No es una historia de amor 5

Lo se, demore mucho. Lo siento!

-"Mierda..."-pensé, y estoy segura que Mireya pensó lo mismo, la expresión que su rostro mostraba era graciosa, como que sabia bien que se había metido en un problema.     Italia se acerco a mi lo suficiente para susurrarme en mi oído...

-¿La conoces?- preguntó.

-Estemmn si y no- respondí no aclarando del todo la duda de la chica.

Natasha se detuvo enfrente de nosotras, nos observaba con sus ojos verdes....¡Ah!, no les he contado como es Natasha, es alta como Italia, su rostro es bonito, algo afilado, nariz algo pequeña y respingada, ojos expresivos, dicen que los ojos son las ventanas del alma...pues los de Natasha eran ventanas muy abiertas. Sus pestañas tupidas, sin delineador, cejas perfectamente formadas y depiladas, boca fina, con el labio superior pequeño y el inferior un poco grande, no era ni muy gorda ni muy flaca, tiene bonito cuerpo, todo le queda bien y le luce bien pero no se ve gorda, ¿Si me explico?. Tiene unos bien proporcionados y redondos pechos, y un culo respingado, unas piernas, que aunque tuviera puesto el pantalón de mezclilla, se veían torneadas. Hombros pequeños, era güera natural más tenia el cabello pintado de un rojo intenso y muy brillante que la hacia verse más pálida de lo que era, le llegaba al final de sus pechos. Natasha me parecía muy bonita que sino fuera por las circunstancias en las que nos encontramos y nos conocíamos, ya me hubiera acostado con ella un par de veces. Por su expresión altanera, podía ver que era de esas chicas con ego demasiado grande, engreída, algo presumida, competitiva y por lo poco que Federico me contó sobre ella, era manipuladora, muy celosa, tenia la costumbre de arreglar los problemas a golpes o golpear a quien se metia con su novia o conquista. Parecía ser toda una cabrona, nos miraba con una de sus cejas arqueada, su boca pintada de lápiz labial color rojo muy suave hacia un gesto de molestia y desagrado, su cabello estaba atado a una cola de caballo y una diminuta diadema rosa sostenía su largo fleco, pude notar un pequeño piercing en su oreja derecha.

  • ¿Que no entendiste la última vez?, estúpida, parece que tengo que volver a recordartelo- me habló, tronando sus delgados dedos.

  • A ver, Natasha no es necesario el insulto - le respondió, para mi sorpresa y para la de Mireya, Italia.

Natasha hizo una mueca desafiante y sonrió con cinismo -Wow, ¿Tienes perra nueva?, Italia que pésimos gustos tienes, de todas las novias pendejitas que te he conocido...¡¡Esta zorra es la peor!!- respondió. Yo estaba dispuesta a contestarle, estaba comenzando a enfurecerme pero trataba de controlarme, no quería iniciar una pelea a golpes con Italia ahí en frente, además de que no valdría la pena. Italia lucia algo calmada, pero sus ojos miraban fijamente a la pelirroja...

  • Mira, wey te ves ridícula haciendo todo esto. Si es mi novia o no, ¿A ti que te importa?, metiche. Deja de molestar a Diosel y de insultarla, te lo estoy pidiendo por las buenas ¡Eh!, porque si me entero que volviste a molestarla...tu sabes muy bien de lo que soy capaz- le amenazó con tono firme, Natasha no le contesto la miraba fijo como preguntándole algo por medio de su mirada.

-Fui yo quien busco a Diosel...- habló Mireya a sus espaldas, la ojiverde volvió su cabeza para mirarla y con un tono más calmado, confundido y dudoso, cuestionó -¿Porque?-. Baje mi mirada, con mi mano derecha acaricie mi antebrazo, la verdad es que no quería escuchar que mentira le diría Mireya para salvarse de una ruptura. Italia me agarro del mismo antebrazo que hace unos segundos acaricie, obligando a voltearme, y aprovechando que en cierto modo la distracción de Natasha, nos marchamos con paso algo lento y calmado. Mientras caminábamos hacia la parada de autobús en el que la vi por 1era vez, iba una yo muy callada, nerviosa, no sabia como comenzar una platica y no sabia porque, sentía esa extraña sensación de explicarle a Italia lo que pasaba pero ni un sonido salio de mis labios. Mordi mi labio inferior, desvíe mi mirada...

-Oye, muchas gracias por haberme defendido- solté finalmente, sin mirarla porque no quería que notará y viera mis mejillas rojas como un tomate.

  • Oh no es nada, tenia que detenerla, luego se pondría violenta. Natasha siempre quiere arreglar todo a golpes...siempre ha sido así- me dijo. Wow...esperen un momento, aquella pelirroja violenta y la que se podría llamar, "mi amor platónico" ¿Se conocían?, ¿Como esta eso?. Me quedé con la pregunta en la boca, ya que Italia volvió a tomar la palabra...

-¿Como es que la conoces?- pregunto. Ya habíamos llegado a la parada, se sentó en la banca al lado de esta, tome asiento a su lado y coloque mi bolso en mis piernas, mirando hacia la avenida, el ruido de los autos conduciendo con velocidad era nuestro fondo de sonido...

  • Mmn es una historia algo larga-

  • No importa, puedo oírla..-

-Pues mmn ¿lograste ver a la chica con la que hablaba antes de que ella llegará?- cuestione, Italia asintió. -Ella es mi ex-novia, se llama Mireya. Estaba con Natasha antes, yo...me metí entre ellas, logre que Mireya la dejará por mi. Pero tiempo después, me enteré que Mireya me engañaba con ella...-suspire- y ahora están juntas de nuevo..- finalicé rápido, sin contar tantos detalles porque sabía que si lo hacía asi, la herida que aun no sanaba del todo, se abriría más. Tragué saliva y aun con mi mirada perdida hacia la avenida, jugando con mis dedos...

  • Ah entiendo, por esa razón te tiene tanto coraje...Natasha es muy rencorosa, será algo difícil que te deje en paz- me contó. La mire y frunciendo mi ceño, extrañada y curiosa le pregunte..

-Oye, ¿Y tu?, ¿Como la conoces?-. Italia sacó de su mochila su, ya para mi, característico cigarro mentolado, encorvandose y apoyando sus codos en sus rodillas, en una posición algo relajada, lo encendio. -Eramos mejores amigas antes...- me dijo entre dientes. Inhalando de aquel producto nocivo para su salud...

-Y...¿Que paso?, bueno, si se puede saber..-volvi a preguntar, la chica exhalo el humo de su boca...-Cosas de la vida...Una discusión fuerte...por una chica-dijo. Me quedé callada, analizando lo que me había dicho y no pude evitar pensar y preguntarme a mi misma "¿Una chica?, ¿Esa chica era Mireya". El estruendo del motor de el autobús que se acercaba, me saco de mis pensamientos, Italia se levanto, apago su cigarro aun sin acabar lo guardo en la cajetilla, colgando su mochila en uno de sus hombros, me miró..

-Oye, Diosel...quería decirte que si podríamos salir, tu sabes...al cine o a platicar por ahí- dijo, sonriendome de lado. Podía jurar que hasta estaba sonrojada, le devolvi la sonrisa, sintiendo una cierta emoción brotar de mi estomago...-Si, estaría bien- conteste. El autobús ya estaba parado frente a nosotras, sus compuertas estaban abiertas y un enfurecido conductor nos interrumpió...

-Oiga, ¿Va subir o no?-pregunto. Italia se río, por 1era vez y volviéndose hacia para el conductor, contesto..- Si, disculpeme- avanzó, colocando su pie derecho en el escalon, después en el segundo y se volteo para mirarme -Mañana te veo en la estación del metro, y te doy mi número para cuando quieras a alguien con quien hablar o salir, pues me llamas- dijo aun con esa sonrisa, de esas que te hacen sonreír en automático. Sólo atine a asintir, mientras la despedía con mi mano, las compuertas se cerraron y el autobús avanzó, lo mire alejarse. Estaba algo cansada, enganche mi bolso a mi hombro, levantandome, emprendí mi camino de regreso a la estación del metro, y es que la verdad se me hacia más rápido irme en metro, que en un molesto autobús. Agradecí que Mireya y aquella pelirroja ya no se encontraban en el lugar que las habíamos dejado antes. Subí con pesadez las escaleras, de mi bolso saque una tarjeta del metro, la introduci en una como especie de máquina a la que tienes que introducirle la dichosa tarjeta para que una como palanca se desbloquee y pueda dejarte pasar. Volví a subir las otras escaleras y justo cuando pase el último escalón, el vagón del metro iba llegando, corrí hasta meterme adentro del vagón y me saco un poco de onda pero me alegro que el vagón se encontrará medio vació, tome asiento y ahí estaba sola, en mi mente pasaban viejas imágenes mias con Mireya, recuerdos más buenos que malos, pero de repente la imagen de Italia se cruzó por mi mente. Me puse a pensar más detenidamente sobre ella...¿Porque me ponía tan apendejada?, era muy pronto para decir que me gustaba, lo de Mireya aun no era del todo superado y yo apenas conocía a Italia.

Pero es que me gusta estar con ella, hace que me emocione y realmente me es muy guapa, y cuando sonríe hace que yo me ponga feliz en unos instantes. Pero hasta ahi, no puedo adelantar las cosas, no es tiempo...no aun. Dejare que las cosas pasen solas. El tiempo lo dirá. Justo en ese momento, el metro se detuvo en la estación en la que desciendo, al momento de salir, mi persona chocó con otra, por consecuencia mi bolsa cayó, afortunadamente fuera del vagón. La persona cayó de senton...

  • ¡¡Auuch!!, ¡¡Heeey!!, ¡¿Estas ciega o que pedo?!- me grito. La mire y amablemente le extendí la mano, ayudándole, la...¿Chica? sostuvo de mala manera mi mano. Una vez que la ayude, me agache a recoger mi bolso, cuando me reincorpore pude apreciarla mejor. Alta, rostro delgado, por sus facciones pude deducir con más seguridad que en efecto era mujer, su cabello negro y liso era un corte a la Justin Bieber aunque un poco más largo y alborotado, ojos cafés oscuros, muy oscuros estaban perfectamente delineados de un color negro, labios finos, delgados un poco carnosos, de un color rosa tenue natural, piel pálida, pude notar que tenia una fina capa de polvo cosmético en su rostro. La piel de su rostro era muy lisa, sin ninguna imperfección, aunque tenia unas pequeñas ojeras, su complexión era demasiado delgada, pocas tetas, trasero algo pequeño pero redondo. Los huesos de su cuello se le notaban mucho, toda una tomboy. Su pantalón de mezclilla negro entubado tenia varias cadenas sujetadas a su cadera,   me llamo la atención el candado que colgaba de una de ellas, este tenia una rosa bien trazada en el metal del dicho candado. Una sudadera holgada gris oscuro, la cubría una chaqueta de cuero negro, su oreja derecha tenia un pequeño expansor, y en la izquierda una espina pequeña, un poco más arriba de la oreja tenia dos piercings más. En su cuello portaba otra cadena mas delgada que la de su cadera, esta tenia un candado un poco más pequeño..pero esta tenia algo inusual, una inicial. La letra "A". Un anillo grueso adornaba cada dedo corazón de sus manos, una pulsera gruesa de púas y otras más adornaban sus delgadas muñecas, se le podían ver las venas con facilidad ynse le marcaban mucho.

  • ¡¡Mierda!! Ahora por tu culpa me tendré que esperar a que venga el otro vagón del metro y ya voy bien pinche tarde- reclamo con una voz un poco más aguda que grave, para ser chica tenia no tenía una voz nada suave. Su voz era sensual, no iba a mentir y estremeció mis oídos.

  • ¡Ay! Ni que fuera el único metro que pasara- le dije, dándome media vuelta, bajando las escaleras.

  • ¡¡¡Heeyy!!! ¡¡Oye, Espera!!- le escuche gritarme pero decidí hacerle caso omiso a sus gritos, seguramente me hablaba para decirme algo ofensivo y yo no tenía tiempo ni quería discutir con alguien que ni siquiera conocía. "Que rara chica..." pensé y, ¡Que maleducada! Es raro que veía una chica tan extravagante andar por donde vivo. Por donde vivo, es un fraccionamiento, todos se conocen con todos, si ocurre algo el chisme vuela desde ese momento y al día siguiente ya todos saben. Por consecuencia yo con conocía a todos...bueno, casi todos, es chica no me era para nada conocida. Camine 5 cuadras del metro a mi casa, cuando llegue a mi destino me extraño encontrar la puerta principal abierta.

Entre, suponiendo que tal vez mi hermana ya había llegado, deja caer mi bolsa en uno de los sillones y me dirigí a la cocina...y Nada, no había nadie. Subí las escaleras despacio, sin prisa, el silencio reinaba en mi casa cosa que se me hacia algo incomodo, mama aun no llegaba por lo que pude notar. Hasta que escuchen débil y femenina vocesita proviniente de mi habitación, me acerca sigilosa, caminaba de puntitas. La puerta se encontraba entre abierta a un ángulo en el que podía ver a la perfección quienes se encontraban adentro sin ser vista. Mi sorpresa fue mayor al ver quien era la dueña de dicha voz...

-Aaaaahmmn Rox mmmn ¡Roxana! Uhmmn E..espera podría llegar alguienmmmn- vi gemir a una Yareli con su blusa levantada, mostrando sus redondos y pequeños pechos , estos estaban coronados con unos bonitos pezoncitos rosados, los cuales eran pellizcados por los hábiles dedos de Roxana, quien se encontraba en medio de las piernas de mi amiga. Era obvio que le estaba comiendo el coño.

Roxana se detuvo de hacer su delicioso labor y susurró -No vendrá nadie, me dijiste que tu amiga hace ruido ¿no?- en ese momento, la mano de Roxana bajo con rapidez hacia el coño totalmente depilado de Yare y con habilidad le metió su dedo corazón. Note como Yareli se estremeció, cerrando sus ojos y apretandolos..

  • Aahhhh!! Me...meteme otro mmn por favor- gimió suplicante. Sentí como si Roxana sonriera de forma traviesa y sin dificultad, le metió un segundo dedo, Yareli gimió con más fuerza, aferrándose a mis sabanas, de MI cama.

Estaba más que sonrojada, aunque me excitaba un poco, sacudi mi cabeza, había visto muchas veces desnuda a Yareli pero jamás en esa situación, no así...toda abierta de piernas, con el coñito empapado, retorciéndose de placer, temblando y gimiendo, tenia una mirada inocente de esas que me vuelven loca. Por mi bien, decidí alejarme de ahí con cuidado, di la media vuelta...apenada, estoy segura que si veía a Yareli, no podia evitar pensar en aquella escena. Una vez que bajelas escaleras, me senté en el sillón donde estaba mi bolso, metí la mano sacando mi celular, pero sentí algo raro...abri un bolsita que esta dentro de mi bolso donde guardo mi credencial de lector, la licencia, mi dinero, mi maquillaje y mis llaves...revolvi pero algo se me hizo raro.

  • Ay, no...no puede ser- me dije, cheque con más insistencia. Revolviendo más la bolsita.

-No, no, no!! No me digas que...- volvieron a decirme, saque todas las cosas de la bolsita. - Mi credencial!! Se cayó!! Ahh, maldita sea!!!- grite, recordé que la chica andrógina me grito antes de irme...¡¡Mierda!! ¡¡La credencial la tenia ella!!.


Continuará.

Hola!!, si, lo se dije que lo continuaría más seguido y no cumpli >_< disculpen pero ya entre a la escuela y si he andado algo ocupada, obviamente no me olvido de continuar esta historia n_n ya saben que acepto todo tipo de criticas...

Gracias especialmente a:

aurora la diosa: Jajajaja creeme que si le reventó más de una tripa a Mireya xD muchas gracias por leerme n_n la verdad es que Mireya no le va dejar las cosas fáciles a Oli con eso te digo todo. Besos y gracias por las felicitaciones, Saludos y error que sigas regalándome un pequeño espacio de tu tiempo para leer mi historia (:.

HombreFX: ¡Muchas gracias! Espero que este también te guste. (:

Martin: Te cumpli tu deseo! Jajajaja:P

fergolicious: Own perdón, perdón!! Se que no lo publique rápido pero te juro que hago lo que puedo, espero disfrutes esta continuación!! >_< Gracias por leer, Saludos ;*

Danny Mistery Rhode: Hola!(: estoy muy bien, gracias y tu? Que bueno que te ha gustado mucho mi relato! Espero que sigas pasando a leerme! Own, tratare de no demorar, en serio! Gracias! Saludos! (:

blancks: Perdón por dejarte con la intriga mucho tiempo!>_< besos a ti también, y soy de Nuevo León, México jajaja Porque?(:

Dulzitha: Jajajaja Tal vez Oli si se concentre solo en Italia. Todo puede suceder. Gracias por leer;*

Artwork: 1ero. Me alegra que te haya gustado y que, sobretodo, te haya entretenido. 2ndo. Adoro escribir bien, con muchos detalles asi hago el relato un poco más entendible. 3ero. Sabes? Esta historia tiene ciertos paralelismos con mi vida, y en efecto, concuerdo contigo parece que si hay ciertas personas que sólo nacen para arruinarnos la vida pero es mejor ignorarlas. 4to y Último jajaja cumpli sus deseos, pero si te digo a ti, las cosas para Diosel no van a estar tan fáciles...o tal vez si. Muchas muchas gracias por leer, por comentarios como el tuyo me motivan más en continuar. Besos, Saludos.

Y gracias a todos los que sólo leen.