No estás sola (3)
La noche se alargó más de la cuenta
-¿Nano, nano?-preguntó Patricia
No sabía qué hacer, era imposible ser tan sigiloso para meterme en la cama sin que me oyera, pero no quería enfrentarme a ella.
-¿Estás ahí?-insistió.
-Dime, que me caigo de sueño.
-Nada, que me he asustado con los ruidos-contestó
-Vale, duerme tranquila, yo me vuelvo a la cama.
En ese momento noté su figura en el quicio de la puerta del salón, la luz que penetraba en el salón dibujaba su silueta, en ese momento era una silueta más que apetecible.
-¿Puedo dormir contigo?-susurró
Por una parte estaba encantado de que lo hiciera pero por otra no me apetecía nada, sería toda una tortura.
-¿Y eso?-pregunté desganado
-Creo que he tenido una pesadilla-protestó
Me resigné y acepté que viniera a la cama
Me tumbé en un lado de la misma, y ella en el otro.
-Prometo moverme lo menos posible
No dije nada, y le di las buenas noches, pegándome lo más posible al borde.
-He soñado que me violaban Nano, me he asustado-dijo mi hermana con un tono algo alterado.
En ese momento me sentí un violador, sí un violador porque había lamido sus genitales sin consentimiento, y encima ella lo había notado, estaba seguro de ello.
-Joder Tata, lo siento-me di la vuelta y me la encontré frente a frente. Había una suave claridad y yo tenía las pupilas los suficientemente dilatadas para ver su cara, sus labios.
Se produjo un silencio incómodo, fueron tan sólo unos segundos que parecieron horas.
-No estás sola-me atreví a decirla-ahora duerme ¿vale?
Ella se acercó y me dio un abrazo tan fuerte que no pude evitar sus enormes pechos sobre mi. También me dio un gran beso muy cerca de la oreja que me hizo estremecer.
Pegó su frente a la mía y nuestros labios se situaron a milímetros de distancia. Pude notar su aliento sobre mi boca y por primera vez me dieron unas ganas tremendas de comerla la boca.
-Te quiero Nano-y en ese momento se dio la vuelta sin esperar respuesta.
Me sentí completamente extraño en mi propia cama, no sabía qué hacer, no sabía que sentir o pensar. Por un lado, me había dado cuenta de que mi propia hermana me erotizaba, pero por otro lado no podía ni quería hacer nada.
No por el hecho de que el incesto tenga una mala consideración social, sino porque no quería ser como los tipos que se la follaban y pasaban de ella, esos de los que me había hablado esa misma noche.
Porque ¿Y si llegaba a pasar algo entre nosotros? ¿Cual sería el siguiente paso? ¿Ser pareja o no volver a saber nada el uno del otro? Cualquiera de las dos opciones nos destruiría.
Pero en ese momento, me apetecía abrazarla y me pegué a ella para susurrarle al oído
-Yo también te quiero-y la di un beso en la nunca, que por cierto olía demasiado bien.
Ella se acurrucó contra mi pero reculé para que su culo no chocara contra mi paquete.
-Pero no me metas mano mientras duermo eh-protestó divertida.
-No que luego tienes pesadillas, mejor cuando estés borracha-no sé porqué dije aquello, pero ella rió a carcajadas.
-Joder nano, estamos fatal-y se giró poniéndose boca arriba-estamos salidísimos.
-Oye habla por ti-protesté
-Venga ya tío, se nota que hace tiempo que no follas, o que no follas en condiciones
-Pero--
-Ni pero ni leches, coño se nota cuando uno está bien follado y ninguno de nosotros dos lo está
-¿Pero de donde te sacas eso? Ya te dije que no soy de piedra
-Joder Nano, si estuvieras bien follado, por muy de carne que seas, no te pondrías ,así de cachondo por 2 tonterías, y encima siendo yo tu hermana.
-No me jodas Patri-eso sí que me molestó, y acto seguido me di la vuelta.
-Nano, no te enfades, no lo digo con mala intención-dijo mientras era ella la que se pegaba a mi., mientras se pegaba demasiado a mi mientras me susurró
-Si estuvieras bien follado no espiarías a una mujer masturbándose.
Me había pillado, y a mi se me cayó el alma a los pies. No sabía qué hacer ni decir, solamente balbuceé.
-No pasa nada tonto, hace muchos años también me viste.
Me dejó de piedra, era verdad, cuando éramos adolescentes, un día la pillé masturbándose, pero había borrado esa escena de mi memoria. No me dio el menor morbo por aquel entonces.
Me di la vuelta y volvía a estar a escasos centímetros de mi boca.
-Tienes razón, estoy muy mal follado-dije resignado-nadie que lo esté espiaría a su hermana metiéndose los dedos y gimiendo como una perra viendo una porno.
Mi estrategia era no dejarme comer el terreno y por la expresión de su rostro parecía surtir efecto.
-Nadie que esté bien follado la espía mientras se ducha, nadie que esté bien follado se le pone dura mientras le da un masaje y nadie que esté bien follado la toca las tetas estando borracha-terminé con gesto serio.
Ella se separó y se puso en su lado de la cama
-¿Estás contenta?
Me miró y su cara era un poema, había usado sus armas para no sentirme tan sucio como me sentía, y parecía haberla desmontado. Pero en ese momento todo cambió.
Ella se mordió el labio de la forma más sensual que podría hacerlo una mujer.
-No, estoy cachonda-protestó al mismo tiempo que se acariciaba suavemente el vientre.
-Yo yo también, pero somos hermanos, así que nos jodemos. Buenas noches
Me di la vuelta pretendiendo estar enfadado, pero en realidad no lo estaba. Me sentía bien por haber admitido todo el deseo que me consumía.
Pasaron otras decenas de segundos dignos de un funeral hasta que noté su aliento nuevamente en mi nuca.
-Tato, tengo una idea
No la hice caso, pretendí que se arrastrara un poco más.
-Tato, no te hagas el duro que eres tú el que me ha espiado y metido mano sin mi consentimiento
"Touché", en eso tenía razón, así que de mala gana me di la vuelta en las ya sudadas sabanas.
Me quedé mirándola sin decir nada esperando que se arrancara, la escruté de arriba abajo y estaba realmente sexy.
-¿Sabes lo que son los locales de intercambio de parejas?
Asentí con la cabeza, intrigado por lo que suponía que iba a proponerme
-¿Hasta estado alguna vez?
Simplemente negué usando nuevamente mi cabeza
-¿Te llaman la atención?
Me encogí de hombros
-¡Di algo hombre!
Volví a encogerme de hombros, y esto la enfadó. Se incorporó en la cama y movió su pelo de forma muy sexy.
-Mira, si yo quisiera, mañana mismo saldría bien escotada y podría follarme a unos cuantos, pero no quiero eso, estoy cansada de eso-dijo alterada-pero tú no creo que lo tengas tan fácil. ¿A ver, dónde esta tu follamiga esa que me dijiste?
-Pues en su casa durmiendo como hace todo el mundo a estas horas-sonreí.
-Pues mañana la llamas y te la follas-volvió a protestar, mientras me miraba sonriendo
-Claro, y tú mientras ves una porno en el salón-bromeé
-No, mejor os espío que en vivo es más morboso
"Touché" nuevamente
-Vale, vale, tú ganas. ¿Qué propones? ¿No me jodas que quieres ir a un local de esos?
Arqueó sus dos cejas sonriendo, muestra que era eso lo que anhelaba.
-Pero, a ver ¿tú y yo juntos?
-Claro, a ver, yo no he estado ¿vale? Pero una amiga muy íntima sí. Me contó que fue con un amigo, y que allí se liaron con otra pareja. Ellos no hicieron nada entre ellos. ¿Sabes?
En esos momentos, mi mente procesaba las cosas muy despacio y mi hermana lo advirtió
-¡Ayyy!, Vamos a un local de esos fingiendo ser pareja, si otra pareja nos gusta, pues nos enrollamos y tú te la follas a ella y yo a él. ¿Fácil, no?
La verdad es que era sencillo, pero aún así me provocaba un poco de repulsión.
-¿Pero cómo? ¿Nos vamos a su casa, o ellos vienen aquí?
-No nano joe, allí mismo
-¿En el local?-pregunté esperando una respuesta explícita
-Claro, allí hay habitaciones, cuartos oscuros, jacuzzi..
Mi cerebro seguía sin procesar las imágenes que podrían darse en el dicho local swinger.
-No lo veo claro, lo veo un poco asqueroso.
-Buah, con el remilgado. ¿Cuál es el problema? Supongo que esos sitios estarán limpios
-Supones, tú lo has dicho
-Pues si está sucio y encontramos a alguien compatible, nos vamos a un hotel o algo, yo que sé, no seas soso.
Me quedé pensativo, por una parte la experiencia pintaba morbosa, por otra el miedo a lo desconocido me abordaba.
-Lo pensaré, ¿vale? Ahora vamos a dormir.
Me di la vuelta pero de nuevo sentí su aliento en mi cogote.
-¿Seguro que tienes ganas de dormir?-provocarme era poco
Me giré y nuevamente sus labios estaban casi pegados a los míos, sólo que esta vez estaban húmedos.
-¿qué quieres?-protesté con voz de cansado
Volvió a morderse el labio, pero esta vez tan cerca que casi pude escuchar el sonido que hacía su diente sobre su piel.
Me señaló a mi entrepierna con sus ojos, y miré hacia abajo.
Ni me había dado cuenta
-¿Qué dices loca? ¿No habíamos quedado que entre nosotros nada?-chillé mientras me tapaba con la sábana mi incipiente erección
-Hazte una paja brother-me ordenó
No pude procesar bien las palabras
-¿Cómo?
-Que te hagas una paja, coño. Si vamos a ir a ese sitio, tendremos que aumentar el grado de confianza.
-Se te va la olla Patri-me incorporé visiblemente disgustado.
-Joder nene, estás cachondo, nos hemos sincerado, tú me has visto a mi, y no sólo una vez...¿Cual es el problema?
-Pero vamos a ver, me estás pidiendo que me haga una paja aquí delante tuya
-Si no te la haces no vas a poder dormir, y lo sabes-sonrió
-Pero podría hacérmela en el baño-la descoloqué
-O mirando una porno en la tele-me guiñó un ojo.
Entendí su mensaje, miré el reloj, eran casi las 4 de la mañana, tenía que levantarme en 4 horas y si no terminaba aquello no dormiría ni 4 horas.
No dije nada, simplemente me levanté y me dispuse a ir al salón, pero antes la miré. Joder, que sexy estaba allí tumbada en la cama con el claroscuro que formaba en su piel la luz de la calle.
La tiré un beso al aire, y ella sonrió
Me fui al salón pensando en la locura que estaba a punto de cometer. Me iba a hacer una paja mientras mi hermana me miraba desde la ventana.
Sí, era una auténtica perversión pero era tremendamente morboso, y tenía que hacerlo.
Me senté y encendí la tele, puse un canal porno, y justo una enorme polla se corría sobre la boca de una "bella damisela".
Había terminado la escena, y tardaría un poco en salir otra que me motivara. Pero por instinto empecé a sobarme por encima del slip.
Y la película no tardó en acompañarme.
Me fijé en la ventana, pero Patri no estaba allí, al menos no conseguía verla.
Pero el morbo de que pudiera mirar, me pudo y me saqué la polla y me puse a masturbarme enérgicamente.
Me dejé caer hacia atrás en el sofá, y giré la cabeza para seguir viendo una escena de un trío de dos maromos con una escuálida rubia operada. Miré hacia la ventana pero seguía sin ver a mi hermana. Lo peor es que deseaba verla
En ese momento me incorporé y de la impresión casi se me baja la erección.
Allí estaba ella, con la camiseta subida por encima de sus tetas y las bragas en las rodillas, masturbándose frenéticamente mientras miraba la televisión.
Tras unos primeros momentos de confusión, y ante la tórrida imagen, volví a la carga, fingiendo mirar a la porno.
Pero realmente el objeto de mi mirada era otro, y ella se dio cuenta, y no contenta con esto se sentó en el borde el sofá y puso su pie sobre el mío.
Ya no había vergüenza, ya no había pudor, sólo dos adultos fuera de control saciando su sed de sexo.
Quise acercarme y tocarla, pero alguna extraña fuerza me lo impedía.
No podía aguantar más cuando noté su pie moverse hacia arriba y hacia abajo sobre mis gemelos.
-Me corro Patri, me corro
-Yo también, yo también-gimió ella
Y en ese momento se cruzaron nuestras miradas y sucedió el momento más erótico de toda mi vida hasta el momento. Ella se relamió de gusto mientras cerraba los ojos y emitió sonidos guturales típicos de el inminente orgasmo.
Yo hice lo propio y eyaculé en todas direcciones, notando la mayor parte sobre mi propio vientre.
La tempestad dio lugar a la calma y me giré para mirarla, ella levantó su cabecita y también mi miró.
Del mismo modo que antes sincronizamos nuestros orgasmos, en ese momento sincronizamos nuestras sonrisas. Y nuestro pudor, puesto que ella se bajó la camiseta y yo me subí el slip para ponerlo perdido de semen.
-¿Ves como necesitamos follar? Esto no es normal Nano-sermoneó ella
-Prff ¿Ahora lo dices? Estabas cachonda como una perra y lo necesitabas, no me jodas
Sonrió y se levantó al mismo tiempo que yo y al cruzarme con ella no pude evitarlo.
-Tienes unas tetas cojonudas Patri.
Se rió a carcajadas, a pesar de estar acostumbrada a oírlo
-Y tu polla no está nada mal, Nano
Me pilló de imprevisto, pero también me provocó una risotada
Me dirigí al cuarto de baño, y para mi sorpresa ella me siguió. Me dispuse a desnudarme pero antes la miré, estaba tocándose algo en el pie. Como examinándose.
No tardé mucho en darme cuenta de lo que era. Ella lo tocó, se lo llevó a la nariz y no noté asco en su gesto. Tan sólo se lo limpió en la ropa
-Lo siento-acerté a decir.
Me miró sonriendo y su gesto sólo denotaba cariño. En ese momento se quitó la camiseta y se bajó el short dejándome contemplarla al desnudo.
-¿qué miras? A ver si ahora, después de correrte en mi pierna, te va a andar con remilgos.
-Oye, yo no me he corrido en tu pierna, no tergiverses.
-Y que es esto que tengo aquí?-se recoge el resto de semen que aún queda en su tobillo y me lo enseña-¿Blandi-blue?
-Patri si hubiera querido correrme encima tuya, lo habría hecho en tus bonitas tetas-todo o nada querida hermana.
-Bla-bla-bla, perro ladrador-me incitó al mismo tiempo que se dio la vuelta y encendió la ducha.
No vamos a follar, no vamos a follar. Me repetía a mi mismo, mientras me desnudaba y me metía en la ducha con ella.
No vamos a follar, me repetía cuando empecé a masturbarme a escasos centímetros d su culo.
Se giró y al verme lo que estaba haciendo se sorprendió
-Que cerdo eres ¿no?
-¿No has dicho que tenemos que intimar un poco más?
Ella simplemente sonrió.
-Dime, en ese local entonces, ¿nos enrollaremos con la supuesta pareja, y follaremos todos juntos?
Ella se dio la vuelta, y se arrodilló, dejando su boca a escasos centímetros de mi polla.