No me importa que sea mayor que yo - II

Capítulo II: El Shock! No puedes negar la verdad por siempre.

-Hola preciosa, como estas? Que tal dormiste?

-Buenos días jefa, bien, dormí rico, y tú?

-Bien, bien, aunque tuve que bajar a media noche.

-Bajar al Cyber a media noche? O.o

-Si preciosa, no quería que te enojaras conmigo, había olvidado mi kit kat.

-OH! jajaja menos mal que bajaste entonces.

-Bueno mi vida, te dejo, solo vine a saludarte y desearte un lindo día, tengo trabajo en los bancos hoy, nos vemos en la tarde.

Se despidió con un beso en la mejilla, salió del Cyber y se subió a su Explorer, mientras la observaba alejarse pensaba en lo que acababa de decirme “Si preciosa, no quería que te enojaras conmigo, había olvidado mi kit kat”. Era casi un ritual, todas las tardes compraba un par de kit kats, uno para ella y uno para mi, y si por algún motivo no la veía en la tarde, le dejaba su chocolate en una de las gavetas del escritorio. Ella nunca olvidaba recogerlo, nunca lo encontré ahí en las mañanas cuando llegaba a trabajar, me parecía tierno, demasiado, todavía mas si en medio de la noche recordó que había olvidado su chocolate y que, considerara tan importante, levantarse de la cama y bajar al Cyber solo para no herir mis sentimientos, solo para honrar nuestro ritual, era un lindo detalle. Nana vivía con sus hermanos, Toni y Adriana, en un departamento en el mismo edificio en el que funcionaba el Cyber. Yadira también vivía con ellos, algo que durante mucho tiempo no me pareció extraño, es mas, nunca me pregunté el por qué, asumí que debían ser familiares.

Habían pasado poco más de dos meses desde que empecé a trabajar para Nana en Online, nos volvimos muy cercanas, nuestra relación parecía más de amigas y confidentes que de jefa/empleada. Con Toni me llevaba bastante bien, resulto ser el hermano menor, el consentido, aunque físicamente aparentaba bastante mas edad que Nana. Adriana era la de en medio, no era tan sociable y agradable como Toni, era mas bien algo arisca, seca y de pocas palabras, no teníamos mala relación, pero tampoco diría que buena, casi estrictamente laboral. Con Yadira me llevaba bastante bien, ella parecía bastante a gusto conmigo, Nana me comentó en un par de oportunidades que Yadira me consideraba extremadamente eficiente y que le sorprendía la seguridad y la madurez que proyectaba con respecto a la edad que tenia. Yadira era contadora, exitosa y extremadamente ocupada, solo se le veía entrar a recoger documentos que algunos clientes le dejaban en recepción, o salir al trabajo. Era una mujer madura, tendría unos 50 años mas o menos, era alta, diría que cerca de 1.80, elegante, femenina y sensual.

Estábamos a mediados de diciembre, sentadas en la oficina contigua a la recepción diseñando unas etiquetas navideñas, bueno realmente yo diseñaba las etiquetas, Nana solo me hacía compañía, cuando surgió la conversación sobre su edad.

-En serio mi vida, jajaja no soy tan joven, qué edad me calculas?

-Mmm… 30?

-Jajajaja que linda, gracias. Pero no. Tengo 35.

-Vaya, no los aparentas para nada.

-Que lindo escuchar eso. Por cierto, estas libre mañana? Tienes planes o algo?

-Mañana no trabajo, es mi día libre… aunque eso ya lo sabes jajaja- En ese momento recordé que tenia algo que hacer al día siguiente, había quedado con Edward en terminar un plan de inversión que necesitábamos entregar la semana siguiente, pero yo había estado demasiado ocupada y decidí dedicarle mi día libre a ese asunto.

-Si, lo se, por eso quería saber si tienes planes, lo que pasa es que tengo que llevar la camioneta a servicio a Lara, pero tiene un ruido molesto en el tren delantero y la llevare en grúa, quería saber si me podrías acompañar, claro, sino tienes planes y no te traerá problemas.

-No, no hay problema, yo te acompaño, a que hora nos vemos?- “ Qué estas haciendo imbécil? Por qué te comprometes si tienes un asunto importante mañana? Edo te va a matar! ” Me reclamaba internamente, no sabía de donde me había salido esa respuesta, fue algo automático pues, cuando abrí la boca, lo hice con la intención de decir que no podía.

-Bueno paso por ti a eso de las 11 de la mañana te parece? Solo te quería pedir una cosita.

-A ver, tú dirás.

-Puedo pedirte que no lo comentes con nadie?

-No entiendo, quiero decir, no tendría porque comentarlo anyway pero…

-Verás… es complicado… todo mi entorno es muy…. Celoso, por así decirlo. Siempre están pendientes de lo que hago y lo que no, mis hermanos… Yadira, y no quiero tener que empezar a explicar o que piensen cosas que no son, así que prefiero que no sepan lo que hago

-Mmm...- Ahí estaba de nuevo, no podían ser solo ideas mías. “ Si está preocupada de que piensen mal porque sale conmigo de la ciudad solo puede ser por una cosa, porque podrían pensar que hay algo entre nosotras ” Me fastidiaba la idea pero cedí, en el fondo quería salir con ella –Esta bien, easy, no comentaré nada.

Listo, a las 11 saldría con ella, ahora tendría que llamar a edo, que estrés. Tome el móvil y le escribí un sms: “Gi, que haces? Mañana no podré hacer lo del plan de inversión, tengo que ir a Lara a por trabajo”. Me respondió instantáneamente, parecía estar esperando el mensaje, estaba molesto y dijo algo pesado tipo “Ya empezaste, deben pagarte muy bien para viajar en tu día libre, a parte de que no es parte de tus atribuciones viajar por el país, pero supongo que se trata de atender bien a tu jefa”. Cuando quería ser pesado, realmente lo era, pero esta vez no podría quejarme, me lo busqué. Le dije que iría a su casa cuando llegara y que me quedaría hasta la hora que fuera terminándolo, con eso maté el asunto y me fui a la cama, estaba nerviosa.

Al día siguiente Estuve esperando por Nana desde las 9 AM, sí, ya lo sé, se suponía que era a las 11, pero por algún motivo estaba demasiado ansiosa. Mientras esperaba le llame a mi mejor amiga, Filia, éramos mejores amigas desde el colegio, inseparables y cómplices. La adoraba por encima de todos, si ella asesinase a alguien, yo le diría “coge tu los pies y yo los brazos y vamos a desaparecer el cadáver”. Filia era de mi edad, era la persona mas dulce que pudiera existir, aunque también orgullosa al extremo, una combinación bien extraña jeje, era alta, bueno para mi era alta, media 1,75 que se veían enormes comparados con los 1.68 que media yo; de complexión robusta, siempre tuvo alo de sobrepeso, de cabello rubio, largo y liso, tenia una cabellera hermosa que le llegaba casi a la cintura, ojos miel grandes y expresivos, carentes de malicia y una sonrisa capaz de alegrarle el día mas gris a cualquiera.

-Uy uy uy! Jajaja y  qué harás?- me preguntó molestándome.

-Como que qué haré? Nada, acompañarla a llevar la camioneta a servicio- Le respondí ignorando el sentido real de la pregunta.

-Ay! No me vengas con eso que te conozco demasiado bien, te gusta, te tiene despierta un sábado desde las 7 de la mañana y escribiéndome sobre ella cada 10 minutos desde hace dos meses. Lo que no entiendo es que tiene esta mujer que andas así, no es muy de ti que alguien te interese y no hagas un moviendo frontal, siempre eres muy directa- Tenía razón y eso me molestaba. Por algún motivo simplemente no podía, me sentía cohibida, nerviosa, no podía ni pensar en insinuarle nada, mucho menos salirle con alguna de mis indirectas, que eran mas bien directas.

-Qué quieres que le diga? “Preciosa, te invito a tomar una copa, será el mejor vino que hayas probado, porque vendrá de mis labios”. Vamos Filia, es mi jefa.

-Bueno, eso sería mas normal, tratándose de ti, llevas dos meses viéndola todos los días y aun no haces ni dices nada.

-Ni lo haré tampoco. Además lo de hoy no es una cita, solo le haré un favor- Eso me seguía repitiendo a mi misma, era como una forma de auto-torturarme, porque la verdad era que en el fondo, quería pensar que era mas que eso.

-Claro, no es una cita, solo es una secreta salida a reparar la camioneta jajaja-

-Detesto cuando te llenas la boca de sarcasmo, no veo lo gracioso, tampoco me gustaría que papá y mamá me vieran saliendo de la ciudad con ella.

-Claro, porque tus padres podrían pensar que “tienen algo”, así que me das la razón, además… que sus hermanos no opinen es una cosa, pero esta mujer… Yadira? Que pito toca en todo esto? Yo creo que es evidente que son algo- Ese comentario me hizo enojar, mas porque siempre evitaba darle la razón a mi cerebro, que cada vez que aparecía Yadira y Nana cambiaba de personalidad, me gritaba “WARNING”, siempre buscaba alguna forma de justificarlo, según yo no eran nada, no quería creer que lo fueran. Estaba a punto de responderle alguna patada, cuando escuché un carro aparcar fuera de mi casa, miré por la ventana y era Nana.

-Te dejo, ya llegó, luego te hablo.

-No te molestes conmigo, es mas, creo que iré el fin para evaluar la situación, te visitaré al trabajo ;)

-Jajaja, you’re nuts, estas demente! Un beso!

Me alegré de que no hubiera nadie en casa para que no me vieran salir con ella, para ese momento mi familia no sabía sobre mi orientación sexual, no era algo que me preocupara, sabía que mi familia lo tomaría con naturalidad, mis padres eran súper abiertos, súper inteligentes y así nos habían criado, lo único que realmente les importaba era que sus hijos fueran felices. Mi preocupación no era porque pensaran que tenía algo con una mujer, sino con “esa” mujer en particular, era mi jefa y no quería chistes de mal gusto, a menos que fueran justificados, además yo siempre he sido muy reservada con mi vida privada en ese sentido, no involucraría a mi familia en una relación a menos que fuera seria.

Subí al carro, no era suyo que yo supiera, ella tenía la Explorer y un neon, y en esta oportunidad conducía un aveo.

-Hola mi amor, como estas? Disculpa que llegué tarde, pero una amiga me presto su carro porque Toni se llevo el neon y no regresará hasta tarde- No me había dado cuenta de que se retrasó porque estaba entretenida con Filia al teléfono.

-Tranquila, no me di cuenta del retraso, además solo fue media hora.

-Si quieres escuchar algo, no se que música hay en este carro.

-Easy, mujer prevenida vale por dos ;) vengo armada- Saque de mi cartera un cd de “The Corrs” y se lo dí.

El camino de ida fue relajado, íbamos escuchando a los hermanos Corr recrear el paraíso con su música, dirigidos por la hermosa voz de Andrea que durante todo el “Unplugged” sonó a gloria, mientras seguíamos de cerca a la grúa que llevaba la camioneta. El ambiente era raro, no raro de incomodo, sino raro de no saber que vibras exactamente flotaban en él, ella se veía alegre, sonriente y conversadora, pero a la vez nerviosa, me miraba de forma que no sabia reconocer si era insinuante, sensual o cínica. Llegamos a nuestro destino, entregamos la camioneta y le dieron fecha para recogerla, entramos a almorzar algo rápido, un Subway, y emprendimos el camino de regreso a nuestra ciudad a eso de las 3pm. El trayecto era de alrededor de una hora, cuando estábamos como a 20 minutos de nuestro destino nos detuvimos a llenar el tanque de gasolina, y en esa estación de servicio había un bar bastante conocido.

-Te provoca un whisky?

-Si, por qué no?- Respondí, siempre estaba de ánimo para un scotch.

Entramos al lugar, nos sentamos en una mesa y pedimos las bebidas, una ronda de “Chivas Nana”. La conversación se volvió mucho mas amena a medida que el contenido de los vasos disminuía, el ambiente cambio por completo, era mágico, y empezaron a irse los “Chivas” uno tras otro. Me sentía embriagada, pero no por el alcohol que circulaba por mi sistema, sino por su mirada y por su voz, pensé que ese debía ser el efecto que tenían las mitológicas sirenas sobre los pobres marineros que caían hechizados por sus encantos.

-Háblame de ti, quiero saber más sobre la personita que me ha mantenido despierta las últimas noches.

-Te he mantenido despierta?- Mi corazón empezó a latir a velocidades dolorosas.

-Si mi vida, entre bajar a media noche a buscar chocolates, y pensar en que eres muy interesante, me recuerdas a mi cuando tenía tu edad- “ Claro, era por eso, que tonta ” pensé un poco decepcionada, pero sin exteriorizarlo.

-Pues no sé… sobre que quieres que te cuente exactamente?

-Sobre ti, como persona, y tengo curiosidad de esa relación tuya con Edward-Gi, es obvio que el esta loco por ti- “ Edward-Gi, jajaja what the fuck xD

-Que risa! Escucharte llamarlo Edward-Gi jejeje, bueno, si… esta enamorado de mi, siempre lo ha estado. Tuvimos una relación corta, solo salimos unos meses, pero al parecer no acepta que se acabo, que no debió ser en primer lugar, yo lo adoro, es mi mejor amigo, pero solo eso. Por lo menos para mí.

-Y por qué terminaron? Si se puede saber claro, ese muchacho te mira con devoción.

-Yo terminé la relación, es muy linda persona y todo, y es buen novio, pero… es un celópata obsesivo, yo soy un alma libre, no puedo estar con alguien así. Eso y que… y que salí con él por los motivos equivocados, no lo amaba, no como él quisiera al menos.

-Entiendo, bueno… es normal que haya perdido la cabeza por ti, eres una chica hermosa, dulce e inteligente, pero si dices ser un alma libre eres de temer je je- En el momento en el que dijo eso me miro profundamente a los ojos, luego desvío la mirada mis labios y por un momento pensé que iba a besarme, me sentí atravesada por su mirada… estaba nerviosísima.

-No!! No me malentiendas, lo que quise decir con lo de ser un alma libre es que… verás, soy una mujer de relaciones estables, eso de salir con una persona hoy y otra el next month, y pasarla bien, no es para mi. Soy de relaciones, soy una persona muy familiar… aunque suene senil para tener 20, la cosa es que si estoy con alguien es porque ese alguien me llena. Doy espacio y me gusta que respeten el mío, no soy celosa, no soy de estar revisando el teléfono de mi pareja, ni interrogándole, ni nada por el estilo, pero tampoco me gusta que me lo hagan a mí, confío y me gusta recibir confianza. Con él eso era imposible.

-O sea que, además de bella, dulce e inteligente, también eres el prototipo de novia perfecta? Si tuviera 15 años menos tal vez lo averiguaría- “ A mi no me importa tu edad ” quise gritar, en lugar de eso la mire a los ojos y sonreí.- Jeje tranquila, solo bromeo, te parece si nos vamos? Ya se hace tarde- Miré la hora en mi reloj y casi sufro un paro cardíaco, eran casi las 7pm. El tiempo se nos fue volando, yo estaba bastante tomada para ir a concentrarme en números, ahora si era oficial, Edo me asesinaría. Salimos del bar y había un atardecer hermoso, sin embargo no lo noté hasta que ella me pidió que mirara hacia atrás.

-Voltea hacía atrás mi vida- Me pidió mientras le quitaba la vista a la carretera un segundo para mirarme a los ojos, ese segundo me pareció eterno. Miré a donde me indicaba pero no estaba segura de entender lo que ella quería –Es un hermoso atardecer, es tuyo, te lo regalo- Y me regaló una sonrisa cálida y sincera.

Cuando llegamos a mi casa le pedí que me dejara en la entrada, se quejó porque tendría que caminar bastante, ya que vivía en la finca de mis padres y antes de llegar a la casa había mucho camino, pues la casa estaba justo en el centro de la finca, sin embargo yo estaba acostumbrada y me agradaba caminar, y no quería que me vieran llegar tomada y con ella.

-Esta bien, no te preocupes, es mi rutina- Le dije para tranquilizarla –Sabes… la pasé muy bien hoy, tenía mucho tiempo sin sentirme así.

-Sin sentirte como? Yo también la pase muy bien, fue una tarde especial, te confieso que la necesitaba, entre tanto trabajo, tanto estrés… gracias por regalarme un pedacito de tu alegría.

-Sentirme… no sé, no se como decirlo, o como sonará porque el alcohol es el que habla pero, hoy sentí magia en el aire, contigo- De pronto perdí el autocontrol por unos segundos me acerque a ella, estaba súper nerviosa y se me notaba, ella también lo estaba, pero me miraba profundamente a los ojos, me costaba trabajo disimular mi respiración agitada, el corazón parecía que se saldría de mi pecho, ella acarició mi mejilla y estiro los brazos para atraerme hacía ella, pero en el ultimo segundo arañamos un ápice de razón de algún lugar que aun desconozco, pues yo solo quería probar esos labios finos y suaves, y nos fundimos en un abrazo fuerte, intenso y cálido –Gracias por el atardecer de hoy, era realmente hermoso, jefa.

-Gracias a ti por acompañarme y alegrarme el día mi amor- Respondió abrazándome mas fuerte y haciendo erizar mi cuerpo con su respiración en mi cuello.

-Buenas noches, que descanses- Me despedí con un beso en la mejilla. Esa noche me fue difícil dormirme, estaba feliz, Edo estaba histérico enviándome mensajes y llamándome pero, no me dejaría amargar por él, ya me encargaría de eso mañana.

Los días siguientes parecíamos habernos acercado mucho mas, nos escribíamos siempre, aun cuando estuviera yo en el Cyber y ella en la oficina del centro de apuestas o en su departamento, estábamos hablando siempre. Era extraño, ella pasaba la mayor parte del día conmigo, y cuando no estaba allí, me estaba escribiendo. Cuando estábamos juntas en la recepción, cualquier excusa para tener contacto físico era bien recibida, desde caricias fugaces en las manos cuando tenía que entregarme algo, hasta el más sutil roce si tenía que pasar detrás de mí. Creo que era algo que se notaba, sus hermanos tenían que notarlo, era un coqueteo descarado y permanente. La forma en la que nos mirábamos y nos sonreíamos también era difícil de no notar, y yo diría que casi podía sentirse la carga sexual en el ambiente. Era cursi, pero también desesperante. El 23 de diciembre realizarían una cena navideña con los miembros del personal, tanto del Cyber como de los centros de apuestas, normalmente no habría ido, odio ese tipo de eventos, reuniones o fiestas, no soy la persona mas sociable del mundo a decir verdad, pero me lo pidió ella personalmente e insistiendo en que le gustaría mucho que estuviera presente, así que acepté, cómo podría negarle algo?

Llegó la noche de la fulana cena, me fui a casa temprano del trabajo, me di una ducha y me arreglé. Nada del otro mundo, un pantalón negro de vestir de gabardina, unos tirantes negros algo transparentes ceñidos y una chaqueta delgada de gamuza roja, cero maquillaje, botas negras de tacón bajo, y en medio del dilema de si llevar el cabello suelto y liso o llevar una pony tail, ganó la pony tail. Mi madre no parecía conforme con mi atuendo, pero estaba acostumbrada a que no le doy mucha importancia y me visto como quiero. Pedí un taxi, calculando no llegar muy temprano a terraza’s, lugar donde se realizaría la cena, muy buena elección si me preguntan, porque era un lugar tranquilo, con un ambiente fresco e íntimo, ubicado en la terraza de un prestigioso hotel de la ciudad. A pesar de mi intento por no llegar temprano, Nana no había llegado aun, estaban mis compañeros de trabajo, los empleados de los otros negocios de los hermanos Giancana, Toni y Adriana. Salude a los jefes, y a los que estaban sentados cerca de mi, a los demás los saludé desde lejos. Pedí un Buchanan’s en las rocas e intenté no morir de aburrimiento por la conversación de mis vecinos en la mesa, que parecían muy entusiasmados con hacerme plática, “ Que fastidio, no tienen nadie mas con quien hablar? Somos mas de 30 personas aquí y tienen que molestarme a mi ”, aun así intentaba mostrar interés por su conversación, aunque realmente no les escuchaba, solo asentía de vez en cuando, hasta que la encargada de la red de centros de apuestas de Nana, que estaba sentada frente a mi llamó mi atención, parecía entender perfectamente en donde estaba mi cabeza mientras sus compañeros me hablaban.

-Pareces impaciente, no te preocupes, no creo que se tarde mucho- Me dijo acercándose a mi, en voz baja para que no nos escucharan los demás, que a partir de ese momento entablaron conversación con otras personas de la mesa. “ Como sabe? ” me pregunté, sabiendo cual era la respuesta, había que estar ciego para no darse cuenta.

-Disculpa?- Intenté fingir ignorancia, si se lo imaginaba era una cosa, pero yo no iba a admitir nada que, según yo, no existía.

-Bueno, me imagino que esperas a Nana, ustedes dos se han vuelto muy amigas, así que debes sentirte incomoda ya que no te llevas muy de cerca con los demás. Se nota que le caes muy bien, nuestra Nana es muy agradable con todos, pero no con todos intima, a ti te conoce desde hace poco y se han vuelto muy cercanas, eso me alegra, le ha sentado muy bien- Me emocionaron sus palabras, ya que Meredith era casi parte de la familia de Nana, no estaba segura pero me parecía que era novia de Toni, además de que era muy amiga de Nana, daban la sensación de ser como hermanas.

-Bueno, si, nos llevamos muy bien, pero, a que te refieres con que le ha sentado bien?

-Je je- Sonrió con picardía –Bueno… Nana esta pasando por… situaciones complicadas y de mucho estrés, pero tu presencia le ha inyectado frescura, me gusta mucho verlas juntas, se les ve bien- Me hizo un guiño de complicidad -Y ella habla mucho de ti, claro, cuando no esta contigo que es casi siempre.

-Bueno pues a mi me encanta su compañía, es alguien bien especial, la admiro muchísimo-Dije tratando de no demostrar la satisfacción que me causaban sus palabras.

En ese momento, mientras hablaba con Mer sobre Nana, mis ojos se abrieron de par en par mirando la puerta de terraza’s, Meredith notó en seguida mi cara de estupefacción y siguió el rumbo de mi mirada, entendió en seguida.

-No lo sabias?- Preguntó en voz baja y con tono de condescendencia. No supe responder, la oí pero no se si la escuché, mi mente divagaba, me repetía una y otra vez “ eres una imbécil, de las grandes ”, mientras veía a Nana internarse en el lugar, acompañada de Yadira, y de lo que entendí era la familia de esta. Ahora si que estaba claro, Yadira y Nana eran pareja, no había forma de negármelo, Nana paso a mi lado sin saludarme, ayudo a Yadira a sentarse, al igual que a la madre de Yadira y acompaño a sus sobrinas a sus respectivas mesas, luego regreso a sentarse, a mi lado, entre Yadira y yo, Meredith se dio cuenta de que yo seguía en shock y me tomó de la mano, la miré a los ojos y me transmitió seguridad y ánimo con la mirada, asentí, me serví otro whisky de la botella que Mer y yo habíamos ordenado, me empiné el vaso despachando el scotch rápidamente y recobrando el aplomo, decidí dejar la lucha intrínseca para después, me servía otro trago cuando Nana se sentó a mi lado, y luego de decirle algo a Yadira, se volvió a saludarme. La saludé con ligereza y continué hablando con Mer, ignorando a Nana totalmente, durante varias ocasiones durante la cena intento entablar una conversación conmigo, pero cuando no era Yadira la que, rápidamente la interrumpía, llamando su atención con cualquier cosa, era yo la que la cortaba con algún pretexto.

Cuando la cena terminó, las demás decidieron irse a continuar la noche en algún club, yo simplemente no estaba de humor, me sentía molesta, pero no sabía si conmigo por asumir cosas, si con ella por dejar que las asumiera, o con Christian porque seguramente se había imaginado este panorama cuando me dijo “tengo el trabajo perfecto para ti”, ahora entendía porque tenia esa sonrisa de patán cuando me lo dijo. Mer insistió en que las acompañara, en que sería mejor si hablábamos y me explicaba algunas cosas, me limité a rechazar cortésmente y agradecerle su interés, pero no había nada que explicar, al fin y al cabo, realmente no había nada entre nosotras. Estaba por llamar a un taxi cuando Nana se acercó, estábamos solas por primera vez en toda la noche.

-No irás con las demás?

-No, me iré a casa, necesito una ducha caliente y un whisky- intentaba no alargar la conversación así que empecé a caminar hacia el estacionamiento, pero ella me siguió.

-Vamos, yo te llevo- dijo colocando su mano en mi espalda.

-No gracias, tienes mucha gente que llevar, llegaste con la camioneta llena de gente.

-No te preocupes, Yadi se llevo la camioneta, yo me quede con el neon y Toni y Adri ya se fueron con las demás, vamos, te llevo- De nuevo mirándome con ojos de perrito triste, me parecía increíble y cínica su actitud, frente a Yadira era como si yo no existiera, y cuando no estaba ella, me coqueteaba descaradamente. Estaba molesta.

-Ya te dije que no es necesario.

-Sino me dejas llevarte no podré dormir tranquila, tengo que hablarte de algo- Con esto me convenció, subí al neon y espere que hablara. Paso un rato sin decir nada, cada vez estábamos más cerca de mi casa, y cuando llegamos a la entrada, me disponía a marcharme sin más, pero bajo los seguros.

-Discúlpame por favor, no fue mi intención ignorarte.

-No tienes porque disculparte, tenías… mucha gente a la que atender, una empleada más no debería acaparar la atención de la jefa, sobretodo con respecto a la familia- Había veneno puro acompañando la palabra “Familia”. Sin embargo la forma en la que me miraba me hizo bajar la guardia, parecía estar a punto de romper en llanto, se veía sincera.

-Si es cierto, y puede que no lo entiendas, mi vida esta sumamente complicada en este momento, pero yo realmente quería compartir contigo esta noche, eres muy especial para mi, discúlpame si te hice pasar un mal rato, te prometo que no volverá a pasar- Me abrazo, no se cuanto duró el abrazo, pero de pronto se separó de mi, me dio un beso en la frente –Creo que nos hemos acercado demasiado, y no estoy segura de que sea bueno, tal vez lo mejor es que nos alejemos un poco, que tengas linda noche.

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Bueno, acá les dejo el segundo capítulo, espero les guste, de cualquier modo siempre son bien recibidos los comentarios, estoy tratando de no alterar la historia demasiado sin extenderlo innecesariamente. Tratare de subir la continuación pronto. =)