NIcolás y el dinero (y I)

Otro de Nicolás Saltante

NICOLÁS Y EL DINERO

Nicolás Saltante siempre había tenido la fantasía de abordar a una mujer cualquier en la calle y proponerla tener sexo a cambio de dinero. El día en que le tocó la lotería, decidió intentarlo.

La señora de una tienda le sacó empujándole de su local, amenazando con llamar a la policía.

Una jovencita con una minifalda ultracorta le propinó una patada en los huevos. Cuando su rodilla se alzó, un viejito que pasaba pudo verle las bragas.

La empleada de un banco que salía a almorzar en ese momento cumplió la amenaza de la señora de la tienda y Nicolás tuvo que salir por pies.

Una mujer gorda de un puesto ambulante de comidas aceptó su propuesta pero le pidió el dinero por adelantado. Acababa de dárselo cuando apareció su marido. Entre susurros, la mujer le pidió que regresase una hora después. Una hora después, el puesto ya no estaba allí.

Resignado, Nicolás fue hasta el barrio de las putas pero no encontró ninguna: una redada de la policía se las había llevado.