No me despiertes.

Te acariciaré,

para estremecer mis sentidos.

Y, mientras tu piel se adapta,

será mi mano la que tome el poder.

Tu cuerpo será el barco que aborde con las ganas de un marinero ante la mar.

Sí, mi sirena.

Serás mi oasis de playa desierta,

¡sedúceme con tu amor!

¡sedúceme con tus caderas!

Que yo te recorreré entera.

Navegaré usando mi lengua,

bajando sin cesar el ritmo,

mi reina

Y gritarás, hasta que no puedas más.

Porque oirte quiero

y enloquecerte deseo.

¡Dilo!

¡Di mi nombre en tus deseos!

Para hacerlos,

cada uno de ellos.

Continuaré, surcando las olas de tus pechos,

coronándolos de placer,

puro y tuesto.

Y después,

sordo y quieto se quedará mi cuerpo,

admirando el tuyo,

muy bien puesto.

¡Mi amor, mi desvelo!

No me despiertes,

te lo ruego.

Y continuaré mi locura,

por tu cuello,

embriagando mis sentidos de ti.

Bajando, hasta donde no encuentre límites, llegaré.

Mientras notas mis sutiles movimientos en ti,

¡siéntelo, mujer!

Pues mis manos están en un va y ven sin tino,

ya lo sabes bien.

Tu espalda arqueada es la más bella obra de arte,

seguida de tus ojos cerrados y tu cuerpo perdido.

¡Oh, Afrodita!

Que me ciegas,

en este cuerpo.

Sus labios, sabia diosa,

son mi perdición,

los mueve, los agita

y mi intimidad palpita.

Las paredes me hablan,

la cama me llama,

atarla quiero

y besarla ahora no puedo.

¿Cómo? Me pregunto.

¿Cómo resistir a su ruego?

¡Buenas noches, queridos lectores! Al ver los comentarios, he decidido que para coger un poco más de soltura voy a intentar subir poesías cada miércoles y cada sábado aquí, en TodoRelatos y también en mi blog -próximamente-. Un beso y nuevamente muchas gracias por esos ánimos :3

-Dixie Berliot