No Me Borres (Parte VIII) [Final]

Enamorarse puede llegar a ser una de las cosas más difíciles del mundo, ¿Quién te prepara para el amor? ¿Quién te prepara para enamorarte de otra mujer, de tu prima? Pero sobre todo ¿Quién ayuda a recordarle que hubo algo entre nosotras después de que un accidente le arrebatara esos recuerdos?

No Me Borres

Parte VIII (Final)

Mia:

Eran aproximadamente las 9:45 de la noche y aún mis tíos y Evan no llegaban a casa, realmente no me importaba la hora en la que llegasen; tampoco me importaba si Eva regresaba o mucho menos dónde estaba.  Desde la hora que se había ido Eva me la había pasado llorando, me había ido a sentar en la mesa de jardín del patio trasero con la esperanza de distraerme viendo la luna, pero supongo que el efecto fue contrario, ya que recordé que siempre que veía la luna, Eva llegaba y me abrazaba fuertemente y me decía que dejara de mirarla tanto o comenzaría a ponerse celosa.

Todo esto, todo lo que había pasado hace apenas un par de horas parecía tan irreal, como una de esas pesadillas que quieres que termine al abrir los ojos; pero siempre que cerraba y abría los ojos... Todo seguía siendo tal y como antes de cerrar los ojos. Recargué mi cuerpo contra la mesa y traté de controlar una vez más mis llantos, cerré de nuevo mis ojos y me fui quedando lentamente dormida... De pronto di un salto allí mismo cuando sentí una mano sobre mi hombro, giré la cabeza y me di cuenta de que se trataba de Evan.

-¿Qué sucede? -le pregunté.

Él me miró preocupadamente y se sentó en la silla contigua.

-¿Qué pasó con Eva? -me preguntó seriamente.

-¿A qué te refieres?

-Acabo de leer la nota que dejó en la mesita de la sala.

-¿La leíste? -pregunté retóricamente.

-Como no escuché a nadie pensé que quizá se trataba de una nota tuya... Pero ese no es el caso... ¿Qué fue lo que sucedió?

-Ya lo leíste... No sé más de lo que sabes o lo que dice esa nota.

-¿Ya le hablaste a mis papás?

-¿Para qué? Eso no hará que Eva regrese -dije en un tono indiferente.

-¡Mia! Parece que no te importara... Sabes que podría pasarle algo...  Su celular suena como si lo hubiese apagado y con todo lo que le pasó...

-¡Evan! Ella sabe lo que hace, tampoco quedó con retraso mental; ella puede tomar sus propias decisiones y si ella se quiere largar... ¡Pues que se largue!

-¡Yo no sé qué te hizo! Pero se supone que además de ser tu prima, también es tu mejor amiga... ¿O no decían eso todo el tiempo?

-¡Mira! No me quieras hacer ver como la mala en todo esto, y sí, quizá antes éramos muy amigas... Pero eso se acabó el puto día que se le apagó el cerebro.

Me paré rápidamente mientras lo miraba con un tono tan amenazante, que si yo misma me hubiera visto... Me hubiese dado miedo.

Había muchas cosas que me hubieran gustado decirle en ese momento, tantas cosas que tenía atoradas dentro de mí y que quería gritar; pero de alguna forma... Todo se me quedaba adentro, como si tuviese algo atorado dentro de mí. Él me miró aterrado, no como si viese en mí algo monstruoso, pero tenía una clara mirada de intriga; mientras nuestras miradas se cruzaban, el timbre se escuchó sonar a lo lejos.

Evan se puso de pie y rompió aquel tan incómodo mirar entre nosotros, al instante pensé que se trataría de mis tíos, pero recordé que ellos siempre cargaban con sus llaves; por lo tanto me sentí mucho más positiva al pensar que quizá y vagamente se podría tratar de Eva.

Yo me quedé allí parada mientras Evan se encaminaba hacia la puerta, me acerqué un poco más hacia dentro de la casa, solo por el simple hecho de tratar de escuchar de quién se trataba. En cuanto Evan abrió la puerta, una voz dulce y femenina preguntó por Eva, aquello me sorprendió y decidí asomar la cabeza para ver quién era, pero al verla me quedé con la misma incógnita.

Lo únicamente que vi fue a una chica alta y de cabello castaño dorado, de alguna manera aquella chica me parecía conocida, pero no se venía nada a mi mente. Evan prosiguió hablando con ella y trató de ser delicado con la situación que acontecía, diciéndole tan solo que se había ido y que no sabía exactamente a dónde.

La chica pareció entender perfectamente, pero cuando mi primo le preguntó por su nombre... Ella pareció pensárselo un par de veces para responderle, después de un rato solo le dijo: "Kim, dile que vino Kim". Mi cara cambió drásticamente de expresión y me quedé petrificada allí mismo.

Cuando la chica se alejó de la puerta me entraron unas ganas de salir corriendo tras ella y decirle sus cosas a la muy desgraciada, pero hacer eso frente a Evan no sería la mejor ideas.

Camine a paso rápido y sin hacer ruido hacia la puerta trasera que daba salida de nuevo al patio, miré a los alrededores y logre divisar a lo lejos una parte de la cerca que parecía bastante fácil de saltar, así que sin pensarlo dos veces me dirigí hacia esta y me trepé tan rápido y cuidadosamente como pude. Ya estando del otro lado lo primero que hice fue buscar a la tal Kim, al principio me enfurecí por el hecho de pensar que la había perdido de vista, sin embargo a lo lejos se veía una chica caminando a paso lento.

Apresuré el paso tras ella y trate de pasar por el mejor lugar para que mi primo no lograse verme, en mi mente pasaban muchas cosas, pero realmente no sabía que haría una vez que la tuviese enfrente. Cuando la alcancé le grité tan alto para que me escuchara ella, pero tan bajo como para que no me escuchase Evan.

-¡Hey tú!

La chica al principio pareció pensarse el detenerse, pero de repente se detuvo y se giró hacia mí.

-Mira que trajo la noche… -se burló.

-¿Ha que has venido? ¿Qué quieres con Eva?

-Oye, yo no tengo nada de qué hablar contigo… Con la que quería hablar era con Eva.

-¿Tú eres la nerd esa con la que se iba a estudiar, no?

-Era, y sí “íbamos a estudiar” –dijo aquello último con un tono burlón.

Para mí era claro que con aquella respuesta me estaba demostrando que sabía más de mí de que me temía.

-¿Qué le dijiste? Desde que fue a visitarte…

-¿Te dijo que fue a visitarme? Enserio sí que está loca –se refirió a ella-,  mira no sé qué problemas tengas tú y ella, pero no me metas en eso… Además, si alguien tiene que enojarse aquí… Sería yo.

-Explícate –le exigí.

-Mira, yo quería mucho a Eva… Fue la primera persona con la que estuve…  Nadie me quería y todos se alejaban de mí, cuando Eva se acercó y pasó todo aquello; por primera vez me sentí como si fuera especial, pero todo aquello se acabó cuando te metiste entre nosotras.

-Yo no me metí… Te sacó a ti, es muy diferente –le reproché.

-Sí verdad, como no se me ocurrió eso… Ósea que yo fui sacada de su vida y a pesar de eso fui de las pocas agraciadas de ser recordadas por ella.

-Oye, no te confundas… Se acordaba de tu nombre… No de ti, es diferente.

-Como sea –tomó un par de segundos-. ¿Qué quieres? ¿Cuál es el punto de todo esto? ¿Reclamarme?

Por unos segundos yo también me hice esas preguntas… No sabía que estaba haciendo allí en ese momento, sabía que quería decirle cosas… Pero no sabía que cosas, todo había sido influenciado por mis arranques de celos.

-Escucha… Yo no quiero nada con Eva ¡Quédatela si quieres! Y si la vez dile que lo siento, que lamento haberle dicho todo aquello, y también dile que… Que a pesar de todo… Ella fue alguien muy importante en mi vida.

Yo solo me quedé allí sin decir una sola palabra, después ella se giró hacia su camino y prosiguió caminando. Realmente estaba pensando en tanto, pero lo primero que se vino a mi mente cuando escuché aquello que me había dicho Kim… Era que yo también debía hacer lo mismo.

De alguna manera yo también debía olvidar a Eva, dejarla ir y seguir adelante, y así como Kim, recordar a Eva como alguien muy importante en mi vida, pues ya no tenía razón seguir luchando por alguien que ya no… no quería seguir luchando contigo. Di unos pasos para querer cruzar la calle, lo primero que vi fue una banca a lo lejos donde pensé en sentarme un rato para pensarme mejor las cosas. Mi mente vagaba en todas direcciones, pensaba en tantas cosas a la vez que cuando sentí que todo se venía sobre mí comencé a romperme en lágrimas, pero me dije a mí misma que debía ser fuerte, que debía continuar y ser capaz de dejarla ir… Intenté sonreír y juraría que al final lo logré… Pero justo mientras cruzaba la calle… Escuché un fuerte ruido, unas luces me deslumbraron por motones y un fuerte sacudimiento me envolvió; un dolor me entró por todo el cuerpo y en cuestión de segundos todo se volvió más negro que la noche.

Eva:

A mitad de la noche un fuerte dolor en el pecho me hizo saltar en la cama, Kira se asustó con mi movimiento y se levantó rápidamente para ver lo que me pasaba, en aquel momento no supe cómo interpretar aquello, pero sentí una presión inexplicable en mi pecho.

-¿Te sientes bien? –sonó preocupada.

-No sé, nunca me había pasado.

-Quizá sea por los problemas que tienes en tu casa.

-Sí, quizá sea eso… -respiré hondo-. ¿Qué hora es?

-Mmm… Las 11:00, sí, las 11:00 Será mejor que te preparé un té para que te relajes…

-No es necesario –le dije rápidamente.

-No te estoy pidiendo permiso… Voy hacerlo…

Kira se bajó de la cama y sin ponerse nada encima simplemente se dirigió hacia fuera de la habitación.

Unos minutos después la alcancé y ella me sonrió mientras me entregaba una taza caliente de té, realmente estaba muy agradecida por todo lo que me estaba ofreciendo. Ella se sentó del otro lado de la barra de la cocina y me miró directo a los ojos.

-Así que… ¿Quieres hablar sobre el tema?

-No lo sé… -pensé las palabras-. Quizá si te lo digo… Me eches de tu departamento.

-¿Mataste a alguien?

-¡Qué! ¡No! –respondí a la brevedad.

-Entonces…

-Ok…

Al principio dude en contarle lo que me había sucedido, pero sí ella quería la verdad… Le iba a decir la verdad; y así fue… le conté todo y mientras lo hacía traté de observar sus expresiones para prever cualquier cosa que fuese a pasar. Su rostro de alguna manera me sorprendió, pues se mostró atenta en todo momento… Pero en ningún instante logré presenciar algún gesto de desagrado.

-Entonces… ¿Qué piensas ahora de mí? –le pregunté.

-Bueno, es un caso difícil… He escuchado de primos que se han llegado a casar… Pero lo tuyo… Supongo que no es diferente a que si en lugar de prima fuera primo…. ¿Aún la amas?

Cuando me preguntó aquello mi mente se volcó algo inestable y loca.

-Yo creo que la amo… Pero no creo que sea como antes…

-Recuerda que son dos cosas muy distintas “Querer” que “Amar”.

-Lo sé… Pero… Siento más bien como si amara los recuerdos… Ella… Supongo que si la amara… Lucharía por ella…

-¿Te arrepientes de haberla terminado?

-De alguna manera no… Creo que fue lo mejor… Para las dos…

-Bueno, sabes… Puedes contar conmigo, para lo que sea.

-Claro…

-¿Quieres intentar dormir de nuevo?

-Sí, intentaré dormir de nuevo.

Ambas regresamos a la cama e intentamos conciliar el sueño nuevamente… No sé si Kira notó realmente que no podía conciliar el sueño o simplemente lo hizo por curiosidad, pero comenzó a pasar sus dedos entre mi cabello lentamente; su acción al principio me sorprendió… Después no tanto, ya que sus caricias comenzaron a extenderse desde mi cabello hasta mi cuello, después de allí hacia mi brazo y siguió allí esperando que respondiera de alguna manera.

Pensé que quizá este era el nuevo inicio que tanto estaba esperando, aquel inicio con otra persona y aquella otra nueva vida que tanto estaba pidiendo; giré todo mi cuerpo hacia ella y le mire directo a sus ojos, ella solo me miró sin hacer un solo movimiento hasta que simplemente me respondió con una sonrisa… Ella se recorrió más hacia mí hasta dejar todo su cuerpo junto y frente al mío, pasó de nuevo su mano sobre mi cuello y después por mi mejilla; cerré mis ojos, pues a pesar que no hacía nada más que tocar mi cabello… Aquello se sentía tan bien.

Estando mis ojos cerrados pude sentir sus respiración acercarse lentamente, así hasta que finalmente sentí sus suaves labios frente a mí, comenzó a besarme levemente invitándome a seguirle el juego… Y lo hice; mis labios se abrieron indicándole aquella respuesta y finalmente los besos comenzaron a tener forma.  Una de sus piernas la logró meter entre mis piernas y claramente su mano comenzó a deslazarse debajo de mi playera… Hasta llegar a mis pechos, comenzó pasando la mano superficialmente, pero después de un rato simplemente tomó uno de ellos y jugar con uno de mis pezones.

Sin perder el tiempo, yo también comencé a buscar a tientas debajo de su playera, que a parte de su ropa interior, era lo único que traía puesto; al tocar sus pechos y sentir claramente como sus pezones se había puesto así de duros, mi cuerpo comenzó a subir de temperatura y de alguna forma también excitación. Aquel acto donde acariciábamos nuestros pechos respectivamente prosiguió por al menos un par de segundos más, así hasta que finalmente su mano bajo de mis pechos hasta entrar debajo de mi short; su mano era tan cálida en aquel momento, que al entrar allí dentro di un ligero y casi inadvertido espasmo; su mano entró cada vez más dentro de mí de ropa interior hasta que finalmente llegó a mi sexo.

Una vez allí, sus dedos entraron en la punta este y comenzaron a moverse suavemente,  yo abrí un poco más mis piernas para dejar entrar el resto de su mano, ella hizo caso omiso a aquello y simplemente cambio de posición, esta vez puso todo su cuerpo sobre el mío y dejo caer todo su cuerpo sobre mí, aquella presión que ejercía sobre mí no era tanto realmente; ya que su peso no era demasiado o mayor al mío. Los besos siguieron así por unos cuantos minutos más hasta que finalmente comenzó a bajar y recorrerse hasta la parte baja de mi cuerpo, allí, debajo de las sabanas, sus manos comenzaron a deslizar mi short hasta dejármelo a la altura de las rodillas y finalmente hizo lo mismo con mi ropa interior.

Cuando sentí por primera vez sus labios besar mis pubis, un escalofrió delicioso recorrió todo mi cuerpo, pero cuando sentí lívidamente su lengua… Las cosas se tornaron de una manera indescriptible, e incluso di un ligero gemido por tal acto; recordé al instante que aquella era la primera vez que tenía sexo estando consiente, pues a pesar de que ya había recordado las anteriores con Amber y Santiago… Y con Mia… Todo era mejor cuando realmente estabas disfrutando el momento de una manera consiente.

Abrí un poco más mis piernas que hasta cierto punto fue innecesario, ya que ella misma se abrió paso al dejar entrar toda su cabeza entre mis piernas. Su lengua comenzó a pasarse entre dentro de mi sexo al mismo tiempo que intercalaba dando aquellos masajes sobre el mismo, sentía realmente tan bien mi cuerpo, pero todo se volvió mejor cuando dejó de dar aquellos masajes y simplemente metió uno de sus dedos dentro de mi vagina; mi cuerpo se contrajo de un momento a otro, el calor comenzó a ascender y mis gemidos de igual forma subieron de tono. Con uno de sus dedos daba suaves giros que entraban y salían de mi vagina, mientras que con su lengua comenzaba seguía lamiendo el resto de mi sexo.

El juego prosiguió así por unos cuantos minutos más, hasta que finalmente dejó de lamerme y comenzó simplemente a meterme el dedo, solo que esta vez lo hizo con mucho más fuerza; a continuación metió un dedo más y comenzó a hacer efecto dentro hacia afuera, cada vez que empujaba mi cuerpo, metía sus dedos… Comencé a tocarme los senos mientras ella hacía aquello, lo cual subió un poco más la excitación, después simplemente sacó sus dedos y comenzó a quitarse toda la ropa, con tal acto comencé a hacer lo mismo. Ya estando las dos desnudas, puso su sexo sobre el mío y comenzó a rozarlo contra el mío mientras que con su rostro alcanzaba hasta el mío para poder besarme. Los movimientos comenzó a hacerlos cada vez más fuertes hasta llegar al grado que se volvieron bruscos, pero en ningún momento desagradable.

Sentí como todo mi cuerpo se colapsaba, una sensación tan deliciosa acompañó todo el interior de mi cuerpo, finalmente sentí como un orgasmo me arrebató por completo, mis gemidos comenzaron a ser incontrolables, ella lo sintió tan claro que comenzó callarme a besos… Luego se tumbó sobre mí y dio unos cuantos besos sobre mi cuello, se recorrió hacia un lado y quedó allí para finalmente dormirse a mí lado. Realmente estaba agotada, y me di cuenta que durante todo aquel tiempo me había olvidado por completo de todos mis problemas, pero al recordar esto, también recordé nuevamente aquellos problemas.

Poco antes de amanecer me paré sin que Kira se diera cuenta, y lo primero que hice fue encender mi celular; sentía aún esa sensación que me había despertado la noche anterior, una vez encendido me di cuenta que tenía un montón de llamadas perdidas por parte de mis padres y de mi hermano, lo cual no me sorprendía… Ya que de seguro había llamado intentando saber dónde estaba…. Así que decidí solo escuchar uno de los muchos mensajes de voz, solo por corroborar lo que creía… Pero para mi sorpresa… Todo se volvió drástico cuando aquella idea del porqué de las llamadas cambió drásticamente al escuchar un mensaje de mi hermano diciendo: “Ven al hospital del centro… Mia está muy grave”.

Mi cuerpo parecía desvanecerme y parecía incrédulo… Si hace unas horas estábamos discutiendo… Lo primero que pensé fue que quizá había cometido alguna locura, pero al escuchar los otros mensajes en los que mis padres decían lo mismo, pero incluían la palabra accidente me sentí un poco menos culpable pero igual de preocupada. Rápidamente corrí a despertar a Kira y le pedí que me llevase al hospital, ella rápidamente se puso de pie y después de vestirnos más decentes, nos fuimos al hospital.

Ella me acompañó hacia adentro y en ningún momento me importó que lo hiciese, ya no me importaba si mis padres preguntaban lo que hacía con aquella chica… Solo quería saber cómo estaba Mia. El diagnostico no era nada bueno, algún estúpido conductor ebrio y que había huido simplemente le había pasado el coche por encima, tenía algo llamado “Estallamiento de vísceras” la pura palabra ya resultaba tan mala que simplemente me rompí en llantos, Kira me abrazó y me apretó fuertemente. Unos minutos más tarde llegó un doctor diciéndonos que ya no se podía hacer nada, que solo quedaba esperar y que el tiempo hiciese lo suyo; todos allí sentimos permanecimos en silencio y en estado de shock, finalmente mi madre se desmayó y yo… yo estuve a punto de hacerlo si no fuese porque en ningún solo momento Kira me soltó.

Todos pedimos entrar a verla, y finalmente nos concedieron aquello… La última fui yo… Allí fue cuando Kira me soltó por primera vez desde que habíamos llegado. Cuando entre a la habitación, estaba conectada a una infinidad de cables, yo todavía no me la creía; pues su cara tan solo tenía algunos cuantos rasguños, nada como para alarmarse, me senté a su lado y tomé su mano. Después de unos segundos de silencio comencé a hablarle, no sabía si me escuchaba o no, pero sabía que tenía que hablarle… Obviamente le pedí perdón por todo lo que le había dicho, pero que de alguna forma era algo inevitable y que a pesar de todo la seguía queriendo, porque aquello ya no era amor…

De un momento a otro sentí su como si realmente me respondiera, pues su mano parecía estar apretando la mía, pero mi corazón comenzó a agitarse cuando abrió ligeramente los ojos solo pare decirme con uno tono tan bajo que tuve que acercar mi rostro para escucharla.

-Re… recuerda que siempre fuiste y se… ras alguien muy importante en mi vida… Que… Te dejo ir… Pero sobre todo… Jamás me borres…

-Mia…

De pronto una ligera sonrisa se formó en sus labios, yo me acerqué y le besé ligeramente en los labios, ella cerró sus ojos y aquella sonrisa se desvaneció rápidamente; de pronto las máquinas comenzaron a sonar por montones, los médicos y enfermeras no tardaron en llegar… Entre lágrimas y llanos me sacaron de allí, pero finalmente lo inevitable… Ya estaba sucediendo.

Dos años después…

Después de dos años de lucha conmigo misma por todo lo que sucedió, aquí estoy de nuevo… Ya han pasado dos años desde la muerte de Mia, a veces pienso que no lo hubiera superado si no me hubiese despedido de ella de aquella manera. Supongo que al final de todo me perdonó… Me dejó ir… Porque aceptó que lo nuestro ya no tenía futuro… No porque quizá fuese un imposible… Si no porque yo ya no sentía lo mismo por ella. Me prometí a mí misma venir cada año o debes en cuando a visitarla, y a aquí me tienen frete a su lápida… La misma que está ahora al lado de la de sus padres…

-Hola Mia… -acerqué el ramo de flores a su lápida-, Supongo que estás bien, supongo que como cada año aquí estarás para recibir mi visita… No sabes cuánto te extraño y cómo quisiera que las cosas fueran diferentes… Pero siempre te cumpliré esa promesa… Jamás te voy a olvidar –las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos-, jamás… Tú también fuiste y serás alguien muy, muy importante en mi vida.

Kira se acercó a mi lado y me tomó de la mano dándome fuerzas, me sequé las lágrimas y le sonreía.

-Cuídate… De vez en cuando vendré para contarte todo lo que me sucede y aunque creo que quizá te aburra… Sé que me estarás escuchando.

Kira me abrazó e intentó hacer que no me rompiera en llantos, giré mi cabeza hacia el otro lado y vi a mis padres y a Evan, quienes nos estaban esperando para irnos… Les sonreía y ellos hicieron lo mismo. Kira me besó en la mejilla y me jaló de la mano recordándome que ya era tarde, pues ya tenía rato allí…

-Nos vemos pronto Mia…. –sonreí-. Nunca te borraré… -le dije antes de alejarme de aquel lugar.

Nos estamos leyendo y hasta pronto.

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