la gota que derramó el vaso, la paciencia se me fue a los pies, y sino le lancé un puñetazo, una silla o el telefono en la cara, fue por obra y gracia de Dios, Buda o kami-sama.

-Me haces venir aquí, sabiendo que estoy MUERTA, para qué? Para hablarme del diseño de interiores? La última vez que chequé, no sufrías ni de alzhéimer, ni de retraso mental. Te he dicho lo de los interiores hasta la saciedad, Ya elegí los colores, el diseño, los materiales, YA LOS COMPRÉ, YA LOS TRABAJADORES LOS TIENEN, YA TIENEN LOS DISEÑOS, QUE PUTAS ESTAS ESPERANDO QUE DIGA AHORA CON RESPECTO AL DISEÑO DE INTERIORES DE P3? El color de las paredes? YA LO COMPRAMOS, las lámparas? YA LAS COMPRAMOS, la decoración de las salas? YA LA ENCARGAMOS!!! PARA ESTO ME HACES VENIR?? QUE NECESIDAD MAS ENFERMA DE TENERME AQUI!!!

-Cálmate Millie, no era mi intención que te alteraras, tienes razón mejor te llevo a tu casa a que descanses, has estado trabajando demasiado-Era típico de él, cuando me lograba sacar de mis casillas, actuaba como cobarde.

-NO!! No vas a llevarme a ningún lado, me voy. SOLA!!- Intentó seguirme para insistir pero di un portazo y salí a la calle justo cuando pasaba un taxi, lo detuve y le pedí me llevara a Online. No estaba molesta, estaba desesperada, sentía que necesitaba verla. Cuando entré ella estaba en la recepción con Toni, se le iluminó el rostro al verme.

-Qué haces aquí? Pensé que tenías trabajo que hacer con GI-Su expresión era única, era como la de un niño cuando le muestran su regalo de cumpleaños,

-Tuve una discusión con ese idiota, y no se por qué… solo se me ocurrió venir acá, supongo que tu compañía me hace sentir tranquila-Por un momento olvidé que Toni estaba ahí, no se si escuchó mi comentario pero me arrepentí de haberlo dicho-Dame una máquina por fa- Me indicó el número de la máquina y a los pocos minutos apareció a mi lado, se sentó en la computadora que estaba junto a mi, se conectó al msn y empezamos a hablar de nuevo.

-Es increíble que hayas regresado, es como si te llamé con el pensamiento.

-Sentía la necesidad de volver, no se por qué, tal vez no me creas, pero desde que salí de aquí me invadió una ansiedad dolorosa, sentí que tenía algo importante que hacer aquí- No sabía de donde salían mis palabras, desde que había decidido volver ya no estaba razonando, estaba actuando por instinto, ya no podía contenerme.

-Ay cielo! Por favor! Ya no me tortures mas y dime lo que quiero escuchar, porque yo también me estoy muriendo de ansiedad, de nervios, te estuve llamando con el pensamiento desde que te fuiste, estuve a punto de irte a buscar pero sabía que te traería problemas con Edward así que me contuve, pero no he podido dejar de pensar en ti-Mi corazón iba a estallar, se me iba a salir del pecho, sentía que en cualquier momento me desmayaría, estaba demasiado nerviosa, no daba crédito a lo que mis ojos leían, no podía creer lo que estaba pasando.

-Pues… supongo que ya no lo puedo ocultar más, ya no lo puedo negar… me gustas, me gustas mucho, a pesar de que he hecho todo lo que he podido para no sentir lo que siento, simplemente es así y no puedo hacer nada para controlarlo, se me acabó la resistencia-Qué pasara lo que tuviera que pasar, ya no podía más, tenía seis meses tratando de suprimir lo que sentía y había sido inútil, cada vez era peor.

-Tú también me gustas preciosa, demasiado. No sé qué mas hacer para remediarlo, me he alejado, he dejado de llamarte, de escribirte, he dejado de venir, pero no hay un momento del día que no estés en mis pensamientos, no puedo sacarte de mi cabeza, no consigo bloquearte, me esta volviendo loca esto que siento por ti, y hoy cuando me dijsite que te irías, me aterró la posibilidad de perderte-En ese momento Toni se acercó y le dijo que cerrarían y saldrían a cenar pizza, Nana le dijo que iría a buscar la camioneta y que los veía allá, que ellos se fueran en el neon-Vamos, acompáñanos a cenar.

Salimos de Online y caminamos un par de cuadras para buscar la Explorer de Nana, que la guardaba en una casa que también era suya, pero que estaba en remodelación, luego supe que era la casa materna. Yo no sabía qué decir o qué hacer, estaba demasiado nerviosa, era una situación totalmente nueva para mi, normalmente soy de las personas que toma la iniciativa y el control de la situación, pero con Nana me sentía cohibida de todo, tal vez por que era 15 años mayor que yo. Subimos a la camioneta, salimos del “Garage” y partimos en dirección a la pizzería, había un silencio incomodo, yo no sabía que decir, y no sabía en que estaba pensando ella, de pronto me tomó de la mano, me paralicé y sentí como un escalofrío recorría mi espalda.

-Estas tan nerviosa como yo?- Me preguntó acariciando mi mano.

-Tal vez mucho más-Reí nerviosamente

-No se que hacer con esto que siento, con esto que sentimos, tú sabes cuál es mi situación verdad?-“ Yadira ”, hasta ese momento había olvidado su existencia.

-Si, supongo que si.

-Lo supones no, mi vida, lo sabes. Tengo una relación con Yadira desde hace más de 6 años. Todo es sumamente complicado ahorita, y desde que te conocí, se me complicó el triple. Solo quería decirlo, que lo tuviéramos presente, no se que vayamos a hacer con esto que sentimos, pero no quiero mentirte. Y la verdad es que… me gustas demasiado.

Llegamos a la pizzería, cenamos con sus hermanos y Meredith, quien no dejaba de lanzarme miradas de complicidad, parecía saber lo que estaba pasando, y estar feliz por ello. Cuando terminamos de cenar, Nana les dijo que los vería luego en el apartamento, que me llevaría a mi casa, me despedí de ellos, le di un abrazo a Mer, que continuaba sonriéndome, como si encontrara mis nervios divertidos, y me subí a la camioneta. Casi no hablamos por el camino, yo estaba pensando en lo que habíamos dicho

camino a la pizzería, y ella se veía demasiado nerviosa, poco antes de llegar a mi casa, se detuvo en cerca de la entrada de un hotel, estacionó la camioneta y se movio hacía su izquierda en el asiento, en ese momento no entendí que lo que hacía era soltarse el cinturón de seguridad, pensé que iba a sacar un cigarrillo y me disponía a comentar “te habías tardado” cuando me interrumpió con un beso en los labios, en ese momento el mundo dejó de existir para mi, me pareció que el beso fue eterno, no se decir cuanto duró, pudo ser menos de un minuto, o tal vez varios minutos, solo se que hasta hoy, ha sido el beso mas trascendental de mi vida, rodeó mi cuello con sus brazos mientras yo tomé so rostro entre mis manos, sus labios eran suaves, su sabor era embriagador, era como estar ascendiendo a un plano espiritual, se separó de mi sin alejar sus brazos de mi cuello, me miró a los ojos y me dijo “Ya no podía aguantar mas”, la acerqué de nuevo a mi y la besé, podía sentir electricidad entre nuestros cuerpos al acariciar su lengua con la mía, fue un beso lento, suave, de esos que sin ser apasionados y voraces, llenan cada rincón de tu ser y te arrebatan la cordura. Me separé de ella, aun con los ojos cerrados, sintiendo que todo seguía moviéndose a mi alrededor, como si hubiera ingerido galones de alcohol, me sentía aturdida, felizmente aturdida, sentí una caricia nacer en mi mejilla, bajar a mi mentón y subir a mis labios, luego tomó mi rostro en sus manos, acarició mi nariz con la suya durante algunos segundos, era demasiado tierna la situación, se sentía demasiado bien, depositó un beso en mi frente y abrí los ojos y la abracé.

-No se que vamos a hacer, tenemos que pensar en esto bien, lo único que te puedo asegurar, es que nunca había sentido algo como lo que siento por ti-Me mataba con su tono de voz, sonaba sincero, emocionado, hablaba muy suave, casi susurrando. Me dio un último beso en la frente y se separó de mí para reemprender la marcha y dejarme en mi casa. Tenía que llamar a Filia… esta noche no podría dormir.