Nicolás y el dinero (y II)
Nicolás no ceja en su empeño.
NICOLÁS Y EL DINERO (y II)
Nicolás intentó de nuevo cumplir su fantasía de llevarse a la cama a cambio de dinero a una mujer cualquiera con la que se cruzase en la calle. Aún le quedaba algo de aquella vez que ganó la lotería.
La primera mujer que abordó le dijo que sí, pero llevaba el escote demasiado bajo y la falda demasiado alta, con lo que sospechó algo. Cuando se dio cuenta de que estaba en el barrio de las putas, se marchó a otros lares. Aquello sólo podía ser contemplado como última medida.
Una veinteañera que usaba unos pantalones extremadamente ajustados le dio un bofetón.
Una treintañera que llevaba una minifalda sin medias debajo se rió a carcajadas y le dijo que no tendría dinero suficiente como para que ELLA se acostase con ÉL.
Una cuarentona pintarrajeada inadecuadamente para su edad intentó darle una patada en los huevos que Nicolás logró esquivar, no sabemos si por lentitud de la señora o porque él ya había cogido experiencia en la materia.
Una ciega que vendía cupones le grito que no quería volverla a ver.
Por fin, una moza de buen ver vestida con el uniforme de alguna institución le dijo que sí. La alegría de Nicolás duró hasta que descubrió que se había dejado el dinero en casa.