No dejare que, me enamores (3)
Bueno la continuacion
Bueno la verdad no me la pase tan mal con la profe a excepción de ese beso tan repentino y de esa confesión tan precipitada. Estoy ya acostumbrada a cartas que me llegan a mi casa de chicos y chicas que se me confiesan, pero siempre los rechazo y les digo que no me busquen mas, porque para mí eso parece acoso ya sea chico o chica.
Soy muy severa con respeto a tener una relación sentimental con alguien, por Dios hasta tener mis amigos me fue difícil y hasta a ellos les pongo un límite, que ya “raya” de mala onda, lo que agradezco que mis amigos son tan comprensivos y tengo una paciencia que es muy difícil de quebrar… excepto por cierta señorita que conozco desde que tengo 8 años.
Cuando recién me mude a esta ciudad como toda persona menor de edad me tuvieron que cambiar de escuela. Lo bueno de todo era que nos mudamos después de que terminara el 3 año de primaria en la escuela. Mis vacacione son eran nada parecidas a los que son ahora para ser sincera me encantaba escaparme a cada rato mi mama se molestaba tanto cuando volvía que era inevitable que un buen chichón tuviera pero como toda persona picara no me sentía mal , porque igual me había de algún modo salido con las mías.
Sucede que al igual como ahora siempre me gusto vestir deportiva o como dice mi mama “con ropa de chico”, pero la verdad es muy cómoda no entiendo porque tanto las chicas deben utilizar cosas tan apretadas o ceñidas al cuerpo, no es que no me gusten las faldas o vestidos que muestran mi cuerpo, solo que no creo que hay que usarlo siempre.
Bueno volviendo a mi historia, sucede que en esas vacaciones a mi mama la visito una vecina le dijo que tenía un hija de mi misma edad que sería lindo que jugáramos juntas, me dijo que se llamaba Jesica y me mostro una foto de ella, para que era la niña más linda que haya visto, o al menos a mi me pareció, se que suena raro pero que querían era una pequeña niña demasiado sincera de lo que pensaba, y si pensaba algo de una lo decía. Mi mama y la señora se pusieron a reír de mi declaración, pero yo ni me inmute igual no era la primera vez que dijera eso.
Un día en una de mis tantas escapadillas, vi a una pequeña niña que andaba como si nada paseando por las calles, no sé por qué, pero me la pase siguiéndola a cierta distancia, hacia un sol un poco fuerte, gracias al cielo llevaba gorra y como tenía el pelo un poco corto no me paso nada, en eso vi que un grupo de 5 niños la acorralaron, ella estaba ahí indefensa, aterrada por esos niños que se notan que la estaban molestando entonces paso que uno le jalo en pelo y los otros comenzaron a mofarse. A mí eso me enervo y cogí toda mi rabia y salí a defenderla con lo que pudiera recuerdo que puse la cara más maldita que podía poner y les salte encima y a punta de golpes, logre que la dejaran en paz, claro que yo tampoco salí bien librada, me rasmille la rodilla pero eso no me importo.
Después me di cuenta que era la niña que había visto en la foto, no se imaginan mi sorpresa y la cara que puse, lo único que pude decir fue “ no llores linda, princesa Jesica”, la tome de la mano le pregunte donde vivía y la deje ahí. De alguna forma reaccione y me salí corriendo de ahí.
Luego cuando por fin comenzamos las clases yo había cambiado mucho, mi cabello había crecido. Jesica claro no me reconoció y no le di importancia pero se me pego como que chicle y después de algún tiempo terminamos siendo amigas.
Ahora algunos años luego estoy hiendo con ella al cine. La verdad esta salida fue un chantaje solo para que ella se callara y no delatara el pequeño incidente del parque.