No era la Fiesta que Esperaba.

Una joven millonaria sufre cuando su fiesta soñada se suspende, pero las cosas empeoran aun mas cuando es atacada por sus propios empleados vengativos.

Raquel estaba entusiasmada, después de semanas de preparación exhaustiva por fin estaba todo preparado para la celebración de su cumpleaños número veintitrés, si todo salía como había planeado se hablaría con admiración de la fiesta que ella organizó por muchos años venideros, en este momento solo faltaban algunos detalles menores, la joven y hermosa heredera miraba en todas direcciones, buscando alguna imperfección en el trabajo que realizaban los alrededor de veinte trabajadores que se movían a través de la amplia habitación.

Todo parecía bien a primera vista, las largas mesas estaban repletas de adornos y fotos suyas, las cortinas tenían colores a juego con el resto de la habitación, la ubicación de los muebles estaba organizada de tal manera que los invitados pudieran moverse con soltura y hasta bailar si encontraban pertinente, hasta los empleados vestidos todos a juego se movían con diligencia y agilidad según veía Raquel , pero si hubiera observado mas frecuentemente a la servidumbre trabajar notaría que en varios de los empleados varones había cierta torpeza en sus movimientos, la culpa era evidentemente de la misma joven.

No era porque su vigilancia los pusiera excesivamente nerviosos, era simplemente porque estaban embelesados mirando la belleza de su joven jefa, nadie podría juzgarlos, era innegable que Raquel era un hermoso espécimen del genero femenino, ella media mas de un metro 75 y tenía un cuerpo delgado como de bailarina, con piernas largas y tonificadas y una estrecha cintura que solo resaltaba su apretado y bien formado trasero, de la misma manera que su vientre plano resaltaba su modesto busto.

A pesar de su delineado físico lo que más llamaba la atención sobre ella era su bello rostro digno incluso de una supermodelo, con ojos grandes, una nariz pequeña y delicada y unos labios gruesos y rosados, todo eso en conjunto con sus rasgos delicados y una tez blanca le daban un rostro hermoso y sexy que era coronado con un pelo liso de color castaño oscuro.

Era Joaquín un joven de unos 20 años el que era el mas distraído estaba y mas embobado miraba a su jefa, no pasó mucho tiempo hasta que pasara lo inevitable, cometió un error, uno menor, puso dos vasos demasiado cerca del borde de la mesa, pero para Raquel que ese día era más perfeccionista que nunca era totalmente inaceptable, se acercó con grandes zancadas mientras su bello rostro se agriaba con una expresión fúrica.

Todos los empleados detuvieron su labor y se hicieron a un lado asustados, liberando el camino hasta el infractor que solo se quedó mirando aturdido, no sabía muy bien las costumbres de la casa solo habían ido ese día a trabajar porque necesitaban gente adicional para preparar la fiesta en esa mansión, así que se sorprendió cuando la vio acercarse con una rabia inesperada en su expresión.

Lo que pasó a continuación es difícil de explicar en palabras simples, Raquel sin alzar la voz ni decir palabras malsonantes atacó el trabajo del pobre sujeto, su inteligencia y su ascendencia familiar, estuvo alrededor de 10 minutos en la diatriba incesante, en ese tiempo el joven solo pudo tragarse su rabia y bajar la cabeza y el resto de los que estaban en la habitación observaban en silencio sintiendo lastima pero sin que nadie expresara una palabra en su apoyo, ya conocían la personalidad de Raquel, era sin ninguna duda una mocosa malcriada, acostumbrada a que su padre millonario le diera cualquier cosa que ella pedía y cuando las cosas no salían como ella reaccionaba de esa burda manera.

De pronto en medio de una comparación entre sus labores y las que podría realizar un chimpancé con uniforme se escuchó una vibración, de inmediato Raquel revisó su teléfono y escribió algo, luego se dio vuelta y volvió a supervisar los trabajos como si nada hubiera pasado, ante eso el resto de los empleados rápidamente continuó con sus labores, y Joaquín los siguió poco después aun aturdido por lo que acababa de pasar.

Afortunadamente para todos, Raquel decidió que ya era suficiente de su supervisión, las cosas estaban suficiente bien por ahora así que decidió ir a prepararse, se fue caminando alegremente y se fue a su habitación para bañarse, maquillarse y vestirse, antes de salir de la habitación ordenó que nadie la molestara y que no arruinaran nada.

En cuanto la puerta se cerró desapareció la tensión que se sentía en la habitación, todos se movieron mucho mas tranquilamente y avanzaban considerablemente mas rápido, mientras trabajaban le contaron a Joaquín como era ella y que era mejor no meterse en su camino, cada uno de ellos había tenido una experiencia similar y se habían acostumbrado a los infernales ataques de rabia de su jefa, esto sirvió para tranquilizar un poco a Joaquín de manera que pudo realizar sus labores sin querer arrojar las cosas al azar, aun así no pudo evitar sentir un odio profundo por esa mujer.

Por su parte, Raquel ya se había olvidado completamente de la cara de Joaquín y de lo que le había dicho, ahora estaba concentrada en su teléfono y escribía mensajes mientras se desnudaba para meterse a la ducha, finalmente dejó el teléfono a un lado y se metió al baño, solo estuvo 15 minutos ahí alejada de su teléfono, pero en cuanto salió con el pelo húmedo y envuelta en una toalla ya en su teléfono había mas de 100 mensajes no leídos, pensando que no eran mas que comentarios sobre su inminente fiesta los ignoró y se empezó a vestir.

Se puso una ropa interior a juego de encaje negro y sobre ella un vestido de diseñador, que era una de pieza que llegaba en la parte baja hasta la mitad de sus muslos y en la parte superior hasta el inicio de su escote, este vestido resaltaba por dos cosas lo mas evidente era que dejaba al descubierto sus largas piernas, sus hombros y parte de su espalda, la otra es que era muy estrecho y delgado por lo que se podía vislumbrar claramente el contorno de su cuerpo, de tal manera que se podía ver hasta la forma de su ombligo, toda prenda que se había puesto así que como los tacones que se pondría más tarde de un color azul oscuro que resaltaba su delicada y blanca piel.

Estaba casi lista, iba a empezar a maquillarse cuando miró por curiosidad su teléfono, empezó a leer los mensajes y su tranquila sonrisa se fue haciendo mas pequeña hasta que se convirtió en una mueca de rabia, y tuvo que contenerse para evitar lanzar su teléfono por la ventana, se puso de pie y en un arrebato salió de su habitación aun descalza hacia la sala principal donde estaban los empleados.

La razón de su enojo era porque la gran cantidad de mensajes que recibió se podrían resumir en una sola frase, no habría ninguna fiesta, pasaron tal cantidad de hechos desafortunados en el lapso de 15 minutos que solo podría ser explicado por una maldición de magia negra o un complot de sus de gente sin corazón y con mucho poder, podía ser cualquiera de sus amigas.

Entre los desastres que se había enterado se encontraba que el DJ no podría asistir, no fue claro pero aparentemente tenía mejores planes, la banquetera le había dicho mas o menos lo mismo,  ninguna de las dos hubiera sido muy grave si lo hubiera sabido con anticipación para buscar un reemplazo, dos horas antes no le daban tiempo para nada ni siquiera para quejarse, ahora sin saber como algunas de sus “amigas” se enteraron de sus problemas y supusieron que su fiesta se suspendería lamentando su situación plantearon hacer fiestas “espontaneas” en otros lugares y el 80% de sus invitados aceptó casi de inmediato, el 20 % restante lo siguió pocos minutos después aparentemente creyendo de buena fe que no se realizaría su fiesta.

Reteniendo su rabia por últimos segundos, escribió un mensaje deseándole suerte a las otras fiestas, mas para salvar un poco de su imagen, para que no la vean completamente derrotada, luego apretó el teléfono en su puño y salió al salón donde podría desquitarse con gente a la que en realidad no importaba si gritaba e insultaba.

Y así lo hizo, en el gran salón todos los empleados estaban respirando aliviados porque todo en la habitación estaba completo y perfecto ahora solo esperaban que llegara los de la banquetera para que se encargaran de la comida y de servir a los invitados, el aura de tranquilidad y relajación fue interrumpido por un huracán llamado Raquel, abrió la puerta de un empujón y entró insultándolos y amenazándolos como si no hubiera un mañana, esta vez las cosas fueron diferente que con Joaquín, nadie sabía muy bien la razón además que esta vez no tuvo el más mínimo reparo en empezar a gritar.

El primer ataque del día no fue ni la mitad de virulento ni violento como el que ahora estaban recibiendo, donde hace media había miradas de pena y lastima ahora se vislumbraban pensamientos mucho más oscuros en los ojos de todos, sobre todo en Joaquín que apretaba sus puños y tenía que detener las ganas tremendas de insultarla o algo peor.

Pese al odio compartido que se sentía en la habitación nadie hizo nada, solo recibieron los ataques de Raquel que se iban haciendo mas incoherentes y repetitivos por cada minuto que pasaba hasta que solo repitió “estúpidos, estúpidos” en una voz cada vez más alta, finalmente después de diez minutos de la misma escena se detuvo para reunir aire, pero una empleada llamada Abigail malentendiendo su silencio pensó que había terminado pensó en disculparse sin saber muy bien de que, solo quería que ella se callara de una vez pero solo alcanzó a abrir la boca cuando un objeto contundente le dio en la mejilla y la hizo retroceder dos pasos aturdidas.

Un silencio sepulcral invadió la habitación, solo interrumpido por el sonido del teléfono cayendo al suelo y desperdigarse en pedazos, todo el mundo estaba acostumbrado a los arrebatos de Raquel frente a la servidumbre pero nunca había llegado a la agresión física como acababa de hacer lanzándole el teléfono a la cara a una trabajadora, lo peor es que ni siquiera aparecía avergonzada, la ira seguía claramente reflejada en su cara, como si hubiera sido culpa de Abigail que todo se hubiera arruinado, afortunadamente después de un “desháganse de todo”, se fue molesta y cerró la puerta de un portazo.

Una vez se fue todos se acercaron a Abigail, la empleada no era muy bonita y estaba con un poco de sobrepeso, aun así, tenía cierto encanto pero el feo moretón que tenía en el pómulo y las lágrimas de rabia y dolor que retenía lo oprimía casi por completo, afortunadamente no era nada serio aparentemente Raquel no lo lanzó con suficiente fuerza, después de que se hubieron calmado todos empezaron a moverse con rostros adustos para volver a colocar todas las cosas en la posición que estaba.

A medida que fueron terminando con su trabajo fueron yéndose a su casa mucho mas molesto que cuando llegaron en la mañana, hasta que en la habitación solo quedaban tres personas, Abigail, Joaquín y Martín, que en realidad no debía estar ahí, era el jardinero de la mansión de unos 30 años de baja estatura y rechoncho, solo apareció por allí porque había escuchado lo que había pasado de boca de otro de los trabajadores que huía de la escena y tenía curiosidad.

Conversaban en voz baja de varios temas intrascendentes mientras movían las ultimas mesas, pero se notaba que nadie estaba realmente interesado, sobre todo Abigail que se llevaba la mano al pómulo cada cierto tiempo, no pasó mucho tiempo hasta que la conversación intrascendente se convirtiera en murmullos enojados.

El asunto hubiera terminado así probablemente sino fuera porque dentro de las cosas que tenía que quitar de ahí había varias botellas de costoso alcohol, llevando todas a la bodega donde se guardaban bromeaban que no notarían la ausencia de una botella y que esa zorra malcriada se merecía ese tratamiento y mucho más, en cuanto llegaron a su destino ya no era tanto una broma y como no les quedaba nada mas que hacer se sentaron en el suelo de la bodega y comenzaron a beber.

Unas horas después ya estaban bastante mas relajados y los murmullos de molestia se habían convertido en casi gritos de rabia de parte de los dos hombres, cualquier observador externo se habría preocupado por la salud de Raquel por la forma tan virulenta con que hablaban de ella en su propia casa, eventualmente olvidaron el son de broma y la conversación comenzó a parecerse cada vez mas a una planificación de un crimen.

- lo que esa perra se merece - dijo Abigail rompiendo el silencio después de un largo trago de su botella- es que alguno de ustedes suba y se la coja hasta que ya no pueda ni recordar su nombre .

Un silencio cubrió la habitación, no por las palabras sino por la forma en que lo dijo, con un odio y violencia que nunca nadie había en ella, una mujer normalmente tranquila y amable, bastó mirar a sus ojos para darse cuenta de que lo decía completamente en serio, los dos hombres se miraron entre sí, el alcohol los había envalentonado y la terrible venganza que tenían no les parecía tan cruel y malvada como realmente era.

Raquel en esos momentos despertó algo aturdida, después de su escena en el salón se fue a su habitación y lloró en su almohada hasta que se quedó dormida, ni siquiera se molestó en cambiarse de ropa, eso la despertó, el vestido que llevaba puesto aunque bello era bastante incomodo, ahora mismo estaba torcido sobre su cintura y dejaba al descubierto desde su cadera hacia abajo, molesta se levantó de la cama y se miró en el espejo.

No se veía la más mínima arruga en su ropa, de no ser por sus ojos enrojecidos por el llanto estaría igual de hermosa que cuando se fue a dormir, algo ausente y pensando como se vengaría de las perras de sus amigas se limpió las lagrimas resecas que había en sus mejillas y se peinó un poco con las manos cuando un golpe a la puerta en la puerta la sacó de su autocontemplación.

Algo confundida porque suponía que estaba sola en el edificio fue a abrir la puerta, no quería que la vieran en ese estado por lo que abrió lo mínimo para que pudiera ver, lo que hubiera funcionado pero de improviso la puerta se abrió de golpe y ella cayó hacia atrás por un golpe en la frente, aturdida miró como la puerta estaba completamente abierta y frente a ella había un hombre joven que le sonaba vagamente conocido, no alcanzó a tomar otra decisión antes que el entrara a la habitación con una tenebrosa sonrisa.

Raquel se quedó totalmente petrificada, sintió que como sus boca se secaba y una corriente de electricidad le recorrió la espina dorsal, su mente estaba en blanco y fue su instinto el que se hizo cargo se arrastró hacia atrás con sus manos tratando de avanzar hacia su ventana donde podría escapar hacia el patio.

Se movía solo por miedo de haberse tomado un solo segundo en mirar habría notado que el joven no la seguía al interior de la habitación ni estaba preocupado porque escapara, aunque de nada hubiera servido ya estaba condenada desde que ellos se pusieron de acuerdo, después de un par de segundos pudo finalmente ponerse de pie y quitarle la vista a su atacante que entraba por la puerta, abrió el ventanal y antes que alcanzara a mirar al frente sintió un impacto en su estomago y por segunda vez cayó sentada en el suelo.

Alzó la vista y vio a un hombre gordo en la puerta, se tardó 3 segundos en darse cuenta de que era su jardinero y otro más en darse cuenta de que no era un salvador porque estaba coludido con el de la puerta, por dos razones primero por la mirada de odio que tenía y segundo porque tenía el puño alzado, del golpe que le había dado al abrir la ventana.

Sintió que la poca fuerza que le había dado la adrenalina desaparecía y no encontraba las fuerzas para ponerse de pie, llevó sus manos a los bolsillos buscando su teléfono pero recordó que no tenía bolsillos y que lanzó su teléfono hace un rato, cuando trataba de procesar su situación sintió que la tomaban de la axilas y la levantaban a la fuerza, quedando de pie inestable para sentir el pecho del joven empujando contra su espalda, cuando se iba a tragar su orgullo para rogar cuando en la puerta de su habitación vislumbró una nueva luz de esperanza.

Parada fuera de su habitación estaba una mujer, no sabía cómo se llamaba, pero estaba segurísima de que trabajaba para ella, se sacudió para intentar liberarse sin resultado y se puso a gritar a la chica.

- Tú corre y llama a la policía - le gritó con rabia, pero se quedó en completo silencio cuando notó que ella no le hizo ni el menor caso y entró tranquilamente a la habitación cerrando la puerta a sus espaldas, pasó al lado de sus abusadores y rebuscó entre sus cosas como si fuera lo más normal del mundo y nada malo pasara ahí.

Que le quitaran la ultima brizna de esperanza fue extremadamente cruel para ella, con el espíritu roto se dejó arrastrar en dirección a su propia cama, vio con angustia como la mujer encontró lo que buscaba y tomó la cámara profesional que ella usaba para sacarse fotos para su Instagram, con algo de dificultad activo la opción de video y empezó a apuntar a su cara con una sonrisa vengativa en el rostro.

La idea que lo que iba a pasar iba a quedar registrado en video hizo que Raquel sintiera que se tenía un carbón incandescente en su estómago, por primera vez en su vida no tenía el más mínimo control y la sensación no le gustaba nada, un ligero empujón casi la derriba y le hizo dejar de mirar hacia la otra mujer en la habitación para ver en la situación que estaba, pensaba que la iban a tirar a su cama pero estaba parada en medio de ambos hombres sin que la siguieran sujetando.

Al darse cuenta instintivamente dio un paso hacia atrás pero su espalda chocó nuevamente con el pecho de Joaquín, pero esta vez el fue mas allá envolvió su cintura con el brazo izquierdo y la empujó hacia si, Raquel no pudo evitar un chillido al sentir el fuerte brazo que la sujetaba y el duro bulto sobre su trasero, el sonido que salió de su boca hizo que los tres atacantes se rieran divertidos, quien hubiera pensado que esa tipa tan mandona iba a ser ese tipo de sonidos delante de sus antiguos empleados.

Trató de liberarse nuevamente pero el la agarró del cuello con el brazo derecho y le impidió escaparse, Raquel dejó de sacudirse dándose cuenta de que lo único que conseguía era restregar sus nalgas con su miembro y eso le daba mas placer a su abusador, al ver que ella se quedaba quieta el empezó a recorrer su torso con sus manos con lentitud, como sintiendo la suavidad de la tela de su vestido.

La tela era demasiado delgada pensó Raquel arrepentida de su elección de vestuario, podía sentir perfectamente las manos de Joaquín como si estuvieran sobre su piel desnuda, el cosquilleo de sus dedos que se acercaban lentamente a sus pechos hacía que contuviera la respiración y se sintiera extrañamente ansiosa, cuando finalmente liberó su cuello y con ambas manos agarró suavemente sus pechos no pudo evitar sentir algo de alivio, al menos su brasier ponía una barrera extra entre su piel y las manos de él y no lo sentía tan directamente.

Que sintiera cierto alivio que un tipejo como el le estuviera acariciando los senos la hizo molestarse consigo misma, pero no alcanzó a pensar mucho en eso antes que la soltara y fuera empujada de improviso hacia adelante, dio tres pasos hacia adelante completamente desequilibrada se dio un cabezazo sobre el pecho de Martín, el la abrazó y la pegó a su cuerpo tal como lo había hecho su compañero hace unos segundos.

Raquel sintió de inmediato las diferencia, mientras Joaquín estaba en buen estado físico y era suave en su trato Martín era todo lo contrario, podía sentir su prominente barriga contra ella y sus callosas manos rozando con brusquedad su espalda baja, además apestaba a una mezcla de alcohol y sudor, la situación ya era suficiente para provocarle arcadas y querer ponerse a gritar pero además como eran casi de la misma altura sus rostros estaban a escasos centímetros uno de otro y el se acercaba como si quisiera besarla.

Ella emitió un ruido de asco y trato de alejarse de el pero el bajó sus manos y le apretó ambas nalgas por sobre el vestido, haciendo que ella saltara en su lugar y el aprovechara para juntar sus labios, de inmediato ella sintió que el metía su lengua en su boca, esta vez no pudo evitar las arcadas y estuvo tentada de morderle y arrancarle la lengua, pero un pensamiento oscuro le atravesó la mente, hasta ahora no la habían lastimado físicamente, tal vez porque ella no se había defendido, si se ponía agresiva ellos seguramente no serán tan tranquilos y podrían llegar a matarla a golpes, la sola idea la llenaba de pánico por lo que se obligó a si misma a ser lo más sumisa posible y no ganarse una represalia.

Al menos el beso no duro demasiado, le soltó y le empujó de nuevo esta vez se lo esperaba y retrocedió tranquilamente sin perder el equilibrio hasta que chocó suavemente con Joaquín, el la dio vuelta de inmediato y llevó sus manos a sus caderas y con los pulgares hizo círculos en el borde de sus nalgas, Raquel prefería ser manoseada por ese tipo que por el otro cerdo, la idea le repugnaba y la aterraba, pero a medida que mas pasaba el tiempo mas notaba que el no le parecía tan mal y se sorprendía cuando pensaba que solo sea él, no le parecía tan mal.

Su auto inspección fue interrumpida cuando el la giró nuevamente, pero esta vez solo la mitad de una vuelta de manera que se quedó mirando directamente a la otra mujer de la habitación, se había olvidado que la estaba grabando y no pudo evitar mirar a la cámara con desprecio, una sonora nalgada la hizo saltar y olvidarse de ella nuevamente mientras vio que por la izquierda había acercado el gordo, ahora si estaba sujeta entre los dos y el manoseo de ambos ahora se mezclaba y la cámara grababa todo desde un primerísimo primer plano.

Ambos llevaron sus manos a sus pechos al mismo tiempo, sujetando un pecho cada uno y casi de inmediato llevaron su mano debajo del brasier acariciando directamente la blanca piel de sus pechos, la sensación sorpresiva la hizo temblar y contener un grito, miró a ambos costados y vio a los hombres que la aprisionaban con distinta fuerza, podía diferenciar ambas manos sin necesidad de mirarlos, su seno izquierdo era piñizcado y retorcido de manera dolorosa en cambio el derecho era exprimido con firmeza pero con mas suavidad que su contraparte.

Ella cerró los ojos, era eso o ver a la cámara en frente suyo o a sus abusadores a sus costados, pero lamentablemente eso hizo que se las sensaciones que sentía su cuerpo tomaran mayor control sobre sus sentidos, que Joaquín le agarrara el pezón y lo retorciera solo hizo que esto empeorara, un pequeño quejido escapó de sus labios y esto hizo que se rieran nuevamente de ella.

Parecía que se habían puesto de acuerdo para no dejarla a acostumbrarse a ninguna sensación, sus pechos fueron soltados para su desconcierto y al unísono tomaron la parte baja de su falda y la levantaron hasta la altura de su ombligo, ya habían vislumbrado sus bragas durante todo el forcejeo, tampoco era que su vestido la cubriera demasiado, pero ahora estaban completamente expuestas lo que hizo que Raquel bajara la vista y se le sonrojaran las mejillas de vergüenza.

Esta vez los hombres que la aprisionaban dividieron su atención, metieron su mano por debajo de las bragas, Martín llevo su torpe mano a agarrar sus nalgas desnudas y apretarlas dolorosamente mientras Joaquín llevó su mano a su parte delantera y la fue bajando lentamente por su pubis depilado hasta que llegó a sus labios inferiores, el doble toqueteo hizo que no pudiera mantener su autoimpuesta tranquilidad y lanzara un chillido y tratara de zafarse violentamente.

Ni siquiera le tomaron mucha atención a sus intentos de liberarse, no era muy fuerte y desde su posición no podía hacer mucho, los hombres solo redoblaron la velocidad de sus avances Joaquín agarró su clítoris con el pulgar y el índice y metió el anular al interior de su vagina, esto hizo que Raquel se quedara paralizada y emitiera un gemido estrangulado, su reacción volvió cuando Martín como el bruto que era forzó la entrada de uno de sus dedos por agujero trasero.

Un grito confundido fue lo que se escuchó en la habitación mientras Raquel perdía la fuerza en las piernas y tenía que ser sujetada por los hombres, la mezcla de dolor y placer que estaba recibiendo hacia que su cuerpo actuara de manera extraña y la joven heredera que siempre había tenido el control de todo lo que pasaba a su alrededor ahora ni siquiera podía controlar lo extraño que se estaba se sentía su propio cuerpo.

Las cosas se mantuvieron estables por unos minutos por primera vez, pero sentir tanta manipulación le estaba pasando la cuenta a Raquel, su respiración se estaba haciendo mas pesada y sin darse cuenta se fue inclinando sobre el cuerpo de Joaquín hasta que su cabeza estaba apoyada sobre su hombro, la cámara que llevaba Abigail se movía alternativamente entre la entrepierna de Raquel y las reacciones que mostraba su rostro, ella fue la que planeó todo esto pero jamás pensó que iba a funcionar tan bien, con una ligera edición el video mostraría a una chica dispuesta a participar en una orgía.

Ante un gesto de ella los hombres la soltaron y quitaron sus manos, Raquel cayó de rodillas sobre la alfombra y se apoyó con las manos para levantarse pero un pie en la espalda superior la empujó hacia abajo, ella no entendía muy bien que quería así que solo se quedó ahí intentando reorganizar sus ideas, la respuesta vino de una mano en el pelo que la levantó a la fuerza, Raquel se encontró de pie nuevamente y a escasos centímetros de la cámara y de la cara de la otra mujer en la habitación.

Raquel la vio a los ojos asustada, el odio que emanaba de su mirada servía para helarle la sangre y recordar la gravedad de la situación, la situación duró por unos segundos lo que fue suficiente para que Raquel se pusiera a temblar y tuviera que contener el llanto, satisfecha por esa vista ella le soltó el pelo y les hizo otro gesto a los hombres.

Sincronizadamente le quitaron el vestido rápidamente, con tanta brusquedad que su brasier se fue con el dejando sus hermosos pechos al descubierto, tanto para sus observadores como para la cámara que no perdía detalle quedó en evidencia como sus pezones apuntaban erectos hacia adelante, Raquel estaba demasiado asustada como para defenderse incluso levantó las manos para que el vestido pasara por arriba.

-quítatelas- le dijo Abigail apuntando a sus bragas, Raquel la miró por unos segundos hasta que notó como su mirada se iba oscureciendo, momento en el que decidió obedecer, se agachó y se quitó rápidamente las bragas dejándolas en el suelo, su atormentadora le apuntó a sus bragas con un dedo y ella se agachó los tomó con la mano y avergonzada notó la humedad que había en ellos, no pudo hacer nada para limpiarlas así que se los pasó resignada a Abigail que notó enseguida el problema y se burlo de ella y mostró la evidencia a la cámara.

Fue tanta la vergüenza que sintió que se olvidó por un momento que estaba completamente desnuda delante de tres personas que normalmente ni les dirigiría la palabra si no estuviera obligada a hacerlo, hizo un intento por cubrirse pero fue empujada a la cama cayendo de espaldas sobre el colchón, no pasó mucho tiempo sola, de inmediato vio como su jardinero se arrodillaba cerca de su cabeza y como el otro chico se metía entre sus piernas y las abría con brusquedad.

Raquel sabía que pasaría eso desde que quedó atrapada con esa gente en la habitación, aun así, en esa posición no pudo evitar empezar a llorar y cubrirse los ojos, sintió movimientos a su alrededor y cuando finalmente quitó las manos de de su cara vio como el jardinero se arrodillaba cerca de ella y se abría el pantalón y sacaba su pene completamente erecto sobre ella, el olor hizo que diera una arcada nuevamente, aun así no pudo evitar fijarse con horrorizada fascinación en el miembro grueso y las bolas que se le acercaban peligrosamente a la cara.

Su observación fue interrumpida por una sensación en sus partes bajas, se las arregló para mirar a través del falo en su cara y pudo ver a Joaquín completamente desnudo, con su pene agarrado con la mano y moviéndolo a través de su pubis, haciendo que pequeñas dosis de placer recorrieran su cuerpo y le quitaran el aliento, fue en ese momento que Martin le apretó la mandíbula obligándole a abrir la boca y acercó su pene a sus labios.

Se dio cuenta que una defensa sería meramente simbólica, pero al sentir el sabor rancio en su boca no pudo evitar intentar cerrar la boca, pero precisamente en ese momento Joaquín la penetró por la vagina haciendo que gritara sorprendida y que el Jardinero utilizara ese momento para entrar en su boca.

Decir que Raquel estaba en una mala posición era subestimar el problema, Joaquín avanzaba lenta pero inexorablemente por su interior y Martín le había llenado la boca de carne, ahora solo podía respirar por la nariz y el cuerpo del jardinero virtualmente sentado sobre ella no se lo hacía nada de fácil, en el momento que finalmente los testículos de Joaquín chocaron con su trasero, Martin empezó a avanzar en su boca.

Raquel cerró los ojos para evitar ver el trasero y los testículos de su jardinero sobre ella, pero no podía hacer nada por el olor y esto sumado a que trataban de meterse en su garganta hacía que se sintiera como en una arcada constante, algo ausente notó que las lagrimas corrieron por el costado de su cara antes que martín se cansara y agarró su mandíbula con ambas manos y comenzó a girar su cabeza para facilitar su entrada.

Mientras tanto Joaquín ya empezaba a moverse en su interior, ya había dejado de lado la suavidad del principio, Raquel estaba tan vergonzosamente mojada que facilitaba su entrada y salida constante, ella tal vez lo hubiera hasta disfrutado en otras circunstancias, pero ahora luchando por respirar y sintiendo como su garganta se abría paso a la fuerza no tenía tiempo para pensar en eso.

A medida que los movimientos del joven se empezaron a acelerar, Martín al fin había conseguido su objetivo y sus pelotas chocaron con la nariz de su antigua jefa, su garganta se veía deformada  la pobre Raquel sentía que le faltaba el aire y ya le costaba concentrarse, a este pasó perdería la conciencia, mientras ella estaba en ese estado Martín decidido retirarse y empezar a moverse al interior y exterior de su boca, ambos tipos estaban extrañamente sincronizados y en el estado semiconsciente de la joven le causaba extrañas sensaciones en su cuerpo.

Solo podía notar como cada vez que se quedaba sin aire sentía una oleada de placer de parte de Joaquín, sin ser nadie consciente de ello los tres se acercaban al orgasmo al mismo ritmo, incluso Abigail que no participaba directamente llevó su mano libre a su entrepierna y se acariciaba mientras no se perdía nada en la grabación.

Fue Martín el primero en terminar, con una exhalación se corrió directamente en su garganta quedándose así largos segundos mientras lanzaba una gran cantidad de semen directamente en su esófago, la sensación de ahogo pasó a ser algo mas cuando finalmente Raquel llegó a su límite dobló su espalda a pesar del propio espacio para moverse y con un grito ahogado llegó al orgasmo.

La imagen fue un poco impactante, sobre todo porque Raquel se desmoronó en su posición por lo que Martín se retiró rápidamente por miedo a que lo mordiera por accidente, solo siguió Joaquín que la levantó por el trasero y siguió sus arremetidas contra su cuerpo inmóvil, hasta que con un gruñido entró lo mas profundamente que pudo y pintó sus paredes internas de blanco.

Normalmente el se habría derrumbado encima de ella, pero se forzó a si mismo a girar y dejarla sola, mas que nada para que la cámara tuviera acceso a todas sus partes sensibles, mientras ambos hombres recuperaban el aliento Abigail acercó la cámara a su vagina asegurándose que se viera el semen escurriéndose entre sus labios, mas o menos en ese momento Raquel abrió los ojos y vio la posición en que estaba.

No alcanzó a ponerse al día cuando Martín le dio vuelta sobre la cama y la levantó por el trasero, al mismo tiempo Joaquín se arrodilló delante de ella y le puso el pene semi erecto en la cara, sin pensar demasiado lo que hacía ella empezó a lamerlo lentamente.

El jardinero no se hizo de esperar y la penetró rápidamente, Raquel ni siquiera pestañó aun estaba bastante aturdida, tuvo algo mas de reacción cuando Joaquín la agarró del pelo y la empujó con mas fuerza sobre su entrepierna, con la experiencia recién adquirida ella relajó la garganta y permitió que entrara sin reaccionar con arcadas esta vez.

Martín agarró su trasero con ambas manos y empezó a acelerar sus acometidas, pero Raquel todavía se sentía un poco insensible así que se concentró en la felación que estaba haciendo, no hizo ningún movimiento adicional aun cuando Martín empezó a nalguearla con mucha fuerza, después de unos cuantos la blanca piel de sus nalgas estaba con marcas rojas y grandes con forma de manos, eso la hizo despertar un poco más, justo a tiempo para que Joaquín sacara su pene y se corriera en su cara y cabello.

No alcanzó a sentir la humillación de estar cubierta de semen cuando Martín se inclinó le apretó las tetas y se corrió dentro de ella, nuevamente ambos se alejaron, aunque el jardinero se veía bastante agotado y para Raquel era poco probable que estuviera en condiciones de follársela nuevamente, en cambio Joaquín delante de ella ya estaba con una nueva erección.

La joven no pudo evitar sentirse un poco aliviada, si estuviera obligada a elegir lo prefería a el antes del bárbaro de su jardinero y por sobre todo sentía que las cosas estaban cerca de terminar de una vez.

-Rómpele el culo- dijo Abigail con odio sin disimular, Raquel se giró de inmediato a ella y abrió la boca para protestar, pero una bofetada la interrumpió e hizo que girara su cabeza violentamente, mientras Joaquín se ponía en posición Abigail se limpió la mano de semen en la parte del pelo de Raquel que aún estaba limpio, mientras tanto Joaquín abría sus nalgas y escupió en su pequeño agujero trasero.

Raquel aun estaba conmocionada por la bofetada y solo reaccionó cuando el empezó a penetrar su trasero con una velocidad contaste, antes que llegara a la mitad ella ya estaba llorando y gimiendo de dolor, eso no lo detuvo en lo mas mínimo, aun recordaba la humillación que le había dado hace horas, empujó sus caderas con fuerza y pudo enterrarlo hasta la base, él se quedó quieta en esa posición mientras ella sentía que había trataba de luchar contra la sensación de un cuerpo extraño en su recto.

El no le dio mucho tiempo para acostumbrase empezó un mete-saca tan brutal que ella sentía que la estaban partiendo en dos y empezó a agarrarse a la sabanas esperando que se acabara pronto y la dejaran tranquila, Abigail apuntaba la cámara a su trasero desde distintos ángulos observando como su trasero era sodomizado de manera tan violenta.

Después de unos minutos la resistencia de Joaquín empezó a flaquear, se empezó a mover más lento y estaba usando toda su concentración para no correrse de inmediato, Raquel por su lado ya se había acostumbrado y ya no sentía tanto dolor, tal vez en otras circunstancias hasta podría haber sentido algo de placer, pero estaba demasiado cansada para eso, estaba que se quedaba dormida aun en medio de su sodomía.

Finalmente llegó el final, Joaquín se retiró y se corrió sobre sus nalgas segundos después Raquel se derrumbó en la cama y se durmió de inmediato, ellos la observaron divertidos un momento, grabaron mas tomas de su cuerpo sudado y cansado, luego se vistieron y se fueron mucho mas relajados y tranquilos que cuando entraron a la habitación.

Raquel despertó aturdida, después de mirar alrededor notó que debía ser mediodía y el hambre que sentía le decía que debía haber dormido más de 20 horas, se levantó adolorida y sin querer pensar demasiado en lo que había pasado se arrastró hasta el baño donde se dio una larga ducha y luego salió algo más despejadas, pero aun hambrienta y adolorida, no salía de su habitación porque tenía miedo de que los tipos siguieran ahí.

Estaba debatiéndose cuando escuchó un ruido de su computador, revisó rápidamente y era un e-mail con un link adjunto, descargó de inmediato el archivo y vio lo que temía un video en alta calidad de la humillación que había sufrido, lo peor es que estaba editado de tal manera que parecía que era totalmente consentido, al final del video había una amenaza que si los denunciaba o hacía cualquier cosa contra ellos publicarían el video en todas y cada una de las paginas porno que pudieran y se tomarían la molestia de avisar en sus redes sociales y demás.

Raquel vio todo el video, sin pestañar, al final guardó el archivo en una carpeta oculta y dejó que su cabeza reposara sobre su escritorio, a pesar de todo lo que había pasado su imagen publica seguía siendo extremadamente importante para ella, aun no sabía lo que haría, de lo que si estaba segura es que obedecería y no los denunciaría.