No era el más lindo
Nunca pensé que no lo dejaría.
NO ERA EL MAS LINDO Tienes la vagina divina Anna, creo que debo comerla
En ocasiones he escuchado a los hombres, comentar o quejarse, que les tocó bailar con la más fea. Bueno, a mí me pasó eso, pero en lugar de ser la más fea, me tocó bailar con el más feo. Mi nombre es ANNA, trabajaba para una gran empresa de comunicaciones, era del staff de secretarias ejecutivas gerenciales, y con mis veinte años era soltera, pero no por eso quiero decir que no me divertía de lo lindo, sobre todo los viernes que salíamos todas las chica, y nos reuníamos en una cafetería cercana a nuestras oficinas, de donde planeábamos a donde iríamos o las cosas que pensábamos hacer ese día y los restantes.
Mi amiga y compañera de oficina Marilyn, me había dicho para salir con una par de chicos de la oficina, el que iba a ser mi pareja ya lo conocía, en otras ocasiones habíamos salido a bailar y algo más. Pero resulta que ese día al parecer su mujer no le dio el permiso, por lo que yo estaba a punto de quedarme viendo la TV. en mi apartamento.
Cuando se lo comentaba a mi amiga llegó su galán, al que yo no tragaba ni trago todavía, y luego de enterarse de mi desdicha, propuso que él invitaría aun nuevo supervisor, en principio cuando le pedí a Marilyn que me lo describiese, ella me dijo que era alto delgado, extremadamente simpático, soltero. En fin todo un dechado de virtudes, pero omitió decirme que era la persona más fea horrorosa que caminaba sobre la faz de la tierra, cuando nos alcanzó en la cafetería, me llevé el susto de mi vida, y no exagero.
Como les dije, Marilyn me lo describió, pero omitió decirme que su rostro parecía una mascara de carnaval, ojos extremadamente saltones, una nariz que más que nariz parecía un injerto hecho con un pepino, ya que aparte de ser grande y desproporcionada con respecto a su rostro, se encontraba toda agujereada y manchada, así como sus mejillas y gran parte de su frente, era como si miles de avispas se la hubieran picado infinidad de veces. Sus dientes o mejor dicho las dos hachas que tenía mal puestas en la boca, a cualquiera asustaban, en fin el chico en realidad no era feo, era extremadamente horroroso, aparte de ser bastante calvo, y para colmo el poco cabello que tenía sobre la nuca, como que nunca se lo cortaba y se lo arreglaba sobre la cabeza a manera de una peluquita. Se pueden imaginar ese cuadro, bien al verlo casi salgo corriendo, pero en esos momentos otra de las chicas comentó que era el nuevo vicepresidente de la empresa. Por lo que en lugar de salir corriendo me resigne a mi mala suerte. Ya que algo que he aprendido en mi empleo, es que ha ese tipo de personas, una no le puede hacer un desaire. Eso y poner la renuncia sería lo mismo.
Así que sin más remedio que servir de su acompañante, resignada fuimos a bailar, pero esperando la menor ocasión para escabullirme. Primero Jerónimo que es su nombre, nos llevó a cenar a un excelente restaurante estilo Italiano, de esos que importan todos los productos que usan en la cocina directamente desde Italia, con una gran cava de vinos, y unos exquisitos postres. Durante ese rato Jerónimo, hizo gala de su buen sentido del humor, y hasta hizo un chiste en torno a el del que todos nos reímos a carcajadas, con razón es tan simpático, ya que con lo feo que es, si fuera antipático de seguro lo hubieran matado en medio de la calle. Tras la cena fuimos a bailar y Jerónimo continuó de manera muy simpática siendo el alma de la fiesta. Bailamos y a medida que lo hacíamos, me comenzó a tratar como nadie lo había hecho, hasta ese momento, la verdad que me comencé a sentir como en las nubes con él.
También es cierto que me tomé más de una botella de vino tinto yo sola prácticamente, pero su manera tan especial de hablarme y de fijarse en esos pequeños detalles, la verdad que me tenían toda impresionada. Casi a la media noche, no se de donde se le ocurrió a mi amiga, invitarnos a todos a su apartamento, apenas llegamos ella y su galán se metieron directamente en su habitación quedándonos Jerónimo y yo en su sala, conversando al principio, pero luego me invitó a seguir bailando, y entre las cosas que decía y el baile, y desde luego el vino, comencé a ver a Jerónimo de lo más lindo.
Cuando me dio el primer beso, creo que me desvanecí en sus brazos, realmente no me desmaye pero era como si no tuviera voluntad para rechazarlo, de suaves y tenues besos, estos pasaron ha ser bastante acalorados y fogosos, sus grandes manos acariciaban todo mi cuerpo, divinamente. Lentamente me fue colocando sobre el sofá de la sala, y ante mi asombró me comenzó a levantar la falda, cuando realmente caí en cuenta de que iba a colocar su horroroso rostro contra mi vulva, estuve a punto de salir corriendo, pero el vino, el mareo y en el fondo las ganas de que lo hiciera, lograron que me quedase quieta esperando que eso terminase de pasar. Comencé a sentir una suave cosquilla contra mi clítoris, una vez que me quito con suavidad las pantaletas y las pantimedias.
A medida que los segundos pasaban esa sabrosa sensación iba en aumento, su gran lengua la sentía subir y bajar por todos mis labios vaginales de manera única, y les digo que a esa altura de mi vida ya mas de un hombre y una que otra mujer me había hecho feliz de esa manera, o como decían las chicas de la oficina, bajaba al pozo. A medida que su lengua y hasta su gran nariz las introducía dentro de mi yo fui gozando de más de un lujurioso orgasmo, sin ser exagerada creo que más de tres. Por un buen y largo rato mis manos las tenía sobre su cabeza, apretando su cara contra mi coño sabrosamente. Hasta que ya bastante exhausta me recosté sobre mi espalda. Esperando que el tomase la iniciativa.
Cuando levanté la vista lo que vi me llenó de miedo, en mi vida he visto uno que otro pene, algunos largos, otros gruesos, algunos más grandes, otros bastante venosos, y hasta de colores oscuros. Pero ver todo eso en uno solo, fue una gran impresión.
Tal fue mi temor, que llegué a pensar que hasta me reventaría por dentro, así que cuando comenzó a penetrarme y comencé a sentir como introducía todo eso dentro de mí. Del susto me quedé como paralizada, pero su melosa voz en mi oído me dio bastante tranquilidad, sobre todo como me decía esas cosas tan lindas, como por ejemplo, tienes una vagina divina ANNA, eras la mujer de mis sueños.
Pero a medida que me introducía o sacaba su inmenso miembro de mi cuerpo, yo comencé a mover mis caderas, y me envolví tanto, que me he puesto a gritar y ha llorar como una loca de felicidad, al punto que Marilyn y su amante salieron bastante asustados de su habitación, pero al ver en mi rostro toda esa felicidad, regresaron a sus labores. No es que Jerónimo además de que lo tiene grande, es que lo sabe mover como pocas personas en el mundo. Tras cambiar una cuantas ocasiones de posición, y hasta atreverme a metérmelo en la boca, como quien dice en el entre acto, finalmente se corrió por completo dentro de mi coño, tras lo cual ambos nos quedamos dormidos, hasta que Marilyn nos despertó para salir a desayunar, y ustedes podrán creer que se me olvido asearme.
Como a las cuatro semanas, Jerónimo y yo continuábamos saliendo, claro que no le decía a mis compañeras lo bien que el feo se movía. Pero cuando la que tenía que llegar no llegó, fui corriendo a mi ginecólogo, solo para confirmar que estaba embarazada, cosa que no fue por suerte. Hoy en día Jerónimo y yo tenemos tres años de vivir juntos, y no le pierdo ni pie ni pisada. Ya que con lo putas que son mis ex-compañeras, si no lo cuido me lo tumban. Autor: ANNA KARINA