No estabas (Carta #2)
El viernes te llamé y no te conseguí. Hablé con Greg. Es una lástima que no estuvieras, pues la razón por la que te llamaba era que estaba caliente y me estaba masturbando y quería que me escucharas cuando me viniera.
No estabas (Carta No. 2)
Por Sabrina
Amor:
El viernes te llamé y no te conseguí. Hablé con Greg. Es una lástima que no estuvieras, pues la razón por la que te llamaba era que estaba caliente y me estaba masturbando y quería que me escucharas cuando me viniera. Me pase todo el día pensando en ti, en las cosas que hacíamos en el chat y por teléfono y en las cosas que me vas a hacer cuando vengas a buscarme para llevarme a vivir contigo y todo eso me tenía muy excitada.
Estaba sola en casa, ya no podía más y comencé a masturbarme. Me quite los shorts y los panties y me acosté en el sofá del family con las piernas abiertas. Cuando me puse la mano en la chochita la sentí húmeda de tanto pensar en tí. Comencé a frotarme el clítoris con una mano.
En ese momento fue que agarré el teléfono y marqué el número de tu trabajo y me dijeron que no estabas. Como ya no podía parar, seguí tocándome. Con una mano seguí frotándome el clítoris y me metía un dedo de la otra, mi coñito estaba caliente y húmedo, me mojaba toda la mano con mi leche. Quise sentirlo mas duro y me metí otro dedo. Ya me estaba desesperando, quería sentir en mi chochita una verga grande y dura, como la tuya, amor, y solo pensaba en como me vas a meter tu verga completa y el dolor rico que voy a sentir cuando la tenga toda adentro.
Ya no me bastaban los dos dedos, quería mas... Entonces encima de la mesa vi unas frutas (esto nunca lo había hecho) estaba tan caliente, tan bellaca que no me importó. Tomé un guineo (banana) y lo lavé bien. Volví al sofá y me acosté de nuevo con las piernas abiertas. Todavía estaba súper mojada y me pasé el guineo por la rajita para mojarlo. Volví a frotarme el clítoris para volver al estado que estaba antes y me apretaba un seno por encima de la t-shirt.
Entonces comencé a meterme el guineo poco a poco por la panocha. MMMMM. Todavía ahora recuerdo la sensación. Me dolía mucho, pero quería seguir y quería sentirlo completo adentro. Lo entraba y retrocedía, me lo metía un poco más y lo sacaba, un poco más adentro y me lo sacaba de nuevo casi completo. Llego un momento que no podía metérmelo más. Sentía las paredes de mi vagina extendidas al máximo. Y entonces sintiendo un dolorcito rico me lo deje adentro, me quite la t-shirt y me agarré mis dos tetas y me las apreté con las manos. Bajé lo mas que pude la cabeza y comencé a chuparme la derecha y a pasarme la lengua por el pezón. Me humedecía los pezones con los dedos y me los agarraba y los alaba hacia arriba y me pellizcaba. Que rico sentía con el guineo todavía metido en mi coño.
Entonces, me agarré el clítoris con dos dedos y comencé a frotarlo y agarré el guineo y comencé a meterlo y sacarlo, meterlo y sacarlo, meterlo y sacarlo, cada vez mas rápido. No podía mucho, porque estaba muy apretado, lo metía y lo sacaba y me frotaba el clítoris. Sentí el momento en que me iba a empezar a venir, entonces me levanté del sofá y me acomodé con una rodilla en el sofá y la otra en el suelo y puse mi mano por detrás y así en esa posición, con una mano por delante con el clítoris y otra por detrás metiéndome el guineo en mi chochita y sintiendo los senos rozar el cojín del sofá, me vine y seguí viniéndome pues seguía metiéndome el guineo, no quería que terminara. Me vine dos veces de corrido, amor. Y todo por ti, por estar pensando mucho en ti.
Sabrina