No le Cuentes a Nadie: La Puesta De Sol (1/1)

Katherine espera un año para volverse a encontrar con Emma, la cual le explicara los verdaderos motivos de su separación hace un año atrás.

Hace un año atrás sin una razón especifica  me dijo que teníamos que separarnos, que teníamos que dejar de vernos, que tenía que irse y no podía regresar, no entendí completamente el por qué, entre sus razones solo estuvieron es lo correcto, solo te haría daño. No se daba cuenta que el estar sin ella sería el daño más grande.

La convencí para que me dejara verla otra vez, para que no desaparezca por completo de mi vida, es por eso que ahora la estoy esperando en nuestro lugar, frente al mar. Solíamos venir a esta playa y sentarnos en unos asientos de madera donde colocamos nuestros nombres. La última vez que la vi fue en esta playa cuando ella me dijo que después de un año exactamente a las 5 de la tarde nos encontraríamos aquí nuevamente para ver la puesta de sol mientras me explicaría completamente el porqué de nuestra separación.

Mi historia con ella fue algo tan maravilloso, ella es la única mujer que he amado intensamente y a pesar del tiempo lejos de ella la sigo amando con la misma intensidad.

Dos años atrás

Tengo problemas con una compañera de la universidad, por alguna extraña razón piensa que su novio esta perdidamente enamorado de mí, creo que ella es la única de la clase que no sabe que soy lesbiana.

-no sé qué tanta risa tienes con Ariel, Kathe –me dice furiosa.

-me conto un chiste –le contesto.

-amor si, le conté el chiste que te conté a ti. Solo que ella si lo encontró gracioso –le explica Ariel a su novia.

-claro que se rio de tu chiste si está coqueteándote –contesta.

Me levanto de mi asiento.

-créeme que él no es mi tipo –le digo y agarro mis libros para marcharme.

-ah ósea que él es poca cosa para ti –me dice mientras yo comienzo a caminar.

-amor no trata de decir eso, deja te explico –le dice Ariel de manera apacible.

-si explícale a tu novia para que le quede claro de una vez por todas que no me interesas tu ni otro chico –le digo y me marcho.

Aun no me explico cómo es que ella no sepa que soy lesbiana, si incluso he salido con una de sus primas. Buena tal vez nunca se lo contaron.

Tengo un mensaje en mi móvil de Miguel, es mi mejor amigo. Antes en nuestra época colegial él estaba muy enamorado de mí, pero le conté que no me atraían los hombres y desde ese momento se olvidó de eso que sentía por mí y ahora somos muy buenos amigos.

Le marco a su celular para ver donde se encuentra.

-hola miguel, me llego tu mensaje y que quieres hacer? Dónde estás? –le pregunto.

-salgamos a tomarnos unos tragos –me dice con entusiasmo. Y estoy saliendo de mi casa. Tu donde te encuentras te paso recogiendo.

-listo vamos si me vendría bien un tequila. Estoy justo saliendo de la universidad. Te espero aquí –le digo.

-listo Kathe. Nos vemos.

Me siento en una banca que se encuentra en las afuera de la universidad. Pasa una chica muy bonita que me recuerda a mi ex novia Jacqueline. Sonrió al recordarla. No termine en malos términos con ella, de hecho terminamos porque decidió irse de misionera a la Amazonia. Su tía que es la persona que está a cargo de ella, se fue con ella, a ambas les encantan ayudar. Tenían que irse por 5 años ya que visitarían varios lugares. No me he podido comunicar con ella, nunca está en un solo lugar y su señal de celular es nula. Sentí mucha tristeza al separarnos ya que además de ser mi novia era mi mejor amiga desde el colegio de hecho la conocí ahí. Aunque de novias duramos poco los meses junto a ella fueron muy lindos la quise mucho. Espero volver a verla algún día.

Aquella chica se da cuenta que la miro y rápidamente desvió mi mirada.

El sonido de la bocina del carro de Miguel me saca de mis pensamientos.

-despierta lerda –me dice mientras sigue sonando la bocina.

-qué lindo que me tratas tu –le digo mientras subo.

-ya sabes que te quiero –se ríe.

-bueno tonto y a dónde vamos?

-vamos a un bar que hay cerca. Tienen mesa de pool. Te apetece una apuesta? –me dice riendo.

-tú piensas que tratas con uno de tus amigos –le digo molesta.

-no te enojes, si tú no pareces uno de mis amigos, ni uno de mis amigos se ve así de buena como tú –se ríe.

Rio.

-no empieces –lo codeo. Y bueno sabes las consecuencias de ir a un bar conmigo?

-si las sé. Y mejor porque no ando en plan de cacería. Y tú?

-no pues yo menos. Así que mejor que piensen que somos pareja y así disfrutamos de una noche tranquila sin acosos –rio.

-acosos? Hablaras por ti. Los hombres  y mujeres botan la baba por ti. Las mujeres por mí? Ni se acercan. A veces quiero ser lesbiana –ríe.

-hablas tonterías, la mujeres heteros no botan la baba por mi –rio. Y bueno si, las mujeres no suelen demostrarse así con los hombres porque ustedes son aprovechados y solo piensan en sexo.

-ah sí y ustedes no acaso.

-si pero somos sutiles para darnos a entender que es lo que queremos. No vamos de una en ese plan y si lo hacemos disimulamos para que no sea tan obvio. Todo se trata de sutileza Miguel –le guiño el ojo.

-bueno tienes que enseñarme.

Estaciona el vehículo frente al bar.

-llegamos –me dice.

Nos bajamos del vehículo y entramos al bar. Buscamos una mesa vacía y nos sentamos. Llega el mesero y pedimos una botella de tequila.

-y bueno como vas con esas clases? –me pregunta.

-bien creo que pronto tendremos un presentación en el auditorio de la universidad. Y están haciendo audiciones para las personas que tocaran el violín y el piano.

-que bien, de seguro lo consigues. Cuando tocas el violín juro que no veo tu mano–ríe. Es que se mueve tan rápido.

-ojala pero creo que audicionaré para el piano. Y tu como vas con la empresa?

-estresado. Nunca pensé que fuera tan difícil. Entre la universidad y la empresa me queda poco tiempo. Hoy pude salir porque no tuve la clase de la tarde ni tampoco tengo la de la noche.

-y Mariuxi has sabido de ella? –le pregunto.

-no, ni la nombres de verdad. Lo último que supe es que estaba esperando un hijo de ese tipo.

-no te pongas así miguel, ella no era la indicada para ti.

-y como saber cuándo es la indicada? Tú las encontrado acaso?

-no aun no la he encontrado. Pero me imagino que cuando la encuentras te das cuenta que todas tus relaciones pasadas no fueron nada comparado con lo que tienes con esa persona, que el simple hecho de escuchar su voz por unos segundos hace tu día feliz. Que tan solo con el roce de su mano puedas sentir muchas cosas. Que serias capaz de hacer cualquier cosa por hacerla feliz y más que nada que la amarías día a día sin importar que pase.

-la poeta Katherine te digo ahora –ríe.

-bobo. Ya no te digo nada –le desvió la mirada.

-es bromita. Si me gustó mucho lo que dijiste. Ojala ambos encontremos eso. Aunque aún me encuentro superando a Mariuxi. Y tu Kathe? Has estado muy sola. No te conozco una relación seria desde Jacqueline. La extrañas aun?

Curioso que me la nombrara cuando justo en la tarde pensé en ella.

-si a veces me hace falta, pero ya pasaron muchos años desde la última vez que la vi. Ya 3 años sin saber nada de ella. No niego que me hacen falta nuestras conversaciones éramos muy amigas y muy unidas en ese aspecto.

-por suerte solo fueron 3 meses de relación, si hubieran sido pareja desde antes, tu hubieras enamorado hasta las patas de ella y estarías sufriendo ahora.

-bueno si, fuimos más tiempo amigas que pareja.

-y ahora porque no buscas a alguien? Para que no estés tan sola, has salido con algunas pero tú no estás para eso, tú eres una persona romántica una persona para tener algo serio –me dice.

-lo bueno no se busca, llega a ti por sí solo. No tengo apuro. Sé que llegara esa persona –le contesto.

Mientras conversamos seguimos bebiendo y jugando pool. Se hicieron las 8 de la noche y Miguel estaba vomitando en el baño del bar. Afortunadamente yo no he bebido como el, y me encuentro con todos mis sentidos bien puestos. Bueno si me encuentro un poco mareada, pero no es mucho.

Voy a buscarlo al baño.

-Miguel, ven vamos –le digo mientras trato de levantarlo del piso. Ya que se había quedado dormido con su cara en el borde del retrete.

No puedo levantarlo ya que es muy pesado para mí.

Salgo a buscar ayuda del camarero.

-claro. Ya te mando a un guardia para que te ayude a sacarlo. Te pido un taxi? –me pregunta.

-no gracias vinimos en vehículo –contesto.

Llega el guardia al baño, es muy grande no se le hará difícil sacar a Miguel.

Pago la cuenta y le indico al guardia donde está estacionado el auto.

-aquí está su paquetito señorita –me dice mientras deja a miguel en el asiento de copiloto.

-muchas gracias. Que hubiera hecho sin usted –le doy un billete de 20 dólares.

-gracias –me contesta. Usted está segura que puede manejar? –me pregunta.

-si tranquilo, no bebí mucho –contesto.

-bueno que le vaya bien con su novio –me dice y se aleja.

Me causa gracia como siempre piensan que somos pareja, si supieran lo mal que nos tratamos. Siempre he tratado de ser femenina claro no la típica mujer de faldas y vestido siempre prefiero usar mis vaqueros,  y no parezco una tomboy pero con Miguel eso no importa el me sigue tratando como uno de sus amigo. Debe ser porque me gustan muchas cosas que los hombres disfrutan como los videojuegos, el futbol, y claro las mujeres.  Y eso influye para que Miguel piense que soy una de sus amigotes.

Saco las llaves del auto del bolsillo del pantalón de Miguel y pongo en marcha el motor.

Una vez en su casa entro sin hacer ruido, ya que el padre de Miguel se enojaría mucho de verlo así. Es un hombre muy poderoso, adinerado y además muy estricto. Es por eso que Miguel siempre lo obedece en todo.

Llego a la habitación de él y lo acuesto boca abajo. Por suerte su cuarto queda cerca de la puerta de entrada, no hubiera podido cargarlo por mucho más tiempo.

Dejo las llaves sobre su mesa de noche y salgo de la casa.

Tengo ganas de caminar, y además estoy corta de dinero. Justo me alcanza para el bus. Camino cerca del lugar hacia una parada de bus.

Luego de 25 minutos caminando llego a una parada, ya son las 9 de la noche.

Me siento en el banquillo para esperar el bus, a mi lado se encuentra una chica, es joven debe tener unos 20 años. Se encuentra llorando, trata de disimular su llanto.

-disculpe, se encuentra bien? –le pregunto.

Sé que algo le pasa de no ser así no estaría llorando de esa manera.

Ella no contesta nada, solo hace con su cabeza un gesto de negación.

-tome –saco uno kleenex de mi cartera y se los doy para que limpie sus lágrimas.

Ella levanta su mirada y me mira directamente a los ojos. Al verla algo recorre por todo mi cuerpo, es una extraña sensación jamás sentida. Tiene los ojos más lindos que he visto, son verdes pero muy oscuros. Hermosos.

Ella toma el kleenex y seca sus lágrimas.

-gracias –me contesta.

-no te preocupes. No me gusta ver llorar a una chica tan linda como tú –le sonrió.

Sé que no es momento para coqueteos, pero lo digo muy enserio. Es muy bella.

-gracias –me sonríe. Pero a veces es inevitable llorar.

-el llorar es la mejor medicina para desahogarse, muchos lo recomiendan.

-a veces no hay medicina que sirva –me contesta.

-a que se deben tus lagrimas? –le pregunto.

-a las injusticias de la vida.

-de que injusticias hablas? –pregunto.

-no tienen importancia. Ya pasara.

-espero que pase y estés mejor. A veces pensamos que no hay solución a nuestros problemas pero siempre hay una luz de esperanza.

-muchas gracias por tu apoyo –me contesta más tranquila y sonríe.

Llega el bus, ella sube primero y se sienta al fondo. Quiero sentarme junto a ella pero creo que es mejor que esté sola para que pueda pensar. Sé que si yo me encontrara sufriendo por algo quisiera estar sola para desahogarme. Así que me siento tres asientos delante de ella.

Esperaba que ella se bajara primero para saber por dónde vive y tener una excusa para topármela cualquier día.

Pero mi parada llego primero, me levanto, la miro de lejos y le sonrió. Ella también me sonríe. Le hago un gesto con mi mano de despedida.

No sé qué tiene esta chica, pero me encantaría volver a verla. Si no hubiera estado pasando por un mal momento le hubiera pedido su número, pero no me pareció correcto invitarla a salir en esa situación en la que se encontraba.

Al bajarme del bus camine 1 cuadra hasta llegar a mi casa. Mi casa es muy sencilla, no muy pequeña ni muy grande. Mis padres no son adinerados como los de Miguel. Muchas veces tengo que controlar mis gastos en la Universidad.

Entro a mi casa y mis padres se encuentran en la sala viendo televisión.

Camino detrás de ellos sin hacer ruido para que no me sientan llegar. Pero mi intento es inútil.

-Kathe tu ultima clase no era a las 4 de la tarde –me dice mi mama sin voltearme a ver.

-hola mamá, hola papá –me acerco a saludarlos.

-y bueno contéstale a tu mamá –me dice mi papá.

-si pero teníamos que ensayar unas nuevas melodías para las audiciones del recital.

-ah! Y como vas con eso hija? Te veremos tocar frente a toda esa gente? –me dice mi mamá con emoción.

-eso espero mamá –contesto.

Luego del interrogatorio de mis padre me dirijo a mi habitación apenas toco mi cama caigo dormida profundamente.

Abro mis ojos de los más de bien,  escucho como cantan los pájaros debe ser aún muy temprano mi clase es a las 10 de la mañana.

Me levanto al baño sin abrir mis ojos aun parezco sonámbula a pesar de ya no tener sueño la pereza me invade.

Escucho el teléfono de la casa, quien será tan temprano deben ser las 6 de la mañana quien llamara a estar hora.

-Kathe –escucho a mi mama gritarme detrás de la puerta de mi habitación. Te llaman.

Me sorprende quien podrá llamarme a estas horas.

Abro la puerta y veo a mi mama ya bastante despierta y todo está muy claro.

-quien es mamá? –pregunto mientras bostezo.

-es Miguel –me dice.

-miguel? Qué raro, porque no me habrá llamado al celular –me digo en voz alta.

Mi mama hace señas con sus hombros de que no sabe.

-alo Miguel? Que pasa?

-dónde estás?  Con quien estuviste anoche? –me pregunta.

-que preguntas haces. Estoy en mi casa pues, y no estuve con nadie –contesto. Además que haces llamando tan temprano a la casa despiertas a todos porque no llamas a mi cel? –pregunto.

-estabas borracha acaso Kathe! –me contesta. Son las 10:30 de la mañana y tu celular lo debiste dejar botado porque me llama…. –lo interrumpo.

-10:30 dices? Mierda! Mierda! Mierda! Maldición Miguel me tengo que ir. Te llamo luego –corto la llamada.

No puedo creer que me haya quedado dormida, claro siempre pongo la alarma de mi celular para que me despierte, debí dejarlo en el bus, recuerdo tenerlo hasta la parada del bus. Tendré que conseguir otro. Ojala me dejen entrar a la clase.

Me voy con la misma ropa que me quede dormida la noche anterior, no tengo tiempo para cambiarme ni para nada. Salgo y tomo el primer taxi que encuentre.

Al llegar trato de entrar muy despacio sin hacer ruido pero un compañero cerca de la puerta comienza a estornudad llamando la atención de todos hacia él y por lo tanto hacia mí.

-bueno, bueno. Como que se le pegaron las sabanas señorita Mendoza –me dice el maestro.

-disculpe licenciado, puedo sentarme? –le pregunto de manera apacible.

-no, lo siento pero ha llegado muy tarde. Retírese –me dice señalándome la puerta.

-por favor licenciado –coloco mis manos a manera de súplica.

-salga señorita por favor –me contesta.

Salgo del salón y una vez afuera comienzo a patear un contenedor de basura que se encontraba a pocos centímetros de la puerta haciendo mucho ruido, salgo corriendo del lugar antes que el licenciado vuelva a regañarme.

Al salir de la universidad me acerco a una cabina telefónica para hablar con Miguel.

-hola Miguel, ahora si explícame bien lo de mi celular –le pregunto.

-hola Kathe, por lo visto no llegaste a tu clase.

-no, no me dejaron entrar –le digo.

-que pendejada. Y bueno si lo de tu cel me llamo tu amiga de anoche, dice que dejaste olvidado el celular y que vayas a las 3 de la tarde a la cafetería Mi Miel.

-que amiga? como se llamaba? Te lo dijo? –le pregunto de manera confusa.

-no, no me dijo pero si sabía tu nombre. Creo que te anduvo husmeando en tus cosas porque la vi en línea en el whatsapp por un buen rato.

-tal vez la persona que lo encontró está haciéndose la graciosa.

-iras? –me pregunta.

-y si creo que pasare pero de lejos para ver si no hay trampa en esto. Si veo todo tranquilo me acerco.

-que miedo, ojala no te pidan recompensa por encontrarlo. Ojala no hayan visto tus fotos porno del celular –se ríe.

-que fotos porno loco. Si yo no me saco ese tipo de fotos –le contesto.

-ah ya era una broma pendex. Tranquila.

-eres valiente tú, hacerme bromas cuando estoy con este humor de perros. Todo me ha salido mal y ni siquiera es medio día aun.

-tranquila Kathe. Veras y se mejora. Bueno tengo que seguir trabajando estoy en una junta.

-interrumpiste tu junta para contestarme?

-el chisme primero –se ríe.

-que gay que te escuchaste –rio.

-como que gay. Bien macho soy. Bueno Kathe me cuentas que paso luego.

-ok chau Miguel.

Me voy a mi casa en bus. En el camino trato de pensar que querrá esta persona. Porque me devolvería el celular. Acaso busca algo de compensación económica o simplemente es muy honesta. Miles de preguntas invaden mi mente.

Llego a mi casa y me dispongo a tomar una ducha.

Pongo algo de música para relajarme, el agua tibia cae por mi cuerpo mientras me acompaña la melodía de High Highs – Open Seasons.

Aun no supero haber perdido mi clase de la mañana, como pude dejar mi celular botado, de seguro fue por pensar en aquella chica. Tan linda lástima que no pude pedirle su número o saber su nombre.

Después de una hora casi en la ducha comienzo a sacer mi pelo con la secadora mientras veo algo de tv.

Me empiezo a vestir, mis vaqueros como siempre una blusa con escote blanca y unos zapatos con taco bajo. Me maquillo y arreglo mi cabello. El sol está pegando muy fuerte así que me pongo unas gafas de tipo aviador color negras.

Salgo y tomo el bus hacia la cafetería. Lleve algo de efectivo por si acaso me pidan algo de dinero. Al llegar veo mi reloj son las 3:15 el bus demoro un poco. Busco con la mirada a alguien que se encuentre sola esperando, pero no veo a nadie.

De repente siento que alguien habla detrás de mí.

-pensé que no vendrías –me dice.

Me volteo a ver y se trataba de aquella chica, la chica que vi llorando la noche anterior. Ella debió agarrar mi celular cuando me baje del bus.

-eres tu –digo con sorpresa.

-me llamo Emma –me dice. Nos sentamos? –me dice señalando una mesa.

-si está bien –digo aun con sorpresa.

Nos sentamos en una mesa vacía y muy rápido llega la camarera a pedir la orden.

-que deseas? –le pregunto a Emma.

-pide lo que desees –me dice.

-está bien –le digo. Nos da dos copas de helado de chocola… –le trato de decir a la camarera pero Emma me interrumpe.

-no –me dice viéndome. Mejor tráiganos dos mocaccinos helados.

-ok. Algo más? –pregunta la camarera.

-no eso es todo –contesta.

La miro con confusión.

-qué pasa? –me pregunta.

-que para que me pides que ordene si quieres  pedir otra cosa –contesto.

-pensé que tomarías la decisión correcta.

Me quedo callada viéndola.

-y bueno toma –pone mi celular en la mesa.

-gracias. No me fije que lo deje botado en el bus.

-por suerte lo vi. Me metí a tu whatsapp para ver con quien te escribías más y avisarle de tu celular.

-revisaste solo mi Whatsapp? –pregunto.

Ella se ríe.

-tienes cosas muy interesantes en tu celular.

-que más vistes?

-pues escuche tus canciones. Supongo que eras tú las que las cantaba muy bonitas.

-como te atreves a revisar mis cosas –le digo molesta.

-pues no te voy a decir mentiras. Lo primero que hice al tenerlo fue revisarlo –ríe.

-que sincera –le digo con cierta molestia. Aun así está mal revisar las cosas ajenas.

-también vi tu colección de películas triple x de mujeres –me dice.

Me quedo helada al escuchar eso, no sé ni que decir. Como es posible que haya sido tan atrevida de revisar todo el contenido de mi celular y decírmelo como si nada por lo menos que finja que no vio nada.

-te quedaste muda –me dice riendo.

Trato de hacerme la desentendida.

-es que eso lo tenía hace muchos años ya pensé que los había borrado. Ni cuenta me había dado.

-ah en serio? Raro una de esas películas salía reproducida hace poco –me dice y sonríe.

-te pasas de atrevida –le digo molesta.

-tranquila Kathe. Si no me molesta ni me estoy burlando de ti.

-como sabes mi nombre? –le pregunto.

-lo leí de tu Facebook, tenías la sesión abierta.

-hasta eso me revisaste –la miro con enojo.

Llega la chica con nuestros pedidos.

La veía con disimulo mientras tomaba un sorbo de su bebida, como ponerme enojada con ella, se la ve tan tierna pero cuando habla desaparece toda esa ternura.

-hace cuanto eres lesbiana? –me pregunta justo cuando estoy bebiendo un sorbo de mi bebida.

Comienzo a toser, me atore al escuchar su pregunta. Es tan espontanea para hacer preguntas.

-este. Desde colegio creo que tenía 14 años cuando lo acepte. Tú eres hetero?

-no. soy bi. Aunque últimamente mis relaciones fueron con chicas. Me he olvidado un poco de los chicos.

-Te puedo preguntar algo? –le digo.

Ella me ve y sonríe.

-después me preguntas –se levanta de la silla. Ahora vamos a otro lado.

-pero si estamos tomando el moca helado –digo con confusión.

-si pero ya me canse de estar en el mismo lugar. Anda paga y te espero en la puerta –me dice.

Me está hablando en serio? Quiere que pague su consumo, estaba bien lo puedo hacer pero debería pedirlo de otra manera. Es tan diferente esta chica. Tan atrevida pero simpática.

Me levanto y cancelo la cuenta.

-bueno y donde quieres ir? –le pregunto.

-a un bar. Tomémonos unos tragos –me dice.

-está bien –contesto.

Ella camina delante de mí, la veo en cada movimiento, es extraña pero hay algo en ella que me atrae.

-te quedaras allá atrás o te pondrás a mi lado –me dice.

Acelero mi paso y me quedo junto a ella.

Ella llega a un auto muy bonito, parece que tiene mucho dinero. Aun así me hizo pagar toda la cuenta de la cafetería.

-sube –me dice.

Obedezco y subo al vehículo.

Condujo sin decir nada y pronto llegamos a un bar.

-tráigame una botella de vino –le dice a el chico de la barra.

-ahora te puedo hacer la pregunta? –le digo.

-está bien hazla –me dice.

-porque llorabas ayer?

Ella me queda viendo y agacha la mirada.

-recibí la noticia de que alguien muy cercano estaba enfermo.

-y no mejorara?

-aun no lo sé. Pero espero que lo haga –me sonríe tratando de disimular su tristeza. Y bueno dime siempre le das un klennex a desconocidas? –ríe.

-es la primera vez que lo hago.

El camarero llego y ella se sirve la copa llena de vino. Comienza a beber descontroladamente.

-eso es lo que odio de los bares, que cualquier idiota te queda viendo. No puedes ni disfrutar un momento –lo dice viendo a un chico que no paraba de mirarla.

-baja la voz –le digo.

-tranquila –me contesta.

El alcohol ya ha hecho un poco de efecto en ella.

-me llamaras mañana? –me pregunta.

-si claro dame tu número.

Ella agarra su celular y comienza a marcar. Noto que el mío esta sonando y al ver la pantalla veo el nombre de ella en mi celular.

-ósea grabaste tu numero en mi celular? –le pregunto.

-sí.

-y también guardaste el mío en el tuyo?

-si también –sonríe.

-sí que eres atrevida –le digo.

Se ríe fuerte.

-bueno sabía que querrías volver a verme.

-pero yo no dije que te quería volver a ver –le digo.

-ah entonces no quieres?

-si pero yo no lo dije.

-igual lo supe –me sonríe.

Pasan unos 30 minutos y la veo muy mal. Termino pagando la cuenta en el lugar ya que ella estaba completamente dormida.

La llevo al auto, trato de despertarla para que me diga donde vive.

-Emma. Hey –le digo moviéndola fuertemente para despertarla.

Ella no responde.

-Emma. Donde vives para llevarte a tu casa –le digo.

Sigo sin obtener respuesta.

Comienzo a conducir mientras pienso que hacer con ella, pasamos por un hotel y se me ocurre llevarla ahí ya que en mi casa mi mama se daría cuenta que llevo a alguien y peor llevarla en ese estado.

Ingreso el auto en el parking del hotel, dejo a Emma en el auto mientras voy a pedir una habitación.

Con lo poco que me queda de dinero consigo la habitación por la noche. Los de la recepción deben pensar que me estoy aprovechando de ella al verme cargándola así a la habitación.

Voy al auto pero al abrir la puerta no encuentro a Emma. Comienzo a buscarla por todo el estacionamiento.

-Emma!! Donde estas –grito.

Escucho a alguien vomitando y me acerco efectivamente es Emma. Sostengo su cabello para que no se ensucie. Cuando termina la agarro para llevarla a la habitación.

Al entrar le retiro la ropa ya que se encontraba sucia dejándola en ropa interior, es imposible no notar su cuerpo. Pero saco esos pensamientos de mi mente y la acuesto en la cama.

Me siento en el piso al borde de la cama y la miro mientras duerme. Me causa ternura verla así, tan callada mientras duerme, ya que suele hablar mucho. Suspiro y me sorprendo de mi misma. Que tiene esta chica que me hace bajar la guardia con ella.

Sin darme cuenta me quedo dormida con mi cabeza apoyada al borde de la cama.

Abro poco a poco mis ojos y puedo verla a ella frente a la puerta del baño desnuda

Me quedo impactada al verla y ella se percata que mis ojos están abiertos y sale corriendo al baño y cierra la puerta.

-que te crees –me grita tras la puerta.

Me levanto y me acerco a la puerta.

-no vi nada –le digo tratando de excusarme.

-como que no, si te vi –me contesta. Te quedaste viéndome.

-bueno la culpa es tuya. Porque sales así del baño.

-porque pensé que dormías y además me olvide de la toalla por eso salí así para ir a verla.

Me acerco donde se encuentra la toalla, la agarro y me acerco nuevamente a la puerta del baño para dársela.

-toma –le digo.

Ella abro un poco la puerta y solo saca su brazo.

Coloco la toalla en su mano.

-gracias –me dice.

Ella sale con la toalla envuelta a su cuerpo. No puedo evitar verla.

-dejaras de verme así? –me dice.

-no te estoy viendo.

-si como no –me contesta. Y que paso anoche?

-nada –contesto.

-no pasó nada entre nosotras?

-no como crees, estabas muy borracha.

-y si no hubiera estado borracha? –me pregunta.

Trago saliva, no sé qué contestarle. Es muy directa. De repente escucho mi celular.

Contesto. Es miguel.

-donde has estado? Tu mamá me llamo preocupada, esta enojadísima.

-una larga historia Miguel pero estoy bien.

-ah te fue bien con la del celular entonces –ríe.

-no es lo que crees le digo.

-bueno Kath anda a tu casa que están a punto de llamar a la policía –ríe.

-ok gracias Miguel. Más tarde hablamos.

Cuelgo la llamada y ella comienza a buscar su ropa.

-problemas? –me pregunta.

-pues sí. Me tengo que ir ya –le digo.

Agarro mis cosas dispuesta a salir.

-espera! –me dice. Yo te llevo.

-no quiero molestar –contesto. Debes tener cosas que hacer.

-no ya no tengo nada que hacer. Estoy libre. Deja que te llevo.

-está bien –contesto.

Entra al baño y después de 15 minutos sale vestida. Se la ve hermosa recién salida de la ducha, su cabello mojado. Me fascina.

Me encuentro arrimada a la cómoda de la habitación. Ella se acerca y se pega mucho a mí. Me sorprende, la tengo muy cerca. La miro a sus ojos y luego a sus labios. Ella se aparta y me sonríe.

Veo que trataba de alcanzar las llaves del auto que las había colocado en la cómoda. Por un momento pensé que trataba algo conmigo. Me tengo que sacar esas ideas de mi cabeza.

Salimos de la habitación y nos dirigimos al estacionamiento.

Me pide que le indique la dirección de mi casa, se la digo y comienza a conducir.

En el camino estuvo todo muy callado. De repente suena su celular.

-si estoy bien, tranquilo –escucho que le habla a la persona detrás de la bocina.

-estuve en buenas manos –le dice.

-en una hora estoy por allá –dice y cuelga la llamada.

Yo la miro y ella me devuelve la mirada.

-era mi papá –me dice.

-ah  ya veo.

-no le gusta que pase la noche fuera de casa y peor sin avisar.

-mis padres deben estar igual –le digo.

-tienes que hacer algo hoy? –pregunta.

-tengo clases al medio día. Después de eso no tengo que hacer nada.

-ah está bien.

-y tú? No estudias?

-no –contesta

-trabajas?

-no tampoco –me dice.

Debe ser ese tipo de niña rica que el papá la consiente en todo.

-que haces entonces?

-existir –se ríe. No ósea si estudiaba administración de empresas y trabaja en la empresa de mi papa, pero decidí dejarlo por un tiempo. Quiero descansar un rato –me dice.

-que buena vida –le digo riendo.

Noto un poco de tristeza en su mirada.

-si muy buena vida –me dice sonriendo.

Estamos cerca de mi casa.

-es aquí –le digo indicándole la casa.

Ella estaciona el auto frente a la casa.

-bueno gracias por traerme –le digo sonriendo.

Ella me mira, apoya su cabeza al asiento del vehículo y me sonríe.

-gracias por todo Kath. Me agradas –se acerca y me da un beso en la mejilla.

Un beso que provoco tantas cosas en mí, un beso que hizo que mi corazón latiera a mil. Ese beso me hace dar cuenta que podría enamorarme fácilmente de ella.

Me bajo del vehículo y ella arranca.

Pongo una mano en mi mejilla donde recibí el beso. Estoy como sonámbula con una sonrisa entrando a la casa. Aun no creo que tan solo un beso en la mejilla me haya hecho sentir así. Siento tanta felicidad. Es tan raro, parezco una pequeña ilusionada.

De repente salgo del trance en el que me encuentro ya que mi madre comienza a gritarme.

-espero que tengas una buena explicación para esto –me dice molesta.

-mamá lo siento –contesto.

-y que te paso en la cara? Porque vienes con la mano en la mejilla? Te golpeaste? O te golpearon? –me pregunta.

-no mamá –retiro la mano de mi mejilla.

-dime dónde estabas?

-me quede con Gabriela, mi compañera. Se sentía mal y la acompañe al hospital.

-y porque no contestaste las llamadas?

-porque no escuche el celular, ya sabes en un hospital hay mucho ruido.

-y que tenía tu amiga?

-aún no se, le están haciendo algunos exámenes. Me quería quedar más tiempo con ella pero tengo que ir a la clase del medio día.

Me mira un poco convencida con mi mentira. Siempre he tenido la destreza de mentir fácilmente sin parecer nerviosa.

-bueno ve alístate para las clases.

Me ducho y me visto para las clases. Antes de salir como algo ya que me encuentro hambrienta.

Las clases pasan rápido, al final de la clase el profesor dio las fechas de las audiciones para el recital. Ya faltan 4 semanas para audicionar.

Voy a mi casa, quiero practicar las melodías que tocare en la audición.

Al bajar del bus, noto que un auto parecido al de Emma se encuentra parqueado frente a mi casa. -Debe ser coincidencia- me digo a mi misma.

Paso a los lados y alguien toca la bocina del carro. Me asusto al escucharla.

Alguien baja el vidrio del auto y efectivamente es Emma.

-sube –me dice.

-tengo cosas que hacer –le digo.

-sube! –me ordena.

No puedo negarme a ella tiene como un poder sobre mí.

Me subo al auto y ella sonríe.

-que haces aquí? –le pregunto.

-vine a secuestrarte –se ríe.

-y a donde me vas a llevar?

-vamos a mmm, deja pensar–hace un sonido con su boca.

Pasan unos minutos y aun no obtengo respuesta.

-y? a dónde vamos?

-no sé. Veamos que se me ocurre.

Arranca el vehículo sin tener rumbo fijo.

-y tuviste problemas en tu casa? –me pregunta.

-no muchos. Tú?

-no, conmigo no se pueden enojar.

-ah. Eres como la consentida –le digo.

-si muy consentida –me sonríe.

-como estas de la resaca?

-ya mucho mejor. Que tal tus clases?

-muy bien.

Comenzamos hablar de muchas cosas, le conté de las audiciones para el recital, ella me conto que es hija única, nos conocimos un poco más. Sin darme cuenta habíamos llegado a la playa.

La miro y me sonrió.

-eres impredecible –le digo.

-lo mejor está en ser espontanea. Así nunca te aburrirás.

Nos bajamos del vehículo.

-ven –me dice.

Llegamos a un lugar donde hay unos asientos de madera.

-este es mi lugar favorito en el mundo –me dice.

-porque es tan especial este sitio?

-por todo, el ambiente, sentir la brisa del mar, escuchar como rompen las olas, sentir la arena caliente entre los dedos de tus pies y porque es un poco solitario.

-disfrutas estando sola?

-de repente. A veces uno necesita estar sola, y desahogarse.

La miro y le sonrió.

Nos quedamos en silencio por varios minutos viendo el mar, escuchado esa tranquilidad del ambiente.

-quieres tomar algo? –me pregunta.

-sí. Pero no hay nada por aquí. Excepto esa casa que está detrás, pero parece que no hay nadie.

-ven –toma mi mano y me levanta con ella.

Me dirige hacia esa casa, veo que ella saca unas llaves de su bolsillo.

-es tuya? –le pregunto.

Ella me mira y me sonríe.

-sí. Mi papa me la regalo porque venía mucho para acá y no le gustaba que manejara en la noche.

-que considerado –le digo riendo.

Entramos a buscar unas cervezas que tenía en su refrigerador. Es una casa muy bonita, amplia, con televisor, cocina, refrigeradora, habitaciones. Tenía de todo y se encontraba muy limpia.

Emma preparo unos sándwiches y salimos nuevamente con una hielera llena de cervezas y una bandeja con muchos sándwiches.

Nos sentamos donde nos encontrábamos antes.

-como que es mucho –le digo señalando la bandeja de sándwiches.

-yo tengo mucho apetito –se ríe.

-eres muy delgada, no pensé que comieras tanto –le digo riendo.

No estaba tan delgada, era delgada pero no se la veía mal.

-si como, bastante pero no engordo –me sonríe y muerde un trozo de su sándwich.

Comenzamos a beber las cervezas mientras comíamos y conversábamos.

-tienes novia? –me pregunta.

-no, no tengo –contesto.

-hace cuanto no tienes?

-novia pues hace 3 años –le digo.

-tanto!

-pues sí.

-y que paso con ella?

-no lo sé. Tuvo que irse del país con su tía. Y no supe más de ella.

-la extrañas?

-bueno a veces la pienso, porque la quería mucho era muy buena amiga mía.

-ah entiendo –me dice. Pero si has estado con mujeres en estos años?

-si una que otra. Pero nada serio.

-y eso porque?

-no lo sé, simplemente no ha llegado a pasar –contesto. Ya mucho interrogatorio de tu parte, me toca a mí.

-a ver dispara –me dice.

-tienes novio?

-no –contesta.

-novia?

-no tampoco.

-hace cuánto?

-una semana atrás.

-hace poco –le digo. Y que paso?

-me dejo. No pudo llevar mi ritmo de vida.

-y lo amabas? O la amabas?

-no, no la amaba. Es mujer mi ex. Llevábamos poco saliendo así que no me afecto que me dejara.

-lamento que no funcionara –le digo.

-yo no –me dice sonriendo y toma mi mano.

Yo agacho mi mirada para ver su mano junto a la mía y le sonrió.

Pasamos muchas horas conversando, ella ya sabía muchas cosas de mí y yo muchas cosas de ella. En ocasiones buscaba la oportunidad de besarla pero no se daba.

-vamos que si puedes –me grita desde su asiento.

-no, ya cambie de opinión, me voy a caer –le digo con temor.

-buh Gallina –me dice.

-está bien lo hare, pero conste que si me pasa algo es tu culpa.

Tome impulso y trato de dar una pirueta en el aire, pero como lo supuse no pude y caigo en la arena.

Ella viene corriendo hacia mí y se arrodilla en la arena acariciando mi cabeza.

-estas bien? –me pregunta.

La miro directamente a los ojos, levanto mi cuerpo para acercarme a su boca de manera muy lenta.

Ella me mira y mira mis labios, la tengo tan cerca pero ella se levanta.

-mejor vámonos –me dice.

-está bien –le digo.

-sabes mejor ven sentemos aquí –se sienta en la arena.

-para qué? –le pregunto.

-solo siéntate –me mira como regañándome.

Le hago caso y me siento a su lado.

-vamos a ver algo muy lindo –me dice.

-qué? –pregunto.

-la puesta de sol –me contesta.

La miro y le sonrió.

Ella toma mi mano y siento como mi corazón late tan rápido, ella transmite cierta energía en mí.

Vemos hacia el horizonte la hermosa puesta de sol, el color naranja del sol reflejado en el mar. Es un momento tan hermoso, estar aquí con ella, viendo esto, tomadas de la mano. Sé que la conocí hace 2 días pero siento que la conozco hace más tiempo, siento un vínculo tan especial con ella.

Esa noche al llegar a casa me siento más feliz que nunca, comencé a tocar el piano casi toda la noche, las melodías llegaban a mí. Compuse dos canciones, tan fácilmente sin bloquearme, la música salía de mí. Es ella mi musa acaso?. Es Emma la mujer que estaba esperando?

Han pasado 2 meses de aventuras con ella, cada día es una experiencia totalmente nueva e impredecible, hemos hecho salto jumping, hemos participado en un concurso de comer pasteles; donde me gano fácilmente, no sé cómo puede comer tanto y no engordar, saltamos de un paracaídas, patinamos sobre hielo. De verdad que me asusta pensar que actividad loca se le ocurrirá al día siguiente.

Emma están espontanea, me encanta cuando ríe se le forman dos hoyuelos en su mejilla, me encanta como se muerde el labio cuando tiene hambre, me encanta como se enfurece al manejar, me encanta como juega con sus manos cuando está ansiosa. Me encanta todo ella.

-hey! Kathe. Despierta –me dice Miguel haciéndome señas con sus manos.

-qué pasa? –contesto confundida.

-estabas en trance. Que pensabas en tu novia –ríe.

-no es mi novia Miguel ya te lo dije–le digo.

-como pasas casi todo el día con ella y no tienen nada?. Se me hace difícil creer que no la hayas besado.

-es verdad, no tenemos nada más que amistad.

-pero se nota que te mueres por ella, nunca te había visto así Kathe.

-si me gusta, pero no se ha dado la oportunidad.

Mentía, se habían dado muchas oportunidades, pero por una extraña razón ella siempre me esquiva cuando intentó besarla, y hace como si no hubiera sucedido nada. Puedo ver en sus ojos que ella también está sintiendo lo mismo, tal vez no quiera nada porque hace poco termino una relación.

-bueno cuando la veas tienes que tomarla en tus brazos y decirle: Emma me tienes loca. Te acercas y la besas –me dice.

-si fuera así de fácil –contesto.

-si es fácil. Y buen cuando llega Emma?

-en 2 días.

-la extrañas?

-muchísimo.

Pasaron los dos días muy rápido entre clases y ensayos, necesitaba ver a Emma la extrañaba mucho. Llevaba 5 días sin verla, y se comunicaba poco. Se había ido con su padre a visitar a una tía a Los Ángeles que no se sentía muy bien, se fue de un momento a otro, a mí me aviso cuando ya estaba tomando el avión.

Escucho la bocina del auto, es ella. Salgo muy rápido de mi casa para verla pero mi mamá me detiene.

-a dónde vas corriendo? –me dice.

-a ver a mi amiga Emma que me está esperando –le digo.

-amiga? hazla pasar, quiero conocerla.

-no mamá, en otro momento ahora ella llego cansada de viaje.

-buen, pero otro día quiero conocerla a Emma. Invitarla a cenar tal vez.

-bueno mamá otro día –le digo rápidamente y salgo.

La veo a ella parada fuera del auto. Ella me sonríe y yo también le sonrió.

Me acerco y la abrazo. Ella corresponde mi abrazo.

-me has extrañado –me dice riendo.

-sí, extrañe tus locura,  tus actividades impredecibles y riesgosas –rio.

Me separo de ella.

-también me hiciste falta –me dice.

-y trajiste una nueva moda de L.A? –rio.

-porque? Me pregunta

-por tu gorro beanie te queda muy lindo –le digo señalando al gorro tejido.

-ah sí. Te gusta? Traje muchos, me gustaron. Te traje algo –me dice sonriendo.

Mete su cabeza por la ventana del auto y saca una funda de regalo.

-toma –me entrega la funda.

-no debiste molestarte –le digo.

-no fue molestia. Pruébatela –me dice.

Saco de la funda una chaqueta de cuero negra muy linda. Me la pongo y me queda a la perfección.

-gracias –me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla.

Ella se sonríe con timidez.

-bueno vamos –me dice.

-a dónde? –pregunto.

-pues no sé, veamos que nos prepara el día –me dice sonriendo.

Estábamos dando unas vueltas hasta pensar que hacer y escucho el sonido de mi celular es un mensaje.

Lo abro y no puedo evitar sonreírme.

-quien era? –me pregunta.

-mi mamá –le digo.

-y porque te ríes? Que te dice?

-es que enante me dijo que te hiciera pasar que quería conocerte, pero le dije que en otro momento, y ahora me escribe y me dice que no me olvide de decirte para que un día vayas a cenar a la casa.

-que –dice sorprendida. Porque no me dijiste antes –me regaña.

-porque pensé que no querrías, además no es necesario que lo hagas –contesto.

-pero quiero hacerlo. Escríbele a tu mamá y dile que llevaremos la cena.

-pero mejor lo dejamos para otro di… -no me deja terminar la oración.

-escríbele –me ordena.

Como siempre termino obedeciéndola.

-ya le escribí –le digo molesta.

-no te enojes, quiero conocer a tu familia. Me dejas? –me pregunta mirándome con sus ojos tan lindos, como decirle a ella que no.

-si está bien –le contesto.

Recibo un mensaje de mi mamá.

-que dijo? –me pregunta.

-dice que está bien que nos espera –contesto. Ya debe estar arreglándose –rio.

-que llevamos para la cena? –me pregunta.

-no sé. Pizza –digo riendo.

-no pues. Vamos a ver que encontramos.

Después de buscar un sitio para comprar la comida nos dirigimos a mi casa.

-no sé porque estoy nerviosa –me dice riendo.

-tranquila, mi mamá te hará muchas preguntas. Pero ella es así –le digo.

-ah bueno, ojala les agrade –me sonríe.

Entramos a la casa.

-mamá ya llegamos –le grito desde la sala.

Mi mamá sale muy entusiasmada.

-hola, Emma mucho gusto he escuchado tanto de ti –le dice y le da un beso de saludo.

-mucho gusto señora… -mi mamá la interrumpe

  • llámame Adelaida –le dice mi mamá.

-mucho gusto Adelaida. Un gusto conocerla trajimos la cena –le muestra las bolsas con la comida.

-vengan vamos a dejarlas en la cocina –nos dice mi mamá y la seguimos a la cocina.

-bueno esperemos un rato a que llegue mi esposo y comemos –nos dice.

-está bien -contestamos al unísono.

-y bueno Emma cuanto llevan de noviazgo ustedes dos? –le pregunta.

Yo me pongo roja como tomate, Emma se ríe.

-mama ya te dije que no… -Emma me interrumpe.

-llevamos ya casi dos meses, nos conocemos hace poco –me mira y me sonríe.

No sé qué trama, ahora mi mama no me dejara en paz.

-ah, se las ve muy bien. Kathe nunca había traído a una chica a la casa. Bueno excepto a.. Como es que se llamaba Kathe? –me pregunta.

-Jacqueline, mamá –le contesto.

-ah sí, solo a ella. Pero eran muy amigas y pasaba casi todo el día metida aquí. Pero desde ella no trajo a nadie.

-ah me siento especial entonces –dice Emma, toma mi mano y sonríe.

Mi mamá comenzó con el interrogatorio, preguntándole que hacía, quien eran sus padres etc. El típico interrogatorio. Hasta que por fin llego mi papá.

-Augusto, ven –le dice mi mamá.

-buenas noches –saluda mi papá.

-te presento a la novia de Kathe, Emma –dice mi mamá.

Mi papá se acerca a saludar.

-mucho gusto señor –dice Emma.

-bien escondida la tenías –me dice mi papá codeándome.

Nos sentamos a comer, todo salió muy bien. Mi mamá estaba encantada con Emma al igual que mi papá. Ella tiene mucho carisma que es capaz de agradarle hasta a la persona más amargada.

-bueno ha sido un gusto, me la pase de maravilla –les dice Emma.

-igual un gusto. Eres una persona maravillosa, no dudes en venir cuando desees Emma –le dice mi mamá y la abraza.

Mi papá también se acerca y la abraza.

-las puertas de mi casa están abiertas para cuando desees Emma –le dice mi papá.

-muchas gracias. Espero que se repita esto –sonríe. Buenas noches.

La acompaño hasta su vehículo.

Ella suspira.

-woah ha salido todo muy bien –me dice.

-si pero no pararon de hacerte preguntas –le digo.

-bueno si, pero no me ha importado contestarlas –ríe.

-Emma porque dijiste que eras mi novia? –le pregunto.

Ella me ve y sonríe.

-porque creí que tu mama quería escuchar eso. Se la veía emocionada.

-bueno pero algún momento tendrán que saber.

-déjalo así, puedo fingir ser tu novia. No es molestia –me sonríe.

Yo quisiera que eso fuese realidad, pero no me atrevo a decirle, suspiro y agacho la mirada.

Ella toma mi mentón con su mano y levanta mi cara. La miro a los ojos y ella también me mira. Con su otra mano acaricia mi mejilla. Se acerca y deposita un tierno beso en mi frente.

-hasta mañana –me dice y se sube a su vehículo.

Ella me vuelve loca, no sé qué pasa por su mente, porque no se atreve a besarme y porque no deja que yo lo haga, es como si ella misma se detuviera cuando quiere hacerlo.

Tendré que esperar a que ella me permita hacerlo, pero cuanto podre esperar?

Al día siguiente le dije que me quedaría ensayando para la audición del día lunes, ella lo comprendió.

Paso todo el día en mi habitación tocando las melodías me decidí audicionar para el piano, solo salgo a comer algo y vuelvo a practicar.

Busco las partituras de la melodía que compuse para ella “Emma” nombre a la melodía. Ya son las 6 de la tarde. Comienzo a tocar esa melodía, me gusta. Realmente es muy buena.

De repente escucho que alguien entra a la habitación. Volteo a ver y es ella.

-no pares –me dice.

Se acerca a mí.

-esa melodía es para mí? –me dice señalando la partitura. Donde se puede ver su nombre.

La miro y le cambio el tema.

-que haces aquí? Mi mamá te dejo entrar?

-sí. Pero contéstame lo que te pregunte –me dice.

Le desvió la mirada.

-si no contestas por lo menos terminar de tocar la melodía.

Le hago caso y comienzo a tocarla desde el inicio. Al tocarla recuerdo cada momento junto con ella.

Termino y la veo. Puedo notar que está llorando.

-es muy linda –me dice secando sus lágrimas. Me ha conmovido.

-gracias –le contesto.

-gracias a ti por componerme algo tan lindo –me sonríe.

No era necesario que le diga que es para ella, ella lo sabe muy bien.

-que tal la práctica?

-bien, estoy muy estresada nada más.

-tranquila, ven acuéstate y te relajas un poco –me da su mano.

Me levanto y me acuesto. Ella se acuesta a mi lado.

Estamos viéndonos directamente, ella comienza a jugar con mi mano, yo dejo mi mano llevar.

-se siente bien esto –me dice.

-si se siente muy bien –le digo tratándome de acercar más a ella.

Ella me abraza y me da un beso cerca de mi oreja, y se vuelve a separar.

Paso mi mano sobre su mejilla y la acaricio.

-eres tan hermosa Emma –le digo.

Ella pone su mano sobre la mía que acaricia su mejilla y la lleva hacia su boca para darle un tierno beso en el dorso.

Luego vuelve a jugar con mi mano. Al levantar un poco su brazo noto que tiene un morado en su antebrazo.

-que te paso aquí? –señalo donde se encuentra el morado.

-ah nada. Es que cuando me fui donde mi tía me dolía la cabeza y me pusieron una inyección –me dice.

-pero se te hizo feo, te la pusieron mal entonces –le digo.

-pues si así parece.

Acerco mi boca hacia su morado y le doy tiernamente un beso.

-después de tu audición te vienes conmigo a celebrar –me dice.

-a celebrar qué? –le digo.

-cuando te elijan pues para el recital.

-pero no se aun si me lo den pues.

-de seguro te lo dan.

-estarás ahí? –le pregunto.

-por supuesto que estaré –me sonríe.

Seguimos abrazadas por un rato, me dio cierta tranquilidad sentirla en mis brazos me sentía muy bien, es confortable.

Sin darme cuenta me quede dormida.

Cuando despierto ella no está, miro el reloj y son las 5 de la madrugada.

Veo mi celular y encuentro un mensaje de ella.

“te veías tan tierna dormida que no quise despertarte, me gusto dormir a tu lado : )”

Me alegra ver ese mensaje, quisiera saber qué es lo que nos detiene a estar completamente juntas. Aunque no sea oficial, aunque no lo hayamos hablado yo me siento completamente de ella y sé que ella es completamente mía.

El día lunes llego, el día de la audición, estoy muy nerviosa. Me encuentro sentada esperando mi turno, veo audicionar a los demás lo hacen muy bien. Emma aún no ha llegado espero que aparezca pronto.

-Katherine Mendoza –escucho al profesor llamarme.

Me levanto de mi asiento y subo al escenario.

-Katherine tocaras el piano? –me pregunta.

-si así es –contesto.

-woah, espero hayas pensado bien, ya que te desenvuelves muy bien en el violín. Pero bueno vamos a escucharte.

Me acerco al piano y me siento.

Levanto la mirada y veo que Emma acaba de llegar, le sonrió y ella me devuelve la sonrisa.

-esta siguiente melodía la llame “Emma” –digo en voz alta mirándola fijamente.

Comienzo a tocar. De repente levanto la mirada hacia donde ella está para observarla se ve muy feliz.

Al terminar de tocar escucho unos gritos de festejo. Levanto la mirada y es Emma justo como lo sospeche.

-woooohoo. Bravo –aplaude.

Todos voltean hacia donde ella. Yo tapo mi cara con mi mano.

-disculpen –dice ella.

-parece que tiene una fan –me dice mi profesor riendo. Muy buena presentación señorita Mendoza. La estaré llamando para informarle mi decisión.

Me bajo del escenario y me acerco hacia Emma.

-me alegra que estuvieras aquí –le digo susurrándole.

-como que exagere un poco –me dice.

-no para nada –le digo.

Me mira con ojos de incredulidad.

-bueno tal vez un poco –me rio.

-salgamos de aquí –me dice mientras toma mi mano y me lleva a la salida.

Una vez en su auto seguimos con nuestra charla, ella toma mi mano en ocasiones, yo le sonrió y acaricio su rostro. Pensando en cómo será el sabor de sus labios.

Llegamos a la playa y nos sentamos en nuestros lugares.

-este sitio ya es nuestro –me dice.

-ya no es solo tuyo?

-no, es de las dos –me sonríe.

Me acerco a ella y acaricio su mejilla, coloco algo de su cabello detrás de la oreja.

Me acerco poco a poco a ella quiero besarla, necesito probar sus labios. Ella esquiva mi beso y me da un beso en la mejilla.

-sabes tengo una idea –me dice mientras se levanta en dirección al auto.

-qué cosa? –le pregunto mientras ella camina hacia el vehículo.

-espera –me grita mientras se va alejando.

La veo que está buscando algo en el auto y luego de unos minutos regresa.

-mira –me dice mostrándome un corta uña.

-quieres que te corte las uñas? –le pregunto confusa.

-no tonta –se ríe y saca la navaja dentro del corta uña. Quiero escribir nuestros nombres en estos asientos –me dice.

-ah –le digo. Si me gusta esa idea –le contesto y sonrió.

Ella comienza a escribir nuestros nombres y pone la fecha.

-está muy lindo –le digo.

-de esa manera pase lo que pase nunca me olvidaras –me dice.

-siempre estaré a tu lado –respondo.

Ella se acerca y me da un beso en la mejilla.

Mi celular comienza a sonar y me levanto atender la llamada.

-alo –contesto.

-hola señorita Mendoza, habla Marcelo Loor –me dice.

-hola profesor, dígame –le contesto.

-pues bueno, es para decirte que tiene el lugar de pianista en el recital. Felicitaciones –me dice.

Comienzo a saltar de alegría. Y me doy cuenta que aún no le he contestado a mi profesor.

-gracias, muchas gracias. No los defraudare.

-sé que no lo harás –me dice.

Cuelgo la llamada y Emma se acerca a mí.

-que paso? –me pregunta.

-me dieron el piano para el recital –le digo con una gran sonrisa.

Ella salta emocionada y me abraza.

-felicidades, sabía que lo lograrías –me dice abrazándome.

Nos separamos un poco y estamos frente a frente viéndonos, ella mira hacia el horizonte.

-mira justo la puesta de sol –me dice.

-si –digo sin dejar de ver sus labios.

Ella mira mis labios y suspira.

-voy a ver mi cámara para tomarle foto –me dice y se dispone a marcharse.

La tomo del brazo y la pego a mí. No pido su aprobación y la beso. Por fin ese esperado beso que he deseado desde que la conocí. Ella no pone objeción, siento que me besa con el mismo deseo que yo.

Mis brazos están alrededor de su cadera  y sus brazos están alrededor de mi cuello. Parece un beso eterno, en el momento y el lugar indicado. Mi primer beso con ella tenía que ser así de romántico durante la puesta de sol en nuestro lugar.

Nos separamos y noto que ella tiene lágrimas en sus ojos.

-que paso? –le pregunto mientras limpio las lágrimas de su rostro.

-es que, esto..No debió pasar Kathe –me dice entre tartamudeos.

-porque no? ambas sentimos lo mismo, lo sé –le digo.

-porque yo te haría daño Kathe, no está bien que seamos algo más que amigas.

-porque me harías daño? Tú no eres así. Yo quiero estar contigo Emma.

-porque últimamente la gente a mi alrededor sale mal. No quiero hacerte lo mismo a ti.

-no lo hagas entonces –le digo.

Ella se acerca y me besa.

-prométeme que esto quedara para un bonito recuerdo –me dice.

-no quiero que sea solo un recuerdo –le digo.

-lo nuestro va a vivir para siempre en un recuerdo, nunca morirá porque siempre será recordado.

-que sientes por mi Emma. Dímelo, necesito escucharlo –le digo.

Ella me sonríe y pone mi mano izquierda sobre su corazón. Siento como sus latidos están a mil.

-solo siente eso y te darás cuenta que es lo que siento.

Le sonríe y tomo su mano y también la coloco sobre mi corazón.

-también siente esto y sabrás que es mutuo el sentimiento –le digo.

Nos abrazamos y luego de unos minutos nos marchamos del lugar. Nadie hablo más del tema, quería preguntarle el porqué, que le impedía estar conmigo pero no me atrevía por miedo a su respuesta.

Probar sus labios solo me hizo darme cuenta que ella es la mujer que tanto esperaba, la mujer que necesito a mi lado. Pero a la vez sé que no será más que un recuerdo.

Ha pasado una semana desde que la vi, ella no me escribió en estos días ni respondió mis mensajes, la he llamado pero no contesta. Sé que debía alejarme de ella, que enamorarme más de ella me haría mal. Además ella quiere eso, que me aleje. Con su indiferencia lo ha demostrado.

Esta semana ha sido ocupada para mí, entre clases y ensayos no tengo mucho tiempo para casi nada. Solo para llorar la ausencia de Emma. Es que cuando te quitan algo que estas acostumbrada a tener siempre es tan difícil seguir con tu vida. Es tan difícil olvidar.

Voy caminando hacia la parada de bus, pero me gana el hambre y tengo antojos de comida china.

Cerca de la parada hay un restaurante chino y camino un poco hacia el sitio.

Me siento en una mesa y espero a que tomen mi orden.

-buenas noche que le ofrezco –me dice la mesera.

-si buenas noches. Me puede dar un tallarín saltado para llevar –le digo.

-ok. Algo más? –me pregunta.

-no nada más.

-su orden estará en 15 minutos –me dice.

La camarera se aleja y me levanto hacia el baño.

Paso por otras mesas para llegar al baño. De pronto me quedo paralizada. Siento una ira profunda, y lágrimas cayendo por mis mejillas.

Que estoy viendo? Es ella, Emma abrazando a una chica. Se las ve muy románticas.

Quiero salir corriendo de ahí, pero no puedo estoy sin poder moverme. Emma abre sus ojos y me ve a lo lejos. Se separa rápidamente de ella.

Yo logro reaccionar y salgo corriendo del lugar.

-Kathe –escucho a lo lejos.

-Kathe espera, no es lo que parece –me grita.

Me logra alcanzar y me pone frente a ella. Yo desvió mi rostro para que ella no note mis lágrimas. Pero es inútil.

-no llores Kathe –me dice tratando de limpiar mis lágrimas, pero saco su mano bruscamente. No es lo que piensas.

-desapareces una semana, no me contestas llamadas ni mensajes y ahora veo esto. Creo que todo está claro –le digo.

-discúlpame de verdad Kathe pero tenía que alejarme un poco, no quiero lastimarte. No quiero verte sufrir por mí.

-muy tarde para eso. Tenías razón me ibas hacer sufrir porque ya estoy sufriendo al verte con ella –le digo y no puedo evitar llorar.

Ella trata de abrazarme pero no me dejo. Hasta que hace mucha fuerza y logra rodearme entre sus brazos.

-tranquila Kathe, esa chica con la que me viste es mi ex y estaba disculpándose por cómo me dejo, no paso  ni pasara nada entre nosotras –me dice acariciando mi cabello.

Yo me dejo embriagar con su abrazo.

-no quiero estar con nadie que no seas tú. Tú eres todo para mí ahora Kathe, lo único que me mantiene aquí –me dice.

Ella se separa un poco de mí y me besa. Es un beso tan lleno de pasión y dolor. Que no logro entender. Quisiera saber que pasa por esa mente, que pasa con Emma.

-te amo Kathe –me dice casi susurrando.

Coloco mi frente contra la de ella y coloco mis manos sobre sus mejillas.

-yo también te amo Emma. Como no imaginas –acerco mis labios contra los de ella y la beso.

Cada día que paso con ella es tan maravilloso, por fin ella acepto a dejarse llevar por sus sentimientos, por fin ella esta dejándose amar.

Ya son 7 meses desde que ella acepto lo nuestro, no ha pasado más que besos, pero no apresuro nada, atesoro cada momento con ella.

Nuestras aventuras diarias las amo, Miguel se lleva muy bien con Emma. La conoció el día de mi recital, el cual salió todo perfecto, creo que tendré grandes oportunidades musicales en el futuro.

Emma ha venido varias veces a cenar a la casa, mis padres la adoran y aceptan totalmente nuestra relación.

Hoy Emma se fue nuevamente a visitar a su tía, no sé qué tiene pero al parecer es grave. Emma se va siempre junto con su padre una vez al mes por una semana, pero esta vez se ira por 2 meses. No sé qué hare sin ella durante tanto tiempo.

Ella me dice que me llamara cuando pueda para hacer video llamadas, pero más será por whatsapp que podremos comunicarnos.

2 meses después

Los meses pasaron muy lentos para mí, sentía una eternidad sin ella, casi no podíamos hablar o escribirnos ella se encontraba muy ocupada en el hospital con su tía.

Por fin la veré, su vuelo llega a las 4 de la tarde y ella vendrá a verme a la universidad.

Al salir de clases puedo ver su auto estacionado, voy muy rápido hacia donde ella.

Abro la puerta y la veo dándome una gran sonrisa.

-mi Emma –le digo y la abrazo.

-oucch!! No tan fuerte Kathe –me dice.

-disculpa fue la emoción –digo.

-si yo también estoy muy emocionada de verte. Me hiciste tanta falta –me dice mientras se acerca y me besa.

Pongo mi mano sobre su cintura la noto más delgada debe estar haciendo alguna tonta dieta.

-estas flaquísima Emma –le digo.

-uy sí. Si lo note. Allá casi ni comía pasaba en el hospital cuidando a mi tía y ese ambiente hace que pierda el apetito.

-y como esta ella? Esta mejor?

-no. Siguen haciendo el tratamiento pero no dan esperanzas con ella. Los doctores dicen que le quedan 4 meses de vida, máximo 5 pero de eso no pasa –agacha la mirada y una lagrima rueda por su mejilla.

-tranquila mi amor –le digo y seco sus lágrimas. Tienes que estar con tu tía en estos momentos, apoyándola no demostrándole esa tristeza que le haría daño verte así.

-si lo sé.

Pasaban las semanas y la noticia de su tía tenía muy mal a Emma, se la veía decaída, no quería comer mucho, no podía ni dormir bien, estaba en un estado depresivo.

-mi amor cambia esa carita, quiero verte feliz –le digo.

-si estoy bien. No pasa nada –me regala una sonrisa que me pareció muy fingida.

Cada día que pasaba sentía como Emma se alejaba poco a poco, parece que quiere estar sola, es muy unida a su tía por lo visto.

Pasaron 2 meses en los cuales eran momentos muy felices con ella, ella alegraba mi vida, ella era la razón para sonreírle a la vida. Hubo ocasiones en las cuales ella estaba muy triste y lloraba, yo solo la abrazaba muy fuerte. Me pone tan mal verla así, nunca he pasado por eso, el saber que vas a perder a un familiar muy cercano.

Cada vez que Emma venia de visitar a su tía volvía peor, mas triste, se la notaba hasta enferma.

-estas bien? –le pregunto.

-si amor, no es nada.

-pero vomitaste mucho amor –le respondo.

-uyy sí. Qué vergüenza que vieras eso –me contesta.

-no mi amor nada de vergüenza, deberíamos ir al médico, además andas decaída, muy delgada, no comes mucho Emma, vamos para que te den algo.

-tranquila, si es por lo triste que estoy, yo leí que cuando estas deprimida tu sistema inmunológico baja sus defensas y cualquier enfermedad hasta un simple resfriado te puede afectar de manera mas brusca que a una persona con buen estado de ánimo.

-pero si vuelves a vomitar vamos –le ordeno.

-si mi Kathe –me sonríe.

A veces estamos tan bien siendo felices y de repente ella me dice que no quiere lastimarme. No entiendo el porqué, porque razón ella me lastimaría.

Emma me cito en nuestro lugar, dijo que pasaríamos la noche allá y que llevara ropa de mar.

-y cuál es el plan Emma? –le pregunto.

-el plan es solo pasarla bien –se acerca y me sonríe.

Llegamos a la playa justo en el momento preciso para la puesta de sol, arreglamos el lugar con una alfombra sobre la arena y unas antorchas a los lados, nos sentamos para ver la puesta de sol.

-te amo Kathe –me dice entre suspiros.

-yo también te amo Emma.

De repente ella comienza a llorar.

-qué te pasa amor? Te sientes mal? –le pregunto preocupada.

-no amor, no me pasa nada –lo dice mientras se levanta.

-como que no te pasa nada –la regaño. Emma dime que pasa –le insisto y me levanto.

-tenemos que dejar de vernos –me contesta entre lágrimas.

-que dices, porque? –pregunto con confusión.

-tenemos que hacerlo, tenemos que parar esto, no quiero hacerte sufrir.

-pero porque dices eso mi amor, tu no me harás sufrir. No digas eso.

Ella se queda callada yo la abrazo muy fuerte, no quiero perderla no lo aceptare.

-dime porque mi amor, porque quieres acabar con esto –le digo llorando.

-porque yo me tengo que marchar Kathe.

Me separo de ella para mirarla. Miro sus ojos y todos están entre lágrimas.

-a donde te march…. –me besa sin dejarme terminar la oración.

La beso con mucha pasión correspondiendo cada beso y cada caricia, sentía que era el momento, el momento para entregarnos por completo. El momento para que ella fuera mía y para que yo fuera suya.

Ella se separa un momento y se sienta en la alfombra, comienza a desabotonar los botones de su blusa, yo solo la quedo mirando con fascinación, me extiende su mano para que la acompañe.

Me pongo a su lado y comienzo a acariciar su rostro.

-eres hermosa –le digo pasando mi mano por su mejilla.

Ella se ruboriza.

Comienzo a besarla tiernamente en su rostro y bajo a su cuello. Pongo mi mano sobre sus pechos acariciándolos muy sutilmente. La miro y sonrió. Ella me besa.

Retiro por completo su blusa, y seguido su brasier. Acaricio sus pechos mientras beso su boca. Ella desabotona mi blusa con sus manos y yo la sigo besando.

La recuesto sobre la alfombra y comienzo a besar su cuello, luego bajo poco a poco hasta sus senos, donde mi lengua juega sutilmente alrededor de la areola de ellos.

Mis manos acarician su abdomen siento como ella hunde su abdomen al sentir mi mano sobre este.

Me vuelvo a dirigir a su boca y la beso muy apasionadamente mientras mi mano libre desabotona el botón de su short, al lograr abrirlo meto mi mano colocándola sobre su sexo por encima de su ropa interior.

Ella al sentir mi mano comienza a estremecerse.

-te amo tanto Emma –le digo entre besos

Bajo hasta llegar a su sexo, retiro su short y luego sus pantys.

Paso suavemente mi mano sobre su sexo acariciando su monte de venus, ella me sonríe de manera tímida.

Mi dedos pasan entre los labios de su sexo sin abrirlos aun por unos minutos, luego siento su clítoris que está muy hinchado, separo sus labios y comienzo a pasar mi lengua de manera circular sobre su clítoris. Ella comienza a respirar más fuerte, muevo mi lengua más rápido y mis dedos siguen acariciando su sexo sin penetrarlo aun.

Bajo mi lengua y comienzo a probar sus fluidos, me encantan, me encanta el aroma que proviene de ellos.

Ella comienza a gemir cada vez más, coloco un dedo en su interior y comienzo a moverlo muy despacio dentro de ella, luego lo muevo más rápido mientras mi lengua en su clítoris sigue el ritmo de mis dedos. Siento que acabara muy pronto sus gemidos y respiración me lo hacen notar.

-ven acá –me dice tomándome de mi mano.

Me acerco a ella y me besa, mientras sus manos acarician mis pechos sobe mi brasier. Me retiro el brasier rápidamente y ahora ella besa mis pechos de manera muy tierna, luego pasa su lengua jugando con mis pezones.

Me recuesta y comienza a besar cada parte de mi cuerpo, hasta llegar a mi sexo comienza a besarlo tiernamente a su alrededor.

Su lengua pasa por mi clítoris, me siento en las nubes con ella, sus dedos comienzan a penetrarme cada vez más rápido. Ella se pone sobre mí y coloca su sexo sobre el mío, empieza a moverse despacio de tal manera que nuestros sexos choquen el uno con el otro. Yo levanto un poco mi cuerpo para besar sus pechos mientras ella sigue haciendo este movimiento, coloco mis manos alrededor de su espalda pegándola más a mí, haciéndonos una sola. El contacto de su piel tan cerca de la mía me excita mas, comienzo a gemir en cada roce de su sexo con el mío, ella al escuchar esto, se mueve más rápido, levanto mi rostro y la miro, ella me ve y nos besamos mientras ella no para de moverse. Nuestras lenguas se hicieron una sola al igual que nuestros sexos y acabamos en un rico orgasmo.

-te amo, te amo, te amo –me dice entre jadeos.

El mejor orgasmo que he tenido en mi vida. Creo que los anteriores nunca fueron orgasmos nada se compara con esto.

Caemos rendidas en la alfombra, por suerte trajimos cobijas para abrigarnos. Ella se coloca sobre mi pecho y comienza a besar mis pechos muy tiernamente.

-se sintió tan bien –me dice suspirando.

-fue perfecto –le digo mientras acaricio su cabello.

-sabes nunca antes había hecho el amor –me dice.

-eras virgen? No lo note –le digo.

-no amor, no era virgen. Pero es la primera vez que HAGO EL AMOR –me dice acentuando las últimas palabras.

-ah! Si amor te entiendo para mí también fue la primera vez. Nunca me he enamorado así ósea nunca he amado a nadie. Tu eres la primera mujer que he amado y con la primera que realmente he hecho el amor. Antes no entendía porque lo llamaban así ahora lo entiendo –le doy un beso en su frente.

-y con Jacqueline? –me pregunta.

-ella fue mi novia y la quise mucho pero no la ame –le digo.

-si algún día la encontraras tal vez podrías llegar a amarla? –me pregunta.

-eso no va a pasar mi vida.

-porque no?

-porque no me interesa amar a nadie más que no seas tú Emma.

-solo decía Kathe, si algún día eso pasara no quiero que por mi te limites a darte una oportunidad con alguien que pueda llegar a ser realmente el amor de tu vida –me dice.

-tu eres el amor de mi vida Emma –le digo un poco molesta por tanta insistencia de ella.

-y tú eres el amor de mi vida Kathe. Yo te amare por siempre, nunca olvides eso.

-hasta que estemos viejitas amor?

-sí. Hasta que estés viejita y arrugada siempre estaré a tu lado amor –me abraza muy fuerte.

Esperamos unos minutos y nos levantamos de ahí ya que estaba haciendo mucho frio.

Entramos a la casa y tomamos una ducha con agua caliente.

-te ves hermosa toda mojada –me dice mientras coloca un poco de shampo en mi cabello.

-tú me quieres bañar como niña chiquita –le digo riendo.

-sí, eres mi bebe –me dice jugando con mi cabello.

-que estás haciendo? –le digo ya que la veo mucho tiempo jugando con mi cabello.

-te estoy haciendo el peinado de Gokú –se ríe fuerte.

Me rio al escuchar eso.

-eres ociosa mi amor –le digo mientras le hago cosquillas.

Ella comienza a sacarme el shampo está muy cerca de mí que aprovecho y la agarro de la cintura para acercarla  aún más a mí.

La miro muy cerca y ella baja la guardia. Coloco mi frente contra la suya y luego me acerco a besarla.

No puedo controlarme y la pongo contra la pared del baño, levanto una de sus piernas y me coloco entre ellas. Seguimos besándonos de manera descontrolada mi mano baja hasta su sexo y comienza a acariciarlo, sus gemidos son fuertes e introduzco dos dedos dentro de ella. Comienzo a moverlos lento pero intenso, con mis caderas trato de empujar más los dedos hasta el fondo de su sexo. Coloco mis labios sobre su hombro mientras me sigo moviendo ella pasa sus manos por mi espalda y me aruña. No me importa sigo penetrándola. Hasta que por fin nuestros gemidos se unen y se escuchan por toda la habitación.

Nos abrazamos fuerte mientras controlamos nuestra respiración.

Ella se ríe con picardía.

-que pasa amor? –le digo.

-eres puro fuego tú –me dice.

-a ti mi amor pasaría haciéndote el amor todo el día –me acerco y la beso muy apasionadamente.

-ya mi amor, que tenemos que comer. Ya me dio hambre –me dice.

-si amor. Tienes razón ya es tarde y no hemos comido.

-ya terminemos de bañarnos –me dice.

-otro más? –le digo riendo.

Ella ríe.

Después de la comida, todos los que quieras. Se acerca y me besa mientras su mano acaricia uno de mis senos.

-no sigas amor, que no aguantare hasta la comida –le digo con picardía.

Ella ríe.

-mejor nos bañamos separadas amor. Si no, no terminamos nunca –se ríe y sale de la ducha.

Después de unos minutos salgo y ella entra a ducharse.

Era imposible ducharme con ella, ver su cuerpo desnudo y aguantarme las ganas de hacerle el amor.

Nos arreglamos y calentamos la comida que Emma había traído preparada, era todo un banquete como para una semana.

-amor sinceramente crees que nos comamos todo eso? –le pregunto riendo.

-más vale traer de sobra a que falte amor.

-bueno sí.

Comenzamos a comer y a beber vino. Quería preguntarle por qué dijo que se iba a marchar pero no quería arruinar el momento, mañana le preguntare. Tal vez se va un tiempo con su tía y eso es la que la tiene así.

-toma Kathe –me dice entregándome una caja pequeña.

-qué es? –le pregunto.

-un regalo. Ábrelo –me ordena.

-pero amor no debiste. Yo no te traje nada –agacho la mirada.

-no importa amor contigo me basta –me sonríe.

Abro la caja y veo que son dos collares  muy lindos de oro blanco, uno tiene un corazón con la letra “E” y el otro con la letra “K” en el reverso.

-son nuestras iniciales –me dice. Yo llevare este –agarra el collar con la letra “K”. Y tú ese –me señala el otro collar.

-gracias amor, de verdad esta lindísimo este detalle. Lo usare siempre no me lo sacare nunca –me acerco y la beso. Me siento mal por no darte nada –le digo.

-no amor ya te dije que no importa. Yo no te dije que era intercambio de regalos. Solo quería darnos este pequeño regalo –me sonríe.

-ya sé que te daré –le digo mientras saco una pulsera de mi mano.

Ella me mira sorprendida.

-toma –le digo agarrando su mano para colocarle la pulsera.

-amor se ve costosa esa pulsera, además nunca te la sacas debe ser importante para ti –me dice.

-si es importante, así como tú lo eres para mí. Esa pulsera me la regalo mi abuela, me dijo que esa pulsera se la regalo mi abuelo cuando se dio cuenta que quería pasar el resto de su vida con ella. Y ahora yo te la regalo a ti porque quiero pasar el resto de mi vida contigo –le digo sonriendo.

Ella agacha la mirada.

-eres tan linda, lo mejor que me pudo pasar –se acerca y me abraza muy fuerte.

Siento como comienza a llorar.

-tranquila amor –le digo.

-es que me conmoviste con tu regalo. Te amo tanto Kathe.

-y yo a ti mi amor eterno. Mi Emma.

Esa noche hicimos dos veces más el amor, esta vez era Emma la que no se cansaba, caímos rendidas en la cama, no había dormido tan bien desde aquella vez que Emma durmió conmigo en mi casa. Me sentía tan feliz, creo que dormí sonriendo.

Escucho como las olas rompen en la arena, el sonido de las gaviotas en el cielo. Abro mis ojos y veo que Emma no está a mi lado.

Me levanto envuelta entre las sabanas buscándola.

-Emma! Amor! –grito por la casa.

Luego me asomo a la ventana y la veo a ella caminando por la arena.

Me visto rápidamente para ir a caminar junto a ella.

-Emma!! –grito mientras trato de alcanzarla.

Ella voltea a verme, rápidamente agacha su mirada y pasa su mano por su rostro.

-estas llorando amor? –le pregunto.

-no amor.

-Emma basta! –le digo con cierta molestia. A ti te pasa algo, dímelo ya. Que es eso de que te tienes que marchar. A dónde? Porque?

-me tengo que ir, mañana me marcho de la ciudad –me dice.

-pero a dónde? Donde tu tía?

-si un tiempo donde mi tía luego me iré por ahí no se ni a donde voy –me dice.

-pero siempre te vas donde tu tía. Por cuanto tiempo será?

-por mucho tiempo.

Al escuchar eso me pongo a llorar mucho, no puedo creer que se vaya así, sin decirme nada concreto.

-porque Emma. Dame una explicación. Yo te amo. No quiero estar sin ti.

-yo también te amo Kathe pero tengo que irme.

-yo sé que te afecta lo de tu tía pero no debes estar sola amor. Yo quiero estar ahí para ti, apoyándote.

-es lo mejor amor. Separarnos. Yo sé que te hare sufrir a ti también. Mejor hacerlo ahora antes de que sea más tarde.

-no entiendo en realidad. No tiene sentido lo que dices. Después de lo de tu tía a dónde iras? Con quién?

-sola, tengo que estar sola. Y no sé dónde me vaya Kathe. Te juro mi amor que si todo sale bien, si hay esperanzas en mi tía yo volveré.

-creí que dijiste que no había esperanzas.

-si pero eso era porque ella no quería tomar el tratamiento más invasivo, pero ahora tiene un motivo para seguir adelante y lo tomo, por eso tengo que estar con ella.

-ojala Emma, rezare mucho por tu tía y por ti porque no quiero que estés mal amor. Prométeme que te veré otra vez. Que te veré pronto –le digo rogándole.

-no te puedo prometer eso –me dice.

-porque no? si solo está en tomar un avión y venir a verme –la abrazo desesperadamente.

-está bien, después de un año exactamente desde ahora, nos reuniremos aquí en nuestro lugar a las 5 de la tarde para alcanzar a ver la puesta de sol juntas.

-porque un año Emma. Es mucho, por favor no me hagas esto –comienzo a llorar más.

Ella me abraza muy fuerte acompañándome en mi llanto.

-es lo correcto amor, no quiero lastimarte –me susurra.

Luego de unos minutos abrazadas me separo de ella y la beso. Era un beso amargo, un beso de despedida, lleno de lágrimas.

-es hora de irnos Kathe –me dice secándose sus lágrimas.

-quería ver la puesta de sol contigo –le digo.

-no quiero ver como se oculta el sol si no poder estar contigo cuando vuelva a salir –me dice.

Se voltea y entra a la casa a buscar las cosas.

Me quedo sentada en esa arena, en ese lugar, en el lugar donde me dijo que tenía que marcharse.

Aun no entiendo el porqué, no quiero ser insensible yo sé que la tía está enferma y que Emma quiere mucho a su tía. Pero tanto así? Tanto así para marcharse todo ese tiempo y dejarme aquí botada. Siento que todo se acaba para mí sin ella, no sé cómo esperar un año para volver a verla, para volver abrazarla, para volver a besarla.

-Kathe!! Vamos –escucha que me llama desde el carro.

Limpio mis lágrimas y subo al vehículo.

No quiero hablar, no quiero nada. Solo quiero llorar. Pongo mi mano sobre mi mentón y miro hacia la ventana, mis lágrimas no paran de salir.

Escucho que ella también llora, pero no digo nada. El silencio del carro no es incómodo, es un silencio de tristeza solo se escucha nuestras respiraciones y el sonido de nuestra nariz al respirar.

Ella sin verme toma mi mano y la agarra fuerte, yo apretó su mano también.

No quería que este viaje terminara nunca. Quería que fuera eterno, pero lamentablemente hemos llegado a mi casa.

Se estaciona pero no me quiero bajar.

Ella respira profundamente.

La miro esperando que me diga quédate, vámonos juntas. O que me diga volveré pronto por ti. Pero no dice nada.

Estoy a punto de bajarme y ella me toma del brazo. Me acerca a su boca y me da un beso. Pero sigue siendo un beso de despedida.

-no olvides nunca Kathe, no olvides nunca que te amo. Tu eres y serás mi amor para toda la vida.

Pongo mi mano en su mejilla.

-yo también te amo Emma. Por mi esto no estaría pasando, pero es tu decisión, aun esperare que vengas a verme antes. Que vengas a pedirme que no me separe de ti. Te amo tanto mi amor.

Nos separamos muy lentamente y me bajo del vehículo.

Solo escucho que Emma dice entre susurros.

-se feliz mi Kathe.

Me siento como un perro cuando es abandonado por su amo, sin rumbo, sin nada que lo haga feliz.

Emma se marchó y me dejo preguntándome a mí misma porque la persona que amo se marcha así?

Lloro toda la noche, la llamo de madrugada necesito hablar con ella, pero su teléfono sale fuera de servicio. Quiero rogarle que se quede, quiero implorarle, suplicarle que no me abandone. Si tengo que implorarle y arrodillarme lo hare.

No puedo ni ver de lo hinchado de mis ojos, tengo un dolor de cabeza tenaz. Son ya las 6 de la mañana, no sé a qué hora salga el vuelo de Emma pero quiero ir a buscarla antes de que se vaya.

Tomo un taxi y doy la dirección.

Después de unos 45 minutos llego.

Toco el timbre, rápidamente sale la empleada de la casa.

-hola buenos días, en que puedo ayudarle –me dice de manera amable.

-si buenos días, vengo a ver a Emma –le digo.

Me mira con confusión.

-la señorita Emma salió del país con su padre ayer en la noche –me dice.

Me quedo sorprendida al escuchar esto, pensé que se iría hoy, y que se iría donde su tía. O capaz la sirvienta está mal informada o a su tía se la van a llevar a otro lado para el tratamiento.

-sabe si iba la tía de Emma con ellos? –le pregunto.

-no se señorita, no me informaron nada más.

Me voy de esa casa totalmente decepcionada, pensé en encontrarla en impedir que se vaya. Pensé en un final feliz, pero esos no existen. Esos finales solo existen en películas.

Me voy a un bar no quiero saber de nadie, solo quiero saber de ella.

Tomo y tomo entre lágrimas, la gente se pregunta que me pasa. Sigo intentando comunicarme con ella, pero no le llegan mis mensajes, su teléfono sale fuera de servicio.

No recuerdo que paso, solo sé que me levanto en una cama, pero no es mi cama. -Dónde estoy?-me pregunto a mí misma-.

Noto que es el cuarto de Miguel. Miro hacia mi derecha y lo puedo ver a él dormido en el sofá.

-Miguel –lo llamo mientras pongo la mano en mi cabeza.

Él se levanta rápidamente asustado.

-Kathe!! Por fin.

-como que por fin? –le pregunto.

-por fin te levantaste. Llevas un día aquí. Te lleve al hospital, te pusieron unos sueros y luego te traje acá, le dije a tu mama que te quedarías donde una amiga y que se te había perdido el celular por eso no te comunicabas. Aunque creo que no me creyó.

-y Emma? Has sabido algo de ella –pregunto.

-no Kathe, nada. Has pasado balbuceando eso desde que te encontré. Donde esta Emma y cosas así.

-como me encontraste?

-una señora te encontró desmayada en una parada bus, vio tu celular y llamo a la última persona que te había llamado.

-ya veo –contesto.

-que paso con Emma? Kathe –me mira con tristeza.

Le conté toda la historia, lo que me dijo, las razones por las que se iba, el no entiende al igual que yo porque esa decisión tan drástica.

Han pasado 5 meses y 4 días, lo sé de manera exacta ya que llevo contando los días en un calendario que coloque en mi habitación. Cuento los días hasta que me vuelva a encontrar con ella.

Estos 5 meses han sido los peores, casi no salgo. Solo voy a clases, no hay día que no llore al tocar el piano. Cada triste melodía me recuerda a ella. Cuando salgo es con Miguel pero termino ebria.

He decidido quedarme en mi habitación componiendo, he compuesto 10 melodías muy tristes para ella. Mi mamá está preocupada por mí, no como casi nada, he bajado mucho de peso, paso dormida. Hay veces que sueño con ella solo esos días me levanto con una sonrisa en mi rostro pero luego esta se desvanece al darme cuenta que no la tengo a mi lado.

Sé que cada vez falta menos para nuestro encuentro pero no puedo evitar padecer su ausencia cada día.

No he sabido nada de ella, Miguel estaba averiguando con su papa ya que el papa de Emma también es hombre de negocios, pero no ha podido averiguar nada, al parecer es un hombre muy reservado.

Solo tengo que esperar.

Pasa el tiempo y siguen pasando los meses ya solo faltan 3 meses más para verla.

-Kathe debes salir. Llevas casi un año encerrada en tu habitación.

-y que voy hacer afuera Miguel. Yo estoy bien así. Esperando.

-está mal eso pues, como sabes que Emma sigue esperando? Como sabes que ella ya no encontró a alguien más? –me pregunta.

-cállate!! Ella lo prometió, prometió que volveríamos a vernos.

-si a verse, pero nunca te dijo en que plan se verían.

Agacho la mirada al escucharlo.

-te propongo algo, ven conmigo estos tres meses que te faltan. Sal un poco, trata de divertirte. Esta demacrada Kathe, por lo menos si te encuentras con ella, debes estar bien. Bonita como siempre lo has sido –me sonríe.

-y a dónde quieres que te acompañe?

-a Chile –me dice.

-a Chile? Y que vas hacer por allá. Tan lejos.

-tengo que convencer a un empresario de que haga negocios con nuestra empresa.

-pero por 3 meses? –le pregunto.

-bueno por menos pero nos quedamos 3 meses vacacionando y si nos aburrimos nos vamos a otro lado.

-no se Miguel. No tengo dinero para eso.

-es con gastos incluidos la invitación. No te preocupes Kathe, de mi bolsillo no te preocupes, yo te invito.

-si sé que tienes mucho dinero pero igual siento como que me aprovecharía –agacho la cabeza.

Realmente diría cualquier cosa por no viajar, per Miguel está muy terco, que acepto su oferta.

-listo. Entonces el miércoles salimos. Alista mucha ropa que nos quedamos por un tiempo allá.

Llego el día del viaje, lleve mucha ropa y mi cadena como siempre desde que Emma me la dio no hay día que no la use.

Miguel me vino a ver y fuimos al aeropuerto.

Solo espero que estos meses lejos pasen muy rápido, para volver a mi encuentro con ella.

Nuestro de viaje a Chile fue muy bonito, hicimos muchas cosas, bebimos bastante también. Pero nos quedamos solo 3 semanas en Chile, luego fuimos a recorrer Argentina, Uruguay, Ecuador y Perú.

Ahora estamos en Brasil, una playa hermosa, nos dieron un poco de “brownies especiales” así que tanto Miguel como yo estamos en otro mundo.

No recuerdo cuanto tiempo pasamos en esa playa, hicimos algunos amigos, les conté mi historia con Emma, algunos pensaban que era romántico, otros pensaban que Emma era la mala de la película. No importa lo que digan sé que no es así, Emma tenía sus motivos, los cuales espero pronto conocer.

Mañana por fin termina nuestra aventura, falta tan solo una semana para ir a esa playa a nuestro sitio para encontrarme con ella.

-extrañare esto –dice Miguel arreglando su equipaje.

-yo también, pero cosas mejores me esperan al volver –le digo con entusiasmo.

-es increíble que ya haya pasado un año. Estoy alegre por ti Kathe, ojala ahora Emma decida quedarse contigo completamente.

-ojala Miguel. Gracias por todo. De verdad me ayudaste mucho a que este tiempo pase más rápido y en buena compañía.

-de nada Kathe, ya sabes eres mi mejor amiga, o amigo –ríe. Te quiero mucho aunque me metas en malos vicios –se ríe fuerte.

-perdón? Como que yo te metí. Si tú eras el que paso todo este viaje probando cosas nuevas y haciéndomelas probar también.

-pero te gusto verdad –me dice sonriendo.

-bueno si, para probar y relajarse un rato está bien –me rio.

Tomamos ese avión y partimos a casa.

Una vez en mi hogar pasó desesperada sin saber qué hacer para que llegue el día de encontrarme con ella. He pensado hasta congelarme y que me descongelen el día del encuentro. Lo se suena absurdo pero así de desesperada estoy.

Me levanto muy entusiasmada, por fin llego el día. Hoy veré a Emma.

Paso el día pensando que decir, pensando cómo actuar. Como decirle que la amo igual o más que antes, que por favor no me deje.

Llego la hora salgo de mi casa, espero no estar muy arreglada para la ocasión, pero muero de ganas de verla. Miguel me presto uno de sus carros para dirigirme hacia la playa.

Llego media hora antes de la citada. Me siento a esperar en nuestros asientos. Miro de un lado a otro pero nadie se asoma por ningún lado. Trato de esperar de manera tranquila y relajada.

Pasa el tiempo rápidamente ya son las 5:30 pero ella no llega. Una lágrima sale de mí al resignarme que no va a venir. Pongo mi cara entre mis manos y suspiro.

De repente siento que alguien toca mi hombro.

-Emma!! –digo saltando de emoción.

Me volteo y veo a un hombre robusto de traje frente a mí.

Lo miro con confusión.

-buenas tardes –me saluda. Usted es la señorita Katherine Mendoza? –me pregunta.

-si soy yo –contesto confundida.

-tengo que entregarle este paquete y esta carta, la envía la señorita Emma Velásquez.

-y Emma? Donde esta? No va a venir? –pregunto con desilusión.

-la señorita no podrá presentarse –me dice el señor.

-y dijo porque? –pregunto.

-solo me dijo que le entregara  esta carta en ella explica todo lo que usted debe saber.

-ok. Muchas gracias –le digo.

El señor se aleja y se marcha en su vehículo.

No entiendo, porque Emma no vino. Dejo de especular y abro la carta.

08/01/2014           3:00 am

Mi querida Katherine.

Si esta carta llega a tus manos supongo que no pude asistir a nuestro encuentro, créeme que lo trate me esforcé lo más que pude, pero no lo logre.

Katherine hay tantas cosas que debes saber, no sé cómo decírtelo, no sé cómo lo vayas a tomar pero te mentí.

- mintió? –digo en voz alta.

Mi tía nunca estuvo enferma, la verdad es que yo era la que estaba enferma. El día que te conocí me diagnosticaron Leucemia, esa era el motivo por el que lloraba. Cuando escuche que tenía Leucemia lo primero que vino a mi mente fue ¿Por qué yo? Tuve que salir corriendo del consultorio del médico deje a mi padre en el consultorio y hui. Fue esa noche que te encontré. Justo unos días atrás de que me diagnosticaran mi ex me había terminado porque me decía que estaba muy delgada y que no me preocupaba por mi apariencia. Ella tenía razón hay perdido mucho peso, fue por esa razón que fui al médico y fue así como me entere de mi enfermedad.

- no, no, no. no puede ser –siento una sesión de desesperación en mi cuerpo. Quiebro en llanto.

Mi mundo se vino abajo, tus palabras de ese día en la parada de bus me animaron un poco. Ahora entiendes mi amor porque te decía que no quería lastimarte, porque te decía que todos sufren conmigo? Todos en mi familia estaban muy mal pasaban llorando, era muy deprimente me ponía peor a mi verlos así. Cuando salimos por primera vez me gustaste muchísimo pero prometí no lastimarte.

Cuando me iba donde mi “tía” me iba hacer quimioterapia, no quería en un principio hacerla, por miedo a perder mi cabello y que te dieras cuenta de todo. Pero mi padre me rogo para que lo hiciera. Por suerte no perdí mucho cabello, fue por eso que durante un tiempo use diferentes tipos de gorros.

Cada semana de tratamiento me sentía peor, no parecía funcionar conmigo, me veía más delgada, pasaba vomitando, sin apetito.

- mi amor no, no puede ser. Emma.

Te juro Kathe que trate con todas mis fuerzas alejarme de ti pero esto que siento fue más fuerte y no aguante el estar lejos. Quería vivir cada día restante contigo, en nuestras aventuras.

Cuando me fui por un largo tiempo el tratamiento se volvió más intenso, pero aun así el médico me dio pocas probabilidades de vida. Después de que me dijo eso estaba tan deprimida y tú lo llegaste a notar, me deprimí porque sabía que tenía que dejarte, te volviste tan importante para mi Kathe, sin ti no hubiera luchado hasta el final. Luego aparecieron nuevas esperanzas, el doctor me dijo que había un tratamiento muy invasivo que necesita de toda mi fuerza, tiempo y voluntad para hacerlo, tendría que perder mi cabello, iba a verme peor durante los primeros meses. En ese momento fue cuando decidí irme de tu lado. Para que no me vieras así, para no verte sufrir como veo sufrir a mi padre y a mis tíos día a día.

Pensé que iba a lograrlo Kathe, te juro que por un momento pensé en que no sería necesario escribirte esta carta o grabarte un video, eso iba hacer en un principio pero no quiero que me recuerdes así enferma, quiero que me recuerdes tal y como me conociste, llena de vida : ), pero bueno te decía que no pensé en escribirla porque estaba segura que te vería, pero no fue así.

- ay dios mío. Te llevaste a mi Emma –mi llanto es incontrolable. Porque porque ella.

No imaginas las ganas que tengo de volver a besarte, de volver a acariciarte. La última noche que pasamos fue maravillosa, creo que fue la mejor manera de despedirnos. Por lo menos morí sabiendo que pude conocer a la mujer de mi vida, a la mujer que me hizo sentir amada, a mi primer amor, la mujer que amo.

- no mi amor, tu no estas muerta, nunca lo estarás para mí.

Mi amor yo quiero que estés tranquila, sé que te sorprenderá esta carta, porque te estoy escribiendo del mas allá (JEJE) ya sé, no es momento de bromas, pero quiero por lo menos sacarte una sonrisa. Uff como extraño tu risa.

Kathe se feliz, no quiero que estés toda tu vida llorándome, no quiero eso amor. Encuentra a alguien, alguien que te quiera, alguien que te entienda, alguien que te amé y se feliz con esa persona. Yo cuidare siempre de ti amor, seré tu ángel guardián.

- ya encontré a lo mejor que me pudo pasar en mi vida, remplazarte será imposible amor –digo en voz alta como una loca, siento que hablo con ella.

No quiero hacer muy larga esta carta, no quiero hacerte llorar más. Quiero darte las gracias Kathe hiciste estos días maravillosos, a tu lado olvidaba que estaba enferma. Mi padre también está muy agradecido contigo por eso. Me veía feliz, me veía con ganas de volver a luchar contra mi enfermedad.

Te amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

-yo te amo más mi amor, te amare siempre mi Emma.

No lo olvides nunca Kathe, te amo como nunca imagine amar a nadie, tú fuiste la razón por la cual me mantuve viva todo este tiempo. Gracias mi amor.

Te preguntaras que hay en esa caja. Recuerdas que te dije que estaría contigo en este día para ver la puesta de sol? Espero y no te asustes con lo siguiente.

-qué será? –me acerco para abrir la caja.

En esa caja están un poco de mis cenizas. Lo sé lo sé es un poco espeluznante, pero sabes como soy. Quería realmente estar contigo el día de hoy. Quiero que esparzas mis cenizas por nuestro lugar, en nuestra playa : ). Para que así cada vez que vengas yo te acompañe a ver la puesta de sol. Porfis porfis mi amor hazlo.

- lo hare amor.

También encontraras 2 juegos de llaves y unos papeles. Son las llaves y papeles de la casa que está detrás de ti y de mi vehículo.

Me quedo sorprendida al leer eso, no puedo aceptar tanto.

No digas que no puedes aceptarlo, tómalos Kathe ahora no me sirven de nada a mí. Además quiero que tengas una casa aquí frente a nuestro lugar, tal vez cuando tengas tu familia formada puedas traerlos aquí y pasar buenos momentos. Y el carro pues bueno no vendrás a visitarme a pie XD.

Como podrás ver en la caja también se encuentra la pulsera que me regalaste, la de tu abuela. Te la regreso mi vida, porque es importante para ti, además yo no tengo como usarla ya. Guárdala y cuando sientas que debas dársela a alguien más hazlo. No sabes cómo significo esa pulsera para mí, cada vez que la veía pensaba en ti. Si hubiera podido llevármela lo hubiera hecho.

El señor que te entrego la carta y el paquete es mi abogado, al fondo de todo encontraras la tarjeta de él, llámalo para que firmes unos papeles. Te deje algo más. No quiero que seas orgullosa amor, quiero que aceptes lo que te estoy dando, tómalo como mi última voluntad.

-más? Que más podrá ser.

Bueno mi amor, eso es todo. Discúlpame por haberte ilusionado de que hoy nos encontraríamos, pensaba que de verdad lo haríamos.

Sin más que decirte me despido. Tu amor eterno, tu alma gemela, y ahora tu ángel guardián.

Emma.

PD. 1 Te amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

PD. 2 Cada brisa del mar que caiga sobre tus labios será un beso robado que te doy amor.

PD. 3 Despídeme de tus papis, que me disculpen por todo este secreto y también de Migue.

Chao mi amor.

Att. Emma Velásquez de Mendoza : )

No puedo parar de llorar, quiero que Emma salga de cualquier lugar y me diga que es una broma de mal gusto, pero nada de eso pasa. Esto ha sido verdad, mi Emma, la primera persona que he amado, se ha marchado. Hubiera querido estar con ella hasta el final.

-porque no me lo permitió –grito muy fuerte con rabia.

Vuelvo a leer la carta no puedo evitar llorar cada vez más.

Miro al horizonte y ya se está comenzando a ocultar el sol.

Agarro la pequeña caja y miro su interior. Están las cenizas de Emma.

Tomo un puñado con mi mano y comienzo a esparcirlas por nuestro lugar y algunas las tiro al mar. Dejo un poco para mí en la caja.

Una vez con las cenizas de Emma en nuestro sitio y en la playa me dispongo a mirar la puesta de sol. Con lágrimas en mis ojos, recuerdo todo lo que viví con ella cada momento es como si regresara a esos momentos y los viera desde lejos.

Suspiro muy fuerte.

-jamás volveré amar a nadie como te amé a ti mi Emma.

Escucho las olas romper, y siento una brisa en mis labios.

Recuerdo lo que Emma puso en su carta. “ Cada brisa del mar que caiga sobre tus labios será un beso robado que te doy amor”. Sonrió un poco. Ella siempre logra sacarme una sonrisa.

Siento que esta frente a mi viéndome. Es como si la pudiera ver a lo lejos ocultándose en el mar.

-está siempre será nuestra playa. Este siempre será nuestro lugar y está siempre será nuestra puesta del sol –digo con lágrimas en mis ojos viendo al horizonte.

Hoy se cumplen dos años de la muerte de Emma. Hoy se cumple dos años desde que el amor de mi vida se fue de este mundo.

Después de leer la carta pase muy mal, no salía de mi habitación. Luego tuve varios sueños con ella y era como si me retara en mis sueños, puede ser mi imaginación, pero prefiero creer que ella me habla en mis sueños. Luego de eso fui donde su papá, le pregunte como había sucedió. Y me conto que ella lucho hasta lo último pero una madruga tuvo un paro cardio respiratorio y no pudieron hacer nada. El papá de Emma me pide que no deje de visitarlo, que le gustaría reunirse de vez en cuando para hablar sobre Emma y recordar sus locuras. Era tan loca mi Emma.

Fui donde el abogado que me dijo Emma, y me hizo firmar unos papeles, Emma me dejo algunas de sus acciones de la empresa de su papá y parte de su fortuna. El papá de Emma me hizo parte de la familia, me dijo que él no tiene nadie más y confía plenamente en mí. Y cuando el ya no pueda manejar la empresa quedara a mi cargo.

Decidí dejar la música y comencé a estudiar administración de empresas, no quiero defraudar a nadie cuando me toque administrar aquella empresa. La música siempre será mi pasión pero por ahora debo dejarla a un lado. Ahora solo toco en mi casa para Emma, para nosotras.

Mis padres no estuvieron de acuerdo en un principio con recibir todo ese dinero, pero terminaron aceptándolo.

Con gran parte del dinero hice una fundación para personas con Leucemia y con otros tipos de cáncer, y  claro le puse “Emma”.

No me he dejado llevar por el dinero sigo siendo esa misma persona humilde, esa persona que Emma conoció. No quiero decepcionarla sé que me acompaña y me ve siempre.

Miguel se puso muy triste cuando le conté lo de Emma y como siempre estuvo apoyándome todo el tiempo. Ahora Miguel es un hombre casado, dejo embarazada a su secretaria y su papá lo obligo a casarse con ella. Aunque creo que todo comenzó por un embarazo no deseado ahora está muy feliz con su hijo.

Hoy me encuentro en nuestra playa, en nuestro lugar. Recordándola. Increíble que hayan pasado dos años ya. Siempre vengo a este sitio, todos los fines de semana estoy aquí.

Tengo un pequeño altar de Emma en la casa, guarde un poco de las cenizas y las puse en una pequeña urna junto con la pulsera que le regale, ella me decía que se la regale a alguien más pero no puedo hacerlo, esa pulsera es de ella, ella se la gano, ella es la mujer con la que elegí pasar toda mi vida.

Estoy justo a tiempo para la puesta de sol.

Me siento a verla y como siempre la imagino a ella sentada a mi lado. Hermosa como siempre.

Cada vez que veo esa puesta de sol no puedo evitar llorar.

Algunos murmullos me sacan de mis pensamientos. Escucho gente cerca, es muy raro cada vez que vengo a esta playa esta desolada.

Veo a lo lejos a un grupo de personas acercándose.

Entre el grupo veo a alguien que me resulta familiar, pero no creo que conozca a aquella persona, a quien podría encontrarme aquí.

Alguien grita mi nombre a lo lejos.

-Katherine?? –escucho los gritos de una mujer.

Pongo una mano sobre mi frente para proteger mis ojos del sol.

No logro distinguir quien es, cada vez se acerca más.

-Katherine –me dice. Sabía que era tú.

La miro y sigo sin saber quién es.

-soy yo Katherine. Jacqueline, me recuerdas?

No parece ella, está muy cambiada. Apenas la reconozco.

-Jacqueline!! Si hola, claro que te recuerdo. Como estas? –me levanto y la saludo.

-woah!! Increíble cómo pasa el tiempo. Estas preciosa –me dice. Y yo estoy bien aquí con mi tía y unas amigas paseando, conociendo por acá. Esta como oculto este lugar.

-sí, pocas personas lo conocen –sonrió.

-y estas sola acá?

-no del todo –contesto sonriendo. Me gusta venir aquí. Oye casi que no te reconozco –le digo. Cuando volviste? –pregunto.

-ah! Es que cambie mucho pues. Baje un poco de peso, me deje crecer el cabello, lo lise y lo pinte. Ni yo me reconozco –ríe. Y volví hace como 5 meses. Esta vez ya no me marchare.

-pero te ves bien –le digo.

Ella mira hacia atrás porque su tía la llama.

-me tengo que ir, me están esperando –me dice.

-ok. Fue muy bueno volverte a ver –le digo.

Ella se aleja un poco y luego se voltea nuevamente hacia mí.

-no quieres acompañarnos? –me pregunta.

-no sé, no debo –le contesto.

No quiero dejar sola a Emma, y mucho menos en los 2 años de su muerte.

-ok –me dice con cierta tristeza. Nos vemos por ahí –levanta la mano a manera de despedida.

El mar comienza a golpear más fuerte, y siento muchas gotas del mar en mis labios.

-hice bien en no ir, porque tengo muchos besos de tu parte –digo en voz alta riendo.

De repente se vuelve más fuerte las olas, el cielo se oscurece un poco.

-será una señal, para que vaya? O es solo mi imaginación –me pregunto en voz alta.

De repente un trueno suena por toda la playa.

-creo que esa si es una señal.

Me levanto rápidamente y voy corriendo tratando de alcanzar a Jacqueline.

-Jacqueline! –le grito mientras la alcanzo.

Ella se detiene y me espera.

Tomo aire primero.

-estas bien? –me dice riendo.

-si estoy bien –contesto.

-y que paso?

-si me gustaría acompañarte –le digo con respiración jadeante.

-tranquila respira – me dice sonriendo.

Ella se quedó caminando conmigo mientras su tía y sus amigas iban delante de nosotras. Me conto todo lo que hizo en estos años. Sentí que la amistad que tenía con ella permanecía ahí.

No sé si podre a llegar a tener algo con ella, no sé si podre imaginarme con otra persona, no sé si podre ser así de feliz como lo fui con Emma.

Solo sé que por ahora quede en encontrarme nuevamente con ella.

HACE MUCHO NO ESCRIBIA UN RELATO TRISTE, ESPERO LES GUSTE, ESPECIALMENTE A LAS PERSONAS QUE ME PIDIERON ESCRIBIR UNO ASI NUEVAMENTE. SALUDOS A TODAS LAS PERSONAS QUE ME LEEN, GRACIAS POR SEGUIR LEYENDOME.

"AUNQUE ME DUELA ESTA SEPARACIÓN SE QUE SERA PARA MEJOR, ESTO NO QUIERE DECIR QUE TE OLVIDE, SOLO QUIERO APRENDER A DEJAR DE AMARTE"

IRONIAS DE LA VIDA.IRONIAS DEL AMOR...DEPRESIÓN Y TRISTEZA TOTAL. -LISNA-.

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