Niña de colegio apasionada

...la follé y follé muchas veces y ella se revolcaba de placer...

Es increíble la pasión que puede despertar en nosotros el cuerpo y la energía de una colegiala adolescente. La siguiente historia me ocurrió hace dos años cuando llegó a mi barrio una criatura deliciosa de apenas 15 años. Era hermosa, tenía un rostro precioso que hacía juego con sus ojos claros, una boca pequeña cuyos diente blanquísimos dejaban ver una sonrisa espectacular, su cabello negro y largo era tan sedoso y liso que parecía que uno se fuera a perder en el, y ni hablar de su cuerpo; un cuerpo bien proporcionado aunque no era muy alta. Sus senos se dejaban apreciar por debajo de sus camisas ajustadas, su torso era muy lindo siguiendo por su cintura delgada y firme y alrededor unas deliciosas caderas que invitaban a recorrerlas con las manos, su trasero era terriblemente encantador; unas nalgas redondas y paradas y sus piernas torneadas y deliciosas todo aquello en un color de piel canela exquisito.

Cuando la ví llegar acompañada de su familia y del camión de mudanzas, yo, que contaba con 21 años me encapriché con semejante lindura, no podía dejar de verla, bastó poco tiempo para que me empezara a excitar con mi nueva vecinita.

La familia de ella constaba de sus padres y su hermano mayor por lo tanto estaban muy ocupados en el descargue de objetos de mudanza, aún así parecían ser muy unidos y cariñosos entre ellos y se divertían en su nueva casa que estaba justo al frente de la mía.

Yo me encontraba levantando pesas en la habitación que tengo destinada para mis ejercicios y por la ventana me di cuenta de la mudanza y de aquella criatura.Como les iba contando al poco tiempo de observarla me excité terriblemente ya que ella llevaba puesta una camiseta o remera blanca que apretaba sus senos turgentes y un pantalón deportivo azul que resaltaba sus caderas y esa cola deliciosa.

No resistí más y me lavé la cara y las manos, me aplique desodorante y un poco de colonia y me dispuse a darle la bienvenida a mis nuevos vecinos y a echarles una mano con sus cosas, pero mi verdadera intención era conocer a mi lindura.

Me presenté y ellos me recibieron muy bien, yo procuraba ver a mi niña pero se encontraba adentro de la casa. El padre de la familia se presentó y empezó a presentar a los miembros de su casa hasta que cruzó por la puerta aquel ángel. Nuestras miradas se encontraron y pude observar que le agradé, yo miraba su cuerpo y esa carita pícara de ojos alegres y algo misteriosos.

  • Ah! esa es mi hija Mónica- dijo el padre

  • Mónica el es nuestro vecino del frente Alejandro que amablemente nos viene a colaborar-

-Hola Mónica- le tendí mi mano y ella sonrió y me dió la suya, en ese instante sentí una energía especial

-Hola Alejandro mucho gusto- dijo ella mirándome con esa picardía y hasta un poco coqueta, me impresionó un poco su forma de ser, pero me gustó.

-Gracias por la ayuda, la verdad tenemos muchas cosas y preferimos nosotros mismos realizar el trabajo pesado para que nadie vaya a estropear nada- dijo ella

-Gracias por la confianza! - le dije con sarcasmo- procuraré no dañar nada

Ella rió y me toco el brazo

  • Con estos músculos estoy segura que tendrás cuidado-

En ese momento mi cuerpo vibró y esa mirada que tenía para conmigo era descarada y a la vez infantil, esa niña me estaba volviendo loco! Tenía unas ganas tremendas de besarla y penetrarla encima de la primera cama que me encontrara, por lo cual me puse erecto.

Bien entrada la tarde acabamos con la mudanza y después que me dieron las gracias muchas veces me despedí y Mónica se ofreció a acompañarme a la puerta.

-Gracias Alejandro, me encantó conocerte - y me dió un beso en la mejilla

-Por nada, cuando necesites algo me dices- y le apreté suavemente el hombro

Ví como se ponía nerviosa por mi contacto y sonrió para entrar a su casa.

Me sentía super excitado por esta belleza, me tenía a mil. En esos momentos llegó mi novia que tenia un año más que yo. Es muy linda y llevamos una excelente relación de cuatro años. En el plano sexual nos entendemos muy bien, ella es apasionada y fogosa y disfrutamos del sexo en una forma increíble.

Al verla me lance sobre ella y metí mi lengua en su boca, dándole un beso fogoso y hasta desesperado. Ella me respondía también pero yo sabía que estaba un tanto sorprendida ante mi excitación repentina .Le besaba el cuello y mi mano apretaba sus senos duros y grandes, a la vez que comencé a desabotonar su blusa. Ella excitada comenzó a abrazarme y besarme y me quito mi camiseta y me chupaba el pecho.

Le dí la vuelta y levante su falda, la manoseaba con fuerza y pasión. Mis manos recorrían sus piernas largas y firmes, volví a su panti y le froté el clítoris.

-Ah, ah, amor, estas super caliente- me decía ella

-Quiero cogerte, quiero penetrarte mucho- decía yo con voz temblorosa al tiempo que le corría hacia un lado el panti.

-Métemelo, ah... anda dame duro-

Me estaba volviendo loco de pasión y recordaba a la pequeña bribona que me había calentado a mil.

Bajé mi pantalón y mis bóxer y saque mi pene el cual al sentirlo mi novia desde atrás lo tomo en una mano y comenzó a pajearme

-Estas tan erecto! ah, como me gusta que estés así-

-Dame tu cuquita amor quiero follarte como nunca!- le dije

En ese momento le metí la verga de una, a lo que ella comenzó a gemir y a golpear sus nalgas contra mí

-Ah, ah. me partes...que delicia, da...me más... mé...temela... to...da-

-Te gusta putita? ahh que caliente estas...

-folláme duro...eso ah, ah que placer estoy toda mojada-

Seguí penetrándola duro, con fuerza, sacaba todo mi pene y se lo clavaba con fuerza, me imaginaba penetrando a mi vecinita y eso hacía que me excitara más.

Al poco tiempo mi novia se vino y al terminar su orgasmo se aparto de mí y se arrodilló

para hacerme sexo oral

-Déjame comerme tu polla, Mmmm, ah, ah, que rica quiero que te vengas en mi boca-

La sujetaba del cabello y comencé a follarmela por la boca, la metía y la sacaba y ella a veces me lamía y chupaba mi ingle para después chupar el glande

-Chupa amor, succiona quiero llenarte de semen, ah, ah así...si... no pares...toma...toma...-

Me vine dentro de su boca a chorros, que orgasmo, estaba en el cielo.

Mi novia incorporándose me beso y me pregunto por que estaba tan excitado, le dije que por ella, pero no le comente la verdadera razón, faltaba más!

Pasaron los días y me gane la confianza de mis vecinos, incluida la preciosa Mónica.

Me invitaban a comer y yo les hacía favores, entre todos la amistad creció y me consideraban como una gran persona amable y servicial. Ellos a mí me simpatizaban, pero mi anhelo era poder ver a Mónica. Comencé a salir con el hermano de Mónica y con ella a jugar baloncesto. Durante los juegos cuando ella tenía el balón yo la apretaba contra mí y hacía la parodia de que le quería quitar el balón. El contacto con su culo duro me ponía la verga al máximo y ella parecía no importarle y se pegaba a mí frotándose para después despegarse y corriendo entre risas para encestar. Todo esto me mantenía excitado todos los días y mi novia recogía entre sus piernas mi pasión descontrolada.

Una vez sus padres salieron de viaje por dos días a arreglar un asunto en otra ciudad y como los muchachos estaban estudiando y no quisieron viajar con ellos, me recomendaron a mí la casa. Yo acepte y les desee un buen viaje.

Cuando regresé de trabajar y entré a mi casa el teléfono estaba sonando.

-Aló? -dije

-Hola Alejandro, hablas con Mónica-

-Que tal Mónica, como estás?-

-Bien, te llamo para invitarte a jugar un juego de rol aquí en la casa con mi hermano-

La idea me pareció bien ya que me encantaba tener cerca a Mónica y quería distraerme un rato.

-Bien- le dije - Espérenme un momento mientras me doy una ducha y paso a tu casa-

-No te demores, te espero- y colgó no sin antes reír un poco

Me duché y no dejaba de pensar en Mónica, imaginaba que besaba esa boca tan pequeña y perfecta y ella se entregaba a mí sin pudor. La excitación comenzó a apoderarse de mí y empecé a masturbarme pensando en mi vecinita.

A los 15 minutos estaba con los chicos en la casa en un juego de rol en el cual yo era un monje, Arturo el hermano un guardia y Mónica una hechicera. Ella estaba preciosa, con un saco suavecito negro ajustado y la falda gris del colegio la cual era corta (llegaba a medio muslo) y unas medias blancas hasta la rodilla. Yo no dejaba de verla y aún cuando me había masturbado en el baño, verle esas piernas deliciosas y la falda como se le subía hacía que estuviera erecto de nuevo.

A la hora del juego llamaron a la puerta y eran dos amigos de Arturo, esta se apresuró y se quedó afuera con ellos. En ese momento Mónica se levantó y fue hacia la cocina. Yo me quede mirándola por detrás; ese culo delicioso que le levantaba la falda de colegial y esas piernas bronceadas y firmes cuyos pelillos rubios y finos era una completa delicia a la vista. La estaba observando cuando se dió vuelta bruscamente y me sorprendió mirándola.

Yo aparté la vista pero ella se dió cuenta, me preguntó si quería tomar u refresco, con esa sonrisa pícara, a lo que yo contesté que sí.

Arturo subió corriendo y nos dijo que volvía luego ya que iba a recoger unas cosas en la casa de sus amigos.

Yo no podía creer que estaba solo con Mónica, la cabeza me daba vueltas y no podía concentrarme en el juego. De repente Mónica apartó las cartas y me miró;

-Estoy aburrida del juego por que no hablamos?-

-Bien de que quieres hablar?- le respondí

-cuéntame como estás con tu novia-

La pregunta me tomó por sorpresa ya que Mónica nunca me preguntó por ella.

-Bu...eno bien por que?

-Solo por curiosidad-

Así estuvimos como media hora hasta que se acerco a mí:

-Alejandro me gustas mucho- su voz estaba nerviosa

-Tu también me gustas mucho Mónica- fue lo que le dije sin pensarlo

-En serio? desde cuando?-

-Desde que llegaste me pareciste una niña muy linda-

Sin pensarlo dos veces me tomo de la cabeza y me besó los labios, no podía creerlo, estaba en las nubes pero no sabía como responderle a esta chiquilla.

-sabes lo que estas haciendo?- le pregunté

-Me gustas y quiero que me beses como lo haces con tu novia-

-Eres virgen?- Mi pregunta pereció sorprendernos a los dos, yo solo pensaba en tirármela pero no sabía como abordarla. Pero para mi tranquilidad se rió y me dijo que sí.

-Ya haz besado a alguien?- le pregunté

-Sí, a mi novio del colegio, una vez nos estábamos besando y el empezó a respirar mas fuerte y comenzó a acariciarme las piernas y levantarme la falda, yo me sentí un poco nerviosa pero me gustaba lo que sentía, lo dejé hacer pero venía en ese momento un profesor y dejamos todo así-

Sentí una corriente de celos y rabia por lo que me había contado.

-Y lo volvieron a hacer? -le pregunté

-No porque no quiero que nos descubran en el cole y nos castiguen- fue su respuesta

-Te gustó sentir eso cuando él te tocó?

-Si, a veces espío a mis padres en su alcoba y se hacen lo mismo solo, que existe penetración y todo lo demás-

-Y como sabes lo de la penetración?- fue mi absurda pregunta

-Pues en el colegio nos explican todo eso- rió ella

Me sentí un estúpido, pero no me importó mucho ya que estaba demasiado excitado con la conversación y el beso.

-Bueno pues la verdad es que me gustas demasiado Mónica, pero no se que...

En ese momento Mónica abrió sus piernas y se sentó encima de mí cerrándolas detrás de mi cintura y besándome. Su boca sabía delicioso y esa lengua tan fresca y húmeda se encontraba con la mía y yo procuraba recorrer todo su interior. Le besaba los labios y pasaba mi lengua y labios por sus oídos a lo que ella respondía con suspiros y apretones a mi espalda.

Ella empezó a moverse restregando su pelvis contra el bulto que sobresalía de mi pantalón.

Era increíble la sensación que experimentaba con esta niña, nunca había estado tan excitado y no quería que se acabara este éxtasis.

-Ah, mmm, bésame Alejo, abrázame...

-Eres la criatura mas deliciosa que he conocido quiero acostarme contigo-

Comencé a acariciarle las piernas firmes y suaves, con una mano y con la otra le apretaba ese culo duro y voluptuoso. Ella se estaba excitando cada vez más, su respiración y jadeos aumentaba así como el movimiento de su cuerpo sobre el mío.

Con una manita suya me tocaba el pecho, el abdomen y se detuvo en el bulto de mi pantalón, inmediatamente lo apretó y comenzó a sobarlo:

  • Me gusta que te ponga así, me esta volviendo loca-

-Ah, amor estas tan rica, mmm... te voy a hacer sentir el cielo-

En ese instante sonó la puerta de la calle, y escuchamos al hermano de Mónica subiendo por la escalera. Aparte inmediatamente a Mónica y me precipité a la mesa para tomar las cartas del juego .Ella lo tomó con más calma y simplemente se levantó a saludar a su hermano. Lamentablemente no pudimos hacer nada los dos, pero yo ya estaba tramando algo para poder cogérmela cuanto antes.

Al llegar a mi casa tomé el teléfono y llamé a mi compañero de trabajo a su móvil. Le dije que me sentí enfermo y que no podría ir al día siguiente a la oficina, por lo que le pedí que me cubriera. Hecho esto me acosté un poco inquieto porque sabía que al otro día me revolcaría a esa mocosa como fuera.

Al otro día me levanté y me preparé como usualmente lo hago todos los días, que este no era un "todos los días".

Prendí el carro y lo saqué fuera de mi casa y me fui despacio hasta la esquina. Miré mi reloj; eran las 6:20 de la mañana, esperé un momento y observe que estaba saliendo de su casa Mónica, que se dirigía a esperar la ruta del colegio en la esquina donde yo me encontraba. Estaba un poco nervioso cuando se estaba acercando, hasta que ella me vio y se dirigió hacía mí:

-Hola Alejo que haces aquí en la esquina?

-Te estaba esperando, Mónica, me moría por verte-

-pero yo me voy al colegio-

-No Mónica, quiero que nos vayamos hoy lejos-

-Pero y que voy a decir en el colegio?-

-No te preocupes, yo se que hacer, sube al auto- fue mi orden

Ella subió al auto y se sentó en la parte delantera. Al ver que venía el bus escolar, le dije que aguardara y esperé a que el conductor estacionara. Le golpeé en la puerta e inmediatamente la abrió. Yo le dije que la alumna Mónica de 9º grado no podía acudir al colegio por estar enferma, y que no pasara el reporte a la dirección porque yo iría a llevar la excusa al otro día. El conductor anotó algo en la plantilla que tenía y se marchó.

Mónica dentro del auto me miraba con sus ojos confundidos y ala vez expectantes por lo que ocurriría después.

Me senté y encendí el motor, luego la miré y la tomé por el cuello y la atraje hacía mí para darle un beso. Ella accedió sin ninguna restricción y correspondió a mi beso metiéndome su lengua en la boca y apretándome el hombro.

Conduje rápidamente hacía las afueras de la ciudad. No habíamos hablado mucho por el camino, de vez en cuando nos mirábamos y sonreíamos .Ella estaba preciosa con su uniforme de colegiala; sus piernas se abrían al compás de la música y la falda se subía hasta muy arriba, sus senos sobresalían de su saco ajustado negro, y su cabello largo y húmedo la hacía más bella. Despedía un olor a colonia delicioso, era muy fresco!

Al fin llegué a mi destino: un Motel dedicado a satisfacer las parejas que allí se ocultaban de todos, o los que llevaban una pareja que nadie podía ver por su propia conveniencia como en mí caso.

Después de pagar, entre al auto en un garaje que conducía al interior de una habitación grande y confortable.

Mónica miraba todo con fascinación, se notaba que era la primera vez que entraba a un sitio así. Paseó por toda la gran habitación, y por el lujoso baño, hasta que fue directo a la cama que era enorme y en la cual ella quedaba perdida.

-Que cama tan grande- dijo Mónica

-Te agrada el lugar? - le dije sonriendo

-Si, es...excitante- lo dijo mirándome a los ojos

Me acerque a ella y la comencé a besar, le besaba el cuello, los labios, entonces recorrí con mis manos su pecho, que duro los tenía, seguí bajando y me detuve en ese fantástico culo, lo sobaba, lo apretaba, mmm que delicioso era, seguí y metí mi mano por debajo de la falda, ella tenía un short debajo y nada mas, así que la manoseé y deslicé un dedo por debajo de su short, ella se estremeció y abrió sus piernas mientras me apretaba las nalgas con sus manos.

Me quiete la chaqueta y ella me desabotonó la camisa, luego comenzó a recorrer todo mi torso y mis brazos

  • te gusto?- le pregunté

-que fuerte eres- me dijo

Le quite el saco y la seguí besando. Ella me sacó e l pantalón y yo hice lo mismo con sus medias y falda, hasta que quedamos desnudos. Que cuerpo tan divino tenía esa niña! y toda para mí y virgen. No lo podía creer.

Nos tumbamos en la cama y comencé a devorarme esos senos duros y jugosos. Recorría con la lengua sus pezones y le daba leves mordiscos que le producían gritos de placer.

-Te voy a culiar bien duro bribona!- le decía excitado

-Culéame, Culéame mucho ahh, que place me das!

-eres una putita y te voy a tratar como tal-

La abrí de piernas y con mis dedos delicadamente abrí sus labios vaginales... que vagina tan perfecta olía delicioso me entraban unas ganas enormes de follarla de una sin contemplaciones, pero aquella lindura debía tener un trato especial. Con mi lengua repasé toda aquella entrada que estaba húmeda, luego me dirigí hacia su clítoris:

-Aah, aah, ahhh, uuy, que rico, sigue ahh, sí me gusta-

Yo seguía lamiendo y empecé a succionarle el clítoris.

-Ahh, uyy, por dios, hazme así, me gusta, ummm

Lamía sus piernas suaves y torneadas y ella se retorcía del placer que se incrementaba en su cuerpo. Entonces me incorporé y la levanté, me coloqué debajo y atraje su vagina a mi boca, por tanto mi pene quedaba al alcance de su boca y manos; un 69 quería enseñarle a esta dulzura. Mónica cogió mi pene y lo empezó a tocar y a pajear, yo tomé su mano y con la mía le enseñe como debía hacer con su mano, yo seguía lamiendo su clítoris y ella gemía de placer. De repente se metió mi verga en su boquita y comenzó a chupar, yo paré por un momento de lamerle la cuca:

-Cómetela toda, amor, eso ángel así, chúpala bien…ahh como me haces, que boquita tienes _

-que grande, me la quiero comer toda, te la chupo rico? Ahhh, chúpame a mí

El lenguaje de esta niña me encendía más, por lo que seguí chupando hasta sentir que se venía.

  • Ah no aguanto más, ahh, ahh, ahh, ahh, -

Me llenó la boca con sus jugos, que corrida se había dado, y yo me la seguía follando por la boca.

-Te gustó nena? Llegaste a tu primer orgasmo te viniste putita-

  • Si me encantó nunca había sentido así de rico

-Y vas a tener más encanto, te voy a follar delicioso-

_Fóllame, fóllame cuanto quieras, solo quiero esto en mi vida-

Y se metió de nuevo mi verga en su boquita. Entonces me incorporé y le pasé la lengua por los pezones que estaban duros, ella seguía dando pequeños gemidos, y revolvía mi cabello de lo excitada que estaba. La hice poner de rodillas y agarré su culo delicioso para después morderlo y pasar mi lengua por su conchita desde atrás. Ella gemía por el placer que le provocaba, entonces humedecí su ano a lo que ella dio un pequeño grito y metí un poco mi dedo. Que apretado era, pero iba a ser mío de cualquier forma.

-ayy, qué me haces, me gusta mucho, ahh, ahh, no pares, uyy que rico ahh

-Te voy a ser mía, entiendes? mía!

-méteme la verga!! .no aguanto más-

  • te voy a penetrar por la cola, te va a fascinar- le dije

-me va a doler mucho... ah,ah, dame por la vagina...

Pero eso no estaba dentro de mis planes. Le seguí lamiendo y succionando el clítoris hasta que se vino dos veces. Ella a cada venida se retorcía de placer y gemía como toda una mujer. Que placer me daba el verla acabar, y tan niña!.

Descansamos unos minutos. Mientras ella se duchaba yo encargue dos botellas de vino.

Al buen rato Mónica salía envuelta en una toalla blanca la cual resaltaba su espléndido cuerpo, se acerco hacía mí y me dió un gran beso. Eran las 10 de la mañana; ¡3 horas follando con esta niña!!

Después de ducharme yo también pues estaba muy sudoroso, serví dos copas de vino frío. Brindamos con Mónica y nos tomamos otras tres copas seguidas. Al poco tiempo pude observar como a Mónica le hacía efecto la bebida. Ella se puso muy cariñosa y nos besábamos y tocábamos nuestros cuerpos. Tomamos dos copas más y le propuse que se colocara el uniforme de colegio. Ella lo hizo, vistiéndose en el baño y saliendo al rato.

Cuando la ví salir se me puso dura la verga nuevamente, la imagen de una colegiala tan buena y dejándose coger al gusto, me encendía la mente.

La tomé de la mano y comencé a besarla; le metía la lengua hasta donde más podía y ella hacía lo mismo con su lengüita dentro de mi boca.

Con mis manos le apretaba los senos y el culo, luego despacio sobaba sus piernas y subía mis manos hasta sus nalgas. Mónica abría sus piernas para dejarse hacer.

-Eres una zorrita deliciosa sabías?- le dije

-soy tu zorrita y puedes hacerme lo que quieras-

Al decir eso su mano que me apretaba las nalgas me cogió del bulto que sobresalía de mi bóxer. Me miró y se arrodillo, con su boca empezó a darle pequeños mordiscos suaves a mi pene, con sus manos me apretaba las nalgas, las piernas, que delicia me hacía gozar como nunca nadie antes.

-Te gusta?- dijo ella

-me encanta haz lo que quieras-

  • me la voy a comer toda, entiendes?

Me sacó el bóxer y tomó mi pene erecto y comenzó a mamarlo. Lo metía y lo sacaba de su boquita. Que boca tan pequeña y deliciosa. Sus labios se cerraban entorno de mí carne y sus suspiros y ojos cerrados me decían que ella estaba gozando. Comenzó a succionar cada vez más fuerte, mi pene entraba y salía con rapidez, ella con su mano me sobaba las pelotas

-ah,ah,ah, sigue , sigue, esoo...mmm,ah,ahh, me vengoo...

Inundé toda su boca y ella se tragó mi semen. Serví dos copas más de vino. Mónica estaba pasada de copas y también muy caliente. Después que me recuperé de ese último orgasmo, ella que seguía con su uniforme, yo la tiré a la cama y empecé a penetrarla con fuerza: Le metí de una la verga y su coño que no estaba lubricado aún, estaba cerrado: Entre gritos y jadeos la follé como un salvaje, la colocaba arriba abajo, de lado, se lo metía en la boca, la levantaba en el aire y la penetraba mucho, ella tenía un orgasmo y luego otro y no paraba de gemir, entonces la puse de nuevo boca abajo le subí la falda hasta el comienzo de las nalgas y empecé a penetrarla por el ano, ella gemía y estaba toda empapada de sudor al igual que yo, era tanto el placer y los orgasmos ayudados por el licor que se dejo penetrar ese culo delicioso por mí.

Estaba muy apretado y yo gozaba encima de ella hasta que se lo metí todo. Mónica gritaba y gemía como una posesa y movía sus nalgas de una forma deliciosa.

La culié así como por 15 minutos hasta que me vine de una manera increíble dentro de su culo. Permanecimos juntos, exhaustos hasta que nos dormimos. Despertamos hacía la una de la tarde y seguimos tirando hasta la seis, hora de salida de clases de ella.

Después de esa formidable jornada de sexo, seguimos follando con Mónica muchas veces.

Me la comía y me la follába mucho y por todas partes, hasta que un día mi novio se enteró...