Nina, Julio y Javier
Me gusta Nina y también Javier.
Hoy a mis veinte años ya no sé que sexualidad tengo.
En mi niñez la pasé como todos, sin mayores emociones.
Escuela, deporte y en natación si comencé a admirar los estilos de mis camaradas.
La vista de cuerpos estimuló mi desarrollo sexual.
Ver se ve de todo, tanto hembras como machos, pero, pero con los varones hay mas contacto, tanto colectivo como individual.
Cuando tuve edad suficiente mis caracteres sexuales externos se pusieron de manifiesto, claro está que también en los jóvenes en que se desenvolvía mi existencia.
Tal como se estipula en el ámbito social tuve un contacto "muy personal" con una compañera de natatorio. Que no paso de la oralidad, resumiendo me chupó y le chupé el sexo a ella y ella a mí. Fue medio a la apurada en el parque de su casa, ya que a tiempo escuchamos que se acercaba el automóvil de su hermano.
-Largá Jaime que llega Julio.-
Me dijo ella estando yo prendido a sus nalgas y lamiéndole la vagina, tenía ya Nina bien tratado su clítoris y quedaba lista para el siguiente paso cuando Julio nos interrumpió.
Al día siguiente saliendo del vestuario hacia las duchas, Julio me dijo que me quedara que tenía algo que decirme.
Cuando salieron todos, nosotros demoramos la ducha para quedar a solas.
Julio vino en bolas hacia mí mirándome detenidamente.
-Jaime buena pija se va a comer mi hermana, los vi ayer y lamento que mi llegada los haya importunado.-
Me di vuelta pues el desnudo y yo también me erectó la polla, no quise que él me la siguiera viendo en ese estado.
-También de nalgas y lomo luces bien.-
Diciéndome eso me cacheteo las nalgas, recorrió mi cuerpo una sensación "agradable".
-Lamento que nos hayas visto, ambos estábamos algo excitados y me da pena que nos hayas visto.-
-No, no soy guardián de Nina, al contrario el que se disculpa soy yo Jaime.-
El desgraciado de Jaime me tomó de los pectorales arrimándome la verga a mis nalgas y al volver mi cabeza me plantó un beso en los labios y me palpó la polla que estaba al tope.
Le correspondí instintivamente el beso, sintiendo eso duro en mi trasero.
Le pedí que saliéramos de las duchas para evitar ser vistos y secándonos seguimos conversando.
-Perdoná Jaime si me excité recién. Me gustó tanto tu cuerpito desnudo que no resistí besarte. Vos no fuiste indiferente.-
-Yo también lo estoy, pero es el primer beso en la boca que me da un macho y para mas con su verga en mis nalgas. No hay nada que perdonar, ambos gozamos el momento, pero si bien me agradó temo al dolor.-
-Te acerco a tu casa con el auto ¿vamos Jaime?.-
La presencia de gente en la calle nos bajó algo la erección pero a solas en el auto, el puso su mano sobre mi pantalón con lo que mi pija estuvo otra vez erecta.
Cuando entramos al parque arbolado que rodea su casa, Jaime detuvo el vehículo y me desabrocho la bragueta, mi pene saltó en libertad y el tomándolo se agachó y me dio una mamada que prontamente mi verga sitió la punto que le dije.
-Julio que te largo la leche.-
El ignoró la advertencia y le acabé en la boca.
Se incorporó ye vi que tenía semen hasta en la comisura e sus labios, lo besé apasionadamente.
-Esperá Jaime que meto el coche en el garaje.-
Reclinó su butaca yo la mía, el se bajó su pantalón dejándome su potente pene a mi disposición, le retribuí el placer y con algo de aprensión cuando me largó el semen, lo tragué si pero con reservas.
-Bajaté el short arrodíllate de espaldas a mi y ofreceme el culo que te doy una mamada de ojete.-
-No, no Julio, nos dimos placer oral, el culo no quiero, sé que después me cogerás, eso no.-
-Está bien Jaime no temas, pasá a la casa así saludas a Nina.-
-Gracias vayamos y te digo que buena la mamada nos dimos.-
En el interior saludé a los papas y me invitaron a cenar, avisé a mi casa y con Nina ya a solas nos dimos una buena bazuqueada al despedirme.
Ya en mi domicilio, pensé en lo acontecido con Julio, me la chupó mejor que Nina, pero temo que me la de por el culo. Desde esa vez me dilato solo el esfínter para que cuando se dé, este preparado.