No hay dos sin tres (y despues de los limites)

Siguen las sorpresas de mi esposay sus amantes.

No hay dos sin tres (Y después de sin límites?)

Cuando todo parece haber llegado a su límite. Cuando se cree que no se puede avanzar más, uno se puede llega a sorprender, al comprobar que se puede ir más lejos. Ella, mi esposa; su amante Macho con su pareja Puta; el otro, Toro con Otra, su pareja, todos estaban agotados y en la cama. Todos ya habían llegado al orgasmo, y estaban satisfechos de la sesión de sexo. Por supuesto que después del clímax, todos estaban relajados y no tenían aparentemente interés en el sexo. Desde el suelo donde yo estaba aún con el corsé de esclavo y maniatadas las manos podía verlos a todos acostados y desnudos en la cama, pegados el cuerpo de uno contra otro, acariciándose con lentitud, como con desgano, sin embargo pude observar que Toro no estaba así. Su verga no estaba del todo flácida, por el contrario, estaba latiendo suave y lentamente. Por algo le decían Toro, no era solamente por tamaño desmesurado de su miembro, sino también por su actividad. ¡Ya estaba excitado! Y su mano no recorría con desgano el cuerpo de Ella, sino que había llegado hasta el papo de ella y después de acariciar un poco su clítoris le introdujo el dedo allí. Ella se quedó inmóvil cuando él comenzó a masturbarla. El movimiento de la mano de Toro despertó el interés de Macho, quien tomó las tetas de Ella en sus manos y empezó a acariciarlas y chuparles los pezones. Puta, se subió arriba de mi esposa y tomando su rostro entre sus manos, comenzó a besarla en la boca, con profundos besos de lengua, los que Ella le respondió con entusiasmo, chupando la lengua. Y Otra no se quedó sin actividad, por el contrario, se movilizó a lo largo de la cama y al llegar a los pies de Ella, comenzó a acariciarlos y besarlos, mientras que Ella gemía de placer.

Las dos parejas se habían excitado de nuevo y estaban concentradas en mi esposa. Y yo impotente, nada podía hacer, sólo mirarlos. Y mi sufrimiento era pues yo no podía participar con ellos en darle placer a Ella.

El dedo de Toro produjo el efecto esperado. Ella, retorciéndose emitió pequeños gritos y llegó al orgasmo mientras chupaba desesperada la lengua de Puta. Luego, quedó inerte en la cama, se relajó todo su cuerpo ante lo cual todos se arrodillaron al lado de Ella y acariciaban lentamente todo su cuerpo. Un largo rato disfrutó Ella de esas caricias, pero después recobrándose se sentó en la cama

Ella - Ustedes me hicieron disfrutar, pero mi esposo no hizo nada, ¡traigan a ese boludo hasta aquí!

Rápidamente se bajaron de la cama y tomando mis manos y la correa del collar del cuello, me levantaron y me hicieron arrodillar al lado de la cama, frente a Ella.

Ella - ¡Hijo de puta! ¡Todos me hacen feliz y vos sólo mirás! ¿Estás disfrutando? ¡Pues ahora te tocará sufrir por no haber cumplido como esposo! ¡Siéntenlo en los pies de la cama y desaten sus manos!

Cuando quedé sentado en los pies de la cama, pisando el suelo, Ella se acercó caminando lentamente y al llegar frente a mí, levantó un pie y apoyándolo en mi pecho me empujó hacia atrás, cayendo yo de espaldas a la cama

Ella - Ábranle los brazos y atenlo.

Puta y Otra me tomaron una mano cada una y me las llevaron a cada costado de la cama, donde Toro me ató una soga en una muñeca y pasando el resto de soga por debajo de la cama se la alcanzó a Macho, que tomó la punta y la ató a la otra muñeca. Se subió arriba de la cama y comenzó a caminarme descalza sobre mi cuerpo. Ellos, uno de cada lado, le sostenían las manos para que mantuviera el equilibrio.

Ella - Esclavo de mierda, ¿Estás sufriendo? ¿Te duele? ¡Me gusta que te duela! Ustedes, Macho y Toro levántenle las piernas y Puta y Otra torturen sus pies, para que sufra. Y vos laméme el pie.

Sentándose en mi vientre, apoyó su espalda contra mis piernas levantadas y pisando con su pie descalzo mi cara tuve que lamerlo, mientras ellas me clavaban las uñas en los pies, apretaban mis dedos, me mordían y pegaban con las manos golpes en las plantas de los pies. El dolor que sentía en los pies, se convertía en placer al estar caliente por lamer los pies de Ella. Entonces Ella abriendo sus piernas se paró en la cama, con un pie metido en mi boca y mirándome desde arriba comenzó a flagelarme con un cinto mientras yo le chupaba el pie.

Ella - Toro y Macho, disfruten de él, métanle pinchila por la boca y por el culo a esta basura.

Tanto Puta como Otra se hicieron cargo de mantener levantadas mis piernas mientras seguían torturando mis pies, mientras que Toro, se arrodilló abriendo las piernas con mi cara entre ellas, y dejando su enorme pija parada frente a mí.

Ella - ¡Dásela toda para que la mame bien este pelotudo! ¡Y cojélo por la boca!

Ante esta orden Toro me llenó la boca metiéndome toda esa pija.

Ella - ¿Y ahora que decís, puto de mierda, aparte de mamar pijas, te gusta que te cojan? ¡Macho, perdéle tu pinchila en el culo a este infeliz!

Macho, arrodillándose en el suelo primero se escupió el dedo y me lo introdujo en el culo, lubricándolo, para luego tomar su verga parada y penetrarme con ella el culo. Empezó a moverse lentamente entrando y saliendo de mi pobre culo, mientras que Toro también empezó a "cojerme" por la boca. Como Ella se había separado de mí para permitir que Toro me la metiera en la boca, se paró frente a él y entonces vi desde abajo como mientras Toro me cojía la boca, le chupaba el clítoris de Ella. Pero Ella no se quedó quieta, pues haciendo movimientos circulares, provocó a Toro para que este le introdujera la lengua en el papo y entonces Ella le "cojía" la lengua a Toro

Ella - ¡Mirá, puto de mierda, qué lindo me coje este verdadero hombre! ¡Chicas, castiguen al esclavo masoquista de mierda con crueldad, así como lo hago yo!

Y mientras la lengua de Toro entraba y salía de su papo Ella me flagelaba con el cinto, pegándome en los brazos, torso y piernas. Las chicas obedientes me hacían sufrir con sus torturas en los pies, y cuando Macho llegaba al orgasmo, al ver ellas que me estaba por volcar dentro del culo, ¡empezaron a hacerme cosquillas en las plantas de los pies, mientras me chupaban los dedos y me clavaban las uñas!

Todos se habían concentrado en darme humillaciones y dolor, porque no estaban en silencio, acompañaban sus acciones con insultos sin parar. Fue un alivio a mi dolor sentir que Macho volcó su semen dentro de mi culo, porque me lubricó para no sufrir tanto. Y también fue un alivio sentir como Toro derramaba enormes cantidades de semen en mi boca, porque comprobé así lo feliz que era tragando esa espesa leche. Lo que me llevó a decir

Gracias mi dueña por permitirme contemplar tu goce y al mismo tiempo hacerme tanto daño. Me someteré en esclavitud para siempre, para servir a tus pies y dar felicidad y servidumbre a todos tus amantes.

La conclusión de dos sin tres está en besapies21@yahoo.com.ar