No abras la puerta

Ella, inocente, deja entrar a un profesional a su casa y empieza el juego o la violación

Serían las 9 de la noche y Gema se encontraba plácidamente en la bañera, su cuerpo sumergido en esa agua tibia y fragante . Sólo su cabeza salía de la densa espuma. Ella, con una esponja se iba acariciando los pechos voluminosos, turgentes, que dejaban adivinar su fuerte excitación, provocada por el roce de esa dulce y suave esponja en su sexo. Ya que la usó durante los minutos previos a esta visión. Muchos días, lo que empezaba como un ducha terminaba en una autosatisfacción múltiple.

A ella, cuando llegaba el calor, le gustaba arreglarse mucho, así que, sólo dejaba unos cuantos pelitos por la parte superior del pubis; para en cualquier momento poder ir a la piscina, con el biquini más sexy, sin ningún problema.

Rin, rin sonó el timbre y ella mostró un sobresalto.

  • Es la primera vez que vienen tan rápido, en 20 minutos han llegado. Pensó

Rápidamente se puso el albornoz blanco con bordados rosa y fue a abrir al repartidor de pizzas.

Era Edu, un chico con el que más de una ocasión había fantaseado, pero al ser tímido nunca se le había insinuado. Ella lo encontraba muy sexy y con un culito para comérselo. Hoy era el primer día que no estaban los padres de Gema, habían ido a un viaje que habían ganado en un sorteo.

-Hola , buenas tardes señorita, aquí tiene su encargo. Le dijo con naturalidad.

Ella le entregó a drede un billete de 100 € para ponerlo en un compromiso.

  • No tienes nada más pequeño, le pregunto el mozo.

- Lo siento, pero no tengo, pero puedes ir a cambiar al bar de la esquina; me harías un favor. Ya te lo agradeceré . Respondió ella.

Pasaron unos 5 minutos y las puertas estaban semiabiertas.

Ema donde estas, grito el y ella desde su habitación lo llamó ,

Pasa al fondo a mi habitación

Ella estaba desnuda y sentada en el borde de la cama. El entró y se quedó quieto, un poco desencajado por la situación.

  • Dime si me pongo el conjunto negro o el rojo o i quieres nada. Le insinuó cálidamente. Sin pensarlo se levanto y lo beso en la boca.

No tardo el, en reaccionar y llamar por el móvil completamente desnudo a un compañero de trabajo, para que le sustituyera en la hora que le quedaba por repartir.

El de acostó boca arriba y se dejaba lamer todo su cuerpo, sus pezones, sus muslos, su pene… que tieso como un mástil señalaba el cielo.

Muy excitada ella lo monto salvajemente, le sujeto los brazos, así era ella la que dominaba perfectamente la situación. No tardo mucho en llegar al primer orgasmo, mientras que el no perdía su dureza.

Él, se levanto la cogió en brazos y completamente empalada y rodeando con sus piernas la espalda de su amante, se dejó levar a la mesa de la cocina.

Y así sin sacarla la hizo estremecer una vez más, luego, paró un momento y la fue besando por todos los sitios. Edu no se planteo en practicar un 69 completo con ella que quedó temblorosa y satisfecha.

Ema no podía menos que, invitarle a compartir la comida que él no cobró, ja,ja,ja

Se estuvieron, contando intimidades y alguna que otra tontería. Fue al cabo de un rato de mirarse, de comer, de reír cuando estaban aun los dos desnudos, cuando él tremendamente excitado le dijo.

  • Acércate y móntame sin que yo me levante, no pares hasta que lo encuentres, chico y blandito.

No pudo ser, ella ni quiso, y en vez de montarlo como le había pedido casi como un a súplica, ella prefirió chupársela y beber, casi, por segunda vez su leche.

– Es para que te quedes con ganas de mí, así otro día vendrás y nos lo pasaremos muy bien .Ja, ja, ja,ja

-Serás zorrita, ahora si que me he quedado con ganas, pero prométeme que el próximo día harás lo que te pida. Dijo Edu

- Eso es demasiado, Edu y lo sabes . Respondió ella.

El se fue medio empalmado, ya que , tuvo vergüenza de pajearse allí mismo delante de ella.

Quedaron para el próximo viernes, y él acudió puntual a la cita .

Ema, llevaba una falda rosa larga ,de un tejido gasoso y una blusa blanca que dejaba adivinar que no llevaba sujetador, pero si un tanguita rojo.

Él llevaba unos pantalones vaqueros, un polo gris y unas zapatillas deportivas muy monas.

NO tardaron ni media hora en estar desnudos y abrazados.

  • Mira una fantasía que tengo, dijo el chico, me encantaría hacer bicicleta estática, pero quiero que dejes de chupármela cuando este excitado y tu te sientas frente a mí y al tiempo que hago deporte te penetro locamente.

Ni 5 minutos estuvieron hasta que el plof, polf el lleno su tesoro del rico semen que a ella tanto le gustaba.

-Has disfrutado, pregunto ella.

- Como un enano, pero me gustaría que ahora hicieras algo por mí.

Le propuso que se dejara atar con 4 pañuelos de seda a la cama y se dejara vendar los ojos con un quinto pañuelo. Dubitativa e insegura, ella accedió y como una diosa desnuda y excitada; mostraba sus encantos mientras que se dejaba acariciar.

El paro de jugar con ella, se levanto rápidamente hizo una llamada con el móvil.

  • Ya puedes venir oyó ella .

Pronto se inquietó y más cuando Edu abrió la puerta y dejó entrar a un chico que ella, no sabía si lo conocía.

-Mira Ema ahora te voy a hacer el amor y mi amigo nos va ha hacer fotos, es que me excita mucho esta situación. Dijo él.

  • No seas hijote pu.. y desátame que para mí ya no es un juego.

Ella continuaba inmóvil en forma de X cuando Edén le dijo

  • Recuerda que te pedí que hicieras lo que yo quisiera y lo vamos a hacer.

Ella se puso a gritar justo hasta que el amigo le puso las bragas en la boca y le dio un bofetón flojito. Ema estaba asustada y excitada al mismo tiempo.

Flas , flas oyó durante un rato, era el flash de una cámara réflex.

Pero al retomar la jodienda, ella notó que esta vez el falo había cambiado de tamaño, era más delgado que el anterior y muy duro.

El amigo la estuvo jodiendo, mientras que el repartidor jugaba con sus tetas al tiempo que le puso un cojín en la espalda, para así ,el amigo, lateralmente introducirle su miembro por su culito virgen

Lo cierto es que el, lo consiguió a medias, pues un poco si pudo pero de la excitación derramó pronto su leche encima de l cubre.

Le quitaron la venda de los ojos y no tardo en reconocer a Rafa, un compañero de trabajo de Edu.

Al quitarle la ropa de la boca les dijo.

-Sois despreciables pero he disfrutado como una loca.

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