Niños en uniforme 3... fantasía cumplida
Una mujer atraída por el físico de su hijo y las nalgas que rompen su uniforme escolar... decide cumplir sus fantasías.
Hoy me arrepiento de lo que hice, fue hace unos meses y aún no logramos recuperar la normalidad.
Todo lo que sucedió fue en una reunión en compañía de mis amigas. Esa noche habíamos acordado quedarnos en casa en una reunión normal de la que hacemos cada cierto tiempo. Decidimos que fuera en mi casa porque mi marido y mi niña habían ido a ver a mis suegros y yo por cuestiones de trabajo y mi hijo por la escuela estábamos en casa.
Las cosas empezaron normales y mientras el vino siguió fluyendo las cosas subieron de tono, mis amigas y yo somos hasta cierto punto recatadas, fuimos tremendas de jóvenes pero eso quedo en el pasado y ahora somos unas madres de familia preocupadas por el futuro de sus hijos.
A eso de las siete de la noche cuando los temas iban de recordar novios y chicos guapos en la universidad y prepa, llegó mi hijo del gimnasio, un poco cortado por la presencia de mis amigas, dijo hola y se subió a su cuarto sin más.
Mis amigas se miraron y luego comenzaron a hablar.
- Sabes cristina tu hija ya es todo un hombre, me recuerda a un antiguo galán, ¿te acuerdas de Rodrigo?-.claro que lo recordaba era un antiguo amor imposible.
- Aunque tu hijo tiene mejor culo, me encantó ver como subía esas escaleras.
- No sean tontas es mi hijo-. Les dije algo molesta pero divertida, estaba alegre por el alcohol y por el recuerdo de mi antiguo amor imposible.
- Pero debes admitir que está bueno, vaya se ve como todo un hombre, el gimnasio vale la pena.
- Serán tontas es de la edad de sus propios hijos.
Susana, Érika y Tania, mis amigas tenían hijos de la edad de mi hijo pero eso no parecía molestarlas. Tras un tiempo de otros temas escuchamos que el agua de la ducha comenzaba a correr.
- Se esta bañando Fernando-. Dijo Susana-. Cuanto no daría por una foto de él en esa ducha desnudito, donde se le vea culo y verga, debe estar buenísimo.
- Sabes yo también pagaría bien por una foto de esas.
- Umm, sólo de imaginármela me he humedecido como una perra-. Todas rieron excepto yo.
- Saben últimamente he estado muy gastada-. Les dije entre broma y realidad.
- Pues que esperas mujer-. Me dijo Érika pasándome su celular.
- Pues…-. Envalentonada y alcoholizada tomé el teléfono y subí las escaleras sin hacer ruido.
En casa no es muy habitual que alguien cierre la puerta del baño pero no estaba segura que la puerta corrediza de la ducha. Al abrir lentamente la puerta, un poco de vapor escapó y pude ver a través del cristal el cuerpo de mi hijo, tan precioso, estaba de espaldas sintiendo el agua caer, sin meditarlo mucho solté la foto. Al bajar lancé el celular a mis amigas que con los ojos como platos vieron todo.
- Que espalda señor…
- ¿espalda? Brazotes se carga el chamaco.
- Miren que pene se le ve. Dios mío mujer tienes un machote de hijo-. Mientras me decían eso me daban el celular y aunque me negaba al principio tuve que ver la imagen, mi hijo de perfil, marcando un buen pene y una espalda musculosa se preparaba para enjuagarse el shampoo de su cabeza. Pero lo que me impresionó fue el culo que resaltaba en medio de su masculina figura.
- Pero que culo tiene…
- Es tu hijo mujer-. Me interrumpió Tania.
- Lo sé pero si no lo fuera le agarraría ese culo con la lengua-. Todas rieron.
- Debe ser un suplicio tener ese pedazo de carne y no poder gozarlo.
- Pues… la verdad cada vez que llega de la escuela y lo veo en su uniforme dios mio me tengo que tragar toda la calentura-. Les confesé a ellas y a mí misma-. Las camisas le quedan apretaditas y el pantalón le marca un paquete y un culazo que no entiendo como no me le he arrojado encima todavía.
- No seas mojigata amiga.
- No lo soy… simplemente sé lo que está bien y lo que no.
Después de está charla, seguimos bebiendo y mientras más nos desviábamos del tema, todas sentíamos que la tensión sexual aumentaba, de pronto me dijo Susana.
- Háblale a Fernando.
- Fernando-. Le llamé, con la voz más neutral que pude fingir.
Mi hijo bajo en un pantalón de pijama que le hacia ver sensual y con una camisa sin mangas donde sus pectorales y brazos estallaban.
- ¿Qué paso mami?
- En realidad somos todas las que queremos hablar contigo-. Le dijo Érika sorbiendo tequila con una gran cara de viciosa.
- ¿estas en preparatoria verdad fer?-. le preguntó Susana.
- Sí, ¿Por qué?-. hablaba cortes pero con un tono golpeado de macho que nos ponía a todas.
- ¿Qué celular quieres tener?
- Pues quisiera un X
- Es tuyo…-. Dijeron mis tres amigas.
- ¿De verdad? Y ¿Por qué?
- Simplemente tendrás que hacer algo por nosotras.
- Por ese celular lo que sea.
- Tendrás que cogerte a una de nosotras y además cumplir una fantasía que nos tiene a todas calientes.
- Pero… -. Susurró mi hijo.
- Ándale sabemos que eres todo un hombre, tienes el cuerpo de uno.
- Es que son las amigas de mamá-. Mi hijo dijo eso ya convencido lo adivinamos en su voz.
- No solamente eso sino que tu madre también entra en el sorteo-. Cuando Tania lo dijo yo me revolví incomoda en mi asiento y sentí que mis bragas se llenaban de mis liquidos.
- Entonces definitivamente no-. Mi hijo me miraba y debió notar algo raro en mi, tal vez mis pezones saltados
- Vamos… si no te convenzo con un celular entonces un auto. Mi auto estaba pensando en cambiarlo de todas formas-. Sonrió como puta cuando mi hijo cambio de cara y dijo.
- ¿un auto?
- Así es….
- Aceptó, lo siento mamá-. Me dijo avergonzado, yo no dije nada simplemente sonreí.
- Pero antes queremos verte sin camisa-. Dijo Érika.
- Está bien-. Dijo Fernando sacándose la musculosa y dejándonos ver su vientre musculado y sus pectorales que con su piel morena parecían de chocolate de leche.
- Sin duda la que te gane gozará como loca.
- Y ¿Quién será?
- No debes saberlo hasta que sea el momento. Antes ven mi amor-. Susana lo llamó y mi hijo se acercó, al tenerlo cerca le dio un beso y le agarró duro el culo lanzándome una lujuriosa mirada-. Queremos que nos cumplas una fantasía, ponte tu uniforme de la escuela y baja con tu mochila, tendrás que pretender que llegas y te coges a tu madre.
Mi hijo rió y mientras lo hacia se acercó a Tania que le metió la mano dentro de su pantalón y le dio dos jaladas a su pene.
- Tienes buena herramienta-. Le dijo al separarse de él.
- No tardo entonces-. Dijo al subir-. Vaya que son unas putas-. Todas reímos.
Al retirarse mi hijo, todas nos miramos y reímos. Luego incómodamente comenzamos a decidir quien sería la afortunada.
- Eres tu cristina-. Gritaron todas emocionadas cuando saque la carta más alta de una baraja.
- Pero es mi hijo.
- Corta la tontería-. Érika se acercó a mí y me beso metiéndome lengua.
- Es sólo una noche mañana volverán a la normalidad.
- Bueno… pero…
- Nada nosotras nos encargamos.
Mi hijo bajó unos instantes después, su uniforme de prepa le quedaba tan perfecto como siempre, dejando ver todo su cuerpo su hombre. Al mirarnos sonrió y se colocó la mochila y dio la media vuelta para que pudiéramos apreciar la forma que tomaba su trasero, el mejor del colegio.
- Tu tienes que pretender que llegas de la escuela y déjate llevar tu “madre” te ira guiando.
- Está bien-. Dijo mi hijo mientras se echaba un shot de tequila sin pensarlo mucho.
Todas se ocultaron y todo pasó como una escena normal, me quite las bragas y me subí la falda que traía para dejarle ver un poco de mi culo.
- Mi amor… ¿Por qué tan temprano?
- Es que bueno un profesor no llegó a la última hora.
- Bueno espero que no nos estés engañando.
- Para nada mami.
- Ven vamos a la sala quiero ver algo contigo.
Mi hijo camina frente a mi… su cuerpo se ve hermoso, deja la mochila y antes de sentarse, le llamó la atención.
- Espera hijo… lo que quiero ver es si…
- ¿Qué?
- Es que creo que ese pantalón ya no te queda ni esa camisa…
Me acercó a él y lentamente le acarició los brazos…
- Has crecido mucho… tus brazos ya no caben.
- Un poco.
- Sácatela mi amor… siento que te hace daño traerla puesta.
Mi hijo lentamente se quita la camisa.
- Amor no te había visto así, tienes un gran cuerpo mi niño.
- Gracias, me ha costado.
- Lo sé mi vida.
Lentamente voy recorriendo mi cuerpo con las yemas de mis dedos, acariciando mientras siento mis cabellos erizarse bajo el contacto de su caliente piel.
- ¿Me dejas tocar tus abdominales?
- Claro mami, para eso los trabajo.
- ¿Para mi?, amor.
- Para las chicas guapas como tu.
Mirándole a los ojos bajo mis manos a su vientre y mientras lo recorro me muerdo el labio inferior, mientras mi mano traviesa baja hasta el inicio de su bajo vientre y siento el calor que de él emana.
- ¿Sabes mi amor?, siento que lo que realmente te incomoda es el pantalón, te queda demasiado ceñido.
- Sí mami de unas partes más que otras.
- Lo he notado amorcito-.y le tomó el culo, se lo aprieto y luego le doy una nalgadita-. De esa parte en particular.
- Exactamente mami, ¿por eso me mirabas tanto las nalgas mamita?
- Por eso mi amor.
Le vuelvo a agarrar las nalgas mientras con otra mano le recorro de nuevo el vientre y le miro jugando con mi lengua y mis labios.
- Quítatelo-. Le digo.
- Ayúdame-. Me responde dándome un ligero empujoncito, caigo en el sillón y con las dos manos tomó el pantalón de los costados y con la boca le quito el cinturón y la bragueta. Siento en mi cara la presencia de su duro pene.
- Finalmente libre amor.
- Sabes mami, siento que me estorba también la ropa interior.
- Quítatela mi amor.
Y sacándose la trusa blanca me golpea su pene en mi cara y lo devoró, me lo meto hasta la garganta mientras estrujo su culo. Me empuja con fuerza de los cabellos y me viola con su pene mientras yo saboreo todo su sabor, luego para dejarme salir de su entrepierna. Me levantó.
- Amor es tiempo de ir a calentar la comida para papi.
- Espera puta-. Y me toma de los cabellos, me da la vuelta y me besa-. No me vas a dejar así.
- Soy tu madre… suéltame .
- Cállate-. Y me avienta al sillón-. Te gusta la verga y la tendrás dentro puta.
- No hijo… soy tu madre-. Me somete con su cuerpo y fuerza mientras trató de soltarme desesperada. Me vuelve a abofetear y me pone a cuatro apoyando en el respaldo del sillón.
- Sabes mami también a mi me gusta tu culo.
- Suéltame…
Y no alcanzó a decir más de un golpe mete su pene entero de un golpe. Yo me muevo primero para sacarlo y luego para sentir más y más placer.
- No pares mi amor-. Le grito entre gemidos y gritos de placer.
- Puta… eres mi puta.
- Violame mi amor.
Y mientras me vengo de nuevo con un orgasmo estruendoso miró a la esquina de la sala y miró a mis amigas masturbarse.
Después de eso me he arrepentido… pero no por el hecho sino porque no he podido parar lo que esa noche empezamos.
Todas las tardes que llega de la prepa me tiene esperando, soltando jugos sin freno y mirándolo con cara de vicio y lujuria.
Se sienta en la sala y enciende el televisor, ese día tuvo gimnasia y viene sudado, su camisa transparenta sus pectorales y abdominales, huele a hombre.
Me siento junto a él y luego mientras me quito las bragas le miro mordiendo mis labios y sabiendo lo que se avecina y luego saltó sobre él y me siento encima…
Siento su pene en mis nalgas caliente y enorme bajo su ropa luego introduciendo su mano entre su pantalón de gimnasio y mi culo libera su pene y entonces lo siento entrar por lo lubricada que estoy y comienza el vaivén, me toma del culo y me va sentando sobre de él hasta que de pronto siento que viene un orgasmo y una corrida de él dentro de mi.
Ahora después de dejarlo rendido le beso. Lo levantó y tomó su culo, ahora sabe que es mi perra y mi prostituto cuando tengo ganas como hoy.
- Tu culo m sigue poniendo.
- Eres tremenda mami, cada vez te hago más puta.
- Pero tuya mi amor.