No me enamorare IX

Perdonen la tardanza, he tenido mucho trabajo en la uni, espero disfruten.

REGINA

Desperté en los brazos de Sam sintiéndome tan… protegida, ¿Cómo era posible que solo abrazándome me hacia sentir tan bien?, ¿Qué has hecho en mi Sam?, pase una noche maravillosa y seria un error pensar que no quisiera que pase de nuevo, empecé a besar sus mejillas sabiendo que podría despertarla, llegue a sus labios o solo quería mantenerme ahí. Una sonrisa broto de sus labios.

-       Buenos días, bebé

-       Buenos días musculitos

-       ¿Musculitos? –pregunto extrañada

-       ¿No te has visto en un espejo? –le pregunte mientras mordía mi labio

-       No hagas eso –apretó mas su cuerpo al mío

-       ¿Por qué? –lamí mis labios

Empezó a besarme tan apasionadamente que de verdad no quería que parara, baje mi mano hasta llegar a su feminidad…

-       ¿Qué haces? –me pregunto jadeando

-       Ayer me hiciste tuya, debo hacerte mía –le decía mientras mis dedos la penetraban poco a poco haciéndola soltar un leve gemido

-       ¿Te gusta amor? –pregunte al ver como tenia sus ojos cerrados

-       S.. Si, no pares

Estaba equivocada al pensar que pararía, empecé a mover mis dedos un poco mas rápido haciendo que su espalda se arqueara, besaba su cuello y ella simplemente me apretaba más, de verdad necesitaba sentir su cuerpo pegado al mío, era mía, la estaba haciendo mía y estaba segura que no quería que fuese para nadie mas. Al terminar volvimos a quedarnos dormidas, no supe el tiempo que paso y la verdad no me importaba perderlo con ella, pero solo espero que ahora que ya nos hemos dado cuenta ambas de lo que creo que sentimos intente alejarse.

SAM

Desperté sintiendo el cuerpo de Regina sobre el mío, mi sonrisa no se hizo esperar, era mía y yo era suya había quedado claro, estoy segura. Me levante de la cama con cuidado de no despertarla, la verdad es que poco me importaba que la encontraran en mi cuarto desnuda sobre mi cama, todos sabían sobre mis gustos pero… ¿Y si yo era parte de su juego?, me coquetea pero me pega, me quiere pero no me quiere de pareja, ¿Somos solo compañeras después de lo que paso anoche?. Salí de haber tomado un baño y ella sentada sobre mi cama.

-       Buenos días, Sam

-       Buenos días, Regina

-       ¿Por qué no me despertaste? –decía mientras se paraba de la cama con mis sabanas cubriendo su cuerpo

-       Te veías muy linda sobre mi cama –le dije mientras apuntaba con un dedo la cama

-       Hubiese preferido tomar ese baño contigo –decía en un tono coqueto

-       Regina, ¿Qué somos? –interrumpí el coqueteo, de verdad quería saber que éramos

-       ¿Qué somos? –me miro sorprendida – pensé que todo ya había quedado claro después de lo que pasamos anoche

-       Si, quedo claro pero no se que quedo claro para ti, porque para mi tal vez es algo diferente. Yo te quiero y tu lo sabes. Yo puedo decirte que desde anoche eres mía y yo… yo soy tuya pero me dijiste que solo éramos compañeras y según en eso habíamos quedado y ahora no lo se, debes explicarme tu punto de vista porque la verdad…- me interrumpió pegando sus labios a los míos

-       ¿Podrías dejar de hablar y mejor besarme?, te quiero Sam, quiero estar contigo, ¿Puedes dejar de pensar tanto?, tu lo has dicho anoche cada una se hizo de otra, fin. No hay mas que explicar –asentí con la cabeza y seguí besándola

-       ¡SAM!¡REGINA!, ¡BAJEN YA A DESAYUNAR!- gritaba Abu desde abajo haciendo que nos separáramos, Regina soltó una risita y yo la verdad quería seguir besándola.

Regina fue a su cuarto a tomar una ducha y yo me quede en mi cama, pensando en todo lo que había pasado desde anoche y como había vuelto a pasar esta madrugada y ahora estábamos juntas, ojala papá y Abu lo tomen bien porque si no es así no será muy bueno el estar juntas pero separadas por ellos aunque pensándolo bien tal vez les guste, no es nada malo o tal vez un poco, no podremos dormir juntas y bueno no le veo lo malo digo ninguna puede quedar embarazada.

Baje las escaleras y todos estaban ya sentados en el comedor, mis ojos fueron directo a Regina y ella me sonrió tímidamente, no tarde mucho en sentarme a su lado y mientras lo hacia ella tomaba mi mano bajo la mesa.

-       Sam, tu madre y yo platicábamos y… queríamos saber si… ¿Quieres ir de vacaciones? Todos iremos obviamente pero quería preguntarte

-       ¿Y a donde iríamos? –preguntaba mientras sobaba la mano de Regina

-       Tal vez, alguna playa, ¿Cancún te parece bien?

-       Si eso quieren –asentía con la cabeza

-       ¡Perfecto! Pero llevemos el Xbox –decía Iñaki desde el otro lado de la mesa

-       Vas a perder de nuevo en FIFA hermano, lo sabes. Eres muy malo –dije con un tono de burla mientras el empezaba a reírse

-       Solo te deje ganar, que no se te suba ojitos

-       ¿Ojitos? –pregunte extrañada

-       Si, bueno no se me ocurrió otra cosa y lo que llama mas la atención de ti son tus ojos, ¿Cierto Regina?

-       Si, claro –contestaba mientras mordía su labio y juro que si sigue haciéndolo la cargare a la recamara. ¡Dios! Es que se ve tan sexy

Subí a mi habitación para arreglar mi maleta puesto que al otro dia saldríamos de viaje, no evite las ganas que tenia de escribir lo que sentía al hacer mia a Regina, no se si la este amando pero supongo es el principio, ojala ella empiece a sentir lo que yo por ella. Digo, no es difícil poder encontrar algún detalle que pueda hacer que se enamore de mi, soy diferente ella también lo es. Es mi musa y nunca habrá alguien que pueda igualarla, ni si quiera hay comparación.

“Me desearás, cuando al entrar por la puerta de mi habitación caigas en mis brazos junto a mi cuerpo semidesnudo. Cuando me beses con tus labios siempre suaves y tu cabello se enrede entre las yemas de mis dedos ansiosos de tocarte. Me desearás después de beber juntas el maravilloso vino junto a la cama, besándonos y desnudándonos entre besos y caricias. Entre la pared y mi cuerpo te verás atrapada, pudiendo sólo besarme y acariciarme y sólo dejarte llevar por mi cuerpo deseoso de ti.”